Título: "Fuegos Artificiales"
Tipo: Hetero ^^
Duración: 1
Pareja: Jin x Fan
CAPITULO UNICO
Grupo; BTS ♥
Narra Jin:
Noté mi cuerpo temblar con fuerza. ¿Porqué me hacía sentir tan débil?
La miré a la distancia,
suspirando. El traje de ejecutiva la hacía ver demasiado bien, las
gafas, la camisa blanca un poco escotada, la falda negra y los
zapatos de tacón.
Me quedé colgado, mirándola,
como un tonto. Tras dejar otro suspiro en el aire, volví a teclear
en la computadora.
-Profesor, ¿puede
ayudarme?- preguntó uno de mis alumnos. Al verlo con su máscara de
Scream, no pude evitar reir.
-Dime, Lee- respondí, antes
de levantarme de mi lugar y acompañarlo a buscar los grandes
parlantes del colegio.
Mi trabajo era como
cualquier otro, un profesor de Historia que, aquel 24 de diciembre,
tenía que cuidar de una clase de treinta y cinco alumnos.
Al menos, eran bastante
tranquilos.
-Profesor, ¿puede venir un
segundo?- preguntó una de las jóvenes de la clase, tirando de mi
chaqueta.
Les dije a los alumnos que
acomodaran los parlantes de las esquinas del gimnasio, mientras que
seguía a la joven, una joven monja.
En aquellas fechas, como era
costumbre, el colegio en el que trabajaba, organizaba una fiesta de
disfraces Navideña.
A mis veintiséis, aún
seguía soltero, esperando encontrar a la indicada, a una mujer que
me hiciera temblar de pies a cabeza, a una mujer que me hiciera
sentir un tonto al mirarla.
Al volver a la clase, el
olor a los pastelillos, ponche, tartaletas y dulces, me dejó un poco
anonadado.
-¿Que opina de la
decoración?- preguntó la monja.
Alcé la vista, mirado los
globos, las estrellas blancas y las cintas de colores.
-La verdad, es que esta muy
bien- respondí, felicitando a todos los que se habían encargado de
la decoración, sin embargo, no pude evitar mirarla una vez más,
aunque sea, unos segundos.
"¿Puedes controlarte?
Pareces un adolescente con las hormonas alborotadas" me dije a
mi mismo, aplaudiendo a la clase entera, sumandome al bullicio de
todos.
Ella, era una de mis
alumnas, una chica extranjera, una chica delicada y encantadora. De
miradas arrebatadoras y dulces. No podía mirar a la gente a los ojos
por mas de dos segundos seguidos. Una muy buena estudiante y, para
colmo, una de mis mejores alumnas.
Las gafas negras hacían
resaltar sus ojos, y, su cabello caía con gracia sobre sus pómulos,
apenas rozando su rostro. ¿Por qué era tan bonita?
Y, las cosas se complicaban
aún más, al recordar que tenía solo diecisiete años.
Era imposible no mirarla,
era... atrayente, demasiado exótica...
Al mirar la hora, me
asombré, ya quedaba menos para la gran fiesta.
-Profesor, ¿A que hora
piensa ponerse su disfraz?- preguntó uno de los alumnos del aula.
No pude evitar sonreir.
-Yo ya estoy vestido-
respondí, causando la risa de algunos.
-¿No piensa sorprendernos?-
preguntó otra de las jóvenes.
-Pues, así es como me mostraré
esta noche, así soy. Desde hace cuatro minutos, he dejado de ser su
profesor chicos, al menos oficialmente, así que, no, me disfrazaré-
contesté mirandolos a todos, deteniendome unos segundos más en
aquella chica.
-Increíble tesiruta
profesor, pero, de todas formas, exigimos al menos un elegante traje
para Navidad- argumentó una de las chicas, mostrando una caja en
papel de regalo.
La extranjera, se acercó a
quien habló primero y tomó la caja.
Como tantas otras veces,
caminaba hacia mi, aunque, esta vez, como pocas veces, la miré a los
ojos. Parecían más brillosos de lo común aquel día, y me
encantaba.
-Nuestra clase ha hecho una
colecta, y, compramos esto, esperamos que por la noche, se lo ponga.
Es una forma de agradecer todo lo que ha hecho este año por
nosotros. Muchas gracias- dijo e hizo una reverencia.
-Yo... yo debería ser el
que está agradecido con ustedes, me han enseñado muchísimo este
año, y no voy a olvidarlos... A ninguno de ustedes- contesté y
pronto, todos se unieron a abrazarme. No pude evitar reir emocionado,
aunque, tambien un poco avergonzado, puesto a que aquella chica, me
abrazaba con fuerza.
Al pasar las horas, nos
fuimos reuniendo en el gran gimnasio, sin embargo, no podía ver
mucho más allá de los profesores.
-Seok Jin, ¿Simplemente no
trajiste disfraz?- preguntó uno de mis compañeros de trabajo.
Me reí junto al resto del
grupo, cuando, ella apareció en mi campo visual, entre tanta gente.
Estaba parada bajo el gran
árbol de navidad, mirando las decoraciones con una sonrisa. Dejó una
pequeña carta en una de las tantas ramas del árbol y con una
sonrisa, suspiró.
Pedí disculpas a mis
compañeros y me acerqué a ella.
No pude dirigirle la palabra
al principio, sinó que, ambos miramos el gran árbol, notando las
luces tintinear con delicadeza frente a nosotros.
-¿Una carta para un chico
que te gusta?- pregunté, intentando buscar algun tema de
conversación.
Ella se sonrió y asintió,
antes de girarse un poco para mirarme.
Noté la bilis subirme por
la garganta, miré el suelo y tragué saliva como pude.
Así que había alguien...
"Por supuesto que hay
alguien, alguien que no eres tu" me dije a mi mismo, mordiendome
los labios por dentro...
Si, era un estúpido.
La miré un instante
mientras ella se acomodaba los mechones de cabello detras de su
oreja.
-¿El leerá tu carta si la
escondes tanto?- pregunté, y ella cruzó mirada con la mía,
ruborizándose como siempre.
-Pues, eso creo, con suerte
se dará cuenta de lo que siento por él- contestó con una sonrisa.
Quien fuera que fuese ese
chico, si la hacía sufrir, lo mataría.
-Si es que lo vé, por
favor, avísele que estoy en el aula, a la medianoche. Es alguien
alto, de ojos castaños y cabello color café, se apellida Kim-
pidió, antes de retirarse, sin mirar atrás.
La miré marchar y suspiré
resignado.
¿Ahora tenía que buscar a
un niño? ¡Genial!
Quise patearme a mi mismo
unas diez mil veces. "No debí preguntar tan siquiera"
pensé. Miré mi reloj y apreté con fuerza los labios.
23:15 pm...
Volví con mi grupo de
trabajo y, pasados quince minutos, todos se retiraron a cambiarse. La
noche comenzaba a teñirse de las parpadeantes luces navideñas.
Aunque, todo sería más bonito, si ella apareciera. La chica había
desaparecido desde que había dejado la carta.
Yo, sin embargo me cambié.
Dentro de la caja que me habían dado los alumnos, un traje, un
formal traje color negro.
Suspiré al mirarme al
espejo, aquel no era yo, simplemente no era yo.
Apoyé la frente contra el
espejo y tras acomodarme el cabello una vez más, sali.
-Al fin apareces- comentó
mi mejor amigo y colega, Nam Joon.
Le sonreí y acepté la copa
de ponche que me tendía.
-Me alegra verte a ti
tambien- respondí y levantamos la copa a la vez.
-¿Que es de tu vida? Hace
tiempo que no salimos tu y yo- rió, bebiendo.
-Nada nuevo que decir-
contesté antes de buscar con la mirada a algun jóven que tuviera
las características de la descripción que aquella chica me había
dado.
-¿Ya conseguiste novia?-
preguntó, interesado en el tema.
-No- contesté intentando a
toda costa evitar el tema, ya que, cuando mi amigo empezaba a hablar
sobre ello, no paraba.
-¿Como que no? ¿A que
esperas? Terminarás soltero de por vida con ese pensamiento- "Ahí
vamos de nuevo" pensé, al oír sus sermones.
-Pero...-
-Pero nada, ¿No hay nadie
que te atraiga al menos?- preguntó él.
Suspiré y sin dejarme
salida, asentí. Pero, las cosas no salieron como planeaba ya que mi
mejor amigo, empezó a hacer preguntas.
-¿Al menos tienes una foto?
¿Quien es? ¿La conozco? ¿Cuando? ¿Que edad tiene?-
Suspiré y lo miré, antes
tomar su brazo y llevarlo a las afueras del gimnasio.
-¿No vas a decirme?-
preguntó.
Me masajee la frente y lo
miré a los ojos.
-Si te digo, no le dirás a
nadie, ¿verdad?- pregunté y Nam Joon se sonrió abiertamente.
-Prometido- contestó y
cruzandose de brazos, con una pícara sonrisa, se mantuvo espectante.
-Si alguien se entera de
esto, terminaré tras las rejas por veinte años. Y te culparé a ti,
¿Está claro?- Lo señalé con el índice -Es una de mis alumnas-
comencé a decir.
-¿Que?- preguntó - ¿El
ponche tenía alguna sustancia ilegal? ¡Es menor de edad!-
-¡Shhhhhhhhhhh!- pedí con
desespero -Nadie debe saberlo, idiota-
Nam Joon miró a nuestro al
rededor, asegurándose de que nadie estuviera cerca.
-¿Desde cuando?- preguntó.
-Desde el primer día de
clases... es que... No quería fijarme en ella, es una de mis alumnas
despues de todo, y le llevo nueve años, pero, puedo asegurarte que
es la única mujer que me hace temblar, que me enloquece, que me
transforma. Pero, me niego a acercarme- contesté.
-¿Quien es?-
-________________- respondí,
mirando el suelo, demasiado avergonzado.
-¿La extranjera? ¿La
delegada de clase? Enloqueciste- comentó mi amigo palmeandome el
hombro.
-Lo se, lo sé. Lo peor es
que no puedo sacarmela de la cabeza-
-Estás jodido, pero, aún
así, tiene solución- me sonrió el chico y yo lo miré sin
creermelo, ¿Hablaba en serio?
-A ver dime, ¿cual es la
solución?-
El chico se sonrió con
sorna y dijo:
-Hace más de dos horas haz
dejado de ser su profesor, asi que, puedes aventurarte y decirle
algo... acercarte al menos-
Lo miré atónito...
-Ahora al que ha afectado el
ponche es a ti, estas loco, muy loco- respondí, antes de
encaminarme al interior del gimnasio.
-Sabes que en el fondo tengo
razón, lánzate o jamás sabrás si hay oportunidad- comentó Nam
Joon, siguiendome los pasos.
Dejandolo un poco de lado,
continué buscando con la mirada a aquel chico del que la chica me
habló.
Pronto, encontré a un joven
con sus mismas características, le entregué mi copa a mi amigo y me
encaminé al chico, quien estía de traje, un poco desarreglado.
-¿Puedo hablar contigo un
momento?- le pregunté y el joven dió un respingo.
Asintió y caminó conmigo
hacia el arbol.
-Me han dicho que hay algo
para ti en una de las ramas del árbol- comenté sin ganas,
mordiéndome la lengua con fuerza, esperando de que mis palabras
fueran mentira, pero, no, no lo eran...
El chico frunció el ceño y
rebuscó en el árbol de Navidad, encontrando por fin una carta. El
chico la abrió y yo comencé a retroceder, cuando, pronto, noté a
alguien tirar de mi brazo mínimamente. Me giré y me encontré con
el mismo chico de antes.
-Disculpe, pero esto no es
para mi, se ha confundido. Soy Kim Tae Hyung, la carta es para Kim
Seok Jin, lo lamento- dijo, antes de entregarme la carta.
A mi alrededor, noté los
emocionados aplausos de todos, miré el reloj y me percaté que solo
faltaban cinco minutos para que el reloj tocara la medianoche.
Sin creerlo, leí la carta
de principio a fin y noté mi piel erizarse...
"Kim Seok Jin...
El nombre de un principe,
¿No te parece?
Aunque, para mi, es un
príncipe demasiado lejano. Aún así, ahora que ha terminado el año
y que probablemente no nos volvamos a ver, puedo decir lo que siento
en realidad.
A pesar de la edad, a
pesar de que realmente somos de distintos lugares, a pesar de todo,
ahora, que ya no es mi profesor, puedo decir que desde el primer
momento en el que entré al salón de clases, no he podido dejar de
pensar en usted. Sinceramente, no semuy bien como dirigirme a ti...
He intentado contenerme
de alguna forma, pero fué más fuerte que yo, no he podido luchar
contra mis sentimientos.
Y sé, que a pesar de
todo lo que escriba hoy en esta carta, usted me seguirá viendo como
una más de sus alumnas, o al menos eso espero..."
Ese fué el comienzo de la
larga carta manuscrita...
Al terminar de leerla por
arriba, corrí con todas mis fuerzas entre la gente, hacia el aula,
donde ella estaba...
Corrí con todas mis
fuerzas, sin importarme siquiera el nuevo traje.
Al llegar a la puerta, no
pude contenerme y la abrí de par en par.
_________________ se
encontraba mirando por uno de los ventanales del aula, cuando notó
la puerta abrirse, dió un respingo y se giró sobre si misma.
Llevaba un vestido azul
noche, delicado y sencillo, como lo era ella...
Pasé al aula y cerré la
puerta detrás de mi, la chica, con sus manos entrelazadas, tragó
saliva y me miró a los ojos.
-Hola...- dijo y se mordió
el labio inferior. Se la notaba nerviosa, demasiado nerviosa.
No me atreví a mirarla,
dejé la carta sobre una de las mesas, entreabierta, ella la tomó
entre sus manos, llevandosela al pecho.
-______________... yo...-
suspiré.
En tantos meses jamás se me
había pasado por la cabeza el que, esa chica, me correspondiera,
sobre todo por nuestras diferencias.
-Lamento que haya tenido que
leer la carta...- dijo, sonriendose, llevando una de sus manos hacia
su rostro -Lo lamento de verdad-
Pronto,las lágrimas
resbalaron por sus mejillas.
-Lo siento mucho, no
quería... no quería que pasara esto...- insistió y lloró, sin
poder aguantarse.
Recuperé el aliento y la
cordura.
Quien la había hecho
sufrir... ese era yo. Y me odié por hacerlo, por hacerla llorar.
A pasos lentos, me accerqué
a ella y la sostuve entre mis brazos.
La joven se quedó inmovil
unos segundos antes de apoyar su cabeza contra mi pecho.
-Yo lamento hacerte sufrir,
prometo en el futuro, no volver a hacerlo- respondí y su frágil
cuerpo tembló entre mis brazos. Se separó de mi y me miró a los
ojos, ruborizandose.
-Ahora que estas aquí,
conmigo... al fin... No pienso dejarte ir- dije antes de ver sus ojos
aguarse una vez más.
Una mezcla de felicidad y
algo más, se cirnió en mi interior. El tenerlaentre mis brazos era
lo que siempre había querido desde que la había visto.
-¿Lo dice en serio?-
preguntó, casi en un susurro.
-Claro que si, si desde que
pasaste por esa puerta no he podido dejar de soñar esto, el que
fuera recíproco-
Ella se rió y cuando se
separó de mi, se limpió las lágrimas como una niña pequeña. No
pude evitar reir y morderme los labios.
Pronto, oímos las
explosiones a las afueras del aula.
Era medianoche...
Tomé su rostro enter mis
manos y con delicadeza, rozamos nuestros labios una vez, antes de
mirarnos a los ojos y besarnos una y otra vez.
-Al menos, ya soy mayor de
edad...- comentó ella , con una sonrisa, alzando una mano hacia el
estrellado cielo.
-¿Eh?- pregunté y la miré.
-Tienes suerte, nací un día
como hoy hace 18 años atras, así que no creo que sea problema para
nada- respondió ella, de lo más sincera.
Reimos juntos y, una vez
más, bajo el hechizo de alguna cancion lejana proveniente del
gimnasio, danzamos por primera vez, bajo sonrisas y miradas.
Aquella Navidad, pude
besarla y pasar la noche mirando los fuegos artificiales y luego las
estrellas.
Entendí que ni el lugar de
nacimiento, ni el idioma, ni la edad, eran límites para lo que el
corazón mandaba.
Fin ^^~
askjdhkjahdkja Espero que les haya gustado!
FELIZ NAVIDAD~~~~~~~ <3
GIF TIME:
Mila ^^~
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