Holaaaaaaaaaaaaaaaaa~~~
Título: Dangerous Boy
Tipo: Hetero Lemon
Clasificación: PG -18
Grupo: BTS
Pareja: NamJoon (RapMonster) x Fan
Parte 2
Narras Tu:
Me encaminé a mi habitación cuando noté que todos se habían ido a dormir, inclusive mi madre.
Subí las escaleras y noté una mano tomar la mía. Estuve a nada de dar un notorio chillido pero, una mano apareció en mi boca. ¿Un secuestro? Me removí nerviosa entre los brazos de ese alguien. ¿Y si no volvía a ver a mi familia? ¿Y...
-Soy yo, tonta- advirtió él y su voz me llevó del susto a los nervios -Si te suelto, ¿Prometes no hacer un escándalo?- preguntó.
Asentí nerviosa aún y el toque de sus manos desapareció.
-¿Que mierda te pasa?- pregunté, lo bastante enfadada como para hacer el escándalo de mi vida.
Vi su sonrisa y una mirada suya. Entre penumbras, sus ojos parecían más brillantes que de costumbre, sus labios volvieron a curvarse y con un rápido movimiento, sus manos se aferraron a mi cintura atrayéndome a su cuerpo.
-¿Q-Que...- comencé a taramudear pero no pude terminar la frase, puesto a que sus labios tomaron los míos.
Algo en mi interior explotó, algo que no sabía siquiera de su existencia.
Me besó... Nam Joon, la persona que más aborrecía del mundo, me besaba con lentitud, con algo que no podía identificar. Y, para colmo, me estaba gustando. Llegué al punto en que mi cuerpo no respondía.
Cuando sus labios se alejaron de los míos, me miró a los ojos aún sin separarnos del todo, al parecer notó mi batalla interna.
-Bien, te ayudaré a elegir- susurró contra mis labios antes de besarlos con impetu, con una pasión a la que no era capaz de comparar con nada.
Pronto, me empujó con suavidad hacia mi habitación, adentrandonos sin hacer el menor ruido.
¿Que si estaba asustada? Por supuesto que lo estaba, pero ese... algo que no podía identificar, me estaba llevando a corresponder a su boca y a enredar mis dedos en su cabello. Cerró la puerta detrás de mi y me acorraló entre la misma y su cuerpo.
Era tan alto que me hacía sentir una pequeña niña a su lado.
Nos separamos por falta de aire, mirandonos a los ojos, sonriendo bajo las penumbras de una solitaria vela sobre mi mesa de luz.
-¿Por qué haces esto, Nam Joon?- pregunté cual susurro.
-Porque quiero, siempre quise hacer esto- afirmó, besando mis labios.
-Espera, espera un segundo- dije antes de continuar -Entonces... Las peleas, los insultos, ¿Todo fué una farsa?- pregunté, alejandome de él, sentandome en mi cama.
El se mantuvo en silencio y asintió.
-¿Qué pasará luego? ¿Qué pasará mañana por la mañana? ¿Volverás a la rutina de insultarme?-
Se acercó a pasos lentos, sentandose a mi lado.
-Ya no más, no quiero mostrar al mundo que te odio cuando no es asi. Desde que tengo memoria, siempre me has gustado, solo que no sabía como reaccionar, ¿que podía hacer? Sabía que cualquier cosa que hiciera la rechazarías...-
Su confesión me dejó atónita, tanto que no pude más que sonreir al ver un ligero sonrojo aparecer en sus mejillas.
Por mi parte, no quería negarlo, no mas.
Me acerqué aún más a él, y tomando su rostro entre mis manos, lo besé una vez más, aunque no fué como los anteriores, fué un roce torpe, sin experiencia, un roce de labios.
-_____________- susurró él antes de sentir sus manos presionar mis caderas, atrayendome a las suyas.
Me coloqué sobre su regazo, el suspiró, y noté su cuerpo tensarse bajo la yema de mis dedos. Nos miramos a los ojos unos instantes y note mis mejillas calientes. Era demasiado atractivo...
Nam Joon no tendria los ojos de Tae o la amabilidad y belleza de Jin, pero, poseia algo totalmente embriagador, algo que despertaba cosas en mi que nadie había despertado antes.
Sus manos subieron por mis piernas a mis muslos, apretandolos, acariciandolos. No pude mas que dar un pequeño gemidito mientras notaba como continuaba con su camino, subiendo y subiendo hasta mi trasero.
-Eres perfecta- susurró antes de volver a besarme y apretar mi trasero entre sus manos.
Una vez mas algo pulsó en mi interior, enviando descargas eléctricas a algún punto de mi cuerpo.
Mientras tanto, mis manos bajaron desde sus hombros a su abdomen, aquella t-shirt comenzaba a molestarme de sobre manera.
El se separó un instante para quitarse la campera de cuero. Dios, no tenia músculos marcados ni hombros tan amplios, ni grandes rasgos que remarcar. Era natural, lo que facilitó mucho la situación.
Su lengua se pasó por sus labios antes de sonreir y inclinarse hacia mi.
Mi blusa de punto dejaba al descubierto mi cuello en su totalidad, por lo que, el chico debajo de mi no se demoró en besar mi cuello.
-Eres peligroso, eres un peligro para mi- dije como pude entre leves suspiros.
-Me alegra mucho saber que tengo ese efecto sobre ti- contestó entre leves risas -Ahora, escte chico peligroso te pide encarecidamente de que te quites esa blusa antes de que la termine desgarrando-
No pude evitar reir, lo que tenia de tonto, lo tenia de pícaro.
-Quítamela tu- le pedi alzando las manos.
El chico se ruborizo levemente antes de sonreir. Sus habiles manos tomaron mi blusa y la deslizaron sobre mi piel, que, al entrar en contacto con el frio de la habitación, se erizo.
Nam Joon se mordio el labio inferior antes de abalanzarse a morder los mios.
-Tu turno- susurre sobre su boca.
Rio y se quito él mismo la t-shirt.
Un abdomen plano y con algun ligero abdominal, apareció frente a mi. No tarde en pasear mis dedos por su torso y volver a su rostro.
Ese chico era mi completa perdición...
Sus ojos vagaron por mi cuerpo, sus dedos juguetearon con el inicio de mi pantalón.
-Recuestate- dijo y su voz me aceleró el ritmo cardíaco.
Me recoste sobre la cama, viendo como con la punta de sus dedos desataba mis botines.
"Que vergüenza, Dios mio" pensé, y oi su voz una vez mas.
-Levanta la cadera- pidió y obedecí, demasiado nerviosa como para negarme. Elevé la cadera y me desprendí los pantalones, suspirando.
Bajo la luz de las velas, vi su expresión. Sus ojos se desorbitaron unos segundos y miraron los mios, rápidamente se estiro y paseo sus dedos por la cada interna de mi muslo derecho.
-¿Desde cuando tienes ese tatuaje?- preguntó, tragando saliva sonoramente.
-Fué una apuesta con mis amigas, estaba lo bastante ebria como para recordar eso o lo otro...- dije, recordando aquella salida con las chicas. Miré a Nam Joon y ví su ceño fruncirse.
-¿Lo otro?- preguntó -No, espera... ¿Eres virgen?-
Me mordí el labio inferior y lo miré, dudando...
-Fué todo una gran apuesta, no recuerdo nada d- comencé a decir y noté como giraban mi cuerpo bruscamente -¿Q-que haces?-
No respondió, simplemente elevó mi trasero y comenzó a acariciarlo.
-¿Por qué?- preguntó.
-Yo...- comencé a decir, quedandome sin palabras pronto.
Dolió más de lo que esperaba, aquel chico había dejado caer su mano sobre mi trasero.
-¿Por qué no has esperado por mi?- preguntó, apoyando su pecho en mi espalda, meciéndose sobre mi cuerpo.
-No significó nada para mi. Ademas, no sabía que esto pasaria- dije mordiendome el mano, notando la piel de mi glúteo escocer -Por otro lado... ¿Tu lo eres?-
-N-no, pero...-
-Oh Dios, ¿y me repriendes cual niña pequeña cuando tu ya lo has hecho antes?- comenté, y lo noté estremecer a mis espaldas.
-Lo Siento...- dijo, besandome el hombro y bajando, besandome en el centro de la espalda hasta mi trasero, dando algun que otro beso sobre donde su mano había azotado antes.
-No significó nada para mi aquel chico, solo recuerdo su nombre. A decir verdad WonHo no era más que un idiota jugando a ser grande- dije, soltando un suspiro.
-Me alegra saberlo- se sonrió, mirando mi gluteo -Está empezando a enrojecer. Lamento mucho decir que me ha gustado...-
-Lo mismo digo- admití.
-Tal vez en algun otro momento...- dijo, sonriendo.
-No me negaría nunca a pasar más tiempo contigo a partir de ahora- le sonreí y sentí sus dedos sobre mi cuerpo una vez más.
Sus finos y largos dígitos se engancharon en los tirantes de mi sosten, deslizandolos por mis hombros, dejandolos caer por fin. Me desabrochó el sostén y lo dejó caer en algun punto de mi habitación.
Me cubrí con mis manos, demasiado avergonzada como para mostrarme ante el con naturalidad. Ví su sonrisa y sus manos tomar las mias.
-Me gustas de esta forma, me gustas tu. No me arrebates el momento que más he esperado desde que tengo uso de memoria, por favor- pidió y sus palabras lograron de que me ruborizara el doble. El decía la verdad, el brillo de sus ojos me lo dijo.
Entrelacé mis dedos con los suyos unos segundos antes de dejarlo tocarme.
Sus manos atraparon mi cintura, acariciándome. Notaba sus piernas entre las mías.
Las paredes de mi habitación se iluminaron por un breve segundo y vi los dibujos que hacía la lluvia. Las pequeñas gotas de agua bailoteaban sobre el vidrio de mi ventana.
Atraje sus labios a los míos y antes de que continuara su camino de besos, giré en la cama para sentarme sobre sus caderas, provocando un gemido de su parte. Una cortina de cabello cayó hacia adelante, seguramente, haciéndole cosquillas en el abdomen.
-Deberías verte ahora... Dejaría al mundo entero de lado por tenerte siempre de esta forma, ______________- su voz sonó como un susurro, le sonreí y comencé un camino de besos y mordidas por todo su torso hasta llegar al inicio de su pantalón.
Desabroché sus pantalones y con lentitud, los bajé junto a su ropa interior. Cuando al fin estuvo libre, lo ví en su totalidad.
Era como si un maldito Adonis estuviera sobre mi cama, sin preocupaciones, sin vergüenzas. Sin embargo, no era asi, el chico estaba nervioso, al igual que yo.
Su miembro estaba totalmente tieso, hinchado, demasiado erguido como para saber a simple vista de que no le dolía.
Lo acaricié entre mis dedos, deleitándome con sus expresiones. Dios, era perfecto, Nam Joon era perfecto.
Me incliné sobre él y noté su brillosa mirada.
-N-no es ne-necesario q-que...- tartamudeó y no le permití continuar puesto a que besé su miembro sin culpa alguna. Su espalda se arqueó y sus caderas se retuvieron.
Pasee mi lengua por su eje antes de engullirlo, moviéndome sobre él, notando su cuerpo retorcerse con fuerza.
-Oh ___________- gimió el chico enredando sus dedos en mi cabello. -No, detente, m-me voy a correr si continúas...- advirtió y me alejé de él.
-Nam Joon- lo llamé y sus ojos miraron los míos -Hazme el amor-
Atrajo mi rostro hacia el suyo, besándome con ímpetu, con pasión.
-Eres peligrosa, aún más de lo que soy yo- susurró sobre mi cuello, recostándome una vez más sobre la cama.
-Lo tomaré como un cumplido- sonreí ayudandolo a bajar mis bragas.
Estaba demasiado excitada como para pensar en nada más, lo necesitaba, necesitaba que fueramos uno, y estaba segura de que él estaba en mis misma condiciones.
Rompió el envoltorio metálico entre sus dientes, colocándose el preservativo. Sus dedos con delicadeza, se dirigieron a aquel punto de mi cuerpo.
-Estas muy mojada, Dios- dijo, acariciando mi entrada para luego meter un dígito con total parsimonia.
Mi espalda se arqueó, había pasado tanto tiempo desde la ultima vez que había estado con alguien de esa forma,y, lo que pensé que sería incómodo, se tornó dulzura y pasión. Mi espalda se arqueó mientras que mi boca marcaba una O.
Internó un segundo dedo y me tuve que tapar la boca con fuerza, se sentía tan bien...
-Nam Joon~- gemí su nombre en un tono audible.
Movió sus dedos, preparandome.
-Por favor, métela ya- pedí mordiendome el labio inferior, tragando saliva.
El rió y dirigió su miembro a mi entrada. Dí una bocanada de aire antes de notarlo entrar en mi. Me fué imposible no comenzar a lagrimear, había pasado más de un año desde entonces.
Ver sus expresiones fue lo que más me relajó. Cerró los ojos gimió, mirandome a los ojos pronto.
-Muévete- supliqué y dió una embestida, luego otra, y otra. Joder, marcaba un maldito compás. En pocos minutos había logrado hacerme esperar ansiosa a por su siguiente envite. Sin poder evitarlo, mis uñas se clavaron un poco en la piel de sus hombros y espalda.
Me besó en los labios y cambió por un ritmo más acelerado. Lo sentía perfectamente, sus estocadas, cada una de ellas daba perfectamente en aquel lugar, en aquel punto deseado.
-Ahh, Joon, no te detengas, por favor- dije contra su piel.
Apoyó su frente en la almohada y gimió, gimió con fuerza, bajando un poco luego para poder morder mi cuello, oculté mi rostro en su cuello, gimiendo sobre su piel.
-Te amo, te amo tanto-
Su voz ronca me erizó la piel y me llenó de dicha.
-Y yo a ti, te amo- admití sonrojandome y gimiendo, moviendo mis caderas, invitándolo a aumentar de ritmo.
Sus guturales gemidos, los míos, el sonido de la lluvia pegar contra la ventana de mi habitación, los truenos, el sonido de las sábanas arrugándose y el sonido de nuestros cuerpos en movimiento, eran la sinfonía perfecta.
Diciendo incoherencias bajitas sobre mi piel y besándome sin detenerse, me llevó al quinto cielo, me quebré, me rompí en mil fragmentos en sus brazos y gemí, gemí en su oído.
Me tomó entre sus brazos, besándome en los labios.
-¿Que pasará con nosotros a partir de ahora?- pregunté, recostándome en su pecho. Nos tapó con una frazada, y me abrazó.
-No pienso dejarte ahora, no te dejaré ir- dijo, besando mi frente.
-Entonces mantente conmigo siempre- respondí, cerrando los ojos, notando su cuerpo caliente junto al mio, relajado.
--------- ( ͡° ͜ʖ ͡° ) ---------
A la mañana siguiente todo pareció volver a la normalidad, despedí a mis familiares, a mis abuelas, a mis tías, a las gemelas y por ultimo a mis tios de Ilsan. Debo admitir de que me ruboricé al saludar a mis tios, ¿Y si nos habían escuchado? Rápidamente descarté la idea.
El pequeño Tae me abrazó con fuerza y tomó la mano de su hermano mayor. Jin me miró y se sonrió.
-Nos vemos en el instituto- dijo saludando.
Asentí y mientras mi madre se despedía de su hermano, miré a Nam Joon. Habíamos despertado juntos, con pequeñas marcas en nuestros cuerpos. Se fijó de que nadie nos mirara y se inclinó a darme un beso en la mejilla.
-Nos vemos mañana- sonrió separándose rápidamente, me miró a los ojos y entendí el mensaje.
-Nos vemos, cuídate- respondí de la misma forma antes de verlo marchar.
A partir de aquella noche, nadie más lo sabe. Somos muy cuidadosos, tratamos de vernos de vez en cuando, tratamos de recuperar el tiempo perdido o al menos conocernos aún más de lo que ya lo hacemos.
No puedo pasar un día sin pensar en el, sus besos son adicción, y su presencia, la presencia de ese chico en mi vida, era meramente peligroso.
FIN
Mila ^^~
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