Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa~~~~~~~~~~~
Género: Romantico
Capitulo: 2 de 3
Grupo: BTS
Pareja: Jimin x Fan
Título: "Reina de Hielo"
Narras Tu:
Me despedí de la señora de administración y me giré sobre
mis talones para salir de allí.
Sentía mi corazón en mi garganta y un abrazador calor
llenarme el estómago. Suspiré un instante antes de ir unos momentos a los
baños.
¿Qué había ocurrido?
Solamente persistía en mi mente el recuerdo bochornoso de mi
apunto de caer en las escaleras y unos brazos fuertes y protectores tomarme por
la cintura…
Podía ruborizarme de solo recordarlo.
Oir su voz a mi lado sería un recuerdo que jamás podría
olvidar. Me mojé la cara, intentando volver a la realidad.
De seguro había sido un sueño, si, de seguro había sido eso.
Me sequé el rostro y recogiendo mi bolso del suelo, salí
rumbo a las escaleras, para, bajar y poder marcharme a mi trabajo. Sin embargo
mis planes terminaron frustrados al verlo una vez más.
Apoyando su pierna contra la pared, miraba por el suelo y
escuchaba música por sus auriculares. ¿Qué hacía allí? ¿Porqué no se había
marchado aún? De seguro seríamos los únicos estudiantes a esas horas allí.
Tragué saliva y me encaminé hacia las escaleras, evitando
mirarlo. Aunque, él fue más rápido.
-¿No te has lastimado, verdad?- preguntó el chico, caminando a mi lado,
igualando mis pasos.
-Estoy bien… ¿Por qué lo preguntas?- contesté, intentando
ser cordial de alguna manera.
Lo ví sonreir y pronto un comentario que me dejó descolocada
llegó…
-Podría cargarte en mi espalda si estuvieras lastimada, aún
así…- dijo y tomó mi bolso, cargándolo por mi –No es necesario de que cargues
nada-
Lo miré anonadada, ¿hablaba en serio?.
Aunque intenté tomar mi bolso, él se lo colocó sobre el
hombro y me sonrió.
-¿Por qué haces esto?- pregunté, caminando hacia mi trabajo.
-¿Por qué lo haré?- se preguntó con una sonrisa -¿Vas a tu
trabajo ahora?-
Arquee ambas cejas y me paré en seco.
-¿Co-Como lo sabes?- pregunté sin entender.
Solo oí su risa antes de continuar caminando junto a él.
No podía creerlo. Estaba caminando junto a él… el chico que
aparecía en cada uno de mis sueños, ahora, junto a él podía ver su perfil de
cerca. Me mordí los labios, visiblemente nerviosa.
Tenía la apariencia del típico adolescente despreocupado
pero, a su vez, la apariencia de celebridad. Sonreí para mis adentros, me
sentía dichosa de poder estar en esa pequeña situación de en sueño.
En cuanto llegamos a mi trabajo, tomé mi cartera y me
despedí en la puerta, evitando su mirada para no ruborizarme.
Me dirigí a los vestuarios y me cambié con rapidez.
-Llega tarde, señorita __________- dijo mi jefe, con una
seria mirada, preparando alguno de los tantos Lattes del día para algún
cliente.
Hice una reverencia y tomando mi bloc de notas y mi lapicero
favorito, comencé a trabajar.
-Buenas tardes, ¿Qué desean ordenar?- pregunté al primero de
los clientes.
Trabajaba como camarera en una pequeña pero concurrida
cafetería a pocas cuadras del Instituto. Era agotador pero, la paga era
bastante buena. Lo único incómodo era el uniforme. Una camisa blanca abotonada
hasta el penúltimo lugar, una falta tableada, medias altas negras, un pequeño
delantal y zapatos de plataforma.
Me amarré el pelo por quinta vez en el día en un moño
ligero, algunos mechones escapaban.
La campanilla en la entra sonó y no pude evitar girarme.
Atendí a la pareja recién llegada y volví a esperar a que más clientes
llegaran.
-___________- Me llamó mi compañera de trabajo por lo bajo.
Era la única a la que podía considerar “Amiga.
-Dime Hyo- contesté, acercándome a ella.
-Hay un cliente en la segunda planta que pregunta por ti-
respondió antes de sonreir – Es realmente guapo, ve a ver que quiere-
Iba a objetar antes de que ella misma me empujara hacia las
escaleras. Subí con timidez y, en la planta alta, me encontré una vez más… con
él.
Empecé a maldecirme por lo bajo, ¿Qué hacía ahí?
No había más clientes que él, me miró y se sonrió.
¿Cómo no sonrojarme?
Me acerqué a él y, con toda la cordura posible, intenté ser
cordial.
-Buenas tardes, ¿Qué desea ordenar?- pregunté, mirando
fijamente el bloc de notas.
-¿Puedes tratarme de manera informal? Tenemos la misma edad-
comentó apoyando su mentón sobre su mano.
Tragué saliva y volvía
preguntar, esta vez, con un poco de mal humor.
-¿Qué deseas ordenar, Jimin?- pregunté, perdiendo la
paciencia.
-¡Oh! Mi nombre suena bien si lo nombras tu. ¿Hay alguna
forma de que puedas acompañarme a tomar una taza de café?- respondió, con una
bonita sonrisa en sus labios, logrando que me sonrojara.
-No puedo, estoy trabajando- respondí, a la defensiva.
¿Acababa de flirtear conmigo o era mi imaginación?
Marcó un notorio mohín en sus labios y miró el largo menú.
-¿Cuándo descansas?- preguntó nuevamente.
-Dentro de un largo rato- contesté y él sonrió mirando más
allá de mis espaldas. Se levantó de su asiento y se encaminó a las escaleras.
–Hola de nuevo, ¿Podrías decirme a que hora descansa?-
Arquee las cejas en demasía y miré a mi amiga.
-Dentro de quince minutos, pero, puedo suplantarla hasta
entonces, el jefe ha salido- contestó Hyo, mirándome con una sonrisa.
-Esta bien, suplántala por
un rato, gracias- dijo y se volvió hacia mi –Quisiera ordenar dos
Capuchinos- Mordió su labio inferior y
tomando mi muñeca me guió hacia la mesa que estaba ocupando –Te invitaría a a
tomar esos mismos Capuchinos en el parque pero, esta lloviendo afuera-
Arquee una ceja una vez más, notando el enfado y el rubor
correr a mis mejillas.
-¿Acaso no ves que estoy trabajando, Jimin?- pregunté,
enojada a más no poder.
-Si, lo se, pero soy un cliente, uno habitual, además…- se
acercó minimamente –Tu jefe no está, no te preocupes-
Intenté levantarme de mi lugar pero su mano aún seguía en mi
muñeca.
Su expresión cambió a una más pacífica, parecía un desolado
niño…
-No, no te vayas- pidió.
Lo miré a los ojos y no pude más que suspirar.
A partir de ese momento, el Park Jimin que se mostró frente
a mi, era totalmente diferente al que se mostraba siempre en el instituto.
Sonreía con dulzura, me miraba en silencio por momentos,
conversaba conmigo con total serenidad. Se lo veía… al natural.
Me hizo sonreir unas cuantas veces, aunque se mostraba
despreocupado, era gracioso. Tenía actitudes tan adorables que me dejaban
descolocada, tenía actitudes tan dulces que me dejaban sin aliento.
Pronto, llegaron los capuchinos. El sentir el sabor dulce en
mi paladar me tranquilizó bastante. Me limpié la espuma de mi labio superior
con una servilleta. Miré al chico frente a mi y no pude evitar sonreir. Si lo
hacía a propósito para llamar mi atención, realmente lo había conseguido. Me
miró desconcertado, sin entender nada.
Miré mi reloj y el tiempo había pasado más que volando. Me levanté de mi lugar y me acerqué a él, con
mi delantal en mano, mis manos se movieron solas antes de que pudiera
reaccionar…
Limpie sus labios con la punta de mis dedos, de la forma más
suave posible. Me ruboricé a más no poder y haciendo una reverencia, me retiré…
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-Haz terminado tu turno, ___________. Vuelve mañana en hora-
dijo mi jefe antes de cerrar la cafetería.
-Esta bien, adiós- comenté, subiendo el cierre de mi
campera.
Me abrigué a mi misma y me sorprendí de lo fría que se había
vuelto la lluvia. Llovía a cántaros, no parecía detenerse.
La salida trasera de la cafetería daba a un callejón sin
salida, bastante oscuro por cierto.
Tragué saliva y me encaminé a la avenida principal.
“Maldita sea la hora en la que deje mi paraguas en casa”
pensé, abrazandome a mi mochila, caminando con rapidez.
Miré hacia delante y la silueta oscura de una persona me
dejó sin habla.
-No-No Te-Tengo Dinero- tartamudee, visiblemente nerviosa.
Oí una risa y con pasos lentos, se acercó a mi.
-Puede que no sea ese tipo de ladron. Como mucho, puedo
robarle alguna sonrisa a la Reina de Hielo- comentó Jimin, cubriéndome con su
paraguas…
Fin Parte 2♥
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