Género: Lemon, Yaoi, Daddy Kink
Capitulo: 2 de ?
Grupo: BTS
Pareja: Suga x Rap Monster (SugaMon - NamGi)
Título: "Sprank Me, Daddy"
-¡Pásala de una puta vez!-
gritó el chico de pelo menta alzando los brazos, esperando a que el
balón anaranjado llegara a sus manos y así poder ensestar.
El balón picó en el piso y
por fin llegó a sus blancas manos, giró sobre si mismo esquivando
al chico que lo marcaba, y dió un pequeño salto antes de apuntar y
tirar al aro.
Habían varias pasiones en
la vida de Yoongi, la música, el básquet y dormir, y si, eran las
aficiones de un anciano, y él era como un anciano encerrado en un
joven paliducho de dieciseis.
En cuanto la pelota pasó
por aquel aro, dió saltitos de alegría y volvió a trotar,
demasiado emocionado al hacer lo que realmente amaba, demasiado
emocionado al ver las sonrisas de sus amigos. Taehyung lo miraba cada
tanto indicándole su siguiente movimiento. ¡Y es que los dos se
conocían hace tanto! Así como estuvieron en pañales así se
volvieron a encontrar sentados en la misma mesa en la cafetería a la
hora del reseso en el colegio. Y si, se conocían demasiado.
Para Taehyung, el chico de
cabellos tintados, era su hermano de diferente madre, un alma gemela
que no podría encontrar en alguna pareja, sinó, que encontró en
forma de mejor amigo.
Para Yoongi, aquel raro y
alto chico, era su hermano de diferente madre, un alma gemela
confidente a la que le podía contar todos sus problemas y tambien
escuchar los suyos.
Una alarma sonó y así, el
partido acabó.
-Estuvo muy bien- dijo
Hoseok, un chico de otra calle, bueno en todo, según Taehyung. Buen
estudiante, buen amigo, bueno en deportes...
-Está tan bueno- suspiró
Taehyung bajito. Yoongi no pudo más que reir y sentir un escalofrío
recorrer su espalda. La sudadera estaba totalmente empapada, y si
habían cosas que a Yoongi le daban asco, el sentir su propia
transpiración se llevaba el primer puesto.
-¿Mañana vendrán?-
preguntó Yoongi.
-Por supuesto que si- se
sonrió Jimin, vecino y amigo de Hoseok.
Yoongi los conocía y
apreciaba, eran sus amigos y los únicos que podían soportar sus
malhumores.
-Entonces, ¿tienen planes
para esta noche?- preguntó Tae, sin dejar de mirar a los ojos a
Hoseok.
El mayor del grupo miró al
raro, y se sonrió.
-Yo estaré en casa,
esperando por algunas pizzas y algo de beber- respondió Seok, dejado
una confidente sonrisa en sus labios, el menor del grupo asintió y
codeó a Yoongi con disimulo mientras le pedía a éste tu botella de
agua.
-Yo iría pero tengo una
cita hoy- dijo Jimin con una gran sonrisa en sus labios.
-¡Al fin llegó el día!
¡Ya no estarás toda la semana insistiendo con tu visita a JungKook!
¡Aleluya!- dijo y los chicos rieron.
-Tú porque eres un amargado
que nunca tiene pareja, Yoongi. A que no te podrías tirar a alguien
en lo que queda de la semana- sonrió Jimin con sarcasmo.
¡Oh Park! ¡No incites al
destino!
-¿Quieres apostar Park?-
preguntó el de pelo menta.
-Esta bien, cuando llegue el
momento, traeme pruebas de que te has acostado con esa persona, solo
entonces te pagaré- se sonrió Jimin, colocandose una toalla sobre
el hombro.
Yoongi asintió con una
sonrisa. Ahora solo le quedaba buscar a esa persona, esa persona que
lo llevaría a cobrar una buena suma de dinero y un buen polvo.
Un chasqueo...
El bajito miró a su
alrededor y no encontró el dueño de ese chasquido. Sin prestarle
más importancia de la necesaria, se encaminó junto a sus amigos a
las regaderas, mojandose un poco el cuello, el rostro y el pelo.
Otro chasqueo...
Se giró mínimamente y vió
una pequeño reflejo de luz. Frunció el ceño y se acercó
lentamente a aquel reflejo de luz, dejando a sus amigos hablar.
Pronto se encontró con el dueño de aquellos chasquidos, o más
bien, con el dueño de aquella cámara.
Tomó otra fotografía y
sacudió el papel fotográfico, esperando a que la instantanea
secara.
Tras la pista de deportes,
un mirador y sus vistas hacia el horizonte. Daegu era bien conocido
por sus paisajes.
El pelo rosáceo le dejó
bastante claro quien era, y, aquella aparición trajo consigo el
mismo revoltijo de emociones en el estómago del menor, la misma
sensación que experimentó la última vez.
Caminó hacia el mirador,
evitando mirar al dueño de ojos abismales.
Min Yoongi apoyó sus codos
sobre la pequeña barandilla de hormigón del mirador y solo entonces
miró a su lado, esperando dar un buen perfil a aquel chico de
cabellos como el atardecer, y si, el cielo se comenzaba a tornar
rosado.
Fueron varios los chasqueos
de la cámara...
El menor comenzaba a
preguntarse cuales serían los pensamientos de aquel alto joven que
lo traía loco desde hace más o menos dos semanas.
¿Qué pensaría de él?
¿Tendría pareja? Porque si
la tuviera, pobre el corazón de aquel niño-hombre-hormonado.
Para el mayor sin embargo,
el pequeño era una obra de arte que estaba dispuesto a conquistar,
reclamar como suya y luego disfrutar de todo su esplendor. Sin
embargo, sus pensamientos positivos no duraron más que dos segundos,
puesto a que Nam Joon comenzaba a preocuparse por él.
¿Qué pensaría de él?
¿Tendría pareja? Porque si
la tuviera, movería cielo y tierra con tal de conseguir aquel
valioso corazón.
Aunque, no hablemos de
amor...
Oh, no, no. Mejor hablemos
de la química silenciosa que se creaba entre ellos sin siquiera
mirarse o hablar.
Nam Joon podría dejar ir su
cordura si por un solo instante, aquella pequeña boquita sonrosada
se posara en el hambriento monstruo que comenzaba a endurecer bajo la
tela de sus pantalones. Y aunque tenía bien claro que no quería
únicamente un oral de aquella preciosa boca, no tenía del todo
claro si podría controlarse.
Para Yoongi, la prescencia
de aquella mirada que recorría su cuerpo, causaba mil sensaciones,
tuvo que morderse el labio inferior con fuerza mientras comenzaba a
imaginar las mil y un ocasiones en las que el miembro del mayor
entraba y salía de él en sueños, y si, estaba dispuesto a dar la
virginidad de su precioso culo a un completo desconocido.
No lo conocía... pero lo
ponía como una moto.
Fué cuando las miradas de
ambos se conectaron, cuando todas sus dudas cesaron. Yoongi se acercó
a paso lento hacia el mayor, sentandose a su lado en la banca del
mirador, en silencio.
El menor acomodó un poco su
cabello color menta y se mordió el labio inferior...
-Hola,Yoongi-
Oh joder, ¿Por qué lo
calentaba tanto su gruesa voz?
-Hola, señor-
Ambos disfrutaban de aquel
jugueteo, el menor mostrando cierta falsa inocencia mientras que a
Nam Joon le ponía tanto.
-¿Como has estado?-
preguntó el mayor, mordiendo el interior de sus mejillas.
-Muy bien y ¿usted?-
respondió Yoongi antes de sonreir, mirando al mayor.
-Algo decepcionado porque no
aceptaste mi propuesta de trabajo- se sinceró el de pelo rosa
provocando un ligero rubor en las mejillas del menor.
Se miraron directamente a
los ojos.
¿Por qué los ojos de aquel
chico bajito lo provocaban?
¿Por qué los ojos de aquel
joven alto lo provocaban?
-¡Yoongi!- gritaron a lo
lejos y pronto, los amigos del menor aparecieron en el campo visual
de aquel par.
-No quisimos interrumpir-
dijo HoSeok, mirando a aquel par silencioso.
-Nosotros ya nos vamos,
Jimin ya se fué- comentó Tae tomando la mano del mayor, tirándo de
él -Hasta mañana, Yoongi-
Y ambos se fueron con
rapidez, dejándo a aquel par a las vistas de un bonito atardecer.
Fin Cap 2!
asdahsdkjahsdkjhasd <3
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Mila ^^~
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