Holaaaaaaaaaaaaaaa! <3
Capitulo: Epílogo, Part. 1
Grupo: BTS
Pareja: Suga x Rap Monster (SugaMon - NamGi)
Título: "Sprank Me, Daddy"
Parte 1
Sus dígitos se pasearon por su torso desnudo aún en la inconsciencia de sus sueños. Su piel contrastaba tanto con la suya, él tan pálido y el otro moreno. Sus suaves respiraciones dormidas daban exactamente en su frente, sobre el cabello rubio del menor.
Afuera podía oir perfectamente el cantar matutino de las aves, y, junto a ese sonido, la alarma que apenas comenzaba a sonar.
NamJoon levantó con pesadez sus párpados, encontrandose con la cabellera rubiaa de su novio, apagando el despertador.
-Bebé, despierta- murmuró Nam, con la voz demasiado ronca. El chiquillo sobre su pecho se acurrucó en él.
-No quiero...- murmuró Yoongi.
El mayor no pudo más que sonrier como un idiota al ver a su pequeño dormir como el bebé que era. Porque si, siempre sería su bebé. Y no quería hablar del pequeño camino de saliva que yacía en su torso, más que causarle asco, le dió ternura.
-Debes ir al instituto, venga, arriba- sonrió Nam, apretando la cintura del bajito.
Yoongi se movió por fin, se apoyó en sus brazos y miró a Nam, antes de sonreírle.
-¿Y si hoy falto a clases?- preguntó el rubio, mirando el cabello castaño del mayor, sus ojos y sus gruesos labios, éste último se irguió, apoyándose en el respaldo de la cama, limpiandose el fino camino de saliva que bajaba por su barbilla, ruborizándose avergonzado.
-No dejaré que faltes bebé, si tengo que castigarte por ello, lo haré- advirtió con una confidente sonrisa en los labios.
-Eso en vez de darme miedo, me pone, Nam. Por otro lado, estamos recién en marzo, podría faltar un día...- pidió con un creciente puchero en sus sonrosados labios.
-No, irás. Llegarás en la tarde, te tengo una sorpresa hoy, vé a prepararte- apretó el mayor su cintura una vez más antes de levantarse.
Ambos, desnudos tras una larga noche de caricias y besos, Nam tomó la mano de Yoongi, guiándose al baño.
Desde hacía a unos meses las duchas matutinas, eran mucho mejores...
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El motor rugió y sus dedos se entrelazaron en el abdomen del mayor.
-¿Aún es muy tarde para volver a casa? Preguntó Yoongi, sobre el sonido del motor.
-Irás pequeño, sin rechistar- contestó Nam. Pronto, la motocicleta se detuvo frente al instituto del menor.-No puedes faltar los primeros días de clase, Yoongi--
-Pero, quería estar contigo hoy- murmuró el menor y Nam rió.
-Lo mismo dijiste ayer, vé y presta atención a clases, ¿Si?- respondió el de cabellos castaños, acariciando la mejilla del bajito, quien se colocó en puntas de pie y besó su mejilla.
-Esta bien- respondió con desgano antes de sonreirle -Ten un lindo día, Daddy-
-Tu igual, Gatito, te amo- sonrió el mayor, mirándolo a los ojos, se inclinó hacia el bajito, besando pronto sus labios.
Un 'Wow' se escuchó por parte de algunos de los estudiantes a sus al rededores, detalle que hizo que las mejillas de Yoongi se sonrojaran a más no poder.
Se separaron de mala gana, soltando sus manos, ¿En que momento habían entrelazado sus dedos? NamJoon se colocó el casco color negro mientras que Yoongi se dirigía a su Universidad.
Y si, habían pasado cerca de dos años desde que ambos supieron de que estaban hechos a medida del otro. Cada pequeño detalle que faltaba, su contrarioo poseía. Cada pequeño defecto, para el contrario era una maravilla. Se amaban, Yoongi se percató de ello pronto, lo suyo era como nada, porque nada se podía comparar a ellos.
Se encaminó a su aula, encontrándose con Jimin y Jungkook. Hoseok y Taehyung había decidido dedicarse a labores totalmente opuestas a la de Yoongi. Mientras el Caballo amaba la literatura, Taehyung comenzaba a dar sus primeros pasos para convertirse en doctor. Jimin y Jungkook, al igual que el chico de cabellos rubios, decidieron dedicarse al mundo de la música.
Min no tenía muchas ideas o grandes sueños... su único anhelo era ser feliz junto aquel joven que tan loco y estúpido lo traía.
Saludó a sus amigos y los tres se encaminaron a sus respectivas aulas.
Había pasado una semana desde el comienzo de clases y el menor creía que las estúpidas presentaciones de "Nombre, edad y ¿Qué es lo que haras en un futuro?" no acabarían jamás.
-Min Yoongi, 17 años, me gustaría dedicarme a la composición musical- respondía con desgano. Era un vago total, pero eso lo sabía todo el mundo.
Cuando al fin temrinaron las clases, el Jikook se fué por su camino mientras que Yoongi se dirigía a su casa. Casa en la que llevaba años viviendo, Chae Rin de seguro no se sorprendería si dentro de poco, Yoongi dejase de ir.
En cuanto a su hermana, finalmente se había casado con YoungBae, el amigo que la visitaba a amenudo. La verdad es que esos dos se llevaban de maravilla, más sin embargo, el menor se sentía cada vez más fuera de lugar.
"Tal vez es hora de buscarme un pequeño departamento cerca de la Universidad" pensó el rubio, mordiendo con cierta fuerza la parte superior de su bolígrafo. En realidad, ya había averiguado acerca de los hogares estudiantiles pero, estaba cien por cien seguro que no quería ver escenas pornográficas al llegar de la biblioteca a altas horas de la noche, montadas obviamente por su compañero de piso.
Suspiró y volvió su atención al catedrático, quien parecía pasarselo de mil maravillas explicando la historia del arte y la música.
Cuando el timbre sonó, recogió sus cosas y se dirigío como de costumbre a la azotea. El unico lugar en donde podía dormir en paz.
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El sol comenzaba a ocultarse cuando Yoongi terminaba de recoger las últimas prendas de su guardarropa, acomodándolas en bolsos. Su hermana mayor lo miraba con una sonrisa en los labios y clara tristeza en su mirada.
-Mamá y Papá estarían orgullosos- se acercó Chae a su hermanito, abrazándolo.
Yoongi se ruborizó con una creciente sonrisa en sus labios.
-Tambien estarían orgullosos de ti, por cuidar de mi, por casarte, por formar una familia...- volvió su mirada al crecientre vientre de Chae -Por hacerme tío-
La chica sonrió, apretando con delicadeza la mano de su hermano menor, y, con la zurda, acarició su vientre.
-Veo que hice un buen trabajo contigo- sonrió ella y el asintió. Chae dejó un suspiro antes de ponerse aún más sentimental -Bueno... ¿Ya sabes a donde irás?-
Yoongi se encogió de hombros, de seguro encontraría algun lugar tranquilo en donde pueda hacer lo que le gustaba, la música. Pronto, su celular sonó, miró la pantalla y dejó otra notoria y estúpida sonrisa en sus labios.
-Es Joonnie~- dijo y atendió pronto. Cuando fué a dejar un bobo 'Hola' en la linea, la gruesa voz del mayor resonó.
-Pasaré a buscarte en cinco minutos, ponte algo cómodo- dijo NamJoon y su voz sonó tan segura de si misma que Yoongi podía jurar que su corazón se había detenido. No tuvo tan siquiera tiempo a contestar puesto a que el mayor ya habia cortado la comunicación.
Yoongi dejó una sonrisa nerviosa en sus labios antes de dirigirse a sus maletas, buscando algo que ponerse. Cuando creyó que estaba listo, con sus Converse rojas, sus pantalones de jean agujereados y su pulcra playera blanca, salió de casa, no sin antes despedirse de Chae.
Apenas había bajado los primeros dos escalones de la entrada, cuando levantó su mirada chocolate.
-Hola, Yoongi- sonrió Nam.
El menor no pudo más que quedarse en silencio, miró a su Daddy de pies a cabeza. NamJoon se sentía víctima de la devastadora y devoradora mirada de Yoongi. Llevar pantalones ceñidos, una t-shirt color negro, Converse color blanco y una bonita campera de cuero, había sido una buena idea. El cabello rubio platino era perfecto a los ojos de menor.
Yoongi se ruborizó a más no poder y apenas tartamudeó un Hola, acercándose a su pareja.
Nam Joon le tendió su casco con una confidente sonrisa en los labios, los hoyuelos aparecían allí sin más. Era tan adorable como un niño pequeño pero, tan fuerte y dominante como el hombre del que Yoongi estaba enamorado.
-¿A donde iremos?- preguntó el de Min, colocándose le casco.
-Ya lo verás, bebé- respondió Nam y ambos se montaron a la motocicleta.
La ciudad por las noches era completamente hermosa, las luces y el cielo con sus estrellas no podían más que hacer los paisajes aún más bonitos. Aquella tarde el clima se tornaba cálido, el verano aquel año había sido perfecto.
Cuando la motocicleta se detuvo, Yoongi se percató del bonito parque a su lado.
-Sabía que eras romántico, pero, ¿tanto?- sonrió Yoongi y Nam se ruborizó levemente, abrazándo al menor por la cintura, se acercó a su oído y dijo:
-Si quieres te puedo demostrar cuan romántico puedo ser y cuan rápido se pueden ir a la mierda las flores y corazones con un poquito de acción, ¿No te parece?-
Yoongi se sonrió, ese es el NamJoon al que estaba acostumbrado.
-Por mi bien y por el de mi bonito culo, declino a la oferta Daddy, mejor más tarde...- se colocó en puntillas y besó al chico de cabellos platinos y aspecto peligroso que tanto quería.
Fin Parte 1!
aksljdaklsdkajsd <3
GIF TIME:
Mila ^^~
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