Romantic Oneshot: Mini Fic- "Feeling Good" (Yugyeom x Fan) Parte 3♥
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martes, 29 de marzo de 2016

Mini Fic- "Feeling Good" (Yugyeom x Fan) Parte 3♥

Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~



Género: Lemon, Hetero
Capitulo: 3 de 3
 Grupo:  GOT7
Pareja: Yugyeom x Fan

Título: "Feeling Good"

Narra Bel:

          Un inmenso calor se me formó en el estómago, mientras que mi piel se erizó por completo, besar a aquel chico era ...
¿A quien quiero engañar?
Me separé de él de la forma más delicada que me fué posible. Él apoyó su frente en la mia y se sonrió.
-¿Por qué te detienes?- preguntó, mirandome a los ojos.
Me mordí el labio inferior y negué con la cabeza.
-No puedo hacer esto, lo siento- dije, separandome de su agarre.
El chico perdió el característico brillo en sus ojos, mirándome.
-¿Te gusta alguien más?- preguntó Jackson.
Miré hacia los pisos de madera y como un recuerdo fugaz, las miradas y sonrisas de aquellos chicos. Eran sencillamente... únicos. Humildes, calmos y a la vez, tempestades, sus ojos oscuros eran mi perdición, sus miradas, se habían metido bajo mi piel.
Fué en ese instante en el que me dí cuenta de todo, desde el momento en el que su mirada oscura se había cruzado con la mia bajo las tenues luces del escenario, ese momento, fué mi perdición.
-Si, y no puedo quitarlo de mi cabeza. Lo siento Jackson, lo siento mucho- respondí finalmente.
Y ese era el problema. 
Me gustaba Yugyeom pero, me sentía atraída hacia Jr. Joder, podía recordar con claridad sus besos sobre mi piel, era tan malditamente atractivo. Nunca habíamos terminado aquella maratón de besos, ¿Apenas era el principio? No, no lo sabía, me hubiera encantado terminarla.
Ví un astibo de sonrisa de parte del chico chino frente a mi, se inclinó un instante hacia mi, besandome la mejilla, manteniendo sus labios sobre mi piel por más de un segundo antes de separarse.
-Espero que seas feliz con él- se sonrió sinceramente -¿Hacemos las paces?-
Asentí y le sonreí, estrechando su mano.
-Bueno, ya me debo ir. Ten un lindo día, Bel- dijo el chico, con otra sonrisa, tomando su bolso y caminando hacia la salida.
-Igualmente, Jackson- respondí, viendolo marchar.
Me miré a mi misma en el espejo cuando estuve sola, dandole Play a la siguiente canción.

I'm feelin' myself, I'm feelin' my, feelin' myself
I'm feelin' myself, I'm feelin' my

Me moví al ritmo de la embriagante música, meciéndome con delicadeza.
Practiqué en soledad hasta que un par de horas despues la Sala se llenó de gente. Los recien contratados debían continuar con sus ensayos. Me saludaron con cordialidad, sin embargo, el dueño de mi confusión no estaba.
-¿Y Yugyeom?- pregunté, totalmente extrañada. El era el más puntual.
-Se ha ido más temprano, no se sentía bien- explicó Jr.
Fruncí un poco el ceño y actué como si nada malo ocurriera, mientras que, notaba algo en mi interior contraerse.
Terminé mis prácticas una hora antes de lo acordado, me despedí de todos y me encaminé con intranquilidad a mi departamento. 
Subí al ascensor y, en cuanto las puertas se abrieron, lo ví.
Frente a la puerta de su departamento, sentado, cabizbajo a más no poder.
-¡Gyeom!- dije, acercándome a él, poniendome a su altura -Dios, ¿que te pasó? ¿Estas bien?- 
A penas recibí un gruñido y una mirada vacía y cristalina, se sonrió vagamente y golpeó el suelo con una de sus manos.
-Largate de aquí- dijo en tono de orden.
Fruncí el ceño tanto por sus palabras como por el olor a alcohol que emanaba, y, efectivamente había estado bebiendo demasiado.
Suspiré y busqué entre sus pertenencias las llaves de su departamento, Cuando pude abrir la puerta, lo arrastré como pude al interior y cerré la puerta una vez más.
-No puedes beber de esta forma Gyeom, esta mal- dije dejandolo caer sobre el sillón blanco de su sala de estar.
El rió amargamente y dijo:
-¿Viniste a darme sermones estúpidos?- 
-¿Disculpa?- respondí, perdiendo de a poco la paciencia.
-Lo que oiste- se sonrió.
Fruncí el ceño y tomandolo de la mano me encaminé al baño, a, más precisamente, la ducha. El tiró de su agarre, tambaleándose, alejándose de mi.
-Lárgate de mi casa- balbuceó, arrastrando cada palabra, señalándome con el dedo.
Sonreí abiertamente y abrí la ducha, graduando la temperatura a Bajo Cero grados.
-¡Vete!- espetó furioso.
Tomé el cabezal de la ducha y esperé a que se acercara más, cuando estuvo a punto de poner sus manos sobre mi, lo empapé.
-No juegues conmigo, no me conoces, no soy una dócil princesa-
El chico levantaba las manos intentando evitar el agua helada, pero, más pronto que tarde volvió a la cordura.
-Apágala ya-  pidió tiritando de frío.
-A mi nadie me da ordenes- espeté.
Se giró hacia mi, evitando el agua.
-Por favor- 
Y cerré la ducha.
El baño era un completo lago, un lago helado por cierto.
El se tomó unos segundos antes de erguirse, era tan alto, tan... embriagador. Sin embargo, su rostro no mostraba nada de la dulzura a la que estaba acostumbrada a ver, sus ojos oscuros me atravesaron.
-Lárgate de mi casa- ordenó una vez más.
-¿No sabes decir otra cosa?- pregunté, desafiante como siempre.
Avanzó hacia mi, haciendome sentir demasiado pequeña.
-No me hagas echarte, no me hagas perder la paciencia- pidió, con la voz grave.
No aparté mi mirada de la suya cuando sus manos fueron a parar en mis brazos, apretandome levemente.
Me miró una vez más y su labio inferior tembló.
-¿Por qué me haces tanto daño?- preguntó y mi corazón pareció encogerse.
-¿Por qué has estado bebiendo?- pregunté sin rodeos, notando sus agarres seder.
Al no ver respuesta de su parte, insistí:
-Es muy poco profesional de tu parte- espeté, fría.
El rió con ironía.
-Tanto como tu-
-¿Disculpa?- pregunté anonadada.
-Lo que oíste, es muy profesional de tu parte echarte a algunos, o, quien sabe, a la gran mayoría de tus bailarines. Eso no te hace más que a una pu- comenzó a decir y sin esperar que terminara lo abofetee.
-Cuidado con lo que dices, niño- advertí y me encaminé a la salida, con los pies helados.
Oí su risa y me giré desde la puerta.
-¿Te molesta la verdad?- preguntó, encaminándose a mi, cerrando la puerta.
Lo notaba tan cerca de mi, notaba su pesada respiración a pocos centímetros de mi rostro.
Aunque, el olor a alcohol no era mi preferido, el olor a menta fresca que despedía él mismo, ganaba, por muchísimo.
No aparté mi mirada de la suya, estremeciéndome.
-No me he acostado con nadie- comenté, agachando la mirada -No se que es lo que has visto... pero me da igual, nadie me provoca lo mismo que...-
-Te ví con Jackson- rió sin creerse ni una palabra que salía de mis labios -He perdido la mitad de mi vida siguiendo a alguien como tu-
En ese momento, mi cuerpo tembló al saber que tenía razón. ya había estado con alguien más. El recuerdo de aquel indicio con Jr me atormentaba, no era nada más que algo... carnal. Yugyeom era quien, con esa sonrisa, esa mirada, me había dejado sin aliento, todo se aclaró pronto... Lo quería a él, al chico que estaba frente a mi.
Lo miré a los ojos y un nudo se formó en mi garganta, era débil, era muy débil frente a él.
-El único en el que me he fijado realmente eres tu-
Pronuncié aquellas palabras mirando el suelo, demasiado nerviosa.
El se estremeció, antes de buscar mi mirada, apenas pude tragar saliva. Sin embargo, sin esperar un segundo más, levantó mi mirada y me besó en los labios. Sentí mil sensaciones aglomerarse en mi estómago y explotar de dicha. Besaba tan bien, era totalmente dulce.
Debo admitir que su dulzura duró poco, sin embargo, la pasión que le siguió me dejo totalmente, en la nube de la felicidad.
Su lengua delineó mis labios y, con algo de timidez, correspondí, profundizando aún más el beso.
¿Por qué me provocaba tanto en tan poco tiempo?
Sus manos bajaron desde su apoyo en la puerta a mi cintura, apretando levemente, acariciando con suavidad.
Cuando nos quedamos sin oxígeno, apoyo su frente en la mía, respirando con pesadez. Tenerlo tan cerca era estar en el cielo y en el infierno a la vez.
-Me apetece mucho bailar contigo- dijo, con una sonrisa en los labios.
-¿Ahora?- pregunté, dejando un leve beso sobre sus labios.
-Justo ahora- respondió, inflando su pecho y suspirando con delicadeza. Tomó mi mano y me guió a su habitación.
De color blanco y negro, bastante moderna pero igualmente modesta.
-¿Y la música?- pregunté, mirando el entorno.
-Eres muy ansiosa- respondió, tomando el mando a distancia desde la encimera.
-Cuando se trata de ti, por su puesto que soy una ansiosa- sonreí y él dió a play.
La profunda voz del inicio me dejó muy en claro de qué canción se trataba.
-¿Como la primera vez que nos vimos?- pregunté, extendiendo mi mano.
Él la tomó, acercándome más a su cuerpo. Me mordí el labio inferior, subiendo mi mano hacia su cabello, enredándolo entre mis dedos, tirando un poco solo para acercarlo a mi. Me giré entre sus brazos.
-Esto es incluso mejor que la primera vez que bailamos juntos- susurré sobre su piel.
-Me alegra tanto de que así sea- contestó él, meciéndose levemente contra mi cuerpo.
Con el pasaje de los minutos, todo se tornaba aún más caliente, aún más... pasional.
Sus manos se colaron bajo mi blusa, acariciando mi piel con delicadeza, por donde pasaban sus dedos, una llamarada y un escalofrío.
Subió sus dígitos y volvió a bajar para apretar mis caderas sobre las suyas.
Dí un pequeño respingo al saber que estaba... duro. ¿Eso era lo que provocaba en él?
Me sonrojé y moví mis caderas sobre las suyas.
-¿Me intentas matar? Agh~- gimió y no pude más que sonreir y girarme entre sus agarres. Me empujó con suavidad, guiandome a la cama, comenzando a quitarse la chaqueta mojada que aún llevaba. -Aún no me he olvidado de lo que pasó en el baño- advirtió con un tono bajo y sensual.
Yo, finalmente, caí en la cama, que, por cierto, era totalmente suave.
Apoyandose entre mis piernas, se cernió sobre mi cuerpo, comenzando a quitarme los zapatos, dejándolos caer al mismo tiempo.
-Levanta las caderas- pidió y yo, con las mejillas en llamas, obedecí, -Calzas fuera- dijo, tirando de ellas.
Yo por mi parte me deshice de mi chaqueta de cuero y volví a dejarme caer sobre la cama. Tomé sus brazos y lo obligué a acercarse sobre mi cuerpo aún más, volviéndolo a besar en los labios.
-Me encantas- susurró bajo mi boca, continuando el camino de mi mandíbula con sus labios.
-Ah- gemí, cuando besó mi cuello.
-Eres muy sensible aquí- comentó sobre mi piel, su aliento era caliente y olía a alcohol y a menta.
Humedecí mis labios y me dejé hacer bajo su tacto.
El aire frío entraba en contacto con la piel de mis piernas, aunque, el frío duro tanto como un suspiro.
-Haces de mi un caos, Gyeom- dije, rasguñando con suavidad su espalda sobre la T- shirt, arrastrándola hacia arriba, levantándola.
Aún apoyándo en la cama, se quitó la T - shirt sobre la cabeza, dejando a la vista su piel, su torso.
Sin poder contenerme, guié mis manos hacia su cuerpo, paseando mis dígitos por su abdomen.
-Eres perfecto- susurré, demasiado encantada por su piel.
Oh Blanca piel, Oh malditos abdominales levemente marcados.
El se sonrió y volvió a inclinarse sobre mi, permitiendome tocarlo con aún más comodidad.
-Tu turno de sacarte la blusa- sonrió, obligándome a enderezarme. Yo reí y me levanté la blusa, quitándomela tambien por la cabeza.
Lo miré con timidez y él finalmente, con la ayuda de sus dedos, bajó las tirillas de mi sostén,
-Apaga la luz- pedí, notando una profunda timidez envolverme.
El chico frunció el ceño.
-¿Por qué tendría?- preguntó.
Me cubrí con mis brazos y ví su tranquilizadora sonrisa.
-Eres perfecta como eres, y, te amo, no por tu físico, Belinda, te amo por lo que veo en ti, una chica dulce, un poco demandante, de mirada sincera. Por eso te amo-
Mi vista se nubló por las lágrimas contenidas, mientras que lo notaba abrazarme, pasando sus piernas entre las mías, obligándome a sentar en su regazo.
Él volvió a buscar mi mirada y yo sonreí demasiado feliz.
-¿Sabes que acabas de confesarte, verdad?- pregunté, mostrandome tal y como era, recuperando mi confianza.
-Lo sé, y me alegra mucho haberte hecho sonrojar-se sonrió, besandome en los labios, mientras que sus dedos desprendían mi sostén.
Sonreí, nunca había sido tan feliz, me dejé hacer por sus manos, terminó de desvestir mientras que él se quitaba los pantalones.
Mis nervios cedieron, sin embargo, ese aglomerado de emociones en mi pecho y estómago me dejaron continuar con lo que estaba a punto de hacer.
Sus manos recorrieron mi cuerpo en su totalidad.
-Me encantaría jugar mucho más contigo pero, estoy demasiado adolorido como para soportar un minuto más. La verdad es que me ha puesto muy a tono lo que pasó en el baño. Verte enojada es una de las maravillas de mi mundo, y ese eres tu- se sonrió, besando mi vientre.
Cuando su boca conectó conmigo una vez más mis manos vagaron hacia su miembro, masajeandolo con delicadeza, enfocándome en cada pliegue, él gimió entre mis labios.
-Hazlo- pedí y él se mordió el labio.
Abrí las piernas y el se acomodó mejor, dirigiendo su miembro a mi entrada.
Me miró a los ojos y yo, memoricé cada centimetro de su piel. Cuando entró por completo, un gemido se atoró en mi garganta y pudo ser liberado cuando las embestidas se hicieron presentes.
Era perfecto, él, con la piel sudorosa y lleno de gemidos roncos, y yo, un manojo de nervios, gemidos y placer, movió sus caderas con más fuerza, con más velocidad.
¿Podía alguien moverse tan bien?
Llegó pronto ese punto en el que ni él, ni yo, podíamos contenernos, gemíamos sin ataduras, disfrutándo plenamente del otro. Me envolvió en sus brazos y supe que estaba a punto de correrse.
-Te amo- susurré sobre su cuello.
-Y yo a ti, Belinda- contestó él, antes de embestir con fuerza unas cuantas veces más y llevarme consigo a la gloria.
Caímos rendidos en la dicha y la felicidad, nos miramos a los ojos, demasiad exhaustos como para moveros más allá de la cama.
A la mañana siguiente, me alegré al saber que había despertado a su lado, que no había sido un sueño, que realmente estaría con él, el resto de mis días.


Fin!~~


asdhakjsdhkjahd espero que les haya gustado!!!!! <3

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Mila ^^~

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