Romantic Oneshot: febrero 2016
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domingo, 28 de febrero de 2016

Twoshot- "Traspasando Límites" (Suga x RapMonster) Cap. 2

Holaaaaaaa!!!

Gracias Jaunny por el pedido! Que lo disfruten~~ ^^ ♥



Género: Lemon, Yaoi
Capitulo: 2 de 2
 Grupo:  BTS
Pareja: Suga x Rap Monster (SugaMon - NamGi)
Título: "Traspasando Limites"

Narra Yoon Gi:

          Un par de hoyuelos bien marcados y una siniestra sonrisa fué lo último que pude ver antes de que su mano izquierda tomara mis manos juntas, por encima de mi cabeza.
-Sueltame, Nam Joon. ¿Que crees que haces?- dije, por primera vez... asustado. No sabía de lo que era capaz.
El rió roncamente y relamió sus labios. Estaba  a tan solo diez centímetros de mi rostro, noté su mirada vagar por mi rostro, noté el calor de su cuerpo consumirme... Seguí el movimiento de su lengua y en ese instante me di cuenta de que, las cosas se pondrían... duras. Y, no me refería a mi mismo, que sin quererlo, empezaba a endurecerme, me refería a él.
¿Por qué tenía que ser tan alto? ¿Por qué tenía que sentir su miembro rozarse con el mío con total descaro? O, lo que es peor aún... ¿Por qué me estaba poniendo a tono tanto juego?
Comencé a forcejear con mis manos mientras notaba un par de ágiles dedos desabrocharme la ajustada camisa blanca.
-¡No, déjame!- pedí, sintiendo su pesada respiración sobre la piel de mi barbilla y cuello.
-Lo disfrutarás, hyung- advirtió antes de inclinarse levemente y arrastrar sus labios sobre la piel de mi cuello. Y, fué un grave error, supe que fué un gran error haber dicho todo lo que dije. Un gemido de sorpresa se escapó desde el fondo de mi garganta, notando como consecuencia, una risa de su parte.
-Eres muy sensible aqui- susurró besando un poco más abajo, provocando otro gemido estrangulado -Y aqui-
"¡Sera maldito!" pensé, retorciendome bajo su cuerpo. Él volvió a reir antes de notar su resbaladiza lengua subir hasta mi mentón, logrando hacer mi cuerpo temblar.
-¡Dejame ir!- dije antes de callarme de golpe, mordiendome los labios con fuerza.
Con total descaro, la mano libre del lider bajó aún por encima de la ropa hasta mi despierto miembro. Apretando, moviendo su mano, creando una deliciosa fricción entre nosotros. No pude más que gemir, esta vez, sin poder contenerme. Ví su sonrisa antes de que su mirada se fijara en mi boca.
-Bonita forma de morderte el labio, Yoon Gi- soltó, moviendo su mano aún sobre mi miembro.
Me lamí los labios y arquee la espalda, intentando liberarme de algun manera, sin embargo, eso pareció incitar más a Nam Joon a besarme.
Sus labios eran más suaves de lo que esperaba, dulces, carnosos, envolvían los míos con facilidad.
Fué en ese instante en el que me percaté cuanto me estaba gustando, cerré los ojos y moví mis labios a la par suya, intentando seguirle el paso. Sin embargo mis ganas de continuar se vieron pausadas por una cínica sonrisa del menor.
-Eres un maldito- balbucee, y su mano soltó las mías, bajando hasta mi cintura.
-Un maldito que te dará un final feliz- admitió, estirando su lengua y rozando con la punta mi labio inferior -Tienes unos labios muy dulces, hyung- admitió.
-Cállate- advertí antes de besarlo, enredando mis dedos en su pelo, el volvió a reir, antes de mover  su boca sobre la mía con más vehemencia. Nuestras leguas se encontraron de camino, acariciandose, bailando, rozandose, provocando corrientes electricas que bajaban hasta mi miembro.
Cuando quise percatarme de su siguiente paso, noté sus hábiles dedos continuar con su lucha contra mi camisa, sin embargo, no dejó de besarme.
Parecíamos un par de adolescentes con las hormonas alborotadas, y, tal vez lo éramos.
Sus dientes mordieron mi labio inferior y tiraron de él, yo gemí como hacía tiempo no lo hacía.
Pero... ¿En que terminaría todo aquello? Es decir, por supuesto que terminaríamos enredados, boicoteados, sin saber donde empieza uno y donde termina el otro... pero, ¿y después?
-Nam Joon- dije en un susurro al darme cuenta de que su boca había soltado la mía para continuar su camino por mi cuello y clavícula.
-Dime- respondió, mirándome a los ojos, antes de alejarse de mi unos momentos, sentándose en el único espacio vacío del sofá, invitan dome a sentarme a horcajadas sobre él.
Lo miré a los ojos, un par de perlas negras que podían cohibir a cualquiera. Por un momento pensé en escapar, pero, no era lo que quería y, el quedarme, sería la única decisión que tomaría.
-¿Que hay de Jin?- pregunté, acercándome a él, sentándome sobre su cadera. Oí un jadeo y supe que estaba justo sobre su miembro.
-No tenemos nada, es solo sexo casual-  respondió paseando sus dedos por los trozos de torso visible en mi. Lo miré frunciendo un poco el ceño -Ya sabes, tiramos solo cuando tenemos ganas-
-Qué vocabulario...- murmuré antes de notar su caliente tacto pasearse por mis pezones, erizándose.
-¿De que te asustas? Si el mal hablado eres tu- contestó, apretando sus dígitos, provocando un jadeo de mi parte -Sin embargo, me pone a mil, no puedo evitarlo-
Atendió ambos pezones hasta dejarlos completamente en punta, yo no podía dejar de jadear y gemir, mordiendo mis labios repetidas veces, me encantaba, simplemente, me encantaba todo lo que me provocaba Nam Joon y era la primera persona capaz de hacerme temblar de tal forma, la unica persona capaz de incitarme a mi cadera a moverse con tal fervor como lo estaba haciendo ahora, me sentía poderoso sobre él, me sentía fuera de mi mismo, tanto, que me asustó.
Fué entonces cuando noté sus calientes y grandes manos bajar por mis lados, aferrandose a mi cintura, acariciando, acercándome más a él, sus labios tomaron los míos con más comodidad, con más picardía.
Mis manos, con cierta timidez, desabrocharon boton a boton su camisa negra. Joder, era demasido sexy.
Cuando al fin pude quitarle aquella camisa, no me resistí a pasar los dedos por su plano abdomen, un abdomen con unos cuantos abdominales marcados suavemente, sin embargo, tenía algo, algo que ni yo mismo comprendía... ¿Desde cuando me parecía tan atractivo?
-Que no se te caiga la baba, Yoon Gi hyung- susurró sobre mi boca antes de mover sus caderas, rozándonos una vez más, yo bajé mis dígitos hacia la zona bajo su ombligo. La "V" era un manjar.
Enredé una de mis manos en su pelo y la otra se encargó de desabrochar su cinturon, abriendo sus pantalones con la poca paciencia que me quedaba.
Sus bóxers blancos emergieron sin prisa alguna, mostrando consigo, un marcado paquete. Me mojé los labios y lo miré a los ojos, dejando que sus manos de ágiles dígitos, bajaran por mi abdomen hasta bajar mis pantalones, hundiendo con descaro, sus manos bajo mi ropa interior, tomando mi eje.
-Ah~- gemí y lo ví sonreir.
"Por esa sonrisa dejaría todo" pensé, estremeciéndome ante sus caricias y mis pensamientos.
Nunca fuí cursi, ¿Por qué lo estaba siendo ahora?
Fué tarde cuando me percaté de que  mis pantalones estaban bajos.
-Daría lo que fuera por tener una cómoda cama aquí, por tenerte completamente desnudo pero, el calor llegó en el momento más inesperado, Suga- comentó, mordiendo mi cuello.
-Yo aún me sigo preguntando porqué llevas tanta ropa- respondí.
-Porque a la más mínima intensión de chupármela, me voy a correr. Y, estoy dispuesto a hacerte ver las estrellas hoy, hyung-
Su respuesta me dejó anonadado, sin embargo, no me detuvo. Tomé su polla entre mis manos y comencé a masturbarlo.
-Estas muy caliente, Joon~- le susurré en el oído.
Frunció el ceño un momento y echó el cuello hacia atrás, lamiendo ese par de gruesos labios.
¿Como habíamos llegado a ese extremo?
Moví aún más mi mano sobre su miembro, enfocándome en los pliegues, enfocándome en su placer. Estaba a punto de correrse, estaba totalmente tenso, volvió a mirarme, tomándome por la cintura, atrayendo mis caderas a las suyas, provocando intensos roces. Roces que me hicieron ver las estrellas. Gemí sin poder evitarlo, mirándolo a los ojos, hablándonos sin decir ni una palabra.
-Hyung- gimió roncamente -No dejes de moverte-
Balancee mis caderas con más ímpetu, echando la cabeza hacia atras. Me encantaba, no había otra explicación.
Tendió dos dedos frente a mi, y, entendí el mensaje. Tomé su mano entre las mias y sin dejar de mover las caderas, lamí y  mojé sus dedos. Pocos segundos después, le sonreí, incitandolo a dar el siguiente paso.
Su mano subió por mi cuerpo, hasta mi mentón, atrayéndome a sus labios, besandome con pasión, con cierta... ternura. Aunque, la tranquilidad duró un segundo, sus manos apretaron mi culo con impaciencia, hasta, que noté sus dígitos en mi entrada.
¿Quería que fuera él el primero?
Si.
Confiaba en él, confiaba en Nam Joon.
Me mordí labios a centímetros de sus labios y respiré pesadamente, dolía y... era solamente la intromisión de su primer dedo.
-Shh~- susurró, haciendo círculos en mi interior, yo detuve el movimiento de mis caderas.
Pronto, todo el dolor se vió reemplazado por el placer.
Los dedos del Lider eran largos, un poco delgados pero, lo suficientemente largos como para rozar con insistencia aquel punto en mi interior, arquee la espalda...
-Te quiero dentro de mi, ahora- ordené, acomodandome sobre su cuerpo, alineando mi entrada con su miembro.
-Yoon Gi- dijo preocupado.
-No me hagas arrepentir ahora, no ahora, Nam Joon- pedí, notando como sus manos se aferraban a mis caderas.
Sin dejar de mirarme a los ojos, asintió con lentitud y, con esa misma paciencia, empujó sus caderas, adentrandose en mi.
Fruncí el ceño y oculté mi rostro en el hueco entre su cuello y su hombro.
-Muerde... si quieres...- dijo entre-cortado.
-Calla, idiotaaghh- dije entre un pequeño gruñido de dolor.
Oí una pequeña risa antes de un leve gruñido.
-Entra de una vez- pedí...
El se detuvo y a continuación, me besó el hombro.
-Lo siento...- dijo, antes de empujar sus caderas hacia arriba y empujar las mías hacia abajo.
El dolor fué estremecedor, me aferré fuerte a él, notandolo jadear exquisitamente a mi lado.
-¿Tu no...- preguntó él.
-No, nunca. Eres el primero- dije, temblando -¿Como puedes preguntarlo luego de todo lo que dije?-
Nam Joon asintió y bajó su mirada a nuestra unión, suspirando, mordiendose los labios.
Seguí su mirada y sonreí minimamente. Fué entonces cuando, con torpeza, alcé las caderas y las bajé, estrangulando un gemido en mi garganta. Podría soportarlo, podría...
Mi dongsaeng gimió antes mirarme a los ojos, embistiendome.
-Joder, maldito, eres enorme- me quejé volviendo a bajar, apretando mis manos en sus hombros.
Lo que pareció empezar en una maldita terminó en un lío de embestidas, unión, y, más pasión y deseo del que había experimentado por alguien alguna vez. Cuando logré acostumbrarme a su tamaño, una ola de sensaciones tan abrumadoras como placenteras me arrollaron, me consumieron y avivaron.
¿Que me estaba pasando? ¿Por qué sentía algo encenderse en mi interior al mirarlo de cerca o al rozar nuestros labios?
Oh, pobre alma aquella que dijera que Nam Joon era feo, pobre. Podría matar a cualquier persona que lo dijera. Tenía la mejor sonrisa, la mejor mirada, los labios más dulces, la voz más sensual. Era un buen chico, sencillo, humilde y transparente.
Fué en ese instante en el que me dí cuenta...
Todo aquel odio reprimido y no tan reprimido, no era más que... amor. Y vaya que se sentía raro admitirlo.
Me moví en círculos, apretando un poco mis piernas, causando más gemidos de su parte.
-Ah~ No hagas eso, o me correré pronto y aún quiero disfrutarte-
-Siempre podrás disfrutarme otro día, Nam Joon- dije, apretando mis piernas, moviendome con más impetu.
Sus embestidas fueron más hondo, tanto que sentí que me partiría por la mitad. Se aferró a mi cintura, uniendonos en un interminable remolino de sensaciones.
Me sentía a punto de desfallecer, me sentía a unos centímetros del cielo.
Y no quería detenerme, no quería que él se detuviera.
-Córrete, Nam Joon, córrete dentro de mi- gemí en oído y, lo noté embestir furiosamente aquel punto en mi interior.
-Yoon Gi~- jadeó y fueron dos, cuatro, diez embestidas más tarde las que lo llevaron más allá de aquella habitación.
Mi interior se calentó de repente y un increíble orgasmo me consumió, uniendo mi frente a su pecho, acurrucándome allí.

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-¿Se nota mucho?- pregunté, mostrando mi cuello.
RapMon me sonrió y tomándome de las caderas, dejó un beso sobre las marcas que aparecían allí.
-No, no se notan hyung- respondió antes de dejar un beso en mi boca.
-Eres un bruto- me quejé, notando una punzada de dolor en mi culo.
-Hace un rato no decías eso- contestó y yo le pegué en el hombro, pronto, aquella sonrisa desapareció -Lo que ha pasado hoy... ¿Que haremos de ahora en adelante?-
Miré aquel par de orbes marrones profundas, mordiendome el labio.
-No será la última vez que pase- advertí sonriendo -Me ha gustado mucho lo de hoy-
El chico me abrazó, con fuerza, con tanta... dulzura...
¿Desde cuando eramos tan cursis?
-A mi igual, ¿Crees que podríamos encontrarnos otra vez?- suspiró y ese suspiro me dejó boquiabierto.
-Sabes que si- le susurré en el oído antes de dejar un beso en sus labios, poniendome en puntas de pie.
Al separarnos, oí su risa.
"Maldito" pensé, saliendo del camerino, caminando con lentitud.
Eso sería casi imposible de disimular.

FIN!

khashdkjahskdjhakjsd ♥

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Mila ♥

lunes, 22 de febrero de 2016

Twoshot- "Traspasando Límites" (Suga x RapMonster) Cap. 1

Holaaaaaaa!
Traigo un pedido hoy~♥



Género: Lemon, Yaoi
Capitulo: 1 de 2
 Grupo:  BTS
Pareja: Suga x Rap Monster (SugaMon - NamGi)
Título: "Traspasando Limites"

Suspiré... Tenía los nervios a flor de piel, algo que por lo general, no me ocurría. Miré desde el sillón del camerino a la gente en la habitación.
Jin estaba siendo maquillado, al igual que Hoseok. Por otra parte Jimin, Kook y Taehyung, dormían juntos, cada uno apoyándose en el otro, buscando acomodo y calor. NamJoon por su parte estaba inmerso en su propio mundo, con los auriculares en sus oídos y los ojos cerrados. Parecía dormir, pero, ahí el problema... siempre parecía estar dormido, parecía.
Ese idiota...
Últimamente estábamos discutiendo más de lo común, a veces, solo a veces, olvidaba que yo era mayor que él, a veces, con la excusa de ser "Líder" creía que podía mandarme. ¿Que se creía? Hice de mis manos un par de puños.
"Como me gustaría estar un momento a solas con él para demostrarle quien manda" pensé, frunciendo los labios.
-Si lo sigues mirando, le dará un mal de ojo- comentó Jin, sentandose en el sillón a mi lado.
-Me alegraría mucho si pasara- sonreí al chico.
-Vamos, no seas tan malo. El realmente te aprecia- comentó el mayor.
-Pues no pareciera, el disfruta el verme enojado. Soy su puto payaso de circo- dije, mordiendo mis mejillas por dentro.
SeokJin frunció el ceño y me pellizcó el brazo.
-¡No digas groserías, cuida tu vocabulario frente a los niños!- dijo, frunciendo el ceño, visiblemente molesto.
-¿Crees que son niños aún? ¿Que no ven porno todas las noches? ¡No seas idiota, no eres su madre! ¿Crees que son inocentes? ¡Jimin, Kook y Taehyung pasan las noches juntos! ¿Fui claro?- espeté furioso. Estaba cansado de la actitud de todos, tan cansado que sentía mis manos hervir de ganas por entrar en contacto con la bonita cara del visual del grupo.
Volvió a fruncir el ceño y su mirada se volvió un tempano de hielo.
Se levantó de su lugar y se alejó. Un grave y pesado silencio se instaló en el camerino, miré al otro sofá y me encontré con los ruborizados, desconcertados y enojados rostros de los maknaes del grupo. Desde la silla, frente a la maquilladora, Ho Seok me miró y negó.
Bufé, demasiado molesto aún.
Dirigí una rápida mirada al "Lider", parecía no inmutarse de nada.
Me levanté del sillón hecho una furia y patee la pequeña mesa ratona frente a mi antes de salir.
Tras cerrar la puerta fuertemente a mis espaldas, cerré los ojos e intenté serenarme de alguna forma. Aunque, fué en vano.
¿Que se creían?
Nadie tenía porqué darme ningun tipo de orden. Aunque... podía admitir que me había pasado un poco con los chicos.
Suspiré y levanté la mirada, encontrándome con nuestros compañeros de escenario de la noche.
-Ji Hoo- dije a modo de saludo, el chico me miró y se sonrió, despegando su mirada de su celular.
-Suga Hyung, tanto tiempo- comentó, hizo una reverencia.
-Me alegra verte tambien- mentí, me daba igual su presencia alli, es más, si pudiese desaparecer de Hong Kong, lo haría. "Malditos MAMA" pensé, dibujando una media sonrisa en mis labios.
-¿Como has estado?- pregunto y su celular vibró-Oh, disculpa, debo contestar-
No espero a que siquiera contestara, solo atendió.
Me dispuse a esperar a que cortara la llamada pero, ante tanta palabrería cursi con quien parecía ser su pareja, lo saludé con la mano y me alejé, no estaba de humor como para soportar estupideces ajenas.
Miré la hora en mi reloj y ví el pasillo alborotarse, estrellé mis dedos y, dejé pasar a todos frente a mi. No cambié mi seria expresión, es más, ni siquiera sonreí ala subir al escenario como lo hacía siempre.
Seguí las coreografías sin dejar de mirar al frente, recibiendo las miradas furiosas de mis compañeros y de algunos integrantes de Block B... sobre todo, de Taeil.
Cuando la musica dejó de sonar, me retiré por último del escenario. Le seguí los pasos a los grupos que se saludaban y felicitaban. Sin embargo, las sonrisas duraron poco.
-Casi nos perdemos en la coreografía por seguirte, Suga- comentó Taeil.
Sonreí con sarcasmo.
-Tal vez si hubieran ensayado más, no habría pasado nada. No me encuentro bien hoy, por ello, no me molesten- respondí, antes de pasar a su lado con desgano.
Ví su ceño fruncirse antes de que su mano terminara en mi antebrazo.
-Discúlpate- ordenó el chico.
Lo miré con rechazo.
-¿Tengo que?- pregunté y el agarre se volvió más fuerte -Suéltame o juro que te golpearé-
El chico volvió a fruncir el ceño, mirándome profundamente a los ojos.
-No sabía que BTS era un grupo de niños malcriados, a juzgar por tu actitud, lo deja bastante claro- sonrió, llena de sarcasmo.
-Púdrete- respondí con la misma actitud, a punto de perder los estribos. ¿Que diablos se creía?
Aunque, lo siguiente, no me lo esperaba para nada...
Entre nosotros apareció Jin, haciendo una reverencia significativa, explicando mi actitud y disculpándose por mi. Mi brazo fue tirado con fuerza, no pude más que quejarme y ver la cabellera rubia del "lider".
Me arrastró a un vacío camerino, alejado del mundo, cerró la puerta detrás de si mismo y me soltó el brazo.
-Ahora mismo me dirás cual es tu problema, hyung- pidió, cruzándose de brazos.
Lo miré con el ceño fruncido, intentando apartarlo de la puerta. Sin embargo, por cosas del azar... Nam Joon me llevaba una cabeza de altura y, por ende, tenía más fuerza que yo.
-Abre la maldita puerta- ordené, dejando de forcejear con él.
-¿Eres un niño acaso? ¿Que pasó con el Yoon Gi hyung de siempre?- preguntó asombrado.
Bufé, demasiado cansado de su presencia. ¿Que cual era mi problema? Será idiota...
-Sabes que, tu ganas, no quieres dejarme salir de aqui, perfecto- me rendí, levantando ambas manos.
Miré el camerino y sonreí, quitándome la chaqueta, dejándola caer. Me estiré una vez antes de recostarme plácidamente sobre el único sofá del lugar, cerrando los ojos.
Lo noté acercarse, pronto, su profunda voz resonó.
-¿Me vas a contar que te pasa o que?- preguntó.
-¿Que qué me pasa preguntas?- sonreí, perdiendo la paciencia -¿Ahora te importa que me pasa? ¿Ahora estas haciendo el papel de buen líder? No te haz disculpado jamás por tu actitud hacia mi, no me puedes ordenar, nadie me puede ordenar a mi-
Arqueó ambas cejas sorprendido.
-Te haces llamar líder y crees que puedes pasar a todos por encima, pero yo no lo permitiré. Sigo siendo mayor que tu-
-Eres mayor que yo pero te estas comportando como un niño. Ni siquiera Jung Kook...- comenzó a decir y lo interrumpí.
-Si tanto te gusta como se comporta Jung Kook, tíratelo como te tiras a Jin, simple, ¿No? Total, ¿te da igual, no? Siempre que sean hombres, te da igual- espeté de forma venenosa.
Un profundo silencio se instaló en el lugar.
-¿Qué? ¿Creías que nadie podía escucharte a tí y a Jin gemir como animales en celo?-
Al ver su expresión, supe que me había pasado de la raya. Había ido más allá que nunca, inclusive, la culpa se aferró a mi. Abrí la boca a punto de disculparme cuando lo ví acercarse a mi, sentándose a horcajadas sobre mis caderas.
-¿Q-Q-Que haces?- pregunté, nervioso por su reacción.
-Comprobaré tu teoría... Hyung. Te mostraré que puede que sea verdad, que puedo estar con cualquier hombre- sonrió y noté un creciente escalofrío bajar por mi columna.

Fin Parte 1♥

ajkshdkjahskjdhkajshd ♥
Dedicado a Jaunny, quien hizo el pedido! ♥

ajkshdkjahsdkjha ^^~

Gif Time:


Mila ♥

sábado, 13 de febrero de 2016

Oneshot- "París" (Suga x Fan)

Holaaaaaaaaaa!!

Oneshot especial por el dia de San Valentin!!!
Os deseo lo mejor! ♥



Género: Romantico, Hetero
Capitulos: 1
 Grupo:  BTS
Pareja: Suga x Fan
Título: "París"

Narras Tu:

            Cerre la puerta y salí corriendo de allí, sin mirar atrás, sin importarme nada lo que dejaba tras de aquella puerta,  sin saber cuanto perdía, Al final de la calle, me subí al taxi .
En el aeropuerto la gente, entraba y salia por aquella puerta, mire una vez mas el pequeño bolso que tenia en mi mano y la cartera, abrí la puerta del vehículo y camine rápidamente hasta llegar a la puerta, perdiendo mis pasos entre la gente hasta llegar al mostrador de la primera compañía  que se me presento.
-Buenas noches, señorita, ¿En que puedo ayudarla?-pregunto la chica de impecable uniforme tras el mostrador.
-Quiero un pasaje  del primer vuelo que salga a ...- mire el letrero  tras de la chica-...París...-dije con la voz entrecortada por la angustia.
La joven tomó mi pasaporte, lo chequeo y me observo por un instante, luego miro a ambos lados para ofrecerme un pañuelo de papel descartable, mis lagrimas comenzaron a recorrer mis mejillas.
-Estoy bien, no se preocupe ... estoy bien...-dije-Tome el pasaporte-
Me dirigí a la banca  a esperar que  el altoparlante anunciara  la partida.
Mi celular sonó una y otra vez, mire  la fría pantalla del aparato y era él... Su nombre aparecía una y otra vez, retire la batería del mismo  y dejo  de sonar por fin.
Estaba tan enojada y triste a a vez, indignada diría yo. Recosté mi cabeza en el vidrio detrás de mi  y cerré mis ojos, en mi mente pasaban imágenes rápidas como flashes.
Yoon Gi, Yoon Gi y más Yoon Gi, suspire y abrí mis ojos, "¿Cuantos recuerdos tengo con el?" pensé en ese momento y el alto parlante  mi partida por fin había llegado.
Atravesé  la puerta  y camine lo mas rápido que me permitieron los pies, sentí el gran peso de la ansiedad abandonarme  dejando el pasado atrás, decidida a empezar de nuevo, una nueva vida.
Solo me abroche el cinturón de seguridad, mire por la ventanilla, se veían las luces de la ciudad y las estrellas se unían  a ellas...
Cuando por fin desperté, faltaban unos minutos de vuelo, París me esperaba para iniciar una nueva vida.
Mi corazón no decía lo mismo, en el fondo sabia que no iba a a ser fácil y menos  estando sola en París.

Cuando los días al fin pasaron, me instale en uno  de esos edificios grises de la ciudad que aunque no era alto o sofisticado, era agradable. Con un pequeño balcón que daba a una de las calles  céntricas y en donde cada atardecer podía ver ocultarse el sol tras la Torre Eiffel.
Eran tardes sin la compañía de quien deje, todo por culpa de un mal entendido.
-Yoon Gi, porque eres así - pensé en voz alta mientras miraba el cielo. El corazón me dolía, no iba a volver atrás.
Trabaje  duro muchos días en la oficina, busqué mil caras nuevas para poder olvidar...
Acepte muchas citas, tratando de distraer mi mente, trate de  encontrar a alguien de quien enamorarme  y no logre mas que encerrar mi corazón en el recuerdo. Suga estaba allí metido, escondido dentro de mi.
Una de mis experiencias... quizás la que mas me hizo recordar, fué con un chico francés que solo  me observaba en aquel pequeño  bar, iba a beber  mi café  en la tarde,  frente a una pequeña plazoleta.
Se acerco hasta mi mesa con una sonrisa en sus labios, extendió su mano como todo un caballero y dijo su nombre.
Pasamos  la tarde bebiendo café y conversando de muchas cosas, mi francés había mejorado y mucho, la  compañía de aquel chico  me hizo pensar  siempre en Suga, se parecían bastante en su forma de ser.
Una tarde le dije que lo sentía, no quería herir sus sentimientos. El chico compendio y se alejo.
Por momentos me hacia recordar la ternura de Suga, el chico francés era simpático e inocente como el, pero  sus labios no fueron tan cálidos como los suyos...

De pronto, un día  salí de mi trabajo, la tarde cálida de la primavera había llegado, hacía ya unos cuantos meses desde que me aleje de Yoon Gi, aun lo recordaba, mis pasos se detuvieron en aquella tienda cerca, en la vidriera una muñeca. Me hizo recordar el primer regalo que recibí  de mi chico rubio. Recordé al instante  su sonrisa, sus ojos... Cerré mis ojos y recordé el roce de sus labios en los míos .
-Te extraño tanto... -dije en mi mente. Mis ojos se aguaron y en mis mejillas empezaron a correr las lagrimas. Apure mis pasos y llegue a mi apartamento,cerré la puerta y me tire en mi cama,mi pecho se llenó de angustia... me quede dormida con su recuerdo... Entre mis manos un anillo, sencillo pero adorable, como lo era él.
A la mañana siguiente  mientras desayunaba, mi celular sonó  y atendí, en cuanto escuchaban mi voz cortaban...
No le di mucha importancia, "Tal vez sea del trabajo" pensé.
El timbre sonó y yo con mi bata y pijamas a rayas  atendí la puerta.
Un chico, como de 10 años con una sonrisa  y un ramo de flores estaba ante mis ojos.
-Son para usted señorita- dijo el chico y corrió por el pasillo haciendo resonar sus pasos hasta llegar a las escaleras.
-Pero...-quede allí en la puerta  mirando las flores. No tenía remitente, ni una tarjeta, pero se veían bien sobre la mesa.
Mi día transcurrió normal, a la salida del trabajo  como de costumbre, recorrí las calles angostas hasta llegar a mi hogar.
Las flores en la entrada sobre la mesa se veían resplandecientes.
En mi balcón la mesita estaba  lista para poder cenar con la única compañía que tenia, un gato  que cada tarde llegaba al lugar hacerme ronroneo de cariño.
Mire el cielo, las estrellas estaban allí como siempre uniendo su luz a la gran ciudad llena de lamparas brillantes.
No tenia sueño esta noche, tome un abrigo liviano, mi cartera y cerré la puerta. Baje las escaleras  y sali a la calle, la Torre Eiffel me invitó con su belleza, a visitarla una vez mas.
Estaba mirando la gran torre  iluminada en la noche, se veía mágica y grandiosa, las personas pasaban por el lugar, se tomaban fotos junto  a la majestuosa figura metálica.
La brisa era fresca pero agradable, la noche hizo remover mi cabello, llego hasta mis oídos una voz que conocía de memoria, baje mi mirada de la gran figura metálñica y vi como se acercaba lentamente, con su sonrisa, sus ojos rasgados y el cabello rojo, elegante como de costumbre.
Mis ojos se abrieron  por el asombro de tenerlo ante mi.
-¿Como me encontraste?-pregunte suavemente, nerviosa y con mis lagrimas a punto de recorrer mis mejillas.
-Perseguí tus sueños...- dijo  y se acerco  aun mas tomando mis manos.
Antes de que abriera mi boca para decir una palabra tomo mi  mentón entre sus manos y  beso  mis labios, tan suave y tierno como lo hizo siempre.
Extrañaba  sus labios y me fundí en ellos. Extrañaba su perfume, su piel suave, sus manos tomando mi cintura.
Cuando al fin nos separamos solo poso su indice en mis labios.
Susurro en  mi oído una y otra vez.
-Perdóname... solo perdóname. Fui un tonto-dijo y nos abrazamos, su perfume era mas intenso, de verdad extrañaba estar con el .
-Agradece a Jin por estar hoy aquí contigo- dijo - Él fue quien abrio mis ojos,  fui un tonto al dudar de él, fui un idiota al hacerte enojar y permitir que te alejaras de mi...-
-Yoon Gi... te amo, no voy a mentirte, en estos meses trate de olvidarte y no pude-
-Lo sé, te vi un día paseando por una calle y junto a ti caminaba un parisino-
-Lo siento- dije  y  tome su mano entre las mías.
-Basta... Solo quiero saber algo- dijo.
-Dime- dije sin soltar su mano..
-¿Estas dispuesta a  empezar otra vez?- dijo con  su frente en la mia, mirando mis ojos, haciendo que mi corazón se acelerara una vez mas, esos ojos que tanto amaba, los que me hicieron  volver a sentirme segura.
-Si, por favor- dije.
Caminamos por las calles en silencio, su sonrisa hacía que se viera como un niño, estaba feliz y yo como no estarlo, si ese encuentro en la Torre Eiffel hizo que reviviera mi sueño, ese que algún día tuve de niña encontrar el amor allí  en ese lugar tan mágico y romántico. Donde las parejas  sueñan.
Fue un encuentro especial...un encuentro inesperado, nos emocionamos al ver jóvenes pasar por el lugar prometiendo amo eterno.
Los años pasaron casi sin darnos cuenta y cada día que pasa somos mas felices .

Fin ♥

ajsdkahskdhaksd ♥

Espero que pasen un hermoso San Valentin!♥

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Omma Yaoi ♥


lunes, 8 de febrero de 2016

Mini Fic- "Reina de Hielo" (Jimin x Fan) Parte 3

Holaaaaaaaaaaaa!!~~♥



Género: Romantico
Capitulo: 3 de 3
 Grupo:  BTS
Pareja: Jimin x Fan
Título: "Reina de Hielo"

 Narras Tu:


            Me mordí los labios por dentro y evité golpearlo.
-Me has dado un susto de muerte- comenté, ruborizándome al recordar sus palabras… “Como mucho, puedo robarle una sonrisa a la Reina del  Hielo”. ¿Qué se creía?
-Lo siento- se sonrió antes de tomar mi bolso.
-Deja, lo llevaré yo- respondí, aferrándome al bolso.
El volvió a sonreir y, acercándose peligrosamente a mi, dijo:
-¿Acaso me tienes miedo? Creo que había roto el hielo hace un rato mientras tomábamos esos Capuchinos-
Me ruboricé, era imposible no hacerlo… Si me ponía en puntas de pie podía besarle.
Sin embargo, mis pensamientos se vieron cortados cuando las palabras salieron de mi boca sin que pudiera detenerlas.
-¿Por qué haces esto?-
Sus ojos miraron los míos y parecieron brillar. Era tan apuesto, tenía la piel blanca y suave, los labios carnosos y sus ojos… un par de perlas oscuras que brillaban en cada instante, pero, que por momentos, parecían ser capaces de ver algo que los demás no veían.
Me mordí los labios y apartando la mirada no esperé respuesta de su parte antes de tomar el paraguas. Me sentía en una película, un drama, en un momento de fantasía total.
¿Desde hace cuanto le quería?
Años, años enteros. Suspiré y caminando a su lado, él tomo el paragua esta vez y, no tuve más que colocar mi mano en su antebrazo. Podía sentir el calor inundar mis mejillas…
Caminamos bajo la lluvia, como una pareja…
Las calles estaban completamente mojadas, sin embargo, la carretera lo estaba más.
No hablamos, estaba demasiado nerviosa como para decir palabra alguna…
Aquel extraño ambiente se cortó cuando un motociclista pasó demasiado rápido junto a nosotros, empapándonos.
Jimin no pudo más que dar mil y un insultos.
Yo sentía mi cuerpo totalmente mojado.
-Sera maldito- comenté haciendo de mis manos un par de puños. Tragué saliva y miré a Jimin, el rió un instante.
-Creí que esa expresión no cambiaba nunca, hoy no has dejado de sorprenderme- comentó, mirándome de arriba hacia abajo -¿Falta mucho para llegar a tu casa?- preguntó.
Miré el largo camino que aún quedaba y asentí.
El chico me miró un instante y tomando mi mano, miró hacia delante y me arrastró con rapidez. Apenas podía seguirle el paso. Me llevó a un edificio cercano, adentrándonos, subiendo al ascensor.
-¿A dónde me llevas?- pregunté, tirando de mi mano, soltándome al fin.
-A mi casa- respondió como si fuese lo más natural del mundo.
-¿Qué?- pregunté. ¿Hablaba en serio?
El chico me miró y se sonrió.
-Eres bastante mal pensada…- comentó y mi rostro se tornó rojo carmín –Si caminas lo que aún te falta para llegar a tu casa, mañana tendrá un gran resfriado. Te daré ropa seca, solo serán unos minutos-
-Callate- respondí y las puertas del ascensor se abrieron, a pesar de todo, tenía razón. De seguro a la mañana siguiente despertaría con catarro, fiebre o quien sabe que otro padecimiento.
Caminamos por un largo pasillo, tenía los nervios a flor de piel. La puerta del departamento 123 me dejó más nerviosa de lo común. Suspiré y cuando entré me aferré a mi mochila, mirando a mi alrededor.
El pequeño departamento estaba demasiado  ordenado para ser suyo. Lo miré un instante y me ruboricé. Apenas habían pasado unos segundos y las paredes ya parecían encogerse para mi. Su sonrisa no ayudó en nada.
-Deja tus cosas aquí si gustas, ¿tienes ropa para cambiarte?- preguntó el chico, dejando sus zapatos en el suelo, adentrándose en su casa.
-No- contesté, mirando cada foto en las paredes.
-¿Y tu ropa de los ensayos?- preguntó ladeando un poco la cabeza.
-No andaré por tu casa solo en calzas- respondí mirándolo con suspicacia.
-No me insistes- se sonrió una vez más antes de morderse el labio inferior y dejar su violín sobre el único sillón en la casa, frente al televisor.
Se encaminó a una habitación y volvió con algo de ropa, tendiéndomela, indicándome donde estaba el baño.
Con inseguridad, caminé, muerta de frío. Cerré la puerta detrás de mi, y, sin dejar de mirar cada detalle, me puse los largos jeanes y la larga camiseta.
Al salir, me subí los pantalones y refunfuñé, eran demasiado grandes.
-Son demasiado grandes para mi- comenté,  y él apareció en mi campo visual, con una sonrisa.
-Te ves linda-  comentó, acercándose peligrosamente a mi. Me ruboricé y tragué saliva.
-¿A-a-a Donde de-dejo la ropa para secar?- pregunté, entre tartamudeos.
Se sonrió una vez más y me miró a los ojos, tomando mi mano, llevándome al secarropas.  Dejé mi ropa colgada y encendí el aparato. Demoraría una hora… lo miré y volví mi mirada a mis manos. “Algo me dice que será una hora eterna”.
-¿Quieres algo de beber?- preguntó, encaminandose a su cocina -¿Café? ¿Té? ¿Agua? ¿Refresco?- dijo, mirando su nevera.
-Café... supongo...-  contesté.
El chico encendió la cafetera, encaminandose a la sala, o más bien, al sillón. Tomó el estuche del violín y lo abrió.
Sin poder evitarlo, me acerqué a él.
-Sientate aquí-  miró el asiento a su lado.
Tragué saliva y me senté con timidez.
-¿Alguna vez tocaste algun instrumento?- preguntó, tocando el violín con total naturalidad.
-¿El triángulo cuenta?- contesté y él rió.
-Cuenta- sonrió, y con tranquilidad, movió el arco.
Lo miré tocar, era perfecto. Aún en aquellos pantalones de jean desgastados y camisa, se veía totalmente encantador.
Cerró los ojos y fué mi perdición, era tan guapo. Era como si el verdadero Jimin saliese a la luz.
Mis manos se convirtieron en un par de puños sobre mis piernas. Unas inmensas ganas de abrazarlo me invadieron.
Las pestañas negras le rozaban las mejillas... el ceño se le fruncía ligeramente, se mordió el labio inferior antes de mirarme un instante.
-Te ves aún más linda cuando estas sonrojada- comentó, dejando el violin en su lugar, levantandose a buscar el café.
Me sonrojé aún más y sonreí a sus espaldas. ¿Realmente era así todo el tiempo?
Tomé su violín en mis manos y pasé mis dedos por las cuerdas.
Me coloqué en posición y con suavidad acaricié las cuerdas con el arco. Un sonido nació y no pude evitar sonreir.
-A decir verdad, hubieras tenido madera de violinsta. Sin embargo, no bailas nada mal- dijo, dejando las tazas de café sobre la pequeña mesa ratona de la sala -¿Te enseño?- preguntó, acercandose a mi.
Asentí sin pensar en las consecuencias.
Se pasó a mis espaldas, era un poco más alto que yo, solo un poco.
-¿Puedo?- preguntó, señalando mi cintura. Asentí y él colocó una de sus manos en mi cintura, acariciandome sobre la ropa con sus dedos.-Tranquila, respira hondo y colocate el violin en el hombro, apoyando tu mentón en la mentonera-
Tragué saliva y repiré hondo, siguiendo sus instrucciones.
-Ahora, con el arco en tu mano, acaricia las cuerdas- dijo, acomodando mis dedos junto a los suyos, apretando con ligereza las cuerdas en el mástil, su otra mano tomó junto a la mia el arco.
Apretó a cada acorde, guiando mis dedos con lentitud, guió mi mano con la  suya en cada vaiven del arco...
Cuando la melodía terminó, suspiré, visiblemente nerviosa.
Oí una pequeña risa a mis espaldas, me giré y lo miré un instante antes de ver una sonrisa de su parte.
-¿Te pongo nerviosa?- preguntó, tocandome el pelo.
Lo miré un instante antes de apartar la mirada, evitando una obvia respuesta.
"Si, joder, me pones los pelos de punta" pensé dejando el violín en el estuche, pasando a su lado.
-¿No me contestarás? ¿Tengo alguna oportunidad contigo?- preguntó, sin más rodeos.
Me giré a mirarlo y su expresión me dejó sin respiración.
Sus ojos me miraban con una mezcla de tristeza y confusión, se acercó a mi una vez más.
-No lo entiendo. Si no te gusto, ¿porqué te he puesto nerviosa?- dijo.
Me mordí el labio inferior y miré hacia el suelo. Si no contestaba, dejaría años enteros tirados al olvido.
-Si salgo contigo... tu reputasión quedará por los suelos... Mírame, soy un maldito témpano de hielo- conteste al fin.
Noté sus tíbias manos tomar las mías.
-Lo que he visto hoy en ti, no lo ha visto nadie más. Lo he visto siempre en ti...-
Me sonrojé a cada palabra suya.
-¿A-acaso tu...- tartamudee.
El rió y asintió.
-Si, siempre te he observado- respondió, sin dejar de mirarme a los ojos.
Suspiré, tal vez... solo tal vez... si me arriesgaba... Lo miré a los ojos de igual manera.
-No me lastimarás... ¿Verdad?- pregunté, con unas inmensas ganas de llorar, era feliz. Era un maldito sueño.
-No lo haré, jamás lo haría- respondió y, con ello, me fué suficiente...
Le quería, realmente le quería.
-Esta bien... esta bien...- contesté finalmente.
Vi su sonrisa y me fué suficiente.
-¿Lo dices en serio?- preguntó con una sonrisa en su rostro.
Asentí y sonreí. Sus manos se aferraron a mi cintura, atrayendome más hacia a él, abrazandome.
Olía a menta, a menta fresca. No había un rincón tan cálido como en de su cuello.
 Al separarnos, nos miramos a los ojos, y, lentamente, con mi rostro totalmente caliente, nos acercamos el uno al otro, dejando vagar nuestras miradas. Sus labios eran tan suaves como prometía. Me besó con ternura, con lentitud, con mucho más que un te quiero.
Al separarnos, nos miramos a los ojos una vez más y sonreímos.
-¿Tu preparas la película y yo caliento el café una vez más?- pregunté y él rió...

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Mila ♥

jueves, 4 de febrero de 2016

Mini Fic- "Reina de Hielo" (Jimin x Fan) Parte 2



Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa~~~~~~~~~~~





Género: Romantico
Capitulo: 2 de 3
 Grupo:  BTS
Pareja: Jimin x Fan
Título: "Reina de Hielo"

Narras Tu:


           Me despedí de la señora de administración y me giré sobre mis talones para salir de allí.
Sentía mi corazón en mi garganta y un abrazador calor llenarme el estómago. Suspiré un instante antes de ir unos momentos a los baños.
¿Qué había ocurrido?
Solamente persistía en mi mente el recuerdo bochornoso de mi apunto de caer en las escaleras y unos brazos fuertes y protectores tomarme por la cintura…
Podía ruborizarme de solo recordarlo.
Oir su voz a mi lado sería un recuerdo que jamás podría olvidar. Me mojé la cara, intentando volver a la realidad.
De seguro había sido un sueño, si, de seguro había sido eso.
Me sequé el rostro y recogiendo mi bolso del suelo, salí rumbo a las escaleras, para, bajar y poder marcharme a mi trabajo. Sin embargo mis planes terminaron frustrados al verlo una vez más.
Apoyando su pierna contra la pared, miraba por el suelo y escuchaba música por sus auriculares. ¿Qué hacía allí? ¿Porqué no se había marchado aún? De seguro seríamos los únicos estudiantes a esas horas allí.
Tragué saliva y me encaminé hacia las escaleras, evitando mirarlo. Aunque, él fue más rápido.
-¿No te has lastimado, verdad?-  preguntó el chico, caminando a mi lado, igualando mis pasos.
-Estoy bien… ¿Por qué lo preguntas?- contesté, intentando ser cordial de alguna manera.
Lo ví sonreir y pronto un comentario que me dejó descolocada llegó…
-Podría cargarte en mi espalda si estuvieras lastimada, aún así…- dijo y tomó mi bolso, cargándolo por mi –No es necesario de que cargues nada-
Lo miré anonadada, ¿hablaba en serio?.
Aunque intenté tomar mi bolso, él se lo colocó sobre el hombro y me sonrió.
-¿Por qué haces esto?- pregunté, caminando hacia mi trabajo.
-¿Por qué lo haré?- se preguntó con una sonrisa -¿Vas a tu trabajo ahora?-
Arquee ambas cejas y me paré en seco.
-¿Co-Como lo sabes?- pregunté sin entender.
Solo oí su risa antes de continuar caminando junto a él.
No podía creerlo. Estaba caminando junto a él… el chico que aparecía en cada uno de mis sueños, ahora, junto a él podía ver su perfil de cerca. Me mordí los labios, visiblemente nerviosa.
Tenía la apariencia del típico adolescente despreocupado pero, a su vez, la apariencia de celebridad. Sonreí para mis adentros, me sentía dichosa de poder estar en esa pequeña situación de en sueño.
En cuanto llegamos a mi trabajo, tomé mi cartera y me despedí en la puerta, evitando su mirada para no ruborizarme.
Me dirigí a los vestuarios y me cambié con rapidez.
-Llega tarde, señorita __________- dijo mi jefe, con una seria mirada, preparando alguno de los tantos Lattes del día para algún cliente.
Hice una reverencia y tomando mi bloc de notas y mi lapicero favorito, comencé a trabajar.
-Buenas tardes, ¿Qué desean ordenar?- pregunté al primero de los clientes.
Trabajaba como camarera en una pequeña pero concurrida cafetería a pocas cuadras del Instituto. Era agotador pero, la paga era bastante buena. Lo único incómodo era el uniforme. Una camisa blanca abotonada hasta el penúltimo lugar, una falta tableada, medias altas negras, un pequeño delantal y zapatos de plataforma.
Me amarré el pelo por quinta vez en el día en un moño ligero, algunos mechones escapaban.
La campanilla en la entra sonó y no pude evitar girarme. Atendí a la pareja recién llegada y volví a esperar a que más clientes llegaran.
-___________- Me llamó mi compañera de trabajo por lo bajo. Era la única a la que podía considerar “Amiga.
-Dime Hyo- contesté, acercándome a ella.
-Hay un cliente en la segunda planta que pregunta por ti- respondió antes de sonreir – Es realmente guapo, ve a ver que quiere-
Iba a objetar antes de que ella misma me empujara hacia las escaleras. Subí con timidez y, en la planta alta, me encontré una vez más… con él.
Empecé a maldecirme por lo bajo, ¿Qué hacía ahí?
No había más clientes que él, me miró y se sonrió.
¿Cómo no sonrojarme?
Me acerqué a él y, con toda la cordura posible, intenté ser cordial.
-Buenas tardes, ¿Qué desea ordenar?- pregunté, mirando fijamente el bloc de notas.
-¿Puedes tratarme de manera informal? Tenemos la misma edad- comentó apoyando su mentón sobre su mano.
Tragué saliva y volvía  preguntar, esta vez, con un poco de mal humor.
-¿Qué deseas ordenar, Jimin?- pregunté, perdiendo la paciencia.
-¡Oh! Mi nombre suena bien si lo nombras tu. ¿Hay alguna forma de que puedas acompañarme a tomar una taza de café?- respondió, con una bonita sonrisa en sus labios, logrando que me sonrojara.
-No puedo, estoy trabajando- respondí, a la defensiva. ¿Acababa de flirtear conmigo o era mi imaginación?
Marcó un notorio mohín en sus labios y miró el largo menú.
-¿Cuándo descansas?- preguntó nuevamente.
-Dentro de un largo rato- contesté y él sonrió mirando más allá de mis espaldas. Se levantó de su asiento y se encaminó a las escaleras. –Hola de nuevo, ¿Podrías decirme a que hora descansa?-
Arquee las cejas en demasía y miré a mi amiga.
-Dentro de quince minutos, pero, puedo suplantarla hasta entonces, el jefe ha salido- contestó Hyo, mirándome con una sonrisa.
-Esta bien, suplántala por  un rato, gracias- dijo y se volvió hacia mi –Quisiera ordenar dos Capuchinos-  Mordió su labio inferior y tomando mi muñeca me guió hacia la mesa que estaba ocupando –Te invitaría a a tomar esos mismos Capuchinos en el parque pero, esta lloviendo afuera-
Arquee una ceja una vez más, notando el enfado y el rubor correr a mis mejillas.
-¿Acaso no ves que estoy trabajando, Jimin?- pregunté, enojada a más no poder.
-Si, lo se, pero soy un cliente, uno habitual, además…- se acercó minimamente –Tu jefe no está, no te preocupes-
Intenté levantarme de mi lugar pero su mano aún seguía en mi muñeca.
Su expresión cambió a una más pacífica, parecía un desolado niño…
-No, no te vayas- pidió.
Lo miré a los ojos y no pude más que suspirar.
A partir de ese momento, el Park Jimin que se mostró frente a mi, era totalmente diferente al que se mostraba siempre en el instituto.
Sonreía con dulzura, me miraba en silencio por momentos, conversaba conmigo con total serenidad. Se lo veía… al natural.
Me hizo sonreir unas cuantas veces, aunque se mostraba despreocupado, era gracioso. Tenía actitudes tan adorables que me dejaban descolocada, tenía actitudes tan dulces que me dejaban sin aliento.
Pronto, llegaron los capuchinos. El sentir el sabor dulce en mi paladar me tranquilizó bastante. Me limpié la espuma de mi labio superior con una servilleta. Miré al chico frente a mi y no pude evitar sonreir. Si lo hacía a propósito para llamar mi atención, realmente lo había conseguido. Me miró desconcertado, sin entender nada.
Miré mi reloj y el tiempo había pasado más que volando.  Me levanté de mi lugar y me acerqué a él, con mi delantal en mano, mis manos se movieron solas antes de que pudiera reaccionar…
Limpie sus labios con la punta de mis dedos, de la forma más suave posible. Me ruboricé a más no poder y haciendo una reverencia, me retiré…

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-Haz terminado tu turno, ___________. Vuelve mañana en hora- dijo mi jefe antes de cerrar la cafetería.
-Esta bien, adiós- comenté, subiendo el cierre de mi campera.
Me abrigué a mi misma y me sorprendí de lo fría que se había vuelto la lluvia. Llovía a cántaros, no parecía detenerse.
La salida trasera de la cafetería daba a un callejón sin salida, bastante oscuro por cierto.
Tragué saliva y me encaminé a la avenida principal.
“Maldita sea la hora en la que deje mi paraguas en casa” pensé, abrazandome a mi mochila, caminando con rapidez.
Miré hacia delante y la silueta oscura de una persona me dejó sin habla.
-No-No Te-Tengo Dinero- tartamudee, visiblemente nerviosa.
Oí una risa y con pasos lentos, se acercó a mi.
-Puede que no sea ese tipo de ladron. Como mucho, puedo robarle alguna sonrisa a la Reina de Hielo- comentó Jimin, cubriéndome con su paraguas…

Fin Parte 2♥

asjkdhakjsdhkjahskjdhasdjk ♥

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