Romantic Oneshot: julio 2016
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jueves, 28 de julio de 2016

Mini Fic: "Spank me, Daddy" (Namgi) Cap. 6

Holaaaaaaa!!

Género: Lemon, Yaoi, Daddy Kink
Capitulo: 6 de ?
 Grupo:  BTS
Pareja: Suga x Rap Monster (SugaMon - NamGi)
Título: "Sprank Me, Daddy"

Sus ojos se abrieron lentamente, se estiró y abrazó su almohada, cerrando sus ojos con pereza una vez más. 
¿Por qué aquellas sábanas parecían más suaves? ¿Por qué sentía frío? ¿Y por qué sentía aquel perfume invadiéndole sus sentidos?
Frunció el ceño y se separó de las blancas telas de aquella almohada. Miró su cama en su totalidad, asombrandose al descubrir que aquella no era su cama. Observó la habitación y trató de recordar la noche anterior. Una sonrisa creció en sus labios, determinando cuan feliz estaba. Se saboreó los labios y sintió en ellos, como un recuerdo, el dulce sabor de los suyos. 
Se miró a si mismo, ruborizándose. Estaba boca abajo, con el culo al aire y el pelo desarreglado. Intentó cubrirse con las sábanas de la cama, cuando, una voz resonó en la habitación.
-Ni se te ocurra taparte-
El menor dió un brinquito de sorpresa, antes de mirar al mayor. 
Se veía de maravilla...  La camisa blanca, entre abierta, los pantalones negros y una taza de café en mano, miraba al menor con una leve sonrisa.
-Nam Joon...- murmuró Yoongi, enderezándose en la cama, dejando una mueca de dolor al sentarse sobre sus piernas. Le dolía el cuerpo entero, hasta la última fibra de su cuerpo.
-Buenos días, pequeño. ¿Quieres que te azote a estas tempranas horas?- preguntó Nam, acercándose a él, dejando la taza de café vacía sobre la mesa de luz, sentándose a un lado de su Gatito, con la expresión seria.
-N-No, Daddy- Dijo Yoongi en tono de súplica.
-Así mejor, pequeño- sonrió Nam, tomando el mentón de Yoongi, atrayéndolo a sus labios, besándolo, dibujandole una sonrisa en los labios al más bajito -¿Haz dormido bien?-
-Aún estoy algo agotado, pero, estoy bien- respondió el de pelo menta antes de enredar sus manos en los crecientes cabellos de la nuca de Nam, sonriéndole aún más, besándole con ternura.
Yoongi se sentía en una nube, a  kilómetros del suelo, como si estuviese flotando. Por primera vez en su vida se sentía completo. 
-A la ducha, vamos- murmuró Nam Joon, sobre la sonrosada boca del menor.
El menor envolvió sus piernas en las cintura de su mayor, quien lo levantó y caminó con él hacia el baño.
Entre apasionados besos, dulces caricias y fervientes manoseos, el baño se resumió en el placer de ambos, sobre todo, en el placer de Nam, al enseñarle a Yoongi como hacer una buena mamada.
Y era como el sueño cumplido de Nam Joon. Aquel par de labios envolvían su falo como si su vida dependiera de ello. 
Aún, ahora en su oficina, podía sentir como sus dedos cosquilleaban a la memoria de los húmedos cabellos de Yoongi, mientras que su miembro amenazaba en endurecerse cual piedra una vez más, al recordar la aún más húmeda boca de su Gatito. Su piel se erizó y suspiró al recordarlo.
Pronto, sus pensamientos se vieron  cortados al sentir el bolsillo de su pantalón vibrar, rebuscó su celular y se sonrió. Al parecer, sus pensamientos fueron oídos.
De: Yoongi~
Hora de envío: 11:47 am 
Daddy, quiero decirte que lo de anoche fué espectacular y que eres un excelente maestro. Me ha fascinado el tutorial de esta mañana en la ducha.
Aunque estoy castigado, y es tu culpa. Que conste...
Nam Joon rió y tecleó rápidamente una respuesta.
De: Daddy~
Hora de envío: 11:48 am
¿De verdad?  Con gusto te puedo enseñar muchas cosas más, mi pequeño, ten paciencia.
¿Por qué estas castigado?
El único que puede castigarte soy yo.
Yoongi, por otra parte, se ocultaba de la mirada de su profesor de ingles. 
Joder, es que la materia lo tenía tan cansado. ¿A quien mierda le importa como contar sobre sus inspiraciónes en ingles? Él no era idiota, cualquiera podría escribirlo, cualquiera podría ser bilingüe. ¡Obviamente se escribía 'Insfires'!
Él era un genio, no necesitaba ayuda de ningún viejo panzón con problemas de calvicie.
Ocultó su celular bajo la mesa y leyó la respuesta con una sonrisa en los labios.
De: Yoongi~
Hora de envío: 11:49 am
Chae Rin me ha castigado por no avisarle que me quedaría a dormir en tu casa. Creyó que me había ocurrido algo malo. 
Ahora por semanas no podré salir de casa. No podremos vernos...
Una rápida respuesta le arrebató otra sonrisa.
De: Daddy~
Hora de envío: 11:50 am
Encontraremos una solución pequeño, me niego a dejarte ir sin más.
Hablamos más tarde.
Volvió su mirada al frente sorprendiéndose de la presencia del profesor de turno mirándolo por debajo de sus gafas.
-Min Yoongi, a la sala de retención, ¡Ahora!- 
Y eso hizo el chico de cabellos menta, recogió sus pertenencias y se encaminó a la apartada sala de retención. El lugar se resumía a una habitación pequeña, con dos ventanas, una decena de sillas vacías y un profesor durmiendo. No era la primera vez que visitaba ese lugar. Oh, no, no. Era la vez número cincuentra y uno para ser exactos.
Yoongi no era el más indefenso de los alumnos, de hecho se había metido en varias peleas con alumnos de otros institutos, con los grados superiores, con algunos compañeros de clase, e, inclusive, había insultado una profesora.
El chico suspiró y se acomodó en la banca, se colocó sus auriculares y espero el momento exacto en el que el profesor roncase para poder escapar por la ventana.
Y así fué. Aquel día Yoongi abrió la tienda más temprano. Cualquier lugar para él sería mejor que estar en el instituto.
En cuanto giró el pequeño cartel de Cerrado a Abierto en la entrada de la tienda, un mensaje le llegó a su celular.
De: TaeTae~
Hora de envío: 12:23 pm
Hyuuuuuuuuuuuung~ Yoongi hyuuuuuung~ ¿Puedo ir a tu casa hoy? Tengo mucho que contarte...
Yoongi se sonrió, Taehyung siempre era así. A cada paso en su relación con Hoseok, corría a contarselo a él. Tecleó con pereza en su celular notando como se comportaba con su mejor amigo y como se comportaba con su... Daddy.
De: Yoongi~
Hora de envío: 12:26 pm
Si prometes no hacer el escándalo de la ultima vez al entrar a casa, si. 
Chae me ha castigado, no puedo salir ni recibir visitas. 
Dejaré la ventana abierta, sube por el árbol como siempre.
Y así el menor dió por finalizada la conversación, de hecho, tenía mucho que contarle a Taehyung tambien... 
-------------------------
-Me siento tan... feliz. Fué como un maldito suelo, pero fué real...- dijo Tae, dejándose caer sobre la cama de Yoongi. 
Taehyung llevaba cerca de veinte minutos hablando sobre la velada que había pasado con Hoseok.
-No es como si solamente hubiésemos follado, fue algo... no sé, mágico-  comentó Tae y sonrió enderezándose una vez más en la cama de su mejor amigo. Se sentó cual indio y miró interesado al chico que yacía sentado en el suelo. -Y ¿Que hay de ti?-
Yoongi miró a Tae arqueando una ceja.
-¿Qué hay de mi de qué?- preguntó el de pelo menta y Tae se acostó boca abajo en la cama, apoyando su mentón sobre sus manos, esperando una respuesta concreta del mayor.
-Vamos, Yoongi, puede que tenga cara de tonto y sea bastante despistado pero, no soy idiota- sonrió Tae y Yoongi se ruborizó -¿Quién es ese apuesto principe rosa del parque?-
¿De verdad tenía que contarlo? 
Miró al chico a su lado quien sonreía con indulgencia.
-Un amigo... Alguien que conocí hace unas semanas, nadie importante- respondió Yoon antes de recordar una vez más al mayor.
Y es que su piel cosquilleaba ante el recuerdo de sus besos y de sus caricias.
-¿La tiene grande o pequeña?- 
-Grande...- balbuceó Yoongi antes de caer en cuenta de que se había delatado solo, miró a Tae con los ojos como platos y rapidamente negó -¿Eh? No, no, espera no lo malentiendas-
Tae dejó una infantil carcajada en el aire, ver al mayor sonrojado era uno de los espectáculos más raros de ver y al Alien le parecía tierno, muy tierno. Por primera vez vió a su Hyung avergonzado por sus palabras.
-¿Ya te acostaste con él? ¡Serás ligero!- rió Tae y recibió un golpe del mayor.
-Cállate, idiota- contestó Yoongi ruborizado a más no poder, volviendo a golpear a Taehyung.
Cuando las risas de ambos cesaron, ambos se sentaron juntos en la cama, uno al lado del otro, disfrutando de la comodidad de su contrario. La confianza afloraba entre ellos en el silencio de la habitación del mayor.
-Él... me ha hecho sentir como nadie más...- dijo Yoongi, abrazando sus delgadas piernas contra su pecho.
Taehyung se dedicó a escucharlo en silencio, disfrutando de ver al verdadero Min Yoongi. El de pelo menta le contó todo lo ocurrido al castaño, obviamente, evitando las palabras Daddy y Gatito.
-Es como si estuvieramos hechos el uno para el otro- se ruborizó y sintió los dígitos de Taehyung despeinarlo.
-Al fin, mi querido hyung mostró su verdadero ser. Me alegra mucho de que así sea- dijo Tae y le  sonrió al mayor.
¿Bonito momento, verdad? Pues duró lo que un sueño...
El sonido de la puerta siendo golpeada los alarmó de sobre manera.
-¿Me quieren ver la cara de tonta? ¡Taehyung, Yoongi está castigado! ¡Tienes dos minutos para ir a tu casa si no quieres que llame a tus padres!- dijo ChaeRin desde el otro lado de la puerta con cierto enojo en su voz.
Taehyung miró Yoongi y comenzó a recoger sus pertenencias.
-Hablamos luego hyung, creo que Noona está en sus días- dijo Tae en voz alta y la puerta se abrió de par en par.
-¡Kim Taehyung!- dijo Chae y Taehyung saltó al mismo árbol por el que había subido.
Fin Cap 6!
ashdashdkjahsdkjh <3
Gif Time:

Mila ^^~

viernes, 22 de julio de 2016

Mini Fic: "Spank me, Daddy" (Namgi) Cap. 5

Hola!


Género: Lemon, Yaoi, Daddy Kink
Capitulo: 5 de ?
 Grupo:  BTS
Pareja: Suga x Rap Monster (SugaMon - NamGi)
Título: "Sprank Me, Daddy"

Suspiró y notó sus pies repiquetear al ritmo de la música.
¡Oh Yoongi!
¡Lo que tienes de niño bueno, lo tienes de torpe!
Aquella misma tarde, había decidido tomar una pequeña y leve siesta. Y con leve, me refiero a que fueron cuatro horas de sueño sin interrupciones. Y no, Chae Rin tampoco hizo esfuerzo por levantarlo.
El caso es que llevaba hora y media de retraso. ¡¿Que excusa daría?!
-Hyung, me he dormido pensando en ti y en que ponerme para hoy- dijo y volvió a hablar consigo mismo -Hyung, lo siento, surgió un problema- el chico negó y se revolvió el cabello exasperado dejando un ligero chillido en el aire.
No, definitivamente soportaría los regaños del mayor, miró al frente una vez más y se ruborizó. ¿Tenía putos monos en la cara? ¡La gente en el autobus lo miraban como si hubiese escapado de un circo!
De seguro que era por su pelo menta, no tiene nada de malo gritar en un autobús... ¿Verdad? Es normal... O al menos eso pensaba Yoongi.
Suspiró y miró su reflejo en la ventanilla del autobus, notando su pulso incrementar.
¿Cómo lo recibiría?
Vió sus delgados y levemente mullidos labios morderse a traves del espejo. La anticipación estaba haciendo estragos de él.
Cuando la calles llegaron, tocó timbre y bajó nervioso del autobús, caminando pronto por las calles de la ciudad.
-Por aquí pasa cada día...- pensó y se ruborizó una vez más, acomodando los lazos de su mochila en sus hombros. Al emprender camino a casa de Nam Joon, Yoongi continuó preguntándose cuál sería la reacción del mayor.
Sus pies se detuvieron pronto y su mano tembló al dirigirse al timbre.
-No creo que me diga nada...- murmuró y con una sonrisa en los labios tocó el botón.
Pasaron eternos segundos antes de que la puerta se abriera con desgano.
Los ojos avellana miraron los suyos y en ese instante, YoonGi supo que la había cagado.
El mayor frunció el ceño y tiro de la mano del menor. La puerta se cerró a las espaldas del chico y NamJoon apoyo su mano en la madera de la puerta.
-¿Qué mierda ha pasado contigo que ni siquiera me has llamado? ¡¿Tienes la mínima idea de todas las desgracias que se me han pasado por la cabeza, Min Yoongi?!- dijo con la voz ronca, más profunda que nunca.
El chico de cabellos menta miró anonadado y asustado la reacción del mayor, pero, al mismo nivel que el miedo y el asombro, estaba la excitación. ¿Desde cuando lo ponía tan cachondo el que le tomaran de la mano de forma brusca y lo aprisionaran?
-Lo-Lo siento, Hyung- susurró el menor y el corazón comenzó a latirle aún con más fuerza que antes.
¿Y cómo podría enojarse con esos ojitos? Si era la cosa más bonita del planeta a los ojos del joven de pelo rosa.
-Prometo que no volverá a suceder, no me reprendas, por favor- pidió Yoongi y un leve puchero se instaló en sus labios, un leve gesto que derritió el corazón del mayor quien suspiró y miró al menor nuevamente a los ojos.
Su mano soltó la suya y lo despeinó con ternura.
-La próxima vez, avisa, pequeño idiota- dijo Nam Joon antes de dejarlo pasar con libertad a su departamento.
De pisos de madera, paredes blancas, algunos cuadros, bastantes luces y grandes vistas. Los sillones blancos contrastaban muy bien con los pisos de madera, la alfombra en el centro de la sala también lo habían dejado anonadado. La cocina era espaciosa, pero, parecía jamás ser usada. Definitivamente, al joven le iba bien.
-¿Eres un Idol?- preguntó Yoongi antes de descalzarse.
NamJoon rió y se encaminó a la cocina, buscando algo de beber.
-¿Un café, té, agua, refresco?- preguntó el mayor, sosteniendo la puerta de su nevera.
-Agua- respondió Yoongi, dejando su mochila sobre su regazo mientras se hundía en el sillón. Oh, tan blandito...
Al volver de la cocina, Nam Joon pudo divisar al menor saltar varias veces sobre el sillón de su sala, tirándose y ocupando todo el sofá.
-Me alegra que te haya gustado mi sillón, Yoongi- rió Nam Joon y el menor se quedó estático, levantandose lentamente con las mejillas hechas un par de tomates. El chico de cabellos menta se encaminó al mayor, tomando el vaso de agua que traía, agradeciendo su atención.
Ambos se miraron a los ojos sin saber muy bien como actuar...
-Entonces... ¿Seré tu modelo?- comentó el bajito, con las mejillas ruborizadas y una tímida sonrisa emergiendo de sus finos labios.
Nam Joon asintió y con un movimiento de cabeza lo invitó a acompañarlo, lo guió por los pasillos de su casa hasta una habitación en particular.
Los focos eran grandes y su luz era prominente. Las luces se dirigían a un mismo punto, con las paredes blancas y el piso del mismo color, una cama de madera llamaba bastante la atención. De dos cuerpos, de sábanas marfil y almohadas desalineadas del mismo color, hicieron que la imaginación de Yoongi volara.
-¿Aquí me tomarás fotos?- preguntó el chico de cabellos menta, recibió como respuesta una tímida sonrisa y un asentimiento por parte del más alto.
-Deberás cambiarte de ropa- dijo Nam Joon y un creciente cosquilleo en su estómago le advirtió que si seguía pensando en Yoongi desvistiéndose, tendría un notorio problema.
-Está bien- dijo Gi, y dejó su vaso de agua sobre una apartada mesa en la habitación -¿Donde está la ropa?-
-En la puerta de allí encontrarás el vestuario que quieras. Elige lo que desees- dijo Nam, comenzando a ajustar la cámara.
-¿Lo que yo quiera?-
-Lo que tu quieras- respondió el de pelo rosa, antes de ver al menor marchar...

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Nam Joon ajustó el ángulo de la cámara una vez más, marcando con una pequeña y diminuta cruz el piso, justo donde él estaba parado. El joven de ojos avellana y pelo rosa esperaba con cierta impaciencia a su modelo. Y es que el bajito llevaba más de media hora encerrado en aquella habitación que él mismo le había marcado. Suspiró y se acercó a la única ventana de aquel lugar, se cruzó de brazos y miró la bóveda azul.
La estrellas parecían brillar  con  una intensidad jamás vista antes, o al menos, eso veían sus ojos. Miró la luna y la vió hecha una uña en el cielo.
-Hyung~-
La voz del menor sonó tan... melodiosa, que Nam Joon tuvo que obligarse a si mismo de no girarse y tomar sus manos con brusquedad. Sin embargo, el mayor lo miró y de inmediato se arrepintió de haberle dejado escoger las prendas.
Las medias blancas con ligeras puntillas en los muslos parecían continuar esta vez en un par de tiras, subió un poco más la visual y sintió su boca aguarse en demasía al ver la camisa blanca abotonada con delicadeza. Pero, la gota que rebasó el vaso fué aquella gargantilla negra con un pequeño y casi imperceptible dije en forma de huella.
Iba a  morir de un infarto, era un hecho.
-Lamento haber tardado tanto- dijo Yoongi, despeinándose un poco, gesto que enloqueció aún más al mayor.
Joon pasó saliva y acomodó la garganta.
-No-No hay problema, acomódate como gustes en la cama- respondió por fin y el bajito asintió, encaminandose a la cama.
Y fué demasiado para el mayor, sus ojos se le fueron casi sin querer, casi.
El bonito (y ya inspeccionado de memoria) culo de Yoongi era apenas cubierto por la camisa. Min continuó su camino y se dejó caer en la cama, sentándose en ella. Su mirada algo incómoda por la situación buscó la de Nam Joon quien con una sonrisa en el rostro, tomó posición detras de las luces.
Tomó su cámara y comenzó a tomarle fotos al menor. Se enfocaba en su mirada, en sus delgadas y blancas piernas, en sus manos sobre la camisa... en sus labios.
Si no tomaba una ducha en los próximos minutos, una increíble empalmada se generaría bajo la tela de sus pantalones, algo que no sería bonito de mostrar al menor.
Yoongi sin embargo, estaba disfrutando de aquella sesión. Se sentía observado en demasía, se sentía... extasiado.
Miró a Nam Joon, quien aún lo observaba detrás del lente de la cámara y dejó una tímida sonrisa antes de que se dejara caer sobre las desalineadas sábanas. Juntó sus rodillas en el aire y dirigió sus manos a los botones de su camisa.
Las palabras estaban en la punta de su lengua y estaba haciendo un soberano esfuerzo por no dejarlas escapar.
El menor logró desprender los primeros botones antes de mirar a Nam Joon y extender su mano a él.
-Hyung~ Necesito ayuda...- pidió con la mirada suplicante y brillante.
¿Qué es lo que llevó a Yoongi a comportarse de esa manera?
Aún detrás de los focos, en algún momento, vió al mayor por completo, deleitándose con cada click de la cámara y con la erección formada bajo sus pantalones.
Su hyung bajó la cámara, pasó entre los focos y tomó la mano del menor.
-¿Que necesitas, Yoongi?-preguntó el mayor y su voz profunda hizo estragos en el chico de pelo menta.
Yoongi tiró de la mano del mayor y lo invitó a dejarse caer en la cama, dejando una sonrisa al ver que sus plan iba  a la perfección. Tomó prestada su cámara y sin más le tomó fotos. Se sentó a horcajadas sobre su pelvis, justo sobre su paquete. A Nam se le escapó un jadeo y Yoongi se ruborizó.
-Estás jugando con fuego, pequeño- y sus anchas manos subieron hasta la cintura del menor,  enderezándose pronto en la cama.
Yoongi dejó la cámara a un lado y miró a Nam Joon directamente a los ojos, ignorando su timidez y  creciente rubor. Sus manos se dirigieron ahora por si solas al pelo rosa, internando sus dígitos, tirando un poco.
-Me quiero quemar, hyung- dijo antes de que sus labios recortaran la poca distancia que había entre ellos, besándolo con delicadeza, solo un roce de labios.
-No me podré controlar, Yoongi, yo- comenzó a decir antes de ver una sonrisa en los labios del menor.
-No lo hagas, no te controles, Nam- insistió Min antes de mover sus caderas hacia adelante.
Aquel movimiento sin experiencia, fué el interruptor en el mayor.
-No vuelvas a decir mi nombre, a partir de ahora dime Daddy. Tú te buscaste esto, gatito, ahora pagarás las consecuencias- dijo Nam Joon antes de besar los dulces labios de su ahora Gatito.
Yoongi se sentía demasiado maravillado y avasallado por el mayor. Lo besaba con fiereza, algo que aquel chico amó desde el primer instante. Su boca envolvía la suya con facilidad, podía notar la punta de la lengua del contrario en su labio inferior, pidiendo un silencioso permiso para ingresar por completo a su boca. ¡Oh! Le iba a dar el gusto.
Su lengua acarició la suya y por sobre todas las cosas, las manos del mayor se dirigieron a la parte posterior de su cuello para atraerlo aún más a él. No se dieron tregua, no hubo un instante en el que Yoongi no dejara escapar un leve gemido de sus labios.
Se separaron por la falta de aire y en ese instante el menor se sitió indefenso, pequeño y frágil. Las manos del mayor bajaron por sus lados y se aferraron a su cadera, ayudándole a mecerse sobre la tela de los jeans del mayor.
-Nam Joon...- gimió el chico antes de recibir un gruñido del mayor, quien detuvo sus caderas y obligó a levantarse -¿Qué? ¿Por qué te detie- comenzó a preguntar antes de que su contrario lo interrumpiera, tomando su mentón y apretando sus mejillas.
-¿Qué parte de llamarme Daddy no has entendido?- preguntó y Yoongi se mordió el labio inferior.
-¿Lo-Lo siento?- murmuró y Nam Joon cambió su semblante a uno más serio, señalando su regazo. Gi lo miró asustado y ruborizado a más no poder, sin embargo, lo hizo, se recostó boca abajo sobre las rodillas del mayor.
-¿Sabes que has sido un niño malo, Gatito?- preguntó el mayor, comenzando a levantar la camisa blanca que cubría el lindo culo del menor.
Y a Nam Joon se le paró el corazón para comenzara a palpitar con demasiada fuerza.
Bragas...
El enano hijo de puta llevaba malditas bragas de encaje color negro.
-Da-Daddy- gimió Yoongi al sentir el tacto del mayor en sus glúteos, acarició uno de ellos y pronto, levantó la mano.
-Dí que lo sientes- dijo Nam y se mordió con fuerza el labio inferior.
-Lo siento- murmuró el menor y el golpe llegó al instante. El ardor no se hizo esperar y la verguenza hicieron que Yoongi ocultara su rostro entre sus manos.
-Lo siento ¿qué?- preguntó Nam Joon disfrutando en demasía la tensión sexual que giraba en torno a ambos. Gracias a la luz de los focos, pudo ver lo que una sola palmada había provocado. El pequeño y blanco culo del menor se teñía de rosa y rojo.
-Lo siento mucho- dijo el bajito y otra nalgada llegó. ¿Había algo más embarazoso e igualmente excitante?
-Respuesta incorrecta, Gatito- sonrió Nam y dió otra nalgada, subiendo la fuerza con la que azotaba al menor.
Yoongi se quedó en silencio, mordiendose los labios, demasiado caliente y resignado.
¿Que mierda era lo que quería que dijera?
Pronto un repiqueteo doloroso le recordaron que Nam no era precisamente el joven más paciente del planeta. Su ancha y fuerte mano golpeo sin parar su culo que de seguro era un tomate ahora. Tanta fué la calentura de Yoongi que gimió alto cuando aquella mano golpeó más abajo de lo debido, muy cerca de sus hinchados testículos
-Lo siento mucho, Daddy- dijo el chico de cabellos menta en un alto e inevitable gemido.
Nam sonrió satisfecho antes de tomar una rápida foto al culo en pompa del menor, con sus manos marcadas en aquel blanco lienzo. Dejó la cámara a un lado y tomando al más bajito en brazos, lo  colocó sobre la cama. Se sintió el tipo más afortunado del planeta al tener semejante manjar sobre las sábanas de su cama, Yoongi sin embargo, no pudo más que sobarse cobre la ropa. El dolor en su parte baja lo estaba matando y necesitaba mimos, muchos mimos.
-Deja de tocarte- ordenó con la voz grave y el menor lo miró suplicante.
-Me duele mucho, daddy~-
Oh Min Yoongi, ¡eres bueno en aprender cosas nuevas!
El mayor se acercó a él y abrió por completo la camisa, arrebatándola de su delgaducho cuerpo...
La tela de aquellas bragas no dejaban nada a la imaginación y comenzaban a mojarse más de lo esperado, justo en aquel sitio donde yacía el sonrosado y jugoso glande de Yoongi. Las ganas fueron más de las esperadas. Podía sentir sus papilas gustativas aclamar a gritos probar de aquel delicioso y húmedo néctar que emergía a borbotones.
NamJoon se colocó entre las piernas de Yoongi, abriendolas, acariciándolas, maravillándose con lo suave que era su piel. Miró a su pequeño Gatito y sonrió satisfecho, notando sus manos arremolinarse sobre su pecho.
Sus mullidos labios se pasearon sobre la tela de las medias, mordiendo al llegar a la piel desnuda. Repitió el camino esta vez sobre su pierna derecha antes de dibujar un amorfo camino hacia aquel sitio, aquel expuesto y húmedo sitió.
-Ahh~ Da-Daddy~~- gimió Yoongi, elevando sus caderas y formando un arco con su espalda cuando el mayor mojó aún más su ropa interior.
El joven de pelos rosas, hizo a un lado las bragas antes de dejar escapar los testículos de Yoongi, lamiendolos sin culpa, esperando los gemidos que no tardaron en llegar. Pasó su lengua entre ellos para pronto acariciar con sus labios la base de su pene.
-Levanta el bonito culo que tienes, Gatito- ordenó y su menor lo hizo, levantó las caderas y él al fin pudo quitarle las bragas. El miembro de Yoongi salió disparado, demasiado duro, demasiado caliente... -¿Qué quieres que haga, Yoongi?- preguntó.
El nombrado lo miró mordiendose el labio inferior y paseando su pequeña lengua por sus labios.
-Hazme mimos, Daddy- pidió en tono de súplica, palabras que enloquecieron al mayor, quien simplemente, sopló y lamió su necesitado miembro.
-Dime que quieres que haga, pequeño- insitió Nam Joon.
Con sus labios apresó la punta de su goteante pene, chupando con fuerza, separándose pronto.
-No, agh~ Sigue- gimió y el mayor volvió a chupar más flojito -Chúpala,  por favor, por favor, Daddy- suplicó y Nam Joon sonrió, engullendo por completo el pene de Yoongi, quien, sin poder evitarlo, dirigió sus manos a la cabellera del mayor, empujando sus caderas una y otra vez.
Su pequeño, si, SU pequeño le estaba follando la boca, un pequeño detalle para él que Nam Joon quiso regalarle. Había sido un niño malo al seducirlo y llegar tarde a su cita, pero, había sido un niño bueno al dejarse llevar por lo que realmente quería.
Chupó con fuerza sostuvo con sus manos las caderas del menor antes de mover su cabeza de arriba hacia abajo, engullendo hasta el último centímetro. Su lengua se enrolló en su glande y el chico se dejó llevar.
El tibio líquido era mucho más dulce de lo que Nam esperaba, cosa que le encantó. Tragó sin asco parte del líquido antes de bajar una vez más con su lengua cargada.
-¿Q-Qué haces Daddy?- preguntó el chico de pelos menta antes  separar mucho más sus delgadas piernas.
Haciendo caso omiso a las cuestiones del más bajito, el joven de cabellos rosas continuó su camino hasta su entrada antes de comenzar a esparcir el semen de Yoongi en aquel lugar.
-¿Alguna vez te han tocado aquí, pequeño?- preguntó el mayor y Min negó avergonzado -¿Eres virgen?-
-Si-Si- tartamudeó Yoongi y vió una sonrisa tranquilizadora en los labios del su Daddy, si, SU Daddy.
-Solo por ser tu primera vez, intentaré ser suave, lo prometo- dijo Nam antes de tender su mano al menor -Ya sabes lo que hacer pequeño, chupa-
-Pero... Yo quiero que Daddy me folle duro- dijo el bajito con un puchero en los labios.
-Creeme que cuando lo haga no voy a andar con preparativos, Yoongi. Y vas a necesitar reposo, mucho reposo- Nam Joon comenzó a desvestirse, se desprendió la camisa y se la quitó sin dejar de mirarlo... Sus manos descendieron a su pantalón, desabrochando y bajándolo junto con su ropa interior.
Yoongi miró al mayor en su totalidad, mirando aquel hinchado falo.
Las venas se marcaban con necesidad y por la punta comenzaba emanar líquido preseminal. Algo dentro de él comenzó a cosquillear, enviando sensaciones directamente a su pene y a sus testículos, quienes comenzaron a doler sin compasión.
- -¿Te gusta algo que ves, Gatito?- preguntó el mayor y su contrario jadeó ruborizado a más no poder.-Chupa mis dedos si no quieres sufrir tanto, pequeño- ordenó y notó el delgado cuerpo frente a él temblar. El aún niño tomó la mano de su mayor y ensalivó sus dedos, chupando y lamiendo como si de otra cosa se tratase.
Cuando el menor creyó que era suficiente miró a su Daddy, y éste retiró su mano, haciendo un húmedo camino amorfo en sus glúteos, llegando a aquella union... llegando a su  entrada. Nam esparció la saliva por aquel apretado orificio y con su izquierda acarició el desatendido miembro de Gi. Ingresó el primer dígito y Yoongi maldijo por dentro, era tan incómodo.
El vaiven de la mano del mayor sobre él lo distrajeron lo suficiente como para no notar la intromisión del segundo dígito entrar en él, su espalda se arqueó al notar un pequeño toque en algún punto desconocido. Los dos dígitos se abrieron una y otra vez, expandiendo poco a poco, dilatandolo.
Nam se encargó de atender la punta de su pene, lamiendose el labio inferior. Al notarlo listo, tomó su caderas, acercándolo a él. Tomó un preservativo de su desalineado pantalón y se lo colocó, deslizándolo por completo.
-Hazlo, por favor. Prometo ser un niño bueno, haz que deje de doler Daddy- pidió el pequeño antes de sentir como sin avisar, entraba en él. Sus manos se dirigieron a los brazos de Nam, apretando y hundiendo sus uñas.
Sin dar un segundo de tregua, el mayor, cegado por el placer de tan estrecho pasaje, movió sus caderas, embistiendo.
-Agh, duele- gimió Yoongi,  mordiendose los labios.
El de pelo rosa, embistió una y otra vez, notando como lentamente el menor se acostumbraba a él, gimiendo con cada vez más frecuencia.
-Más, más fuerte- pidió y su espalda se arqueó. Movió sus pequeñas caderas con inexperiencia, dejó que el mayor hiciera lo que quisiera con él. Se estaba entregando por completo a un desconocido.
Pero...
Que bueno que estaba.
Solo pudo ver a Nam Joon fruncir el ceño y oir el sucio sonido de ambos chocando, de sus pieles pegandose.
-Tócate, Yoongi- ordenó y su voz sonó tan profunda...
El chico envolvió su miembro con ambas manos, notando como su Daddy se movía de forma dura contra él.
Sus cuerpos se unieron y distanciaron incontables veces antes de que ambos notaran que el mundo se volvía un caos a su alrededor y de como finalmente, ambos se sumían en un profundo éxtasis...
Al notar como ámbos llegaban al más exquisito de los orgasmos que hayan experimentado nunca.

Fin Cap. 5!

askdjalksjdlkasjd <3
Espero que les haya gustado pronto! <3

GIF TIME:


Mila ^^~



jueves, 14 de julio de 2016

Mini Fic: "Spank me, Daddy" (Namgi) Cap. 4

Holaaaaaaaaaaaaaaaaa



Género: Lemon, Yaoi, Daddy Kink
Capitulo: 4 de ?
 Grupo:  BTS
Pareja: Suga x Rap Monster (SugaMon - NamGi)
Título: "Sprank Me, Daddy"

Notó sus labios abrirse y un gemido que nunca había oído antes, salió desde el fondo de su garganta.
-¿Te gusta, pequeño?-
Abrió los ojos y buscó la mirada del dueño de aquella voz que tanto conocía.
Oh, Yoongi no pudo más que gemir una vez más al encontrar al mayor moviendo su izquierda sobre su despierto pene. Nam Joon le dedicó una sonrisa mientras aventuraba sus dígitos en los suaves y delicados pliegues del miembro del menor.
El chico de pelo menta abrió aún más sus delgadas piernas, permitiendo al mayor que lo tocase.
-Tu culo en pompa es lo mejor que he visto en mi vida, Yoongi- admitió el mayor y movió su mano sobre el miembro del contrario.
¿Era una una vaca para que lo ordeñaran en aquella posición?
Min se lamió los labios y los mordió con fuerza mientras que dejaba caer su pecho sobre su cama. Se sentí tan bien, tan amado por primera vez en su vida.
Se estaba entregando a él, el dueño de sus más impuros pensamientos.
-Gime para mi, bebé- ordenó Nam Joon moviendo con aún más frenesí su mano sobre el rígido miembro del más bajito, quien buscó tomar aire de algún lugar antes de gemir con fuerza.
Una gigantesca ola consumió a Yoongi, una ola de placer que lo llevó a la gloria por unos instantes. Su cuerpo se tensó y volvió pronto a serenarse mientras oía el despertador sonar con ganas.
Abrió los ojos de par en par y se enderezó en la cama, levantando pronto las sábanas y descubrió así la carpa que se formaba en sus bóxer blancos.
Sus mejillas fueron inundadas por el color carmesí y volvió a dejarse caer en la cama.
Acababa de tener un sueño húmedo con él, y joder, que bueno que estaba. Aún podía sentir las manos de Nam Joon acariciando su falo, apretando su glande, dejándolo en el cielo mismo.
¿Cómo podría verlo a la cara?
La puerta sonó y él adolescente se cubrió rápidamente, invitando a pasar a la dueña de la casa.
-Dulcineo, ya es hora del colegio, levántate, ¿si?- se sonrió su hermana mayor desde la puerta.
-Si, noona- se sonrió nervioso el menor, endulzado por la sonrisa de su hermana y nervioso por la rígida erección que ocultaa bajo las sábanas.
-¿Haz dormido bien?- preguntó la chica aleteando sus largas pestañas negras.
El menor asintió y ella se sonrió.
-Te espero abajo, prepararé el desayuno- dijo la chica antes de cerrar la puerta.
Yoongi suspiró pesadamente mientras miraba su habitación. Llevaba viviendo con su hermana mayor en aquel departamento por nueve años, justo cuando ella cumplió la mayoría de edad.
De mismo tono chocolate en sus ojos y de cabello largo y rubio, Chae Rin y él, se las arreglaron muy bien solos, desde que había ocurrido aquello... Chae era la única familia de Yoongi. Bueno, esto último sin contar a su tío que al irse del país, le dejó la tienda a cargo a ambos.
Y con referencia a aquello... mejor hablarlo en otro momento.
El chico de cabellos menta tomó algo de ropa de su guardarropa y se dirigió al baño. En cuanto el agua hizo contacto con su piel, pudo notar un gemido travieso que escapó de sus sonrosados labios.
¿Cómo se sentirían sus labios sobre su piel?
¿Cómo se sentiría su tacto sobre su piel?
Yoongi se ponía cada vez más cachondo a medida de que los minutos pasaban bajo la continua lluvia de su ducha. Sus manos se dirigieron sin previo aviso a aquel lugar...
-Nam Joon...- susurró y apoyó su frente sobre los azulejos del baño mientras subía y bajaba su mano a lo largo de su miembro.
Las pequeñas corrientes eléctricas comenzaban a arremolinarse en su estómago, bajando hasta llegar a sus ya inflamados testículos.
¿Había sentido algo asi antes?
Por supuesto que si, pero jamás con tanta intensidad.
Dejó que su derecha se encargara de aumentar el ritmo de sus caricias mientras que dirigía su izquierda a sus labios. Lamió sus dedos, pasó su suave lengua entre ellos. El sabor era nuevo, se acostumbró a él pronto.
Imaginó que no estaba solo, que alguien más lo tocaba como él lo hacía, que alguien más lo acariciaba, que sus dedos no eran más que la lengua del mayor.
Con aquellos pensamientos Yoongi fué un niño malo or primera vez, dejando escapar un gemido ahogado de sus labios, nombrando al dueño de sus sueños húmedos.

Por otro lado, del otro lado de la ciudad, Nam Joon revelaba las últimas fotos que había conseguido y es que, a decir verdad, en pocos días había conseguido llenar por completo un mural con las fotos de aquel chico de cabellos mentas.
Tendió la última foto y sonrió al ver la sonrisa de aquel chico en el papel fotográfico. Lavó sus manos y tomando su sandwich, apreció sus obras de arte.
Aún no sabía por qué le atraía tanto. ¿Sería su mirada? ¿Su tímida sonrisa? ¿Su apariencia? ¿o, la química que existía entre ellos?
No, aún no lo sabía, pero tenía claro que sus nervios comenzaban a hacer estragos de su cuerpo.
Salió de aquella pequeña habitación en penumbras y se encaminó una vez más a su recámara, buscando su celular. Sostuvo una vez más su taza de café y desbloqueó su celular, buscando su número.
Se sorprendió cuando, inesperadamente, un mensaje de Yoongi le llegó. El chico no pudo más que sonreir anonadado. Al abrir el mensaje, se tapó los labios sonriendose una vez más.

De: Yoongi~ <3
Hora de envío: 12:30 pm

Hyung, soñé contigo hoy. ¿No has pensado en mi?
Buu ( > 3 < )
Te escribo para preguntarte cuando debería ir a tomarme fotos.

Nam Joon se percató de cuan rápido llego a escribir su respuesta y sonrió una vez más.

De: Nam Joon~
Hora de envío: 12:31 pm

Buenos días para ti tambien, pequeño.
Si, también he pensado en ti.
¿Por qué no vienes esta tarde a casa?

Cuando la respuesta del menor no demoró en llegar.

De: Yoongi~
Hora de envío: 12:32 pm

Esta bien hyung, iré.
¿Debo llevar algo?

Dejó su taza de café volvió a escribir.

De: Nam Joon~
Hora de envío: 12:34 pm
Con que tú vengas, me es suficiente, Yoongi.
Te espero a las 19:30 pm, sé puntual.

Y ¿Para que hablar de cuan lento pasaron las horas?
¿Para que hablar de cuantas veces Chae Rin le preguntó a su hermano menor si verdad había quedado con Taehyung aquella tarde? ¿Para que hablar de los tartamudeos del menor y de sus rojas mejillas al responder?

-Estoy a punto de llamar a Tae y preguntar si realmente a quedado contigo. ¿Te verás con alguien que no conozco?- preguntó Chae, cruzándose de brazos.
El menor suspiró pesado y no le quedó de otra que asentir.
-Iré a verme con alguien, pero no te preocupes, es un buen chico- dijo y su hermana arqueó una ceja antes de sonreir y abrazarlo.
-Solo prométeme que usarás condón, pequeño tonto- rió Chae y Yoongi no pudo más que reir ante la confidencia que había entre ambos.

-¡¿Por qué me tomas?!- dijo y rió antes de encaminarse a su recámara y sonreirse, buscando que ponerse para su pequeña cita.

Fin cap. 4

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Mila ^^~

miércoles, 13 de julio de 2016

Mini Fic: "Spank me, Daddy" (Namgi) Cap. 3

Holaaaaaaaa!!



Género: Lemon, Yaoi, Daddy Kink
Capitulo: 3 de ?
 Grupo:  BTS
Pareja: Suga x Rap Monster (SugaMon - NamGi)
Título: "Sprank Me, Daddy"


Yoongi era un niño buemo... o si, claro que lo era. Su cabello menta parecía relucir más aquella noche a los ojos del mayor. Y es que, desde que los amigos del menor se habían marchado, el bajito se había quedado a su lado, conversando poco, disfrutando del silencio.
Punto número uno en común: Los lugares silenciosos y tranquilos.
A los ojos del menor, el otro parecía tener la mirada aún más brillosa desde la última vez que lo había visto.
La química entre ellos era casi palpable. Mientras el menor se giraba en su lugar para apoyar su antehrazo en el respaldo de la banca y apoyar su mano en su cien derecha, el mayor jugueteaba con sus propios pulgares.
Miles de preguntas comenzaron a pasear por la mente de Nam, ¿que sucedería si simplemente le comentara al menor sobre sus impuros pensamientos con respecto a él? Seguro salía corriendo, y eso era lo que el mayor menos quería en el planeta.
Nam Joon dejó un suspiro en el aire y tragó saliva antes de levantarse de la banca, dió una mirada al menor antes de sonreirle.
-¿Te apetece un helado?- preguntó el mayor.
Los ojos del más bajito parecieron brillar, mientras daba un saltito de la banca y caminaba al lado del mayor, disfrutando de su silenciosa precensia.
Charlaron de muchas cosas, del pasado, del futuro, de los gustos y disgustos.
Charlaron hasta cansarse.
Mientras que Nam Joon descubría que el helado de fresa era el favorito de Yoongi, Yoongi descubría que para el mayor era el de pistachos el mejor del mundo.
También tomaron fotos, oh, si que las tomaron, Nam tomaba alguna foto sin el consentimiento del menor de vez en cuando.

Sin embargo, todo fué tan efímero.
-¿Nam Joon?- preguntó alguien cerca y ambos se giraron, el mayor quedó estático al ver la sombría mirada de un conocido.
¡Y como se conocían!
Yoongi miró el furioso intercambio de miradas que se propinaban unos a otros.
-Seokjin- dijó y mostró un intento de sonrisa en sus labios.
El de pelo menta miró al recié llegado y volvió a mirar a Nam.
-Creí que ya habías olvidado mi nombre, no volviste a llamar- dijo Seokjin, antes de mirar al menor.
Lo miró de pies a cabeza, arqueando una ceja.
-¿Debería sentirlo? Creo que había quedado bastante claro que lo nuestro había terminado- respondió el de piel canela.
-¿De verdad? Oh no mientas, fuí lo mejor que te pasó en la vida, ¿como olvidarme?- se sonrió Jin con satisfacción.
Las palabras escaparon de la boca del menor antes de que éste pudiera retenerlas.
-Lunático...- murmuró y Seokjin lo miró con el ceño fruncido.
-¿Alguien te dirigió la palabra, pulga?- preguntó Jin, encarándo a Yoongi, mirando hacia abajo.
-No es necesario que nadie me dirija la palabra para que pueda decir la verdad. Un lunático no dejará de ser lo nunca, lunático- se sonrió el menos, probando su helado.
Nam Joon lo miró anonadado, ¿ese dulce rostro era solo la fachada de un malhumorado niño?
-¿Me cambiaste por... esto?- preguntó Jin, antes de reir.
-¿Qué te parece tan gracioso? ¿El que te hayan dejado por alguien menor?- sonrió Yoongi, antes de tironear de la campera del mayor. Lo que parecía ser un intento por parecer fuerte, no, era todo lo contrario. Necesitaba apoyo, o no saldría de esas solo.
-¿De verdad me cambiaste por este puberto niño?- volvió a preguntar Jin.
Nam Joon miró al menor a los ojos y este le dió una sonrisa.
-El al menos no me dejará plantado en citas o me dejará por su mejor amigo, con el corazón destrozado y un ramo de flores en iguales condiciones- respondió el mayor, antes de tomar la mano del chico de cabellos menta y tirar de él hacia algún lugar.

-------------.

Los pasos cesaron pronto.
Se encontraban frente a la misma banca de antes, Nam Joon soltó la mano de Yoongi. Por un momento ambos sintieron de que juntos podrían escapar de sus propios problemas.
-Nam Joon...- susurró Yoongi, antes de dar un paso adelante, mirando la casi interminable espalda del mayor.
Por un instante... Yoongi sintió el dolor de su contrario. ¿Por qué tenía la extraña sensación de que Nam Joon tenía el corazón agrietado? ¿Tanto daño le había hecho aquel idiota de cara bonita?
Por que debía admitirlo, era guapo, mucho más guapo que él, sin embargo, no detenía el hecho de que fuera un idiota lunático con tendencias megalomaníacas.
El pequeño no se dió cuenta de sus acciones hasta que sintió sus brazos envolverse en la cintura del mayor, su mejilla derecha quedó inevitablemente pegada a la espalda de Joon, su natural fragancia lo invadió y Yoongi nunca se sintió tan completo antes.
Sus delgados y paliduchos brazos parecían estar hechos a la medida de la cintura del mayor.
Min estuvo a punto de alejarse de Nam Joon antes de que este se girara entre sus pequeños agarres y devolviera el gesto a Yoongi.
-Hyung- susurró el menor disfrutando del cálido y protector abrazo de Nam, suspirando ligera e imperceptiblemente sobre su pecho.
-Gracias pequeño, lo necesitaba- sonrió el mayor, apoyando su mentón sobre los finos cabellos mentas.
¿Por qué ambos tenían la incómoda sensación de que sus cuerpos estaban hechos a conveniencia del contrario?
Cuando los brazos de ambos cedieron, se miraron a los ojos unos instantes de que el celular del menor sonara.
-Debe ser tu familia, ya es tarde- dijo Nam sin sentir de verdad esas palabras.
Podría estar la vida entera disfrutando del contacto entre sus manos, de sus cuerpos, de sus miradas.
Y es que en tan poco tiempo el menor había ocupado una parte del agrietado corazón del mayor. Para el menor, el joven de cabellos rosas había ocupado parte de sus pensamientos, una gran parte de sus deseos y sus sueños por completo.
-Si, tienes razón- sonrió con cierta tristeza el menor, se giró hacia Nam Joon y volvió a abrazarlo con fuerza.
Si, a veces era un tanto infantil. Solo a veces...
-¿Algún día aceptaras mi propuesta?- preguntó Nam con una sonrisa arraigada con fuerza a sus labios.
-¿Cuál propuesta?- preguntó el bajito.
Nam Joon se sonrió aún más ampliamente.
Era adorable.
-¿Me darías al menos unas horas de tu tiempo para tomarte algunas fotos?-
Yoongi sonrió con dulzura, asintiendo finalmente.
-¿Dónde nos encontramos?- preguntó Min, recogiendo sus pertenencias.
El mayor se apresuró a tomar el celular del menor y llamar a su propio celular.
-Te enviaré la dirección esta noche- respondió Nam, devolviendo el celular al menor. El aparato comenzó a sonar una vez más antes de que éste asintiera.
Yoongi emprendió camino a casa una vez, mirando hacia atras más de una vez, saludando a Nam Joon.
El menor recibió muchos sermones de su hermana mayor, demasiado sermones... Palabrería que no escuchó puesto que comenzaba a pensar que era lo que se pondría para su encuentro con el mayor, y es que estaba demasiado emocionado como para dejarlo pasar.
El mayor volvió a casa tras despedir sin ganas a Yoongi, retornó por las mismas calles de siempre, volvió a su aburrido departamento, en su aburrido barrio, en su aburrido edificio; con la latente esperanza de que algun día todo se llenara de color. Envió su dirección al menor, sonriendo con anticipación.

Con la esperanza de que todo se tiñera de colores pasteles y sobre todo, mentas y blancos.

Fin Cap.3!


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Mila ^^~

viernes, 8 de julio de 2016

Mini Fic: "Spank me, Daddy" (Namgi) Cap. 2

Holaaaaaaaaaaaaaa!!


Género: Lemon, Yaoi, Daddy Kink
Capitulo: 2 de ?
 Grupo:  BTS
Pareja: Suga x Rap Monster (SugaMon - NamGi)
Título: "Sprank Me, Daddy"

-¡Pásala de una puta vez!- gritó el chico de pelo menta alzando los brazos, esperando a que el balón anaranjado llegara a sus manos y así poder ensestar.
El balón picó en el piso y por fin llegó a sus blancas manos, giró sobre si mismo esquivando al chico que lo marcaba, y dió un pequeño salto antes de apuntar y tirar al aro.
Habían varias pasiones en la vida de Yoongi, la música, el básquet y dormir, y si, eran las aficiones de un anciano, y él era como un anciano encerrado en un joven paliducho de dieciseis.
En cuanto la pelota pasó por aquel aro, dió saltitos de alegría y volvió a trotar, demasiado emocionado al hacer lo que realmente amaba, demasiado emocionado al ver las sonrisas de sus amigos. Taehyung lo miraba cada tanto indicándole su siguiente movimiento. ¡Y es que los dos se conocían hace tanto! Así como estuvieron en pañales así se volvieron a encontrar sentados en la misma mesa en la cafetería a la hora del reseso en el colegio. Y si, se conocían demasiado.
Para Taehyung, el chico de cabellos tintados, era su hermano de diferente madre, un alma gemela que no podría encontrar en alguna pareja, sinó, que encontró en forma de mejor amigo.
Para Yoongi, aquel raro y alto chico, era su hermano de diferente madre, un alma gemela confidente a la que le podía contar todos sus problemas y tambien escuchar los suyos.
Una alarma sonó y así, el partido acabó.
-Estuvo muy bien- dijo Hoseok, un chico de otra calle, bueno en todo, según Taehyung. Buen estudiante, buen amigo, bueno en deportes...
-Está tan bueno- suspiró Taehyung bajito. Yoongi no pudo más que reir y sentir un escalofrío recorrer su espalda. La sudadera estaba totalmente empapada, y si habían cosas que a Yoongi le daban asco, el sentir su propia transpiración se llevaba el primer puesto.
-¿Mañana vendrán?- preguntó Yoongi.
-Por supuesto que si- se sonrió Jimin, vecino y amigo de Hoseok.
Yoongi los conocía y apreciaba, eran sus amigos y los únicos que podían soportar sus malhumores.
-Entonces, ¿tienen planes para esta noche?- preguntó Tae, sin dejar de mirar a los ojos a Hoseok.
El mayor del grupo miró al raro, y se sonrió.
-Yo estaré en casa, esperando por algunas pizzas y algo de beber- respondió Seok, dejado una confidente sonrisa en sus labios, el menor del grupo asintió y codeó a Yoongi con disimulo mientras le pedía a éste tu botella de agua.
-Yo iría pero tengo una cita hoy- dijo Jimin con una gran sonrisa en sus labios.
-¡Al fin llegó el día! ¡Ya no estarás toda la semana insistiendo con tu visita a JungKook! ¡Aleluya!- dijo y los chicos rieron.
-Tú porque eres un amargado que nunca tiene pareja, Yoongi. A que no te podrías tirar a alguien en lo que queda de la semana- sonrió Jimin con sarcasmo.
¡Oh Park! ¡No incites al destino!
-¿Quieres apostar Park?- preguntó el de pelo menta.
-Esta bien, cuando llegue el momento, traeme pruebas de que te has acostado con esa persona, solo entonces te pagaré- se sonrió Jimin, colocandose una toalla sobre el hombro.
Yoongi asintió con una sonrisa. Ahora solo le quedaba buscar a esa persona, esa persona que lo llevaría a cobrar una buena suma de dinero y un buen polvo.
Un chasqueo...
El bajito miró a su alrededor y no encontró el dueño de ese chasquido. Sin prestarle más importancia de la necesaria, se encaminó junto a sus amigos a las regaderas, mojandose un poco el cuello, el rostro y el pelo.
Otro chasqueo...
Se giró mínimamente y vió una pequeño reflejo de luz. Frunció el ceño y se acercó lentamente a aquel reflejo de luz, dejando a sus amigos hablar. Pronto se encontró con el dueño de aquellos chasquidos, o más bien, con el dueño de aquella cámara.
Tomó otra fotografía y sacudió el papel fotográfico, esperando a que la instantanea secara.
Tras la pista de deportes, un mirador y sus vistas hacia el horizonte. Daegu era bien conocido por sus paisajes.
El pelo rosáceo le dejó bastante claro quien era, y, aquella aparición trajo consigo el mismo revoltijo de emociones en el estómago del menor, la misma sensación que experimentó la última vez.
Caminó hacia el mirador, evitando mirar al dueño de ojos abismales.
Min Yoongi apoyó sus codos sobre la pequeña barandilla de hormigón del mirador y solo entonces miró a su lado, esperando dar un buen perfil a aquel chico de cabellos como el atardecer, y si, el cielo se comenzaba a tornar rosado.
Fueron varios los chasqueos de la cámara...
El menor comenzaba a preguntarse cuales serían los pensamientos de aquel alto joven que lo traía loco desde hace más o menos dos semanas.
¿Qué pensaría de él?
¿Tendría pareja? Porque si la tuviera, pobre el corazón de aquel niño-hombre-hormonado.
Para el mayor sin embargo, el pequeño era una obra de arte que estaba dispuesto a conquistar, reclamar como suya y luego disfrutar de todo su esplendor. Sin embargo, sus pensamientos positivos no duraron más que dos segundos, puesto a que Nam Joon comenzaba a preocuparse por él.
¿Qué pensaría de él?
¿Tendría pareja? Porque si la tuviera, movería cielo y tierra con tal de conseguir aquel valioso corazón.
Aunque, no hablemos de amor...
Oh, no, no. Mejor hablemos de la química silenciosa que se creaba entre ellos sin siquiera mirarse o hablar.
Nam Joon podría dejar ir su cordura si por un solo instante, aquella pequeña boquita sonrosada se posara en el hambriento monstruo que comenzaba a endurecer bajo la tela de sus pantalones. Y aunque tenía bien claro que no quería únicamente un oral de aquella preciosa boca, no tenía del todo claro si podría controlarse.
Para Yoongi, la prescencia de aquella mirada que recorría su cuerpo, causaba mil sensaciones, tuvo que morderse el labio inferior con fuerza mientras comenzaba a imaginar las mil y un ocasiones en las que el miembro del mayor entraba y salía de él en sueños, y si, estaba dispuesto a dar la virginidad de su precioso culo a un completo desconocido.
No lo conocía... pero lo ponía como una moto.
Fué cuando las miradas de ambos se conectaron, cuando todas sus dudas cesaron. Yoongi se acercó a paso lento hacia el mayor, sentandose a su lado en la banca del mirador, en silencio.
El menor acomodó un poco su cabello color menta y se mordió el labio inferior...
-Hola,Yoongi-
Oh joder, ¿Por qué lo calentaba tanto su gruesa voz?
-Hola, señor-
Ambos disfrutaban de aquel jugueteo, el menor mostrando cierta falsa inocencia mientras que a Nam Joon le ponía tanto.
-¿Como has estado?- preguntó el mayor, mordiendo el interior de sus mejillas.
-Muy bien y ¿usted?- respondió Yoongi antes de sonreir, mirando al mayor.
-Algo decepcionado porque no aceptaste mi propuesta de trabajo- se sinceró el de pelo rosa provocando un ligero rubor en las mejillas del menor.
Se miraron directamente a los ojos.
¿Por qué los ojos de aquel chico bajito lo provocaban?
¿Por qué los ojos de aquel joven alto lo provocaban?
-¡Yoongi!- gritaron a lo lejos y pronto, los amigos del menor aparecieron en el campo visual de aquel par.
-No quisimos interrumpir- dijo HoSeok, mirando a aquel par silencioso.
-Nosotros ya nos vamos, Jimin ya se fué- comentó Tae tomando la mano del mayor, tirándo de él -Hasta mañana, Yoongi-

Y ambos se fueron con rapidez, dejándo a aquel par a las vistas de un bonito atardecer.

Fin Cap 2!

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Mila ^^~

miércoles, 6 de julio de 2016

Mini Fic: "Spank me, Daddy" (Namgi) Cap. 1

Holaaaa!!



Género: Lemon, Yaoi, Daddy Kink
Capitulo: 1 de ?
 Grupo:  BTS
Pareja: Suga x Rap Monster (SugaMon - NamGi)
Título: "Sprank Me, Daddy"

-Oh, Daddy... más, por favor...- gimió y cabeza se echó hacia atrás, hundíendose en la almohada blanca.
-¿Que quieres, bebé?- preguntó y su aliento chocó contra su sensible piel.
-Hazme tocar el cielo, Daddy. Ah~- contestó Yoongi, enredando sin más sus dedos en los cabellos de su Amo, empujándolo más contra su miembro.
-------------------------------------------
Era un día de Otoño, el viento apenas lograba mover las hojas amarillentas de los arboles tanto en el suelo como en las ramas, un día fresco como tantos otros. Un bonito día para salir en pareja y disfrutar de las mil y un maravillas de Daegu con sus paisajes verdes y azules...
Sin embargo, para él no era asi. Movió el lente de su cámara, ajustando el enfoque, tratando de buscar algo entre la gente, algo o alguien, lo suficientemente interesante como para dejarlo satisfecho.
Cansado de caminar, el chico de cabellos rosas, se sentó en aquel solicitado parque de la ciudad.
Para NamJoon la vida nunca había sido sencilla, se había mudado de Ilsan a Daegu a los veintidos, con la esperanza de encontrar un buen motivo para no resignarse a vivir como todos... De la casa al trabajo y del trabajo a la casa.
Se mordió el interior de sus mejillas y suspiró, siempre había sido un estudiante aplicado, más sin embargo jamás había encontrado algo por lo que rebozaran sus ganas de luchar. Sin esperanzas, sin expectativas más grandes que el tomar una carrera al azar.
La fotografía habían llenado sus expectativas, pronto le dieron las alas de poder hacer lo que realmente quería, ver cosas que nadie más lograba ver.
Con ese pensamiento, el chico de piel canela y ojos avellana, levantó su cámara enfocando con cuidado hacia el frente. Girándose poco a poco, caminando en alguna dirección, dejándo los arboles atras y disfrutando de las vitrinas de las tiendas.
Fué entonces cuando pasó por las puertas de una tienda, una de música en particular.
El ligero repiqueteo de un piano lo dejaron totalmente anonadado.
Giró el picaporte de la puerta y se adentró en la pequeña tienda.
El olor a tierra y humedad lo dejó un poco estupefacto, más no bastó para detenerlo. Caminó por un largo pasillo hasta encontrar el causante de su ensoñación.
Era lo más bonito que sus ojos avellana habían visto...
Los razgados ojos color chocolate se fijaban en las teclas del piano, presionandolas con total parsimonia y destreza.
La melodía era lastimera, una pieza tan complicada y tan distinta a lo que el chico parecía ser.
El cabello menta, su profunda mirada, su piel parecía no haber sido testigo del sol nunca, el cuerpo menudo, los labios rosados y la nariz perfecta.
Todo era perfecto, absolutamente todo era perfecto para Nam Joon.
Enfocó su cámara y tomó fotos hasta decir basta... Sin embargo, se detuvo cuando, aquel par de abismos marrones lo miraron, aún en el trance de la música. Una mirada que duró apenas un segundo pero que sin embargo Nam Joon no fué capaz de registrar en la memoria de su cámara, aún así, si lo pudo registrar en su memoria...
El chico de pelo menta paró de tocar, totalmente sorprendido de la intromisión del alto joven, aunque no era capaz de ver su rostro, Yoon Gi, se levantó rápidamente del pequeño asiento del piano de cola de la tienda, haciendo una pequeña reverencia.
-Siento no haberlo escuchado entrar, señor- dijo el chico, antes de girarse rápidamente y dirigirse detrás del mostrador.
-¿Que edad tienes?- preguntó Nam Joon, lamentándose de que su voz sonara más grave de lo común.
-¿Eh? Tengo dieciseis- respondió Yoon Gi, mirando la cámara.
Fué solamente en aquel instante en el que Nam Joon bajó la cámara, mostrando su rostro al menor por fin.
Sus mejillas se tintaron de rosa.
Los ojos del chico de piel canela eran los más especiales que vió en su corta vida, el alto joven se acercó al mostrador, mirando la vitrina del mismo. El mayor se acomodó un poco el cabello antes de mirar al menor a los ojos y sonreír.
Yoon Gi volvió a ruborizarse y a mirar al mayor.
¿Podría sentir más verguenza?
Ese chico lo había visto y fotografiado tocando piano. ¿Cómo no ruborizarse? ¡De seguro lo vería como un niño raro, anticuado, casi como un anciano!
-¿Cómo te llamas?- preguntó el mayor, sin dejar de mirar a los ojos al más bajito.
-Yoon Gi, señor- respondió- ¿En que lo puedo ayudar?-
Nam Joon miró toda la tienda y se sonrió al ver algunos discos musicales de su gusto. 
-¿Tienes algo de R&B? ¿Alguna recomendación?- preguntó y el pequeño sonrió, rebuscando pronto entre los discos del género.
-A decir verdad, hoy en día pocos compran Discos, pero, son como los libros, son clásicos. Mi favoritos son los de Epik High, en especial Swan Songs del 2005- dijo YoonGi, tendiendole una de las copias al mayor.
Fue entonces cuando los dedos de ambos se rozaron, provocando un pequeño escalofrío en el más bajito y un casi imperceptible jadeo en el mayor.
Nam Joon ni siquiera miró el disco, simplemente lo pagó, sin dejar de mirar al contrario. ¿Por qué le atraía tanto? Era perfecto, perfecto...
-¿Desea algo más, señor?- preguntó Yoon Gi, dejando una pequeña sonrisa nerviosa en sus labios.
El de piel morena sonrió de lado, mostrando un bonito hoyuelo. Tocó su cámara y preguntó:
-¿Podría tomarte algunas fotos más?- 
Yoongi miró al chico frente a él a los ojos, y, un millar de sensaciones lo recorrieron, predominando el desconcierto.
-¿No ha tomado suficientes?- preguntó y Nam Joon volvió a sonreirse.
-No he encontrado ninguna que me gustara lo suficiente- contestó.
-¿Son para ti o eres fotógrafo?- frunció el ceño el bajito.
-Soy fotógrafo- sonrió con la cámara en mano.
-¿Qué obtendré a cambio?- preguntó Yoongi, apoyando su mentón en su mano.
-Te pagaré en cuanto tenga las fotos- 
-¿Y como sé que no eres un maldito violador?- preguntó una vez más, mirando al más alto directo a los ojos.
-¿Parezco uno?- preguntó Nam Joon, antes de tomar una de sus tarjetas de presentación, dejándola sobre el mostrador.
-Las apariencias siempre engañan. Es un no- sonrió el menor, sin dejar de mirar al mayor.
El de piel morena se sonrió y asintió frunciendo un poco el ceño, dio un par de pasos hacia atrás, mirando una ve más su tarjeta.
-Si cambias de opinion, ya sabes a donde llamar-  dijo Nam Joon antes de salir de la tienda.
-Gracias por su compra...- dijo Yoongi bajito, tomando la tarjeta entre sus dedos, maravillándose del revoltijo de emociones que comenzaba a concentrarse en el centro de su estómago. Se mordió el labio inferior y se relamió -Nam Joon...-
Fin Cap.1

ajhsdjkahsdk <3

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