Romantic Oneshot: octubre 2015
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sábado, 31 de octubre de 2015

Fanfic!~ "En mi Eternidad" (Donghae x Fan)~ Cap. 45

Holiii!!!



Título: "En mi Eternidad"
Duración: ?
Episodio: 45
Pareja: Donghae x Fan
Apariciones: Lo verán a lo largo de la historia, aparecerán algunos nombres conocidos ^^
¡ADVERTENCIA! Se verán escenas violentas y lenguaje explicito.

Narras Tu:

           El timbre sonó tras presionar un pequeño botón en la entrada, la puerta de color caoba brillaba por si misma, yo, mientras tanto, era un manojo de nervios. Donghae estaba a mi lado, aquel día estaba especialmente cariñoso, me acomodaba el cabello, la ropa, mientras que yo le devolvía los gestos de igual forma pero con una sonrisa tonta en el rostro.
-Estas más bonita que de costumbre- me susurró al oído.
Me ruboricé, jamás me podría acostumbrar a sus alagos.
-Tu estas más que dulce hoy- sonreí y volví a presionar el boton del timbre.
-Voy, voy- se escuchó desde el interior del departamento.
Más pronto que tarde, la puerta de color caoba se abrió ante nosotros y tras de ella, la señora...
-Oh, no esperaba su visita- se sonrió ésta, abrazandonos a ambos.
-Perdón por venir a esta hora, señora- respondí, con cortesía.
-Aish, deja de decirme señora, mamá, o madre, o, da igual, pero tuteame- se sonrió la mujer dejandonos pasar- ¡Donghwa! ¡Tu hermano y tu cuñada están aqui!-
Hae y yo reimos por lo bajo, nos descalzamos en la puerta y entramos a la siempre acojedora morada. Pronto, apareció Hwa, el hermano mayor de Hae no había cambiado en nada.
-Hola, buenos días- dije saludandolo con una pequeña reverencia.
El  hombre se acomodó la corbata y se sonrió.
-Buenos días, por favor, deja tanta formalidad- comentó antes de acercarse a su hermano y pasar el brazo por su hombro -Omo, omo, omo... ¿Que tenemos aquí? ¿Vas al gimnasio?-
-Si, cada dos días- se sonrió Donghae -En realidad, vamos juntos-
Asentí con una sonrisa antes de notar el brazo de Donghwa pasarse por mis hombros.
-Vaya, si, eso parece. Bueno, ¿A que debemos su visita?- preguntó, alejandose y sentandose en uno de los sillones de la Sala de Estar.
Me acomodé la falda del vestido suelto de color blanco antes de sentarme.
-Bueno... ¿Se lo explicas tu o lo hago yo?- pregunté a Donghae.
El chico se sonrió y tomó mi mano.
-Bueno, verán, tuvimos la suerte de ganar un concurso. Era una trivia... ella fué el primer lugar y yo el segundo- Dijo Hae a modo de explicación. Obviamente, era mentira -Y, bueno, el segundo lugar ganaba un viaje con todo pago a España, para dos personas. En cambio, _____________ ganó un viaje a Santiago de Chile, para dos personas tambien-
-Y, queríamos regalarles el viaje a España, si gustan- dije, intentando convencerlos.
Ambos se miraron, sorprendidos por nuestra propuesta.
-¿Irán solos?- preguntó la madre de Hae, arqueando ambas cejas.
-En realidad, iremos con unos amigos más, pero, se pagan ellos sus pasajes- comentó Donghae.
-Entonces... no veo porqué negarme- se sonrió la mujer.
-¿Tu que dices, hyung?- preguntó Donghae a su hermano.
-Avisaré a mi trabajo- sonrió el mayor.
Apreté levemente la mano de Donghae al notar los pensamientos de Donghwa...
"Esto es muy extraño... es como si... ambos estan... distintos"
Pestanee un par de veces y miré mi reloj. Desde el interior de mi cartera tomé los pasajes y demas documentos para el viaje y se los tendí a la señora.
-He dejado las pastillas en el baúl de la moto, no las he tomado hoy- sonreí mientras comentaba mentalmente a Donghae: -Tu hermano a comenzado a sospechar... te nota extraño-
-¿Pastillas de que cariño?- preguntó la señora, curiosa.
-Soy anémica, debo tomar una pequeña porción de hierro cada seis horas-  contesté como si fuera la más real de las mentiras. -Iré a por ellas, enseguida regreso-
-En realidad, creo que ya es hora de volver, faltan dos horas para que entre a trabajar- contestó Hae mirando su reloj.
-¿Estas trabajando?- preguntó Donghwa arqueando ambas cejas.
Hae se sonrió y finalmente, se levantó del sillón.
-El viaje es dentro de un par de días, espero que puedan ir- dije, con una reverencia, cargandome el bolso de cuero al hombro.
-Si, es un regalo, así que lo aceptaremos, no se preocupen. Pasenla bien en Chile y cuidense mucho- pronto la madre de Donghae, le tomó la mano -¿Podemos hablar un momento, cielo?-
-Claro- respondió el chico.
-Yo ya me voy marchando entonces- comenté.
-Esta bien, te paso a buscar luego del trabajo- se sonrió Hae antes de besarme la mejilla-
-Nos vemos mas tarde- le sonreí a él y dirigíendome a la puerta saludé- Adiós, disculpen las molestias- dije, haciendo una reverencia en la puerta.
Saludando aún con la mano, salí del departamento, y cuidando de las miradas, salté por la ventana del corredor, llegando a la entrada del estacionamiento.

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Narra Donghae:

         Seguí a _____________ con la mierada antes de que se marchara, la chica no paraba de sonreír. Pronto, al cerrar la puerta, me dejó con mi familia... quienes me miraban atónitos.
-¿Estás en verdad trabajando?- preguntó Donghwa.
-Claro- respondí y ambos se miraron.
-¿Y el colegio? ¿Lo has dejado?- preguntó mi madre, cruzandose de brazos.
Tragué saliva y negué con la cabeza, con la esperanza de que lo creyeran...
-Esa chica, es realmente bonita, es seria, emprendedora... pero hay algo que me incomoda de ella- comentó Donghwa.
-¿Porqué lo dices?- pregunté.
-No lo sé, es extraño. La forma en la que mira a las personas, la forma en la que habla y su postura, es demasiado perfecta... O te ganaste la lotería o realmente, perdiste la cabeza para estar con ella- dijo finalmente mi hermano mayor.
-Creo que he perdido la cabeza- respondí con una sonrisa- Realmente, ella no es perfecta, es autoritaria, un poco caprichosa, demandante, malhumorada, pero, cuando estamos solos, es otra chica. Es realmente dulce y tierna, se la pasa sonriendo... Siempre está a mi lado, y, la quiero, la quiero mucho-
Ambos me miraron, sorprendidos...
-Eres joven para enamorarte, ¿hace cuanto que salen? Me parece demasiado temprano para decir esas cosas, aún les falta tiempo...- comenzó a decir mi hermano y lo interrumpí.
-¿En el amor hay tiempo? Desde que la he conocido, hemos pasado momentos difíciles juntos, sin embargo, nos conocimos más, tanto que sabemos gran parte de los detalles del otro. Si no quieren apoyar mi relacion, esta bien, pero yo no terminaré, no puedo ni quiero terminar con esa chica. Se ha ganado una parte muy amplia en mi vida, y fin, no se habla más- dí por cerrado el tema.
Donghwa arqueó las cejas, sorprendido ante mi actitud.
-Te ha cambiado, tu no eres mi hermano. Pareces tener treinta en vez de diesiciete años- murmuró Hwa.
Mi madre nos miró a ambos y suspiró agotada.
-¿De verdad la quieres?- preguntó, sin dejar de mirarme a los ojos.
-Si- respondí, más que seguro.
Mi madre suspiró y levantandose de su lugar, palmeó el hombro de mi hermano.
-Te has convertido en un hombre... me recuerdas mucho a tu padre...- se sonrió tristemente.
Miré el suelo, sin decir una palabra.
-Ve con ella, disfruten de su viaje, pásenla bien- comentó mi madre, atandose el delantal a la cintura nuevamente. Asentí e hice un reverencia- Ah, y, Hae- dijo y se giró para mirarme- Recuerda  bien... quiero un nieto- se sonrió por fin y se dirigió a la cocina.
Me ruboricé a más no poder, Donghwa me miró y suspiró.
-Sería lindo tener un sobrino al que malcriar, aunque, dense un tiempo, conozcance mejor y, la proxima vez, plantate frente a nosotros con aún más orgullo, diciendo lo que sigue a "querer mucho"- se sonrió por fin mi hermano antes de abrazarme...

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Tras despedirme de ambos, volví a encontrarme con mi chica a un par de metros del edificio, tomaba café de Muffin's y probaba alguna que otra tarta.
-¿Lograste resolverlo todo?- preguntó cruzando las piernas color miel.
-Si, todo solucionado. ¿Me puedo sentar a tu lado?- pregunté tomando la silla contigua.
-No- se sonrió, quitando el bolso del lugar.
-¿Ah no? ¿Quieres pelear?- pregunté sentandome en la banca, jugueteando.
Ella asintió y ambos reímos. Notaba sus piernas cruzarse con las mías, algunas veces, se rozaban de forma un poco descarada bajo el mantel de la mesa.
Los autos pasaban por la avenida principal, apurados. Aquel lunes, como cualquier otro lunes, la gente estaba de mal humor y vivían apurados, nosotros sin embargo, no parabamos de organizarlo todo para el viaje. Los habíamos convocado a todos en la cafetería.
-¿Dejaste de trabajar aquí?- preguntó IU, mirando el lugar en su totalidad.
-No, el lugar es mío- sonrió la chica- Me parece un bonito lugar para reuniones de este tipo, de todas formas, continúan trabajando-
La miré anonadado, ¿Cuanto dinero tenía?
-Bien, el viaje es dentro de un par de días, ¿arreglaron todos sus asuntos ya?- preguntó la chica.
Los presentes asintieron.
-Pero, ¿Que es lo que iremos a hacer en Chile?- preguntó Kyuhyun.
-Nos vamos a broncear... Que preguntas haces- rió Wook.
-Vamos a trabajar- contestó Siwon, bastante de mal humor.
En los recuerdos de _____________, tambien había visto a Hangkyung y a Heechul acaramelados.
Pronto, la campanilla sonó en la entrada del local y, tras la puerta de vidrio, un chico, un chico de cabello negro y medianamente corto, de mejillas sonrosadas y de ojos brillosos.
Quienes estaban de espaldas, ni siquiera se giraron a mirar, solamente Kyuhyun se viró un poco para mirar hacia la puerta, y, pronto, no volvió a mirar al grupo.
-¿Quien es él?- preguntó el chico, tragando saliva.
-Ya te lo digo- sonrió la chica a mi lado, levantandose de su lugar.
Caminó hacia aquel chico, con su vestido blanco,  con sus zapatos planos  y su pelo recogido en una coleta alta, se acercó a la vitrina del mostrador, guiñandole un ojo a la vendedora.
-¿Que llevarás hoy?- preguntó la chica de la tienda.
-Pues...- miró el encargue del chico a su lado y se sonrió- Quiero lo mismo que él-
-Entendido, tartitas de calabaza para ti tambien- se sonrió la chica y salió en busca del pedido.
______________ se giró hacia el chico a su lado, este la recibió con una sonrisa.
-Creí que era el unico que prefiere las calabazas a cualquier otro gusto- comentó el chico sin dejar de mirarla.
-En realidad, amo las fresas, me atrae mucho tambien la vainilla, pero me apetecen las calabazas hoy- respondió ella- ¿Eres un cliente habitual?-
-Si, trabajo en frente- contestó el chico, antes de mirar más allá de la chica, quedandose unos segundos colgado con la mirada de Kyuhyun.
Mi chica miró por encima de su hombro y se sonrió.
-¿Lo conoces?- preguntó el chico.
-Emmm, si, se llama Kyuhyun, es un amigo... aunque, digamos que tenemos un espacio más en nuestra mesa, ¿quieres venir?- sonrió la chica.
Viendo que todas las mesas estaban ocupadas, el joven, se sentó en nuestra mesa.
Al volver, ___________________ se sentó a mi lado, lanzandome una guiñada disimuladamente.
La mesa de la cafetería era amplia, pero, aún así, se hacía bastante pequeña para todos nosotros. Su mano derecha se paseo por la palma de la mía, provocando cosquilleos. Inhalé hondo  no pude evitar mirarla, me dedico la más pícara de las sonrisas, dejando de tocar mi mano, y, aún por debajo de la mesa, notaba algo rozarme las piernas, desde abajo hacia arriba.
No dijimos ni una palabra, mientras que el murmullo de los demas en la mesa se hacía cada vez más lejano. Pronto, sin poder contenerme, me acerqué a su oído y susurré:
-Te quiero pero como me sigas insitando les daré una buena razón para que dejen el local vacío-
Ella rió sin importarle.
-¿De verdad?- preguntó, cerca de mi aún.
Asentí con la cabeza y vi como arqueaba una ceja.
-Tambien te quiero, pero, si recuerdas bien, este es mi local, por ende, hago lo que quiera aquí-
Abrí la boca, pasmado  ante su actitud, cuando quería podía ser bastante egocéntrica, solamente, aparecía ese lado suyo si estábamos en una situación como esa.
-Bien, ¿Donde nos hospedaremos?- preguntó Jung Soo.
-De eso me puedo encargar, tengo una amiga allá, tiene un hotel, puede hospedarnos allá por algo a cambio- dijo Vee.
-¿De los nuestros?- preguntó Jong Woon.
La chica asintió y pronto, cuando terminaron de arreglarlo todo para el viaje, comenzaron a conversar de cualquier tema, algunos hablaban entre si, otros hablaban por lo bajito con sus parejas, otros se quedaban callados como Siwon, y, por ultimo, otro grupo se había concentrado en hablar con el chico calabaza.

Fin Cap 45!

jsadjakjdhkjadhkjah <3

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Mila ~

lunes, 26 de octubre de 2015

Fanfic!~ "En mi Eternidad" (Donghae x Fan)~ Cap. 44

Holaaaaaaaaaaaa!!!


Título: "En mi Eternidad"
Duración: ?
Episodio: 44
Pareja: Donghae x Fan
Apariciones: Lo verán a lo largo de la historia, aparecerán algunos nombres conocidos ^^
¡ADVERTENCIA! Se verán escenas violentas y lenguaje explicito.

Narras Tu:

           Sus manos paseandose sobre mi piel, notaba la mía erizarse, me encantaba, me enloquecía. Sentía su lengua removerse sobre mi piel, nerviosa mientras bebía de mi cuello, me encantaba en todos los sentidos, pero, pronto, todo contacto cesó, cerró apenas las incisiones y tras tomar una toalla, se marchó, sin siquiera mirar atráas.
-¿Hae?- lo llamé, pero, él no se detuvo.
Se secó el cuerpo y aún en ropa interior, bastante mojada de echo, salió del baño.
Miré en su dirección mientras cerraba el grifo de la ducha.
El brassier y las bragas, tambien mojadas, me estaban comenzando a dar frío, tomé otra de las toalllas y me la envolví al cuerpo, me miré en el espejo antes de salir, las heridas se cerraban rápidamente.
Al llegar a su recámara, lo encontré sentado a los pies de la cama, mirando al suelo.
Su tamaño había cambiado, ahora los músculos se marcaban en su totalidad, aún así, aún estando parada frente a él, no me miraba.
-¿Que ha pasado?- le pregunté y lo ví erguirse frente a mi.
Tuve que tirar el cuello hacia atrás para poder mirarlo.
-¿Hae?- lo llamé una vez más pero su respuesta me dejó atónita.
-¿Por que lo has hecho?-
-¿Eh?- dije sin entender.
-¿Por qué has mentido?- preguntó, por primera vez, mirandome a los ojos. Los suyos se tornaban rojizos, la marca en el centro de su pecho cambiaba a un color carmín.
-¿De que hablas?- pregunté sin poder evitarlo.
El negó y se sonrió, exasperado.
-¿Que por que me has mentido acerca de Myung Soo? ¡Se lo contaste a Siwon y ¿a mi?! ¡Soy tu pareja, joder! ¿No confías en mi?- gritó, desilucionado y decepcionado.
-Donghae...- musité e intenté abrazarlo pero no me permitió.
-Quiero salir ahí fuera y destruirlo todo...- comentó señalando la puerta -¿Por qué no confías en mi? ¿He hecho algo malo? ¿Te hice daño?-
-No, no, no es así, yo...- respondí inmediatamente antes de mirarlo a los ojos...-Siwon era su mejor amigo, me pareció correcto decirselo a él primero-
-Entonces, ¿Por qué me mentiste? Entiendo que quieras ocultarlo de los demas, pero, ¿Y yo?- preguntó señalandose a si mismo -Compartimos muchas cosas, te lo he dicho todo de mi, estamos marcados, somos pareja por el resto de nuestras vidas, hoy... - hizo una pausa antes de mirarme, comenzando a calmarse -Hoy quería repertir lo de la otra noche, hoy quería que fuera especial pero, mentiste...-
Nos quedamos en silencio unos minutos antes de que su voz resonara frente a mi.
-Quería hacerte el amor, sanarte con mis propias manos, quería demostrarte lo que siento... quería...- se sonrió, tristemente.
-Hae... lo siento- musité y él me miró a los ojos una vez más -No quería que lo supieras, él, L ha sido como un hermano para mi, no podía hacerle daño, no he querido hacerle daño jamás. Compartimos muchos momentos juntos, era mi amigo tambien- expliqué -No quería parecer una cobarde por no hacerlo, por no vengarme. Todos aquí esperan algo de mi, he pasado la mitad de mis siglos junto a ellos, no quiero decepcionarlos-
El chico frente a mi, no emitió palabra alguna,se sentó una vez más en los pies de la cama, mirándome-
-No...- balbucee, antes de caer en cuenta de lo que había ocurrido. ¡Maldición! Nos había traicionado, ME habían traicionado, ¡A mi! que intenté ser lo más benevolente posible. A mi, que lo había encontrado medio muerto, rogando por una bocanada de vida.
-Yo...- comencé y no pude terminar puesto que las lágrimas y un nudo en la garganta me habían dejado sin habla.
Pronto, tras el quejido de la cama, noté sus brazos rodearme por completo, apretandome con fuerza y calidez contra su cuerpo.
No dijo una palabra, solamente, me dejó llorar contra su pecho.
¿Por qué era tan debil ante él?
-Lo siento, no debí haberte mentido, no debí haber mentido a nadie...- comenté contra su piel. Noté un supiro de su parte y tomandome por los hombros, me separó de su cuerpo para mirarme a los ojos.
-Lamento haber sido tan duro- comentó él, antes de enjugar mis lágrimas con la punta de sus pulgares -Y, no me pareces debil, ni cobarde. Si fueras diferente, no hubieras dudado. Eso no me ha molestado, lo que me ha molestado fue el que me hayas mentido a mi-
-Lo siento por eso tambien...- respondí sin tener el valor de mirarlo a los ojos.
Vi su sonrisa y noté un beso sobre mis labios.
-Estas helada, vamos a terminar de ducharnos- dijo tras otro suspiro, tomandome la mano y guiandome a la ducha.
-Pero... Hae...- balbucee y él cerró la puerta del baño detrás de mi.
-Dime- dijo, recuperando su sonrisa.
-¿Aún sigues enfadado conmigo?- pregunté.
-Puede ser... pero se puede solucionar...- respondió.
-¿Como?-
Se acercó un poco más a mi, desatando el nudo de la toalla, dejandome en ropa interior nuevamente.
-Pasando la noche juntos- se sonrió.
Lo miré boquiabierta, anonadada por su actitud.
-Eres una caja de sorpresas, cuanto has cambiado. ¿Que ha pasado con el adorable niño ojos de borrego?- comenté, notando sus dedos juguetear con el elastico de mis bragas.
-El niño ojos de borrego se fue a dormir, horario de proteccion al menor, lo puedes ver mañana nuevamente- se sonrió.
-Esta bien, de hecho, quiero pasar un rato con el otro Donghae, el atrevido, el sexy y romantico- dije, mordiendome el labio inferior antes de atraerlo hacia mi y comenzar otra noche sin fin.

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Me acurruqué, emocionada, feliz, contra su cuello. Me encantaba, simplemente,me encantaba despertar cada mañana a su lado.
Abrí los ojos, tan solo unos instantes, para verlo... Me mordí el labio inferior.
¿Como podía ser tan adorablemente guapo? Sus labios perfilados, era lamejor vision que podía darme, y, si a eso le sumamos que esta enredado en mi cuerpo y sumamente pegado a mi, se podía llegar a considerar una tortura.
"Aish... este chico... Debería ser ilegal" pensé y tragué saliva, aún notaba su sabor en mi paladar, las fresas me avivaban. La marca de mi pecho estaba en tonos dorados, tanto que parecía brillar.
A decir verdad, habíamos dormido poco, bastante poco, pero, la culpa de esto la tenía él, él y sus caricias, él y sus besos, él y su cuerpo... El hecho de recordar la anterior noche, me erizaba la piel, me hacía sentir más viva que nunca.
Me acerqué a él y le besé el cuello, dejé uno, dos, tres, varios besos sobre su piel, despertandolo al fin.
-Buenos días, dormilón- susurré sobre su piel.
-Buenos días, guapa- contestó él, con la voz ronca, una sexy voz ronca-¿Lograste pegar un ojo al menos?-
-Si, algo así, solo un par de horas- le sonreí y él inhaló hondo.
-Nunca me has dicho a que huelo- se sonrió.
-¿De verdad? Primero tu- pedí aleteando las pestañas.
-Chocolate, eres la mezcla perfecta de chocolate dulce y chocolate amargo, mas del primero que del segundo- contestó y mordió la piel de mi cuello.
-Ah~- me quejé divertida y excitada -¿Si te digo, prometes no enfadarte?-
-Lo prometo- rió.
-Fresas... en este momento, las fresas más dulces que jamás probé- dije al fin, esperando su respuesta.
Me miró a los ojos y arqueó una ceja.
-¿De verdad? ¿No había algo más... rudo?- preguntó.
-Tu no eres rudo, eres adorable como un oso de felpa- respondí.
Frunció el ceño, decepcionado, puso expresion seria, muy seria, desenvolviendo sus brazos de mi cintura, dandome la espalda.
-¿Te has enojado?- pregunté asombrada, intentando abrazarle una vez más, por la cintura.
No dijo ni una palabra, solamente  tomó mis manos y las alejó de él.
-Esto es increíble- murmuré, enderezándome en la cama -Donghae, no hay nada que pueda hacer. Amo las fresas y... te adoro a ti, eres especial. Pero, no se puede elegir tu sabor favorito, simplemente, surge así-
-No me importa, yo, yo quería saber a ... no lo sé, algo más rudo, melocotón, tierra mojada, lo que sea, pero no fresitas- murmuró.
No pude aguantarlo, reí a carcajadas a su lado.
-Ay, para ya- dije entre risas -Tienes 5 años, no puede ser-
Se giró sobre si mismo en la cama y me miró con el ceño fruncido.
-¿5 Años, eh?- se sonrió por fin- Te mostraré que tengo muchos mas que 5 años- dijo, antes de tomarme por las muñecas y colocarse entre mis piernas.

Fin Cap. 44<3

lasjdhkjasdhakshdaskd <3

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Mila^^~

jueves, 22 de octubre de 2015

Fanfic!~ "En mi Eternidad" (Donghae x Fan)~ Cap. 43

Holaaaaaaaaaaaaaa~~



Título: "En mi Eternidad"
Duración: ?
Episodio: 43
Pareja: Donghae x Fan
Apariciones: Lo verán a lo largo de la historia, aparecerán algunos nombres conocidos ^^
¡ADVERTENCIA! Se verán escenas violentas y lenguaje explicito.

Narra Donghae:

         El brazo de Hyukjae descansaba en mis hombros, de lado a lado, más inconsiente que despierto. Las heridas que llevaba, no eran más que unos cuantos moratones y cortes. Los demás, aún comenzaban a curar sus heridas. Se retiraron lentamente cada uno a sus departamentos.
-¿Hemos llegado a casa?- preguntó mi mejor amigo, con los ojos cerrados, agotado. Solté su brazo y lo dejé acostarse en su cama.
-Si, estas a salvo. Descansa- dije, antes de arroparlo.
-Mhnm...- murmuró, antes de echarse a dormir.
Lo miré una última vez, antes de cerrar la puerta detras de mi.
El departamento de ________________, se vaciaba cada vez más. Kyuhyun y sus compañeros se marcharon a sus departamentos, mientras que, HanKyung, uno de ellos, se quedó con Heechul, hablando. Jung Soo, tomó la mano de Young Woon, retirandose.
De esta forma, las parejas se fueron formando, retirandose en silencio, dejando a unicamente Heechul y Hang Kyung en el salón. Me despedí de ellos, saliendo por la puerta hacia mi departamento.
Al llegar, tras comer algun aperitivo, me dirigí al baño, comenzando a desvestirme. Estaba ansioso y mucho más nervioso. Mi chica aún no llegaba, ¿Estaba bien? ¿Que había pasado con L?
Volví a mi recámara unos segundos antes de sentarme a los pies de la cama, rezando a todos los cielos, que volviera, que no importaba cuantas heridas tuviera, que me dedicaría a cuidarla.
"¿Por qué  es siempre ella la que resulta herida en combate?" pensé y pronto, la respuesta llegó a mi como un vendaval... "Porque a pesar de ser cautelosa, tambien es impulsiva, y, si recibe el estímulo adecuado, no se detiene a pensar, directamente actúa".
Me froté las cienes, me dolía la cabeza, todo el ajetreo del día me había atontado.
Pronto, el sonido de la cerradura electrónica resonó en la casa, la puerta se abrió y, por ella apareció la cabellera oscura de mi chica. Sonreí sin poder evitarlo, antes de acercarme a ella y abrazarla con fuerza.
-Estas aqui...- dije, notando sus manos en mi espalda.
-Menuda forma de recibirme, quiero que me recibas así el resto de mi vida- comentó ella, contra mi pecho.
-¿Por qué lo dices?- pregunté, tomando su rostro entre mis manos.
-Porque estas medio denudo, Hae- se sonrió y yo caí en cuenta de que no llevaba nada arriba -O, ¿Es que acaso me insinuas cosas?-
La miré a los ojos y le sonreí, antes de besarle la punta de la nariz.
-Tómalo como gustes, pero, necesito ver tu heridas... ¿Acabaste con él?- pregunté, mirandole las manos lastimadas, me sonrió como solo ella sabía hacerlo.
-Si- respondió por fin y la tomé en brazos -¡¿Que haces?!- preguntó, exaltada y divertida.
-Te cargo en brazos- respondí de lo más tranquilo, sin poder evitar sonreir.
-No me digas- arqueó una ceja y ambos entramos a mi recámara -¿A donde me llevas?-
-Al baño, demonos una ducha juntos- dije antes de pasar por la puerta y cerrarla detras de mi. La dejé sentarse en el lavamanos.
El cuarto de baño se combinaba en colores marfil y negro, era espacioso, y, aunque no tenía tina ni jacuzzi, la ducha era perfecta.
Me miró entre el asombro y la diversión, sonriendo, me tomó del cuello y me besó en lo labios. El bañarnos juntos significaba mucho más que agua y jabón, pero, primero quería curar las heridas más graves.  Noté sus dedos enredarse con mi cabello, mientra tanto, me encargaba de quitarle la campera negra.
-Deberías recortarte un poco el pelo, lo tienes largo- se sonrió separándose apenas unos centímetros de mi, antes de descender y comenzar a atacar mi cuello.
Movió sus caderas, sentandose al borde del lavamanos, me coloqué entre us piernas y por fin pude quitarle la campera. Me mordí el labio inferior al sentirla dejar un camino sin sentido de besos y leves mordiscos sobre mi piel.
-Arriba las manos- ordené, tomando el borde de su camiseta de tirantes y tirandola hacia arriba, descubriendo así, no solo su piel color miel, sinó, que con ella, una serie de golpes, rasguños y contusiones.
-Dios, mírate- me quejé, notando mi sangre hervir, pasé la punta de mis dedos sobre su piel.
-Estoy bien, Hae- aseguró ella, apartandose unos centímetros más, sin dejar de mirarme a los ojos.
No podría describir jamás, lo bonita que se veía, aún con el labios partido y llena de moratones por todo su abdomen, seguía siendo un encanto de mujer.
-Más vale que lo hayas hecho sufrir a él tambien- me quejé y noté una sonrisa de su parte.
-Por supuesto- contestó antes de pasear sus dedos por mi marca.
Le sonreí una vez más y me dediqué a quitarle la ropa, dejándola solamente en ropa interior. Ella se encargó de la mía y, finalmente, entramos a la ducha.
_________________ se mordió los labios, con una pequeña mueca de dolor, se abalanzó sobre los míos.
-Me encantas- susurré, notando nuestros cuerpos resbaladizos por el agua de la ducha, la tomé por la cintura y la acerqué más a mi.
-No continuaremos hasta que no te cures- susurré sobre su boca, apoyando mi frente en la suya.
-Mmhn- asintió ella, comenzando a besar mi cuello, y, sin avisar, mordiendo.
-¡Ah!- dije, sin poder evitarlo, me había sorprendido, aunque, sonó más como un gemido que como un quejido.
Notaba su cuerpo serenarse entre mis brazos, notaba los cortes y heridas desvanecerse. Bebió hasta decir basta, y poco despues se separó de mi. La besé en los labios con una mezcla de pasión y dulzura y pronto, me abalancé a su cuello, lamiendo, mordiendo vagamente, deleitandome con los soniditos ahogados que ella emitía.
-Deja de jugar, muerde de una vez~~~- dijo y la interrumpí incluso antes de que terminara de hablar. Noté sus uñas arrañarme sin fuerza la piel de mi espalda y cuello.
Su sangre era el más delicioso de los manjares, pero, los recuerdos y conversaciones se abrieron ante mi como un largo menú. Entre ellas, la ultima conversación que había tenido con Siwon.
Paré de beber de golpe, lamí apenas sus heridas y mirandola un instante a los ojos, tomé una toalla y salí de la ducha.

Fin Cap 43!

kashdkjhaskjdhkajshdkjhaskj <3

Gif Time:


Mila ^^~

Oneshot~ "Gracias a Ti " (Mark x Bam Bam)

Holiiiis!!!! <3


Título: "Gracias a Ti"
Tipo: Yaoi Romantico ^^
Duración: 1
Pareja: Mark x Bam Bam
Apto para TODO publico.
Grupo; GOT7 ♥

ATENCION:

Se recomienda precaución, se mostrarán relaciones entre un adulto y un niño (19 años y 13 años). 
Leer bajo sus propios riesgos (?)

Narra Mark:

          El clima cálido de Seúl hizo que saliera del colegio a disfrutar del sol, camine unas calles hasta llegar a orillas del río Han, un lugar tan hermoso que me quedaría allí día y noche.
Baje la escalinata que da a una explanada donde muchos chicos vienen a jugar al fútbol, a andar en skate o simplemente a buscar la vista  hermosa para sacar fotos en pareja.
Casualmente estaba bastante concurrido el lugar, algunas personas disfrutaban del sol a pleno en las escalinatas  y un grupo de chicos corrían tras  el balón, las risas de algunos y los gritos de otros.
En fin, me senté en uno de los escalones a mirar el paisaje, la brisa suave y el calor del sol me hicieron recostar  a un lado de la escalinata,por un momento cerré mis ojos para descansar.
Escuche un grito.
Me senté  y mire a donde se dirigía  tanto alboroto.
Un grupo de chicos se tomaban la cabeza  mirando el río, otros asustados y desesperados se veían nerviosos culpándose unos a otros la situación.
Mis ojos se dirigieron  a un chico que  estaba  en  el agua,nal parecer había caído.
Corrí hasta la orilla  mire a uno de los que estaban y al verme solo dijo.
-No sabe nadar-
De inmediato  me lance al agua, sabia que  allí era profundo.
Me fui acercando al chico que con desesperación solo  pedía ayuda, lo tome rápidamente de la espalda, lo arrastre a la orilla.
La gente se había amontonado para ver que pasaba, el chico en el suelo se desmayo por el susto.
Una persona me alcanzo una toalla para secarme, me asuste al ver que no reaccionaba, me arrodille para apoyar mi cabeza en su pecho a ver si  respiraba con normalidad.
Me quede tranquilo al darme cuenta de que era solo un desmayo por  el susto.
Lo volví a mirar, su rostro agradable, sus ojos aun cerrados, unos labios tan agradables... "Como seria su sonrisa" pensé.
-Gracias-dijo uno de los chicos que estaba en el lugar-Quiso alcanzar el balón que se había caído  al agua-
El chico abrió sus ojos...
Me acerque a el una vez mas y con una dulce mirada, solo dijo "Gracias"
-Deberías tener cuidado, el balón no importa.-
Luego me marche con mi ropa helada en el cuerpo caminando hasta llegar a mi casa.
Los chicos  quedaron atrás, en el río  y junto a ellos  el chico que se encontraba al igual que yo, todo mojado.
Solo quedo en mi mente su dulce rostro sonriente, su increíble mirada, en mi mente solo daba vueltas una y otra  vez, la imagen de ese chico.
Cuando por fin había llegado a mi casa, subí la escalera y cerré la puerta, me meti en  el baño y bajo la ducha tibia mi mente  solo pensaba en el chico.
Jamas me había puesto a pensar  como encontraría la persona ideal.
Trate de no pensar mas en lo sucedido, los días pasaron uno tras otro, mi vida era como la de todo estudiante, libros, apuntes, exámenes.
-Uf, estoy tan estresado-le dije a uno de mis compañeros de clase.
-Deberíamos tener una tarde de esparcimiento- dijo él, tomando sus cosas.
Esas palabras llegaron a mi provocando una reacción, un recuerdo, el río Han, el chico.
El fin de semana había llegado y aunque  quería tomar la tarde libre ese sábado, no podía dejar los libros, tras la ventana de mi cuarto mire el cielo brillante ante mis ojos.
¿Porque no?
Luego tome mis libros  y los apuntes y salí rumbo al río Han, en la tranquilidad del lugar podre seguir estudiando decía mi mente.
Cuando al  fin llegue al lugar no habia muchas personas por allí, un par de chicos que jugueteaban con un perro, una chica leyendo un libro y a lo lejos se veía  venir caminando con las manos en los bolsillos un chico.
Me acomode en la escalinata  con los apuntes en las manos y comencé a leer, la brisa llegaba a mi refrescando mis mejillas, el sol iluminaba por completo el lugar reflejando sus cálidos rayos en el agua.
De pronto  vi unos pies delante de mis ojos, levante la mirada y allí estaba, con una hermosa sonrisa, el chico  que había caído al río.
-Hola...-dijo extendiendo su mano.
-Hola..-dije, que al instante mi corazón se acelero al verlo.
-¿Que haces?-pregunto, con su curiosidad reojeba la hoja de apuntes que tenia en mis manos.
-Estoy preparado temas para el colegio-
El chico sonrió y se sentó a mi lado, tomo las hojas y las dejo a un lado, para abrazarme fuerte.
Rodeo mi cintura con sus brazos y apoyando su cabeza en mi hombro  solo dijo... "Gracias"
Tenerlo cerca  fue extraño y placentero a la vez.Tome sus manos con cuidado  y lo mire por encima de mi hombro. Me hizo sentir bien.
Cuando separo su cuerpo del mio, se sonrio diciendo:
-¿Como es tu nombre?-
-Me llamo Mark y ¿tu?-dije extendiendo mi mano.
-Mi nombre es muy raro, pero...puedes llamarme Bam bam,como todos-
-Bien Bam bam, no debes agradecer nada, solo estaba aqui y vi lo sucedido-
-Si y en el momento indicado, ¿tu crees en el destino?-dijo el chico mirando el rio.
Cuando fui a contestar su pregunta, lo mire con detalle .Su rostro iluminado, sus ojos picaros y sus labios.
Me senti algo incomodo, ¿porque este chico es tan bonito?
Mis palabras fueron otras.
-¿Y que edad tienes ?-dije algo inseguro.
-Tengo 13 años-
Jamas me hubiese imaginado la situación en que me encontraba, me gustaba un chico menor que yo, siempre me gusto mirar chicos mayores, pero este chico se veía adorable. Mi mente daba vueltas en tantas preguntas para hacerle, pero de mi boca solo salio una tontería.
-Bam bam vine aquí a estudiar y preparar mi tarea para el lunes...-
-No te molestare solo me tenderé aquí en la escalinata en silencio- el chico se tendió en uno de los escalones y sus ojos no dejaban de mirarme, en sus labios una sonrisa y yo tratando de leer mis apuntes.
La tranquilidad y el silencio reinaban a orillas del río el sonido del agua,las hojas de mis apuntes y mi lápiz  al escribir sobre las hojas.
El chico estaba allí  muy cerca de mi mirando mis movimientos. De pronto de un salto salio corriendo rumbo a la sima de la escalinata, hasta que lo perdí de vista.
¿Pero donde a ido este chico?
Pasaron unos minutos y tomando escuche unos pasos tras de mi.
-Toma, no se si es de tu agrado, traje una para mi.-en su mano tenia dos latas de refresco cola.
-Gracias- le dije y tome la lata de sus manos. La idea fue buena,  se sentía realmente refrescante, el sol estaba muy cálido ese día.
-¿Nos hacia falta  algo refrescante verdad?-
El chico volvió  a tirarse en la escalinata a observar  el paisaje y yo seguí con mis libros.
Cuando por fin termine con  mis tareas, guarde  mis cosas en la mochila y estire mis brazos respirando  profundo el aire fresco de la tarde, el chico con una sonrisa tomo mi antebrazo haciendo que bajara de la escalinata.
-Pero....-de un solo movimiento apoyo su mano en mis labios para decir.
-Tengo algo que mostrarte-
Caminamos hasta una parte del la costanera donde  se encontraba algo escrito.
"Aquí fui salvado  por _____________"
Mire su rostro, se veía feliz al igual que un pequeño niño, mi corazón se acelero y mi mente  solo decía que era menor que yo.
Tomo mi mano y en ella coloco uno de esos bolígrafos indelebles, lo mire sorprendido.
-Solo pon tu nombre allí,así cada vez que regrese aquí te recordare, así todo el mundo sabrá que gracias a ti  sigo con vida-
Y sin decir nada escribí mi nombre allí, una vez mas gane un abrazo de ese chico.
Su cabello roso mi mejilla dejando sentir su suave perfume, inconscientemente apoye mi mentón en su cabeza, su reacción no se hizo esperar me abrazo un tanto mas fuerte aun.
Nos miramos por un instante, ese instante basto para darme cuenta de que estaba perdido, el chico me gustaba.
No podia creer lo que estaba pasando, el chico que me acompañaba  era una ternura, jamas lo habia imaginado encontrar, sin darnos cuenta la tarde había llegado casi al final, el sol se habia  empezado a ocultar .
Se sento a mi lado a mirar el paisaje ,su celular sono un par de veces y el no hizo caso alguno,solo podia reojear su rostro, el color roza del atardecer lo hacia ver mas lindo aun.
-Tengo que regresar a mi casa-dijo
-Nos volveremos a encontrar, el que agradece ahora soy yo por tu linda compañía esta tarde-me despedi de el dandole un abrazo.
El chico se marcho caminando con las manos en sus bolsillos,lo mire  por unos segundos y cuando me gire para marchar en sentido contrario escuche su voz.
-Mañana  estaré por aquí,cuídate y regresa bien-levantaba su mano haciendo un adiós, sonreía.
-Nos vemos entonces cuídate tu también-levante mi mano para saludarlo y de  apoco lo vi desaparecer
Mi regreso a casa  fue solo pensando en lo sucedido y mi ansiedad por verlo otra vez.
Esa noche  fue difícil descansar, a mi mente llegaba cada sonrisa del chico , su voz ,parecía escucharlo una y otra vez .
Me senté  en mi cama, las horas pasaban y yo no pegaba un ojo.
Cuando por fin amaneció pude descansar ,mis ojos se cerraron ya vencidos.
Me despertó un golpe en la puerta y me tire de la cama  cuando vi el reloj marcaba las 3 de la tarde, mi estomago  resonaba de hambre y mi perro tras la puerta rasguñaba queriendo entrar que seguramente también tendría hambre. Camine hasta la ventana y corrí las cortinas, el sol se colaba con fuerza dando calor  a mi rostro.mis ojos se cerraban por la claridad.
Me fui a dar una ducha antes de alimentar mi estomago.
Cuando estuve listo, baje a la cocina, mi perro corría y saltaba por todos lados, ladraba, se encontraba algo hiperactivo esa tarde.
-Bueno espera, deja que abra el refrigerador-me sumergi dentro del refrigerador, dentro podia encontrar algo de gelatina de frutas, algunos huevos, verduras y arroz cocido.
En la alacena estaba el alimento para mi cachorro, le serví  inmediatamente, me senté en la pequeña mesa y comencé a devorar la gelatina fresca.
Estaba solo en casa y afuera una tarde increíble. Tome la correa de mi perro y salí a la calle a pasear con el.
El sol se sentía muy bien, mi perro paseaba a mi lado moviendo su cola, estaba feliz  hacia mucho que no salíamos juntos.
En ningún momento pensé en el chico o al menos trataba de evitarlo en mis pensamientos, llegamos al parque  que estaba cerca de mi casa, me tire en el césped a juguetear con mi perro.
Escuche voces cerca, una señora iba con un chico caminando por  el parque, parecía regañarle por algún motivo. Mire a ese chico, parecía tener la misma edad de Bambam.
Fui en busca de un helado al carro que vendía en el parque. Camine por el lugar disfrutando de la tarde y volví a ver al chico con su madre.
En mi mente solo resonaba su nombre y mi corazón decía que debía encontrarlo nuevamente, siempre me repetí a mi mismo una y otra vez "Jamas saldría con un chico menor, que tuviese la edad de mi hermano menor, porque seria muy raro"
Pero mi corazón me engaño por completo, fue todo lo contrario, me enamore de ese chico de 13 años de edad y yo ya tengo 19 años .
Camine rápidamente a mi casa  a dejar mi perro allí, el reloj marcaba ya casi las 18 hs, el sol se ocultaría dentro de un rato y el se encontraría en el río aun, me arregle el cabello con mis dedos, me acomode la fina campera deportiva  y fui en busca de encontrarlo.
Luego de algunas calles, cuando al fin llegue a la escalinata frente al río,
Un grupo de chicos que se reunían en un circulo conversando, parejas que se tomaban fotos, pero no veía a Bambam.
Me dirigí al lugar especial para el, el muro donde estaban los nombres grabados .
Camine hasta allí, lo encontré en ese lugar mirando su reloj, como esperando algo.
No quería que me viera aun, así que me escondí tras de un muro para que no me viera, en cuanto se distrajo camine hasta abrazarlo por la espalda.
El tomo mis manos con cariño, solo recostó su cabeza en mi pecho.
-Sabia que vendrías Mark- dijo mirando el sol que ya estaba sumergiéndose tiñendo de colores pastel el horizonte.
-Dude en venir a aqui a encontrarte- sentia que debia decir la verdad.
-Lo se-dijo seguro en sus palabras.
-Te parecerá extraño que un chico se enamore tan pronto de ti, pero tengo que decirlo de una buena vez-
Se giro para posar su dedo indice en mis labios, miro mis ojos con ternura, se veía bien, con su cabello rojizo, sus labios me atraían desde el primer día en que lo vi, deseaba besarle de una vez.
Bambam parecía sentir lo mismo por mi, tomo mi rostro entre sus manos y me beso en los labios.
En silencio vimos juntos  como una a una aparecieron las estrellas en el cielo, el rio calmo y sus reflejos de luz del gran puente que lo atravesaba de lado a lado.
Nos tomamos de la mano y caminamos  juntos, abrazo tras abrazo había un dulce beso.
Hoy en día me di cuenta de que el amor llego a mi  a través de la ternura de un chico, fue tan especial para mi porque me hizo sentir muchas veces un niño y otras veces un hombre capaz de protegerlo en un abrazo.

Fin <3

sakjdljasldj Espero que les haya gustado!!!

Gif Time:


Mila ^^~

lunes, 19 de octubre de 2015

Fanfic!~ "En mi Eternidad" (Donghae x Fan)~ Cap. 42

Holiiiis!

jahsdjhakjshajshdkjha



Título: "En mi Eternidad"
Duración: ?
Episodio: 42
Pareja: Donghae x Fan
Apariciones: Lo verán a lo largo de la historia, aparecerán algunos nombres conocidos ^^
¡ADVERTENCIA! Se verán escenas violentas y lenguaje explicito.


Narras Tu:

           Un desgarrador frío comenzó a inundarme, y, a medida de que retrocedía, los pasos de L, MyungSoo, era más amplios. Pronto, cuando estuve a punto de atacar, una pared de agua se llevantó frente a mi, y, junto a esta, un montón más.
-No te le acerques- dijo Donghae antes de apretar su puño y convertir aquellas simples paredes en una esfera de agua, una esfera tan grande, que L estaba dentro de ella.
Aún en el agua, se sonrió y el agua se convirtió en hielo.
De entre las sombras, otra figura negra emergió. Una niña, una niña que había visto antes. Cuando estuve a punto de acercármele, una macabra sonrisa emergió en aquel dulce rostro, y, más pronto que tarde, cambió de forma, siendo, una joven, una chica bastante bajita y de sonrisa sarcástica.  Miró la gigantezca bola de hielo y golpeándola apenas con sus uñas, el hielo se resquebrajó.
L volvió a estar de pie, con una sonrisa en sus labios.
-Te presento a Susan Lee, Soon Kyu- sonrió L.
Arquee ambas cejas y la chica mostro mi celular y mis dagas.
-¡Sorpresa!- dijo ella, llena de sarcasmo.
-Púdrete- contesté.
Ambos rieron y mientras que Myungsoo tomaba la mano de la chica y la besaba con dulzura. La miró a los ojos y la chica despareció entre las sombras dejando mi celular y mis dagas.
Me crucé de brazos antes de que el chico pateara mis cosas, acercándomelas. Arquee una ceja y le dije a Donghae:
-"Sueltalos y lárguense de aquí"-
-"Pero... ¿y si te ocurre algo?"- contestó él, antes de notar su corazón agitarse.
-"Por favor, Donghae. Hazme caso y libéralos. En cuanto termine aquí los alcazaré. Corran tan rápido como puedan"- respondí, antes de ponerme en guardia. -¿Es tu pareja?- le pregunté a L, quien sonrió.
-No- respondió, antes de hacer sonar sus nudillos -¿Lista?-
Le sonreí, colocandome las manos en los bolsillos traseros de mi pantalon, Donghae mientras tanto, se acercába lentamente para solatrlos a todos.
-Creo que, si he entendido bien... solamente buscas liberarte de mi, ¿no es así? Imagínalo, todo sería más facil. "Si sacrficamos un par de peones, no nos importaría tener a cambio la vida de la Reina"- le sonreí.
-No has entendido mal, lástima que en este juego nos ha tocado una Reina bastante inútil- sonrió él, de igual forma.
-Pero... ¿A quien podría hacer daño? ¡Si soy una mosca sin alas!- reí negando levemente.
-Todo es un juego en la vida- me guiñó un ojo.
Mientras que trascurría nuestra plática, Hae liberaba a quienes estaban recluídos. IU, al quitarse la venda de los ojos, unas cuantas espesas lágrimas resbalaron por sus mejillas, me miró a los ojos y mordiendose el labio, siguió a los demas a la salida.
-¿Crees que no se que están escapando?- preguntó L, sin dejar de mirarme a los ojos con una sonrisa en sus labios.
-Bueno, lo tenía en cuenta desde que entré al lugar- contesté, urgando en mis pantalones, encontrando un par de navajas. Sonreí sin disimulo y en cuanto los chicos se retiraron, las tomé entre mis dedos, mostrándolas con descaro.
-No te servirán de nada- comentó, antes de empuñar sus puñales.
-No te servirán de nada a ti, pero a mi me parecen buenas distracciones- sonreí, antes de comenzar lo que parecía ser una batalla interminable.
Perdí la cuenta de la cantidad de golpes que propiné, perdí la cuenta de la cantidad de golpes que recibí. Cuando nos cansamos de los juegos, MyungSoo comenzó a utilizar sus dones, glandes glaciares de hielo, hielo sobre el adoquín, grandes tormentas de nieve y un frío invernal que no parecía dejar de hacerme daño.
-¿La estas pasando muy mal? Lástima, porque es solo el calentamiento- se sonrió él, esquivando mis navajas entre las ventizcas.
Aunque mis dones eran antagónicos a los de mi antiguo compañero de misiones, no sentía la fuerza, la energía, de los mios. No notaba el tatuaje escocerme, no notaba mis manos calientes.
"Si tan solo supieras manejarlos" pensé, esquivando sus ataques en la medida de lo posible, aunque, uno de ellos, me alcanzó.
-¡Ay!- grité adolorida al ver una escarcha bastante gruesa, atravesarme el tobillo.
Al ver mi desventaja, con una sonrisa en su rostro, formó grandes y gruesas capas de hielo que me envolvieron y me abrazaron, no podía moverme, estaba sepultada bajo el hielo.
El chico, mi adversario, se acercó a mi con parsimonia, por mi parte, el aire empezaba a ser cada vez menos en aquel pequeño recinto.
L reía, con descaro, con vanidad, pero sobre todo, con locura.
Apenas podía oirlo, apenas podía respirar...
Fue entonces cuando lo vi, y era bastante claro. Tenía algo por lo que luchar. Toda mi vida me la pasé pensando en las alternativas para derrocar a los altos cargos, a mis contrarios... Pero... ahora quería vivir, quería vivir en el pleno sentido de la palabra, quería pasar mi vida entera junto a alguien.
Mi corazón dió brincos de alegría, sabía que lo quería pero no que lo hacía con tantas fuerzas.
Cerré los ojos como pude y me abandone en mis pensamientos. Notaba mi cuerpo entero arder, notaba mi pecho, más que cualquier otra parte, hervir. Mi cuerpo se tiñó de fuego.
Las risas de Myugnsoo cesaron, pasando al sepulcral silencio y una mirada de total asombro.
Sonreí con dicha y el hielo se derritió.
Cuando mis pies tocaron el suelo, L me miró de pies a cabeza, deteniendose en la marca, abriendo la boca, asombrado.
-Desarrollaste... dones...- tartamudeó.
Asentí, con una sonrisa y esquivé sus siguientes ataques.
El lugar era un completo caos, los cuerpos de los primeros caídos, quedaron marcados como manchas negras en el suelo. A mis pies y al rededor, hielo derretido.
Fué entonces cuando comencé a atacarlo, como podía, aún no controlaba bien el fuego. Me dediqué a golpearlos y atarlo con cadenas calientes, las mismas cadenas con las que había atado a todos. Llegó un momento en el que, no se pudo mover.
Aún con el pie malherido, me acerqué a él. Le levanté la barbilla con los dedos.
-Quema, quema- se quejó sin dejar de mirarme a los ojos y transpirar.
Lo miré de igual forma y como ráfagas, pasaron por mi mente, todos los recuerdos. La cantidad de veces que nos habíamos puesto a charlar, su sarcásmo, cuando reíamos a carcajadas en la sala de estar al ver a Siwon actuar extraño.
Solté las cadenas y el chico cayó de rodillas al suelo, cansado y malherido.
-¿Por qué lo has hecho?- pregunté, sin comprenderlo.
-Siempre fuíste una mala lider, pusiste a quien creías importante por arriba de los demas, yo... te odio, te odio- contestó, sin energías.
Hice de mis manos un par de puños.
Tomé una de mis dagas que estaban en el suelo y cuando estuve a punto de darle el golpe final, me detuve.
Frente a mi, vi al L de siempre, cabizbajo y distante, de mirada fría pero perdida, como un niño pequeño.
Levanté la mano y apretando el puñal, me mordí el labio inferior y... bajé la mano con certeza.
Tras un segundo de silencio, un grito inundó el lugar. Le había cortado el brazo nada más, un corté profundo, sin llegar más allá.
MyungSoo me miró sin entender.
-¿Que haces? ¡Mátame!- pidio moviendo las cadenas que lo ataban.
-No lo haré- me negué, dando unos cuantos pasos atras -No quiero ensuciarme las manos.-
El chico me miró a los ojos, jamás había sentido compasión por nadie.
-Vive, tarde o temprano, el Karma se encargará de ti. Vete lejos, muy lejos,  un lugar donde ninguno de nosotros te pueda encontrar. Desaparece, Myung Soo-  dije, tomando mi celular y mi daga restante, echando a volar, dándole la espalda.
Me quedé con el recuerdo de la mirada del chico, una mirada totalmente confundida, una mirada de compasión.
-Adios, L- comenté antes de salir de la fábrica, volando, volviendo a casa.

-----------------------------------------..................................

El cielo comenzaba a teñirse de colores, de colores mucho más brillantes que el azul de la noche, aunque, lo unico que quería en ese momento, era llegar a casa.
Las luces de la sala se hacían cada vez más ténues, entré volando, notando, el murmullo lejano de Heechul y Hang Kyung, ambos me miraron, asombrados de mi presencia allí.
-No quiero interrumpirlos, continúen, solo quiero ver a mi hermano. ¿Está despierto?- pregunté a ambos.
-Si, hace unos minutos despertó- respondió Hee.
-¿Estan todos bien?- pregunté, encaminandome al dormitorio de Won.
-Si, están a salvo- respondió el chino, con una sonrisa.
-Perfecto, no se desvelen- comenté y abrí la puerta lentamente.
El fulgor del aroma a Siwon, inundaba completamente su habitación, que de por si, ya era una fábrica de vainilla. Lo miré desde la puerta aún y la cerré tras mi pasaje. Yacía tranquilo sobre la cama, con los ojos cerrados y sin una sola marca en su rostro, las heridas que antes tenía se había desvanecido.
-Tal y como lo pensé, Heechul te a sanado- comenté con la voz suave.
-Si, y puedo asegurarte de que es lo más exquisito que he pobrado en mi vida- se sonrió, mirandome a penas.
No pude evitar esbozar una sonrisa, me acerqué a su cama y me senté a orillas de la misma, apenas me acomodé en el lugar, Siwon se sentó en la cama, y me obligó a acercarme más.
Sus brazos me rodearon con ternura, apoyando su mentón en mi cabeza.
Al separarnos, me miró el rostro y estudió mis heridas.
-Aún no me creo lo que ha pasado- murmutó tocando mi labio partido.
Hice una pequeña mueca de dolor, y lo miré a los ojos. Su mirada parecía entriztecerse cada vez más, L era uno de sus mejores amigos, y, el dolor de una traición era uno de los más fuertes.
Me mordí la lengua y apreté una de sus manos.
-No he podido hacerlo- me sinceré.
El chico frente a mi frunció el ceño, asombrado a más no poder.
-¿Que?- preguntó, y pude ver en sus ojos, esperanza.
-Lo he dejado ir, sigue vivo- contesté finalmente.
Siwon volvió a mirarme antes de abrazarme con fuerza, mucho más fuerza que antes.
-Gracias- murmuró el chico.
La calidez que irradiaba, era tan fuerte, que pareció ablandar un poco más mi corazón, al separarnos, me besó una de mis manos y se sonrió, mucho más relajado.
Suspiré y sonreí, antes de levantarme de la cama.
-Ya me debo ir- dije y el chico mostró un mohín.
-No, quédate- pidió como un niño pequeño.
-Aish- me quejé, antes de inclinarme y besarle la mejilla -Descansa, mañana hablaremos con detalle, ¿esta bien?-
Tras otro notorio mohín, asintió soltando mi mano. Dejé una última sonrisa antes de retirarme.
Al salir de su recámara, me encontré con una de las visuales más... interesantes que ví en mi vida.
Hang Kyung, se abrazaba fuertemente a la cintura de Heechul, mientras que éste último entrelazaba sus dedos en el cuello del otro. Cuando la puerta se cerró detras de mi avisando de que estaba presente, ambos se separaron y me miraron, atónitos.
Fruncí el ceño sin poder evitarlo, el chino se marchó sin siquiera saludar, dejandome con el chico de ojos felinos.
-Puedo explicarlo...- tartamudeó.
-No tienes nada que explicarme, no en este momento. Tal vez en un futuro si debas explicarme- le sonreí, cruzandome de brazos.
-Gracias, temía a que te enojaras...- suspiró.
-Tal vez en un futuro, más que explicar, debas excusarte porque, si descubro que le has hecho daño a Siwon, te desfiguraré esa bonita cara que tienes. Ahora, será mejor que le digas antes de que explote la bomba de tiempo, o sea, yo- continué, acercándome al chico y enredando uno de los mechones negros entre mis dedos -Te estoy dando la oportunidad de que aclares tu mente, cariño. Pero, tambien es una advertencia- sonreí una ultima vez, dejándolo solo en el salón.

Fin CAP. 42!

ASJDHKAJSHDKJASHDAS <3

Gif Time:


sábado, 17 de octubre de 2015

Oneshot~ "Baile de Dos " (JHope x V - VHope)

Holiiiiis!



Título: "Baile de dos"
Tipo: Yaoi Romantico ^^
Duración: 1
Pareja: JHope x V
Apto para TODO publico.
Grupo; BTS ♥

Narra JHope:

          El baile es mi mundo...
En la sala de ensayos  me encontraba  seguro, sin problemas, solo era trabajar día tras día,  frente al gran espejo, intentar superar cada movimiento a cada instante.
Soy un chico como todos, sencillo, que solo busca la felicidad, ¿Que puedo decir de mi? Un chico lleno de sueños al igual que los demás.
Tengo una novia desde hace ya unos tres años, la conozco desde que recuerdo la entrada al colegio, fuimos compañeros durante varios años  y luego ella se fue a otro  lugar a estudiar, ahora estamos juntos otra vez y de seguro nos casaremos algún día.
Luego de responder las preguntas que me hacia aquel periodista, mis pensamientos no estaban claros aun.
-Buenas tardes señor Jung Ho Seok. Gracias por responder las preguntas que le he hecho, me marcho, lo dejo trabajando tranquilo-
El joven periodista salio luego de hacer una reverencia ante mi y cerro la puerta de la sala de ensayos.
Tome una de las botellas de agua del pequeño refrigerador que estaba en una de las esquinas  y me dirigí hasta la ventana que daba a la gran ciudad de Seúl, "A esta hora se encuentra tranquila" pensé y mire el reloj marcaba las ocho de la noche.
Encendí el estereo y sin pensar en nada mas, me deje guiar por la música, el baile vida...
Practicaba coreografías una tras otra, hasta quedar exhausto, quedando  tendido en el frío piso del salón.
Mientras giraba  en  una de las vueltas, la imagen de mi chica llego a mi mente, la quería, nos conocíamos lo suficiente ya como para decir que pronto le regalaría el anillo de compromiso.
-Vamos Jhope, ya te animaras a dejar la soltería- dijo mi mente.
Como una casualidad, el celular sonó, al mirar la pantalla, solo pude hacer una mueca en mis labios y conteste la llamada.
-Hola, Hye Song, pensaba en ti en este mismo instante, bajo enseguida, espérame  en el pequeño bar que esta aquí en el edificio- dije al teléfono.
La chica al parecer me esperaría como le había pedido.
Tome la toalla del estante  de uno de los casilleros y me dirigí hasta los baños para darme una rápida ducha.
En cuanto estuve listo fui en busca de mi chica.
El lugar era pequeño y acogedor en la entrada estaba un chico  leyendo un diario local y la camarera  me saludo cordialmente. De inmediato me señalo la mesa junto al cristal, estaba mi chica con una sonrisa  esperando que llegara.
Me acerque y la salude  tomando su mano  suave y cálida.
-Disculpa por la demora-dije   y tome asiento frente a ella haciendo una seña a la joven mesera.
-¿Señor?-
Mire a mi acompañante y con un gesto  nos entendimos.
-Una orden para los dos  de la especialidad del día-
La cena fue agradable, como cada momento que estábamos juntos. Pero  era  igual siempre entre los dos, nos conocíamos tan bien que jamas habían  diferencias y esto se había hecho rutinario a veces.
Lo típico, el chico complaciente, la chica dulce y paciente, el chico  que la acompaña hasta su casa y el chico que se va por las calles de la ciudad a su casa.
Mi mente decía que era la indicada pero  mi corazón decía lo contrario, me faltaba un ingrediente en  el mundo que vivía pero no encontraba ninguna emoción.
Así pasaban mis días, ensayos, clases  de baile para mis alumnos, mi chica tierna y volver a mi apartamento de soltero, encender  el televisor, tomar algo del refrigerador y quedar dormido para  levantarme al día siguiente  con la misma rutina.
Hasta que una tarde escuche la puerta del salon abrirse tras de mi y ver por el espejo a un chico con un bolso en sus mano .
-Perdón por interrumpir- dijo a lo que siguio diciendo -Me llamo Kim Tae Hyung-
-Mi nombre es Jun Ho Seok -dije -Adelante-
El chico con su cara  muy seria  se acerco un poco mas  a donde me encontraba.
-Deja tu bolso en la esquina del salón, a ver que tal bailas -dije -Buscare algo de música-
El choco dejo el bolso y se paro frente al espejo tímido y asombrado, al parecer era la primera vez que se encontraba con un coreografo.
Encendí  el equipo y el joven comenzó a bailar sin problema alguno ante mis ojos.
Había algo en el que me hacia recordar a mi cuando tomaba mis clases de baile anteriormente.
Al verlo me cruce de brazos, me gusto su forma de bailar, aunque estaba algo nervioso.
-Bien- dije -Trata de seguirme ahora-
Comencé a  hacer lentamente una de mis rutinas a ver si podía seguir mi ritmo.
El  chico era tan ágil como yo pensaba.
Luego de un rato de ensayo y  pruebas de baile, despedí al joven en la puerta del edificio con mi bolso en la mano, el se fue caminando en sentido contrario por las calles de la ciudad.
Camine rápidamente  por las calles hasta llegar  a mi apartamento, cuando estaba a punto de meter la llave en la cerradura mi celular sonó.
-¿Hola?- dije sin fijarme quien era.
-Hola Hope- Dijo la voz detrás del celular-¿estas en tu apartamento?-
-Si- Dije feliz de escuchar a un viejo amigo, el que tantas veces bailo a mi lado.
-Te espero- dije antes de colgar
Entre en el apartamento y acomode algunas cosas, pedí pizza para adelantar antes y que llegase mi amigo.
Fui a la cocina y busque una botella de vino.
Al rato la pizza había llegado y detrás del chico del delivery estaba Monster, mi gran amigo.
Nos vimos y nos abrazamos, somos como hermanos compartimos tantas cosas juntos
Conversamos de todo un poco,  bebimos y comimos juntos.
-Se que la quieres amigo- dijo  Monster con sus  ojos dirigidos a una vieja foto en  la pared.
-Si la quiero- dije mirando la misma foto,  pero mi voz estaba algo apagada.
-Veo que no lo suficiente aun, no le dices que la amas a los demás- dijo mi amigo, me conocía mas que nadie, aun no estas listo para casarte y paso su brazo por mi hombro.
-Ella es hermosa, compañera, me gusta, pero amarla... no lo se- fue  aliviador decirle a Monster lo que sentía en realidad, la mayor parte del día me aburre  escuchar su voz en el celular.
-Me lo imaginaba, es por eso que te veo algo distante de ella aunque estés a su lado, eso es costumbre... -dijo palmeando mi hombro.
Mi amigo era mas que sincero, ya había pasado por una experiencia  bastante parecida y no queria que me equivocara.
La charla con mi amigo  me dejo en claro algo, querer no es lo mismo que amar.
Los días pasaron, mi trabajo como coreografo había aumentado significativamente, muchas veces me quedaba en la sala de ensayos  hasta tarde, mi compañero de ensayo era "V ", el joven nuevo, el que cada día se superaba mas gracias  a su arduo esfuerzo.
Rabiamos llegado  a ser compinches de bromas o ideábamos juntos nuevas coreografias.
Una tarde de esas que menos imaginas, estábamos haciendo una coreo bastante difícil en donde V debía lucirse en el escenario de un evento.
Estaba en pleno giro de aquella rutina y resbala cayendo en el piso.
-¡Aish!- dijo al querer pararse, su tobillo derecho estaba  levemente lesionado.
Corrí para ayudarlo, me acerque para ver  su pierna y él solo se quejaba de dolor.
Busque el botiquín  algo para calmar su dolor, una botella de agua fresca del refrigerador. Me sentí culpable de hacerlo ensayar tan duramente .
Me acerque  y cuando lo hice sucedió algo en mi tan extraño como insólito.
El chico tendido en el piso se veía bien ante mis ojos.
La expresión de sus labios se veía apetecible, sus ojos rasgados algo entreabiertos, su barbilla...
Me asuste al pensar  en un acercamiento , nunca  imagine decir esto pero..."Vamos" dijo aquella voz en mi mente "El chico te gusta"
¿Mi mente me estaba jugando una mala pasada o  que?
Me acerque al muchacho observe sus lindos ojos y un poco nervioso  al verlo  tan cerca y tan vulnerable, solo atine a decirle:
-Lo siento, siento que es mi culpa-  y tome con cuidado su tobillo entre mis manos. Haciendo que le doliera. Su tobillo estaba algo inflamado, el chico  soltó un grito de dolor.
Lo cargue en mi espalda y lo lleve  de inmediato al hospital mas cercano para que lo viese un doctor.
"V" , me miraba por el espejo del auto, sus ojos reflejaban el dolor que sentía.
En el hospital lo cargue rápidamente hasta que una enfermera  me indico que debía  esperar fuera de la sala de emergencias.
Un medico salio de la sala para  decir que necesitaba reposo y me hice  cargo de la situación.
Lo subí  al auto  y luego de discutir la situación en que se encontraba, terminamos  en mi departamento.
Aunque  él no estaba de acuerdo  en quedarse en mi casa, le prepare fideos instantáneos y sus ojos se iluminaron.
-Parece  que tu enojo ha desaparecido al ver la cena- le dije sonriendo al verlo .
-Dime, ¿porque me haz traído aquí?-
-¿No oíste al doctor ? Debes tomar reposo hasta que estés completamente aliviado- le aclare antes de sentarme junto a el en el sillón de la sala de estar.
-Pero...- No lo deje seguir hablando le  obligue a comer con una mirada seria .
Parecia un niño.
¿-Miramos una película? o ¿Prefieres ver algo de fútbol?,¿Escuchar música?-
-Lo que  tu quieras esta bien- contestó, saboreando los fideos con las mejillas llenas.
-Buscaremos una película  y comamos, muero de hambre-
La cena fue agradable, una película cómica, risas y una noche que jamas había tenido con mi chica.
No mal interpreten, fue lindo compartir risas con el.
Cuando la noche casi había llegado a su fin, me retire a mi dormitorio, me tire en la cama y al despertar al día siguiente vi las llamadas perdidas de mi  chica.
-Uy, esta vez me va a dar un regaño de aquellos.-me dije  y salte de la cama para ir a preparar el desayuno.
El chico en el sofá estaba dormido, su rostro tan cálido  como un ángel me había llamado una vez mas la atención.
"¿Como puede ser tan guapo?"pensé ,luego de darme cuenta de lo que me estaba pasando corri a mojar mi rostro con agua fria.
-JHope, ¿Que te pasa? ¿Acaso estas loco?- me dije a  mi mismo frente al espejo con la cara mojada.
El timbre sonó, en ese mismo instante, al ver por la mirilla de la puerta pude ver a mi chica con un gesto ... ¿como podría describirlo?, enojo,preocupación... "No, pobre de ti Hope" dijo mi voz interior.
Abrí la puerta y entro sin decir una palabra, al parecer quedo estática al ver un chico durmiendo en el sofá. Al instante su cara cambio.
-Buen día, vine preocupada... pensé que te había pasado algo-su sonrisa nerviosa me hizo pensar que había  un  mal pensamiento en su mente.
La tome del brazo sin pensar y la lleve hasta la cocina  para hablar sin molestar a "V".
Comenzamos a hablar y en medio de la charla, todo se me había ido de las manos, me enoje mucho y la joven se marcho cerrando la puerta.
Pasaron los días antes de darme cuenta "V" se había recuperado por completo y poco a poco empezamos a compartir  nuestros tiempos libres.
Terminamos viviendo juntos en mi apartamento, nos llevábamos bien, poco a poco me fui dando cuenta de que mis sentimientos por "V" ya no eran los mismos.
Decidí  aclarar las cosa con  Hye Song, citándola en  el pequeño bar cerca de mi lugar de trabajo.
No me animaba a decir nada, solo dije la verdad.
-Debemos terminar...- dije y la joven mostró su rostro triste por mis palabras.
Antes de que preguntara algo solo dije:"Hay alguien mas"
La joven herida, tomo su saco y salio por la puerta que  daba a la calle.
Al  fin había aclarado mis sentimientos.
Camine por el parque rumbo a mi casa.
En la puerta estaba "V" con las llaves en la mano para cerrar la puerta.
Al acercarme a el solo tome su mano para impedir que se fuera, antes debia aclara mis sentimientos con el.
Lo lleve hasta dentro del apartamento y cuando caminaba  la sala de estar, lo tome por la espalda abrazándolo fuerte.
El quedo  allí entre mis brazos sin decir nada. Sus manos en las mias, tan calidas y suaves.
Le hable  al oído, "Tu me gustas", solo  separo mis manos de su abdomen para girar su cuerpo.
Nos miramos a los ojos y luego me acerque a su boca para dejar en sus labios un beso, apoyando mis labios en los suyos  tímidamente, con miedo de ser rechazado.
Sentí sus manos en mi pelo  haciendo que me acercara otra vez a su boca pero esta vez el beso era intenso, con tanto cariño  de parte de el.
-Tu me gustas también-dijo  abrazándome fuerte y apoyando su cabeza en mi hombro.
Espere durante unos cuantos meses esto y jamas me arrepentiré de haber cambiado mi destino.
Jamas volví a ver a aquella chica,ahora solo vivo con el amor de "V" ,quien se ocupa de mi como si me hubiese esperado toda su vida.
Bailamos a solas frente al espejo de la sala de ensayos, mi mundo   se llama "V" , el baile es parte de los dos.

Fin!~

askjhdkjahsdkjhaskdjhaksdjh <3

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miércoles, 14 de octubre de 2015

Fanfic!~ "En mi Eternidad" (Donghae x Fan)~ Cap. 41

jashdkjhaskjdhkjahskjd Holiii!



Título: "En mi Eternidad"
Duración: ?
Episodio: 41
Pareja: Donghae x Fan
Apariciones: Lo verán a lo largo de la historia, aparecerán algunos nombres conocidos ^^
¡ADVERTENCIA! Se verán escenas violentas y lenguaje explicito.

Narras Tu:

           Junto a Donghae, terminamos de ordenar todo el desastre de casa, pero, aún, un abismo gigantesco nos separaba.
No me dirigía la palabra, todo se sumía en un profundo silencio que nos consumía a ambos. Algunas veces cruzábamos miradas, pero nada más. Sus pensamientos no llegaban a mi, ni podía entrar en su cabeza.
Finalmente, me rendí, y, tomando mi celular, comencé a llamar a IU, con la esperanza de que donde estuviese, lo llevara consigo.
Pronto, el aleatorio tono de llamada comenzó a resonar en la sala. Hae y yo nos miramos y juntos, levantamos el sillón.
-Joder...- me quejé sosteniéndome la frente.
-Esto no tiene buena pinta- comentó Hae, tomando el celular de Hyuk.
Definitivamente, era un secuestro y también, una trampa, una trampa muy obvia para capturar a Donghae, pero, ¿Quien ademas del grupo sabía de nuestra ubicación?
Pronto, noté un creciente olor a vainilla inundarme. La clásica, dulce, serena y sensual vainilla. No pude evitar sonreir al ver a Heechul salir del dormitorio hecho un manojo de nervios.
-¿Estas bien?- pregunté acercándome al chico, quien, intentó vanamente, ocultar el profundo corte que se había hecho en el brazo -Ven, te curaré-
El chico me miró confundido y asustado.
-¿Me morderás? ¿Te puedo matar con ajo acaso?- preguntó, demasiado tembloroso.
Dejé una carcajada en el aire y, tendiéndole la mano, lo guié al comedor, comenzandolo a curar.
-¿Siwon no te lo ha explicado todo?- pregunté y el chico negó -Verás, algunas leyendas e historias urbanas, son ciertas. Existió Dracula y existe, no somos intolerantes al ajo, pero si al sol, aunque, sabemos sobrellevarlo con pastillas. En nuestro "clan", únicamente, vivimos a pastillas, la perfecta alternativa antes de que la sed de sangre aparezca. Cuando hay sed de sangre...- comencé a explicar antes de que Hae me interrumpiera.
-Cuando hay Sed, estamos jodidos ya que significa que hemos encontrado a nuestra pareja de vida- dijo él, señalándome.
Lo miré un instante antes de centrarme en la herida del chico frente a mi. Tenía la piel blanquecina y suave, como la de un bebe.
-¿Ustedes son pareja?- preguntó Heechul.
Donghae y yo nos miramos un instante, y por más de que le sonriera, su respuesta me dolió...
-Algo así- dijo y se retiró hacia la recámara de Hyukjae.
Lo observé desaparecer detrás de la puerta, cerrándola.
¿Que diablos le pasaba?
Suspiré y recordé como se había comportado y el enojo con el que cargaba. Suspiré y le vendé el brazo a Heechul.
-Gracias por arriesgarte- dije, sin dejar de mirar los ojos cafés del chico frente a mi -Gracias, de verdad-
-No tienes porque agradecer... Siwon... Ese chico me ha demostrado más amor que cualquier persona en el planeta- se sonrió y ví su mirada aguarse.
Le sonreí de igual manera y el me devolvió el gesto limpiándose las escurridizas lagrimas.
Pronto, nuestra conversación se vió interrumpida, la puerta de mi habitación se entreabrió, y, por ella, Vee, quien me miró y se llevó la mano a la boca.
Pedí permiso a Hee y me acerqué a la joven, abrazándola con cariño.
-Creí que no te volvería a ver- dije al separarnos.
La chica apenas tenía fuerzas para mantenerse en pie, aferrándose a mi, camino lentamente hacia el comedor, sentándose a un lado de Heechul.
-Se que no estas con las energías a tope cariño, pero necesito que me digas todo lo que has visto. ¿Como llegaron?- pregunté sentándome frente a ella.
La chica tragó saliva y finalmente dijo:
-Fueron varios, vestidos de negro, uno de ellos... tenía los ojos delineados y negros. Dominaba... el hielo- hizo una pausa y se tocó uno de los profundos cortes que tenía en el abdomen, tratando de curarse con la poca energía que tenía- No se donde se han ido pero... puedo averiguar a donde los tienen a todos-
-¿Como?- preguntó Heechul interesado en el tema.
Asentí y me encaminé al cuarto de Hyukjae, golpee la puerta cerrada frente a mi y ésta se abrió.
-¿Necesitas algo?- preguntó Hae, serio, sin siquiera mirarme a los ojos.
Mi pecho escoció una vez más y con la punta de mis dedos, rocé el tatuaje. Estaba hirviendo, caliente, era como la mismísima lava.
-Necesito cualquier pertenencia de Hyuk- respondí y sus orbes marrones me miraron un instante antes de sacar de uno de sus bolsillos traseros, el celular de uno de los desaparecidos -Gracias- concluí y me retiré sin mirarlo de igual forma.
"Si quiere jugar, perfecto, también me gustan los juegos" pensé y le tendí el celular a Vee.
Tras unos minutos de concentrarse, haces de luces amarillos, rojos, naranjas, celestes y verdes, comenzaron a salir de las manos de la chica. Abrió sus ojos, antes chocolates y ahora rojos.
-Veo... paredes grises, paredes mohosas, es un lugar gigantesco, se oyen pájaros, chicharras y pocos autos- dijo la chica, en tono totalmente fuera de si misma. Su voz no era la de siempre -Veo, cadenas, máquinas, y...-
Me llevé la mano al puente de la nariz, apretándolo levemente.
-Hay sangre por todos lados... y, ¡Dios! Están sentados, encadenados y con los ojos vendados- dijo antes de soltar el celular y notar sus ojos cambiar de color.
-¿Como una fábrica abandonada?- pregunté, levantándome de mi lugar.
-Si, algo así- respondió.
Miré a Heechul y suspiré.
-Quédense aquí y descansen. Heechul, llámame en caso de que algo ocurra, intentaré terminar con esto enseguida- informé, en tono de orden, dirigiéndome una vez más hacia  donde estaba Donghae.
Golpee apenas la puerta y ordené:
-Están en una fábrica, a las afueras de la ciudad. ¿Vienes?-
La puerta se abrió y la sombría mirada del chico no me hizo tranquilizar precisamente...
-Debo ir porque, por desgracia, eres mi reserva de sangre de por vida. Lástima que resultaste ser tan suelta... por no decir otro término- se sonrió y me dio la espalda para tomar su chaqueta.
Fruncí el ceño y dí un paso adelante, cerrando la puerta detrás de mi.
El se volvió, encarándome, fueron sus palabras la razón de mi explosión.
-Mira, amor mio, te aseguro con todo el derecho que soy tu "reserva de sangre" pero soy la única que te puede hacer vivir eternamente, no vuelvas a hablarme en ese tono por tus estúpidos celos- dije, recalcando cada palabra, acercándome a él. Levante la mano y cuando estuve a punto de golpearlo con el puño cerrado, decidí mantener la poca compostura que me quedaba, y, picándole con el dedo el pecho -Y puedo asegurar otra cosa también... Ese bonito tatuaje dá la casualidad de que, va muy bien junto a éste- sonreí, mostrando mi candado-Lo que significa que desgraciadamente, me tendrás que soportar de esta forma el resto de la eternidad. ¿Te quedó claro?-
El sonrió y tomándome por la cintura, me besó en los labios de la manera más pasional posible, aferrándose cada vez más a mi.

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La noche se tornaba cada vez más fría, nosotros, sin embargo, notábamos un fuego interno muchas veces más grande de lo que estábamos acostumbrados. Moría de ganas de estar con él, tal como la noche anterior, pero, teníamos trabajo.
¿Quien podía manejar el hielo? Recordé la descripción que me había dado Vee y en mis mapas mentales, nadie que ya hubiese conocido se asemejaba a su descripción.
Frené a un largo trecho de la fabrica. Había una  sola estructura gigante, de paredes grises y mohosas que estaba completamente alejada de la ciudad. La fábrica de textiles olía a azufre y sándalo.
-No tengo idea de como lo haremos- le informé a Hae sin ver movimiento a las afueras del lugar.
-Tengo una idea pero, necesito que me dejes usar mi máximo de fuerza- pidió sin dejar de mirarme a los ojos.
Lo miré sin dar crédito. Donghae no era consciente del poder que podía llegar a tener, no tenía idea. El que en sus visiones se encontrara en un maldito océano, daba a pensar varias cosas, sobre todo, de que su poder era increíble.
-No- contesté secamente buscando otras alternativas.
-¿Por qué no?- preguntó con el ceño fruncido.
-Porque podrías matarlos a todos ahí dentro- contesté sin dejar de mirarlo.
Se quedó unos instantes en silencio antes de volver a preguntar:
-Y... ¿3/4 de fuerza?-
Suspiré.
-La mitad, recuerda que IU, por ejemplo, no puede estar en contacto con el agua, la electricidad se propagaría y terminaría electrocutando a todos- explique.
Él me sonrió y me abrazó con ternura.
-Eres la mejor, piensas siempre en todo- dijo antes de dejar un beso en mi mejilla.
Arquee ambas cejas y lo volví a mirar, extrañada.
"Diferencia número uno: Comparado con el anterior, el humor de este Donghae, era mucho más cambiante" pensé y juntos, nos acercamos volando a la enorme fábrica, al llegar al techo, comenzó la acción.
Las pequeñas ventanas en lo más alto de las paredes, parecían ser nuestra única forma de acceso. Una vez dentro, un bonito show comenzó, apenas tocamos el suelo, los guardias levantaron sus armas.
Ambos levantamos las manos lentamente y dejé caer lo que traía en la mano.
La bomba de humo cayó al suelo y repiqueteó en el hormigón, y tan pronto como cayó, se activó.
-Ahora- dí la orden y mientras tomaba mis pistolas, Donghae se abría paso entre la gente.
Perdimos la cuenta de la cantidad de vampiros que logramos exterminar, pero, de la misma manera, perdimos la cuenta de los que estaban por llegar.
-¡Vuela!- dijo Hae y por primera vez, le hice caso. Formó grandes torbellinos de agua que, pronto se convirtieron en olas gigantes, arrasando con todo a su paso.
Los enemigos se barrían por el agua una y otra vez, en su mayoría, muertos o inconscientes.
En el fondo del local, estaban los chicos secuestrados, tal y como lo había descrito Vee. Se encontraban uno al lado del otro, sentados y con los rostros magullados.
A su lado, mientras que las olas amenazaban con barrerlo tambien, una sombra oscura.
El agua llegó a él en forma de ola gigantesca que, con un vaivén de su mano, convirtió todo en escarcha, hielo macizo y nieve.
Recargué las pistolas rápidamente y con toda la puntería que fuí capaz de mantener, agujeree la capucha negra, la risa del sujeto resonó en la fábrica.
-No has cambiado en nada, y, al parecer haz encontrado reemplazo de mi lugar fácilmente- dijo y se quitó la capucha mostrando su rostro.
Contuve la respiración al ver esos ojos rasgados y marrones, delineados y fríos, al ver el cabello negro y un poco más largo de lo que lo había visto la última vez, la lobuna sonrisa, tan sarcástica como siempre.
-L..- dije, con el alma a los pies.
El volvió a sonreír y con un movimiento de su mano, dirigió una escarcha de hielo a mis pies.
-MyungSoo, ese es mi nombre- respondió, encaminándose hacia mi, logrando que retrocediera unos cuantos muchos pasos.

Fin Cap. 41 ~~

kasdklajsldklaksdjlk Los amo!

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Mila ^^~