Romantic Oneshot: septiembre 2015
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sábado, 26 de septiembre de 2015

Fanfic!~ "En mi Eternidad" (Donghae x Fan)~ Cap. 39

Holiii!!



Título: "En mi Eternidad"
Duración: ?
Episodio: 39
Pareja: Donghae x Fan
Apariciones: Lo verán a lo largo de la historia, aparecerán algunos nombres conocidos ^^
¡ADVERTENCIA! Se verán escenas violentas y lenguaje explicito.

Narras Tu:

           -Es imposible- dí un paso atrás,  notando el dolor aún en mis manos. Era como si hubiera puesto mis manos sobre las brazas calientes, como si las hubiera puesto sobre el mismísimo fuego. Mi cuerpo ardía en su totalidad.
-¿Estas bien?- me preguntó Siwon, apareciendo a mi lado, un poco sudoroso y rojo.
Miré a Donghae y intentando calmar mi respiración, asentí lentamente.
-Vee... ¿Puedes ayudarla con sus dones?- preguntó Hae a la chica.
-No tiene dones... es decir... si los tiene nunca dijo nada- contestó ella antes de mirarme con el ceño fruncido -¿Los tienes?-
Miré a Donghae una vez más, y una mirada suplicante suya me dejó claro de que quería que hablara.
-Prometiste que no lo dirías- le dije, y el chico dió unos cuantos pasos, encarándome, tomando mi mano.
-Sé lo que dije, y lo siento, pero debes decirlo- respondió él.
Miré a todos en la sala y soltando la mano de Donghae, traté de relajar mi respiración, y, tras canalizar mis energías, me convertí en una mariposa de alas azules.
Aún de aquella pequeña forma, podía ver las expresiones de asombro de todos los presentes.
-¿Que diablos...?- musitó Jung Kook, anonadado.
Volví a cambiar de forma, convirtiendome una serpiente color negro y rojo. Me arrastré a los pies de IU, quien, aterrada dió un paso atras y se escondió detras de Kook.
Sisee y por último, me convertí en Pantera, una pantera de ojos dorados.
Me acerqué a Siwon quien me acarició la cabeza, con gran ternura.
Volví a mi forma humana, notando la mano de Siwon sobre mis cabellos, moviendo sus manos con la misma ternura de antes.
-¿Porqué nunca lo dijiste antes?- me preguntó Jung Soo.
-No es una... gran habilidad, la veo bastante inútil- contesté, sincera.
-Yo lo veo como un don diferente, me gusta- afirmó Vee con una sonrisa -Pero... ¿Porqué debería ayudarla con su don si ya tiene uno?-
Donghae mostró el arma y yo me quedé anonadada, ¿De verdad había hecho eso yo misma?
Vee asintió y tomandome la mano, me llevó con ella.
-Vee, espera- dije en vano puesto a que la chica me arrastraba.
Al llegar a mi departamento, cerró las cortinas mentalmente y corrió los sillones, dejando solo la alfombra peluda en el centro de la habitación.
-Es imposible, no hay un vampiro que tenga dos dones distintos-  reclamé y la chica me obligó a sentarme sobre la alfombra.
-No creo que necesites el afrodisíaco, con tener la sangre de Donghae en tu cuerpo, me basta- se sonrió, cruzándose se piernas frente a mi- Relájate, necesitamos averiguar que está sucediendo, no te pongas tan a la defensiva. Cierra los ojos, respira hondo-
-Aish...- me quejé y de mala gana, terminé haciéndole caso.
Me dejé guiar por el silencio, la tranquilidad, la voz de la chica frente a mi y mi propia respiración.
Pronto, me sentí flotar. Mi cuerpo se mantenía en el aire, la chica apareció a mi lado. No había cielo, ni luz. Estabamos en algún lugar completamente oscuro, la chica a mi lado se sonrió.
-Wow, esta todo en penumbras- se maravilló ella, apoyando sus pies en el el suelo negro y lustrado. La imité, parándome a su lado.
Pronto de la nada, el crujido de la madera. Me giré instintivamente y ví frente a mi, cabañas... Las cabañas se calcinaban, se destruían.
Me tapé los oídos al recordar lo sucedido y al oir un desgarrador llanto, me giré nuevamente.
-Oh Dios...- musitó Vee al verme a mi misma en el pasado, con Donghae en brazos, inmovil.
Me acerqué a la niña y me incliné a mirar a Donghe.
Eramos solo un par de niños...
Frente a la niña, emergió el reflejo de Loki.
-Hijo de Puta- murmuré haciendo mis manos un par de puños.
Cuando la chica decidió, aceptar el trato, la mas maquiavélica de las sonrisas emergió en el rostro del Dios.
-________________- me llamó nerviosa a más no poder.
Me sequé las lágrimas y me encaré hacia la chica.
Al lado de la joven, Fenrir.
-Chucho...- lo llamé y el lobo gigante caminó con elegancia hacia mi.
Cuando estuvo a tan solo unos centímetros de mi, comenzó a caminar a mi al rededor. Notaba sus pisadas, fuertes y pesadas.
El animal gruñó y cuando creí que estaba a punto de atacarme, se restregó contra mi. No pude evitar tambalear sorprendida y caer al suelo.
-Pero...- musité y lo ví sentarse frente a mi. Se echó cruzando las patas, sin dejar de mirarme.
A pesar de dar bastante miedo, la elegancia del animal era increíble. Estaba a tan solo centímetros de mi, se estiró un poco y me lamió la mejilla.
Arqueé ambas cejas, sorprendida, viendo como cambiaba de color negro a blanco. Tenía la mirada más dorada que había visto alguna vez. Me aventuré a acariciarlo, el animal se dejó, manso.
-Esto es increíble, es como si lo domaras- musitó Vee.
-Estoy tan sorprendida como tu- contesté y algo nos quitó la ensoñación.
A mi al rededor un halo de fuego proveniente de las cabañas. La chica y yo nos giramos a ver la procedencia, y una vez más, Loki, nos miraba a ambas, con una sonrisa. A su lado, otra sombra...
Una mujer, de ojos cafés y cabello largo y oscuro, ondulado y de facciones bellísimas. Me sonrió, tenía la sonrisa más blanquecina que había visto alguna vez.
Ambos levantaron sus manos y de una, la del dios, salía fuego y la de la mujer salía una esencia blanca, demasiado pura para estar en un lugar tan oscuro.
-¿Estas viendo lo mismo que yo?- le pregunté a Vee.
-¿De que hablas? Si no hay nada aquí más que Fenrir- contestó ella.
Los ojos de Loki se tornaron oscuros mientras que los ojos de la mujer poseían un brillo especial.
-¿No los ves?- pregunté, sorprendida antes de ver como desaparecían.
A mi alrededor, el fuego comenzó a envolverme.
-No, no, ¡No!- grité, adolorida a más no poder.
-¡Oye, ______________! ¡Tranquilízate!- me pidió la chica acercándose.
Me quemaba, me hacía daño, nunca había sentido algo así, nunca había sufrido tanto físicamente en mi larga vida, me sentía en el mismísimo infierno.
-Despierta, despierta...- oí su voz a lo lejos mientras que yo me retorcía en el suelo -Sigue mi voz-
Traté de tranquilizarme, aunque, se me hacía cada vez más dificil. Sentía que iba a morir en algun lugar en mi mente, tranquilicé mi respiración, y con ello, volví a notar los largos pelos de la alfombra.
Abrí los ojos lentamente, notando las luces del techo cegarme.
-Ya... estas aquí- dijo la chica a mi lado, con los ojos completamente rojos.
Me enderecé lentamente, calmándome, pero, aún notando los lenguetazos de fuego sobre mi piel.
-¿Que te ha ocurrido?- preguntó la chica, buscando mi mirada.
-Sentí... sentí que me estaba quemando viva...- respondí, inundada de pánico y asombro.
Vee arqueó ambas cejas.
-¿Quieres que llame a Hae?- preguntó una vez más.
-No, estoy bien- contesté y tambaleándome, me levante del suelo.
¿Que eran todas esas visiones? ¿Por qué solamente yo podía verlas? ¿Por qué me ardía el cuerpo entero? Loki... ¿Por qué estaba con esa mujer? ¿Quien era ella?
Caminé por la casa, dirigiendome a mi recámara, o a lo que era mi recámara. Habían pasado días desde la última vez que había pisado mi departamento. En ese instante me dí cuenta de que, Donghae me consumía peor de lo que pensaba. Suspiré y busqué ropa para salir.

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Narra Donghae:

          Las lagartijas, las pesas, los abdominales y las peleas no fueron suficiente para mi. No podía dejar de pensar en mi chica, ¿Por qué? ¿Por qué ahora despertaban sus poderes? No podía dejar de preguntarme cosas mientras estaba bajo la ducha.
Me miré a mi mismo en el espejo y ví el tatuaje en el centro del pecho.
Suspiré y me terminé de arreglar, cuando estuve a punto de terminar de secarme el cabello con una toalla, el timbre del departamento sonó.
Me encamine hacia la puerta, con la esperanza de encontrar la mirada chocolate y el pelo ondulado, pero, al sentir el común olor a sándalo detrás de la puerta, mis ánimos se bajaron de golpe.
Tras de la puerta estaba Vee, la chica me miró y se suspiró.
-¿Que ocurre?- pregunté, la expresión en su rostro no auguraba nada bueno.
-______________... se ha ido sin mas- respondió.
Arquee ambas cejas y negué.
-¿Que?- pregunté y terminé de salir del departamento.
-Ha... ha visto cosas en sus visiones... yo, yo solo intenté ayudarla. Se ha cambiado de ropa y se ido sin decir nada- contestó la joven frente a mi.
Fruncí el ceño y abriendo tan solo unos segundos la puerta de mi departamento, tomé una campera deportiva y poniéndome una gorra, dejé la toalla en la entrada antes de salir.
-¿Se ha ido caminando, o volando?- pregunté.
-Se ha ido volando- contestó Vee.
-Esta bien, iré a buscarla, gracias por avisar- respondí a la chica antes de apurar el paso por el pasillo.
Al llegar al ascensor, marqué planta baja y miré mi reloj. Las agujas acariciaban las siete de la tarde, el sol comenzaba a ocultarse y las primeras estrellas brillaban en el cielo.
Cuando salí del edificio, busqué su aroma entre la gente.
No importaba donde se escondiera, ni que tan rápido andara, la encontraría, la encontraría a donde quiera que estuviera.
Traté de comunicarme con ella telepáticamente, pero, no lograba establecer contacto. Caminé entre la gente, caminé sin detenerme, dejándome guiar por la estela de aroma a chocolate, pero, poco a poco, ese aroma desapareció.
Pronto me detuve, en el medio de las calles, mirando a mi alrededor, sin saber a donde ir.
Por momentos pensé lo peor, ¿Y si se había ido para siempre?
Mi cuerpo tembló de solo pensarlo. No me detuve ni una vez más, recorrí la ciudad, recorrí cada lugar, cuando pude hacerlo, volé.
¿Donde estaba?
Fué en ese instante en el que, un pensamiento ligero llegó a mi mente, un pensamiento suyo, seguido por el tarareo de una canción.
-Sugar, Yes please, Won't you come and put it down on me, I'm right here, cause I need, A little love, a little sympathy, Yeah you show me good loving, Make it alright, Need a little sweetness in my life-
Seguí su voz y terminé encontrándola, bastante lejos de casa.
Bajé lentamente encontrándola sentada en la arena, descalza, y con el rostro oculto en sus manos.
Escuchaba música bajito, y de igual forma, hipaba.
Me acerqué a ella y la abracé por la espalda, asustandola.
La brisa de la playa nos calmaba a ambos, Eurwangni era un lugar perfecto para ver el atardecer.
En silencio presenciamos el cielo cambiar de colores celestes a rosas y naranjas, tornandose todo oscuro pronto y dejando a la luna iluminar la arena.
Al estar entre mis brazos, se relajó poco a poco. apoyando su espalda en mi pecho y estirando las piernas, se sentó entre las mías. Tomé uno de sus auriculares y me lo coloqué.
-Lo siento- murmuró ella, suspirando y limpiándose los ojos como una niña pequeña.
-No te disculpes, pero, la próxima vez avísame y nos escapamos juntos- respondí, besando su hombro y cuello.
Ella dejó una risita en el aire antes de mirarme y sonreir.
-Tonto...- dijo sin dejar de mírame a los ojos.
-No se si ofenderme o tomarlo como un cumplido- contesté y ella volvió a reir -¿Que ha pasado?-
Se estremeció entre mis brazos y suspiró, comenzando a relatarme todo acerca de lo que había visto. Se desahogó entre mis brazos con la más sencilla de las ternuras, sin embargo, se la notaba nerviosa aún.
-Buscaremos solución a lo que hayas visto, te lo prometo- aseguré, aferrándome más que nunca a su cintura.

Fin Cap. 39 ^^~

kjsdhkashkdkjajsdh Buen finde!

<3

Gif Time:


Mila ^^~

martes, 22 de septiembre de 2015

Fanfic!~ "En mi Eternidad" (Donghae x Fan)~ Cap. 38

Holiii!!



Título: "En mi Eternidad"
Duración: ?
Episodio: 38
Pareja: Donghae x Fan
Apariciones: Lo verán a lo largo de la historia, aparecerán algunos nombres conocidos ^^
¡ADVERTENCIA! Se verán escenas violentas y lenguaje explicito.

Narra Donghae:

         Repasé con mis dedos las líneas negras, doradas y rojas de su marca. Por alguna razón me sentía lleno de vida, la felicidad me hacía sentir vivo.
Al fin pude comprender de que, ni el tiempo ni el espacio eran ahora importantes, el estar con ella era lo unico que quería.
Sus ojos marrones miraron los míos y brillaron pícaramente una vez más.
El sol comenzaba a brillar en lo alto, ya había amanecido hacía unas horas.
-Estoy a punto de darles a todos el día libre solamente para pasar aquí el día entero- comentó, paseando sus dedos por mi abdomen.
-No te diría que no- sonreí notando como se acercaba cada vez más a mi, rozando sus labios con los míos.
-Buenos días, buen señor- murmuró contra mi boca dejando más de un beso.
-Buenos días... No has dormido nada- sonreí a su vez.
-Será porque no me dejaste dormir- contestó, arqueando una ceja.
-Será porque no parabas de decir: "M-más~ Si~ Asi~"- dije imitando su voz.
Se ruborizó a más no poder dándome un suave empujón en el pecho.
-Ademas de malo, muy pobre tu imitacion. Jamás dije eso, tonto- respondió y tomándola por la cintura, giré sobre la cama, posicionandome una vez más entre sus piernas -Donghae... espera- musitó cuando comencé a besarla.
-¿Que? Necesito mi ración diaria de _______________- contesté.
Me miró arqueando ambas cejas.
-Creo que has tenido ración de mi para años enteros luego de toda la noche, ¿no te parece?-
-Debes entenderme, eres irresistible- sonreí besando su cuello una vez más, recorriendo el camino trazado una y otra vez en aquella madrugada pasada.
Recorrí con mis manos sus pechos desnudos. Ahora no había vergüenza, ahora estaba ella frente a mi, la verdadera y no tan demandante chica que había conocido hacía tres meses.
Al pasar por su ombligo, detuvo sus quejidos y enredando sus dedos en mi cabello, continué bajando...
Habíamos perdido la cuenta de la cantidad de veces que habíamos hecho el amor aquella madrugada, sin embargo, yo tenía energías aún para correr alrededor el mundo si me lo propusiera.
La Llave y el Candado... estábamos simplemente destinados. Aún miraba maravillado como cambiaba de color frente a mis ojos, cuando estaba tranquila, se tornaba negro, cuando estaba excitada, era color rojo, al igual que sus ojos. Aún así, ¿que abría ese candado?

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Movió sus caderas al ritmo de la música. mi camiseta le quedaba como un corto vestido. ¡Maldita mujer con costumbre de estar medio desnuda! Me sequé el pelo una vez más con la toalla y me acerqué a la chica.
Continuaba salteando verduras en las sartenes cuando, al tocarla, se asustó.
-¡Joder!- exclamó y yo no pude evitar soltar una carcajada.
Se giró sobre si misma y frunció el ceño, el tatuaje se le tornó color rojo.
-¡Donghae!- me retó con una sonrisa.
-Lo siento, no quería- dije y reí una vez más ante su seria mirada -Vamos, deberás acostumbrarte, son cosas que siempre quise hacer con una chica. Ademas, ya dijimos que nuestros problemas los arreglaremos en la cama.
Arqueó una ceja y se sonrió con sorna:
-Creo que olvidaste mencionar el jacuzzi, la ducha, el sofá, la mesa, la mesada de la cocina, y cualquier lugar fijo donde podamos tener un poquito de acción, ¿No te parece?-
Verla en papel sexy despertaba una vez más en mi, el deseo de que el tiempo no pasara.
¿Tiempo? No, teníamos toda la eternidad por delante y miles de encuentros.
-Lo anotaré todo en una lista- contesté y ella rió, volviendo al almuerzo.
Se movía con soltura por la cocina de mi departamento, que, comparado con el suyo, era mucho más modesto.
Cuando terminó de cocinar, presentó frente a mi con un gran plato de Bulgogi.
Arquee las cejas y sonreí anonadado.
-Wow- musité sin dejar de mirarla.
-¿Que? ¿Creías que solo sabía preparar fideos instantáneos? En Wikipedia y en libros de cocina se encuentra de todo- contestó y ambos reímos.
Probé la carne marinada y me sentí en el cielo.
-Soy un tipo con mucha suerte. Sabes cocinar, eres bonita, tierna y demandante cuando quieres, eres una buena lider, sexy y malhumorada. Sabes cocinar, ¿Te gustan los niños?- pregunté, haciendo un resumen ante la sonrojada chica frente a mi.
-Depende, es decir, me gustan los niños pero no me veo preparada para tener uno propio. Bastantes problemas me dio Jung Kook al entrar a mi departamento- contestó ella y probó el plato.
Al inclinarse sobre la mesa, ví su tatuaje en tonos negros.
-¿Porqué algunas veces cambia de color?- pregunté.
-Las Valkyrias de Freyja, también poseen tatuajes que cambian de color dependiendo de su estado de animo. Es negro si estoy tranquila, el dorado aún no sé que significa, y... es rojo cuando estoy excitada, por ejemplo- respondió.
-Aún no se que significa la llave...- musité mirándome a mi mismo.
La chica dejó caer los palillos en la mesa y se tapó la boca.
-¿Que sucede?- pregunté frunciendo el ceño.
-Aish...- suspiró y levantó el dedo medio hacia el techo.
-¿Eh?- musité y tuve que taparme la boca para no reír -¿Tanta acción anoche te ha dejado loca?-
Me miró seria y luego negó.
-Esas dos rubias me van a despellejar, pero, me da igual- suspiró- Jackson habló de una llave, ¿no es asi?- Asentí con el ceño fruncido -Tu eres la llave, Hae-
-¿Que?- pregunté dejando los palillos sobre el tazón de arroz -¿Llave de que?-
La chica me miró a los ojos y  dejó escapar todo el aire de sus pulmones.
-Eres la llave del Valhall, o, cielo. Contigo, Loki puede subir y entrar sin ton ni son al palacio de Odin, y cumplir la profecía. No debes por ningun motivo, caer en sus manos. Lo que no consigo entender es... ¿Que pinto yo en la historia?-
Intenté procesar la información y me levanté de mi lugar, exaltado.
-Se han equivocado, debe de ser una broma- comenté y ella negó.
-Es cierto Donghae, en serio. Frigg me lo dijo, Freyja tambien... Por ello te buscaban a ti-
-Es imposible- contesté y ví los ojos marrones de la chica brillar -¿Es una broma, verdad?-
Ella negó, más seria que nunca. Suspiró y se tomó la frente.
-Lo digo en serio, Hae. Eres la llave y aún, debo descubrir por mi parte que es el candado- comentó y se levantó de la mesa, llevando su taza de té ahora vacía.
Me levanté de mi lugar y me acerqué a ella, abrazándola por la espalda.
-Sabes que confío en ti, ¿Estas segura de que soy la llave del Vahal?- le pregunté.
Ella se sonrió y finalmente asintió:
-Solo un corazón puro puede controlar el agua, el agua es vida, y, es Valhall Hae-
Asentí y ella se giró en mi brazos.
-Entonces, creeré. Ven, acompáñame a terminar de desayunar, no me gusta comer solo- pedí y al ver su reluciente sonrisa, nos sentamos juntos una vez más en la mesa del comedor.

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-¡Una vez más!- dijo Jung Soo con los brazos cruzados, bajo el hexágono.
Ver a Siwon luchar contra Kang In fué, meramente increíble. La fuerza de ambos era desmesurada, pero, se lograban contrarrestar muy bien.
En la zona más alejada del hexágono, en el gimnasio, Vee entrenaba a JungKook, Ryeowook y Kai.
-Muy bien chicos, ahí va el ataque- murmuró y pronto frunció el ceño.
-Es realmente fuerte- murmuró ______________ a mi lado.
-Si- contesté y luego la miré. Se quitó la campera deportiva y simplemente, lució su top negro deportivo. El tatuajes se mostraba glorioso, de color negro y dorado.
Le sonreí y ella se acercó, besándome castamente en los labios.
Al separarse, se acercó a IU, en la parte de armas, quien la miró un instante y comenzaron a dejar risitas nerviosas grabadas en el aire.
Me quité mi campera deportiva y me dirigí a la zona de pesas y demás máquinas.
-El amor aflora en el aire... el olor a fresas y chocolate inundó el lugar apenas llegaron, y yo que estaba tan tranquilo- dijo Hyukjae, acercándose y palmeándome el hombro.
Le sonreí y comenté:
-Cuando te suceda, me entenderás. Esa chica me tiene patas para arriba-
-Si, ya me di cuenta- rió y tomó dos pesas medianas, comenzando a entrenar.
El entrenamiento era una pasada, al principio todo parecía complicarse, pero, ahora, era un lugar en el que podía relajarme en paz. Tras empezar a hacer lagartijas, y levantar unas cuantas pesas, el sonido de disparos pareció multiplicarse cada vez más.
Dirigí una rápida mirada a la zona de armas y lo que ví me dejó helado.
-No puedo detenerlo... ¡No puedo!-
Me erguí enseguida y corrí hacia la chica.
-No puedo, no puedo soltarla- se quejó y los disparos parecieron tapar aún más su voz.
Tomé sus manos e intenté quitarle la 9mm de las manos. Sus manos parecían estar imantadas al arma.
-Mírame- Dije y la asustada mirada de la chica me dejó anonadado -Tranquila... tranquila...-
Bajó poco a poco el arma y se miró las manos, tomé el arma suavemente y ella la soltó.
-Aish- se quejó y se sopló las manos.
-¿Estas bien?- le pregunté y al tomar el mango del arma lo noté arder. Miré las aliaciones de metal y las ví rojas, el metal estaba rojo. Pronto, comenzó a salir vapor de mi mano, la misma que estaba sosteniendo el arma.
La mirada de la chica se cruzó con la mía y ví un matiz diferente en sus ojos, uno dorado.
Cuando el vapor se desvaneció, ví el mango deformado y el  casi inexistente gatillo, se formaba el agarre de sus dedos en el metal.
-¿Que ha pasado?- preguntó Vee acercandose.
________________ y yo nos miramos, y solo pude deducir algo al ver su tatuaje en tonos dorados.
-Creo que... ha despertado tu don...- contesté.

Fin Cap. 38!

adijaksjdkjahsdkja <3

Gif Time:


Mila ^^~

sábado, 19 de septiembre de 2015

Fanfic!~ "En mi Eternidad" (Donghae x Fan)~ Cap. 37

Buen Finde!~



Título: "En mi Eternidad"
Duración: ?
Episodio: 37
Pareja: Donghae x Fan
Apariciones: Lo verán a lo largo de la historia, aparecerán algunos nombres conocidos ^^
¡ADVERTENCIA! Se verán escenas violentas y lenguaje explicito.

Narras Tu:

           El cielo nocturno era precioso, era de los paisajes más bonitos que se lograban ver. Podía tocar las nubes y pasar entre ellas. Sobre nosotros el manto estrellado, y, bajo nosotros, un manto de luces amarillas, blancas y de colores, la ciudad por las noches se veía tan bonita.
Sin embargo todo sería mucho más bonito, si no estuviera acompañada de un chico muy muy cabreado.
-¡Suéltame!- pedí una vez más, en vano, puesto que el chico no dejaba de volar conmigo. Él no respondía, es más, ni siquiera se giraba a mirarme.
Al llegar a casa, en tan solo unos minutos, entramos por una de las ventanas abiertas del corredor. Cuando logré estabilizarme, una vez más tiraron de mi, internándonos con un portazo a su departamento.
Encendió las luces de la sala y respiró hondo mirando hacia el suelo.
Por su altura, podía decir de que estaba  a punto de convertirse.
-¿Por qué?- preguntó, girándose sobe si mismo, encarándome aún a la distancia.
-¿Por qué qué?- pregunté a su vez, tomando coraje en algún lugar de mi interior.
A pasos que me parecieron agigantados, ahora se encontraba frente a mi, a tan solo un metro de distancia.
-¿Por qué me hiciste esto?- preguntó y por sus ojos pude ver, mas tristeza que furia.
-Donghae... ya te lo dije... no me quedaba de otra- respondí y él negó mordiéndose el labio inferior.
-Si te quedaba de otra, podíamos haberlo atacado y robado- planteó él, con todo el veneno que era capaz de cargar -Pero, era más importante, presentarse semidesnuda, contorneando las caderas, vendiéndote a un tipo que no te conoce, que te ha tocado... Mientras que, en la espera, el decir "Permitir" es un pecado-
Fruncí el ceño, anonadada ante su actitud.
-¿Disculpa? Ya te lo dije antes, no soy de tu propiedad. Puedo hacer y deshacer a mi antojo mi vida, si quiero ir a bailar en un caño, lo haré, si quiero pasearme semi desnuda de aquí para allá, tambien lo haré, porque tomo las decisiones que se me plazcan- contesté haciendo de mis manos un par de puños, estaba enfadada y roja como un tomate.
-¿Que no eres mía?- preguntó con una irónica sonrisa -¿De verdad piensas eso?-
-No soy de nadie, tenlo claro Donghae, yo decido- respondí tragando saliva.
El chico acortó las distancias, tomando mis muñecas y llevándolas hacia la pared detrás de mi. Me aprisionó entre la pared y su cuerpo, y tan pronto dejamos de movernos, sus labios tomaron los míos, con una pasión y una fuerza, que jamás había visto en él. Por más forcejeos que daba, no podía escapar. Finalmente, me rendí.
Sus manos poco a poco, dejaron de tomarme las muñecas para bajar poco a poco a mi cintura.
Estuve a punto de empujarlo cuando sus dientes mordieron mi labio inferior, tirando de él suavemente. No pude evitar dejar escapar un pequeño gemido de asombro.
Cuando nuestros labios se separaron, nos miramos a los ojos, tratando de recuperar la frecuencia normal de nuestras respiraciones.
Mis manos se aferraron a su cuello antes de que sus labios volvieran a conectarse con los míos.
Eran besos dulces, tiernos, pero también, llenos de pasión.
-Lo siento...- murmuré, entre beso y beso, rendida a él.
-Tambien lo siento- contestó antes de besarme en los labios una vez más.
El saco que me prestó IU se me estaba tornando molesto. Demasiado molesto. Aunque, mi molestia duró poco, puesto que el chico frente a mi, me lo quitó en un santiamén.
Dió un paso atras para mirarme de pies a cabeza.
-Joder- murmuró y se llevó la mano a la frente -¿Como te he dejado entrar así?-
Tragué saliva, nerviosa.
-A mi cuarto, ahora, antes de que te desnude aquí y ahora- ordenó mordiendo su labio inferior.
Asentí y a paso lento me dirigí a su cuarto.
"Si quiere jugar a esto, bien, juguemos" pensé, divertida, expectante.
Caminé decidida frente a él, contorneando las caderas y acomodando mi cabello.
-Es mejor que dejes de hacer eso si no quieres hacerme cabrear el doble- dijo, en voz baja.
-De repente no me parece tan mala idea, de todas formas, perro que ladra no muerde- le sonreí
-¿Si?- se plantó frente a mi y me besó una vez más. Se inclinó un instante para tomarme la pierna y enseguida entendí el mensaje. Enrollé mis piernas a sus caderas y me dejé llevar.
Me cargó hasta su habitación, al llegar, bajó mis piernas. Me deslicé contra su cuerpo, tocando el suelo de madera con los tacones.
-Eres un peligro- dijo, antes de besar mi cuello y bajar sus mano de mi cintura a cadera.
-Tu también lo eres, pero no te das cuenta- contesté mientras arqueaba un poco la espalda al notar su lengua pasearse sobre la piel de mi cuello.
Me miró a los ojos y, con el mando a distancia, encendió el mini componente.
Haunted de Beyoncé sonaba gloriosa por lo parlantes, el mix me hacía derretir.
-¿Ya hemos pasado por algo así?- preguntó, sin apartarse tan siquiera un ápice.
-No, es la primera vez- contesté y lo miré a los ojos, arrastrando las uñas rojas contra la piel de su cuello.
-Entonces no es la canción adecuada- se sonrió y pasó a la siguiente canción.
Al notar que canción era, mi corazón dió un brinco de emoción.
Thinking Out Loud de Ed Sheeran, resonaba en la habitación.
Mientras que la música nos inundaba, su mano acunó mi mejilla y me besó con dulzura una vez más.
Me empujó poco a poco hasta caer en la cama, no pude evitar reir nerviosa. Sin dejar de mírame a los ojos, se quitó la campera de jean desgastada. Me senté en la cama, frente a él y me concentré en abrir su camisa...
Me temblaban las manos por primera vez, ¿Donde estaba la chica altiva de siempre? De seguro que estaba escondida en algun lugar, a las afueras de la habitación, dejándome a solas con mi parte insegura y nerviosa.
Donghae me miró a los ojos y un brillo apareció en ellos. Yo me mordí el labio inferior y sonreí al ver que tenía el torso descubierto, él mismo, se quitó la camisa blanca.
Se sentó frente a mi en la cama y estiró su mano para tomar uno de mis zapatos y quitarlo con delicadeza, besando el enpeine de mi pie, ruborizandome.
-Tienes unas piernas preciosas- dijo con la voz bajita y dulce.
Luego quitó el otro zapato, dejándolos caer al suelo, luego se quitó los suyos.
Cuando estuvimos en igualdad de condiciones, me dejé tomar por la cintura y sentar sobre su regazo. Me sentía debil, expuesta, avergonzada, tímida y nerviosa.
Una nueva canción resonó en la habitación... When I was Your Men...
Hae se sonrió, delineó mis piernas hasta llegar a mis caderas y dirigirse a la cremallera del vestido, que, justamente, quedaba a la altura de mi trasero.
Bajó lentamente el cierre y poco a poco noté el vestido despegarse de mi piel.
-¿Puedo preguntarte algo?- dijo, deslizando lentamente las tirillas del vestido por mis hombros. Asentí nerviosa y él se sonrió -¿Cuando te hiciste ese piercing?-
Reí nerviosa y contesté:
-Tu lo hiciste, el unico valor material que tengo de nosotros. Era lo unico que me traía de nuevo a la cordura cuando te... perdí. Era la unica prueba de que, cuando despertara, podría pensar de que eras un sueño, pero no, tu habías estado allí- se me aguaron un poco los ojos y continué- Me lo hiciste cuando nos comprometimos-
-¿Nos comprometimos?- preguntó el chico asombrado, yo asentí.
-El colgante en forma de pluma que tengo en el tobillo, lo usabas tu...- sonreí antes de respirar hondo.
El chico sopesó mis palabras y  con la misma delicadeza deslizó la otra tirilla por mi hombro, quitandome el vestido.
-A partir de ahora, solo te puedes poner ese vestido a donde vayamos juntos- se quejó con una sonrisa.
Asentí e intenté cubrirme, estar semi desnuda frente a la persona que te gustaba no era lo más fácil del planeta.
Fruncí un poco los labios y pasé mis dedos por su torso.
Donghae se tensó irremediablemente mientras continuaba mi camino bajo su ombligo.
Mis manos, aun temblorosas, se dedicaron a quitarle el cinturón, desabrochar los botones y bajar la cremallera de su pantalón.
-Pantalones fuera- dije y el me apartó un poco para quitárselo.
Logré ver su boxer color negro, y un pronunciado bulto bajo ellos. Se me cortó la respiración al verlo mirarme el cuerpo entero una vez más, mis colmillos crecieron y con ellos, noté mi pulso acelerarse. La expectativa me encendía el doble.
Me tomó por las caderas y me colocó sobre sí mismo.
Bajo mis muslos, notaba los suyos, notaba su caliente piel bajo la mía y como si fuera poco, tambien notaba el bulto bajo mi cuerpo.
Se le escapó un débil quejido, dejandome más que claro de que él, estaba tan encendido como yo.
Me relamí los labios y me acerqué a besarlo una vez más, esta vez, dejando salir, dejando libre, a mi verdadera parte, esa que desde hacía siglos no salía a la luz.
Mis caderas se movieron contra las suyas, provocando roces indecentes. Entre besos, noté un gemido gutural de su parte, aunque, yo no era de piedra, tanta caricia, tanto roce y tanta dulzura de su parte, me estaba poniendo a tono, muy a tono.
Sus dedos se pasearon por mi espalda, jugueteando con los broches del brassier, continuando su descenso hacia mi ropa interior.
-Recuerdame agradecerle a esas diosas la próxima vez. ¿De verdad? ¿Quieren matarme de un ataque cardíaco con esos encajes?- preguntó, sonriendose, a solo centímetros de mis labios.
-Tal vez... fué una sugerencia- respondí, antes de notar el bulto tensarse y crecer aún más.
Sus manos, se colaron por debajo de mi ropa interior y apretaron los montículos de carne, con fuerza, apretándome cada vez más a él.
-Me vuelves loco- susurró empujándome un poco para dejarme a su merced, recostada en la cama.
-Demuéstramelo entonces- contesté, viendo como sus colmillos crecían descaradamente.
Se sostuvo sobre sus manos, colocó su rodilla entre mis piernas y hundió su rostro entre mi cuello y hombro. Notaba sus labios sobre mi piel, hasta llegar a la clavícula, donde arrastró los colmillos.
Una de sus manos bajó desde mi hombro a mi pecho.
-Creí que no llevabas brassier con ese vestido- murmuró mirando los broches delanteros de la ropa interior.
Me cubrí con mis manos y antebrazos, demasiado vergonzoso se tornaba todo aún.
-¿Quieres dejarlo aqui?- preguntó, buscando mi mirada.
Lo miré a los ojos y me dí cuenta de ello, no quería detenerme. Si se trataba de Hae, no quería determe.
Negué y noté sus manos tomando las mías.
-No te cubras entonces, por favor- pidio y sus mejillas se encendieron -Tambien estoy nervioso, no creas que no-
Asentí y, buscando el valor necesario, sus dedos junto a los mios, desabrocharon el brassier. La tela color piel cedió finalmente y, mis pechos quedaron al aire.
Notaba mi cara arder. "¿Porque no vuelve la chica de siempre?" pensé  y noté sus dedos sobre mi piel. Su indice pasó por el surco de mis pechos deteniéndose un momento.
Ante mi dubitativa mirada, el chico se aventuro y encerró uno entre sus grandes manos. Al más mínimo roce continuo, mis pezones se endurecieron, él se detuvo en ellos, girándolos y pellizcandolos.
-Aahh~- gemí sin poder evitarlo.
Tras dejarlos endurecidos y alzados, dió el siguiente paso, acercó su rostro y luego, lo aprisiono entre sus labios, mordiendo apenas, lamiéndolo, al otro lo aprisionaba entre sus dedos aún. Noté mi espalda arquearse y una corriente electrica bajar desde mi estómago hacia algun recoveco oscuro en mi.
Me mojé los labios y gemí una vez más.
Cuando creyó que estaban listos, trazó un camino de besos y pequeñas mordidas sobre mi abdomen, deteniéndose en el ombligo, lamiéndolo y mordiéndolo.
Yo no podía dejar de moverme, mi espalda se arqueaba y por mis labios se escapaban los más entrecortados sonidos.
Finalmente, continuó su camino tras la tortura. Sus dedos se engancharon en mi ultima prenda, de color negro y de encaje.
Tiró de ella y por fin, perdiendo la paciencia, la fina tela se deshizo entre sus dedos.
Me miró un instante y se sonrió.
-Tengo la suerte del mundo- dijo, sin apartar su mirada de mi.
-Callate- me quejé, ruborizada.
El rió y se sentó en la cama, antes de reparar en otro detalle.
-No tienes...- murmuró asombrado.
-No, no tenemos vello. Las Diosas creían que era poco práctico- comenté, demasiado preocupada en otros detalles en vez de preocuparme por los Dioses.
El chico se sonrió con sorna y se apartó un instante. Cuando sus manos se dirigieron a su boxer, lo detuve.
-Recuéstate- pedí, tomando valor.
El chico se ruborizó y asintió, recostándose boca arriba en la cama.
Me senté a su lado y sonreí, nerviosa, me mordí el labio inferior y me eché el cabello a un lado.
Con la punta de mis dedos, recorrí su piel. Era demasiado suave y caliente. No apartaba su mirada de mi, y, con solo mirarme de esa forma, podía morir de felicidad. El brillo en sus ojos me demostraba todo lo que no se atrevía a decir.
Mis dedos siguieron su camino bajo su ombligo. Su cuerpo se tensó completamente y más aún, cuando rocé el bulto.
Inhaló hondo, con las mejillas rojas.
No pude evitar esbozar una sonrisa.
Con mis uñas, rompí la tela y descubrí su miembro, al verlo, otra corriente bajó por mi vientre.
Lo tomé entre mis dedos, demasiado nerviosa, temblando, pero, a su vez, demasiado curiosa como para no hacerlo. En ese instante de silencio, me percate también de mi agitada respiración al momento de subir y bajar mi mano, en un lento vaivén.
-Mngh-
Al oír aquel pequeño sonido de su parte, me sentí poderosa. Lo tomé entre mis manos y continué con el vaivén. El notar al chico revolverse extasiado bajo mis caricias, estaba poniéndome a mil por hora.
Sin poder aguantarlo más. Acerqué mi rostro y dí un beso en la punta, él se revolvió nervioso una vez más.
-¿Quieres que de verdad te de una razón para revolverte?- pregunté.
Al no ver respuesta y tan solo una mirada suplicante, me aventure, así como él lo había hecho conmigo. Lo sostuve entre mis manos y pasé la lengua por la punta, justo en el orificio, y, tras esto, aprisioné únicamente la coronilla entre mis labios, succionando.
Como era de esperarse, abrió las piernas y se removió bajo mis manos.
Me mantuve succionando unos segundos, antes de apartarme, antes de que todo terminara allí...
-¿Ya te dije que eres un peligro?- preguntó dando bocanadas de aire.
-Y aún tengo muchas cosas en mente, pero, no se si podré aguantarme mucho más. Asi que, te toca- le sonreí y sin mas, me tomó entre sus brazos y giramos en la cama, él sobre mi.
Sin apartar mi mirada de la suya, ahora con más confianza, arrastré apenas mis uñas por su espalda.
Confianza... todo se trataba de confianza...
Se colocó entre mis piernas...
Si, confianza, confiaba en él pero, no en mi misma. Apreté las piernas contra sus muslos y él se sonrió.
-¿Sabes lo adorable que te ves cuando haces eso?- preguntó, antes de inclinarse hacia mi una vez más, rozando nuestras narices.
Negué levemente y, tras ver su sonrisa, me besó en los labios, se forma casta pero segura.
-Me encantas, _____________- murmuró, bajando su mano por mi vientre, centrándose en esa inexplorada parte de mi cuerpo -Dios... estas mojada, bastante-
Miré en otra dirección, roja carmín.
-Calla- dije antes de notar su pulgar en mi clítoris -Ay Dios...-
-Estamos a mano ahora- se sonrió una vez más, moviendo sus dedos en círculos.
Arquee la espalda, esta vez, notando mi piel erizarse. La carga química entre nosotros, era similar, a la de una bomba atómica. Nos conocíamos, eso, era completamente un hecho.
Sus dígitos se posaron en mi entrada y, sin esperar ni un segundo, comenzó a adentrarse.
Dolía, escocía un montón, pero, por alguna razón, era placentero.
Primero uno, luego dos, hasta llegar al tercer dedo moviéndose en mi interior. Mi respiración era agitada, mis mejillas estaban rojas y mis pezones duros, notaba su miembro rozarse algunas veces contra mis muslos, duro, caliente.
Me mordí los labios y cuando giró sus dedos, mi espalda se arqueó.
-Basta, basta, ya no lo soporto... haz algo o me vendré, por favor- pedí, con la mirada turbia.
Ví su sonrisa frente a mi.
-Como diga, Mi lady- dijo y se posicionó una vez más entre mis piernas.
Suspiré, hecha un manojo de nervios, aunque, Hae, se dió cuenta de ello, se sonrió...
-No te haré daño, lo prometo- dijo entrelazando su mano con la mía.
-Esa no es mi duda- respondí, antes de tragar saliva -Sé que, hoy, hoy nos anudaremos completamente... eso es lo que realmente me tiene de los nervios-
El chico me miró y se inclinó para besarme.
-Anudarnos es lo que más quiero en la vida, de verdad, nunca he deseado tanto nada como esto. Pero te advierto, a partir del primer momento, seré mucho más celoso de lo que soy normalmente- me sonrió de la forma más tranquilizadora.
-No tengo problema de pagar por mis pecados en la cama- respondió mi lado altivo. "Buena chica, ahora, vuelve completamente" pensé, aun roja, llamando a la chica de siempre, la demandante y autoritaria.
-Te tomaré la palabra entonces- susurró y noté como tomaba su miembro- Dame un segundo que debo ponerme un...-
-No es necesario...- dije, cada vez más roja.
-¿Pero... y si...- balbuceó.
-Es difícil que una vampiresa se embarace, es uno de nuestros tantos problemas- contesté y acerqué mis caderas a él.
El chico me miró a los ojos y se sonrió, tomó su miembro y lo acercó a mi entrada, haciendo círculos en ella.
Cerré los ojos, escuchando un instante nada más, el sonido de nuestras agitadas respiraciones. Pronto, noté poco a poco el dolor incrementar, intenté relajarme a toda costa, buscando la forma de superar la parte más difícil de todo el asunto.
Abrí los ojos una vez más y busqué su mirada, lo estaba preocupando. Le sonreí y él empujó sus caderas una vez más.
-Hazlo- dije y tras una mirada, empujó sus caderas la ultima vez.
Mi espalda se arqueó y tuve que aferrarme a las sábanas de la cama. Llevar mi virginidad intacta hasta los diez siglos de vida, fué un acto inhumano, aunque, más inhumano es el hecho de estar llevando todo el asunto de mil horrores.
Respiré hondo nuevamente, notando como se quedaba quieto, aún en mi interior.
-Joder...- dijo, en una mezcla de gemido y jadeo -Eres muy estrecha-
Sus palabras hicieron escocerme, un cosquilleo, muy pequeño, me recorrió el vientre.
-No es como en las Porno- dije y lo oí reir con ganas.
-No, es mucho mejor- contestó.
Soltó mis piernas y se deslizó sobre mi cuerpo, sin dejar de mirarnos ni un instante.
El lacerante dolor fué sustituído poco a poco por incomodidad.
Mis pechos se rozaban constantemente contra el suyo, sus labios me besaban el cuello, la clavícula, los hombros, los labios...
Llegó un punto de que tanta incomodidad me llevó a mover las caderas el circulos, llenando mi cuerpo de un lacerante placer.
-Muévete, por favor- pedí, como pude notando como se apoyaba en sus brazos y balanceaba la cadera.
Salía y entraba a mi cuerpo, con el más delicado de los vaivenes, no quería hacerme daño, me cuidaba a toda costa y, ese pensamiento, no solo me llevó a mover las caderas con un poco más de ritmo, sinó, que hizo mi corazon agitarse e invitar a mi cerebro tomarse unas vacaciones en Siberia.
Me mordí los labios y no aparté mi mirada de la suya, el chico se sonrió y un lujurioso y dulce brillo se paseó por sus labios.
Entre abrí los labios y a medida que avanzaba dentro de mi, notaba como se me hacía cada vez más dificil respirar.
-Ahh... Donghae...- gemí y noté su rostro acunarse en mi cuello -Creo que enloqueceré-
Oí una pequeña risa de su parte y tras esto, un gutural gemido. Me tomó por la cintura y me sentó sobre él.
-¿Te encanta verme encima de ti, no?- pregunté y volvió a reir.
-Es que me pones...- comentó y yo me ruboricé.
-Idiota- murmuré y lo sentí deslizarse en mi interior.
Llené mis pulmones de aire y subí y bajé sobre su falo, moviendome en circulos algunas veces. El cabalgarlo me enloquecía.
Miré su cuello y mis marcas, notando como se me hacía agua la boca.
-Te quiero- murmuré y ví por sus ojos pasar el más tierno de los brillos.
-Tambien te quiero- contestó moviendo tambien sus caderas.
Me dirigí a su cuello y, abriendo la boca, mordí.
-Ahhh- gimió aferrándose cada vez más a mi.
Las fresas no habían sido tan maravillosas antes, me encendían, me avivaban el fuego interno, me quemaban y me extasiaban de sobre manera. Moví las caderas más rápido que antes, buscando llegar al fin, al más dichoso de los instantes.
Nos coordinamos, cuando yo bajaba, él elevaba la cadera, llegando aún más hondo que antes, encontrando pronto, el lugar indicado.
-Ahhhh~ Ahi, es ahi~- gemí desclavando los colmillos de su piel y afirmando la punteria, dio una y otra vez en el mismo lugar.
Notaba la sangre deslizarse por la comisura de mis labios, bajar por mi cuello, entre mis pechos, siguiendo su camino hasta mi bajo vientre.
Su mano subió por mi espalda, aferrandose en mi cabello.
-Si, ahh~- balbucee y oí el indecente sonido de nuestros cuerpos chocando una y otra vez.
-_______________- gimió -Me-me voy a correr...- advirtió y arrañó mi cintura.
-Hazlo, hazlo- gemí, notando mi límite más cerca que nunca.
Elevó sus caderas, dando unas cuantas feroces estocadas y noté como corría mi  cabello, clavando más pronto que tarde, sus colmillos en mi piel.
Y eso fué, el detonante, el sentirlo completamente dentro de mi, el sentirlo.
-¡Ahhhh~~~!- Gemí y noté como se corría en mi interior, llevandome consigo a la dicha, derrumbandome sobre él, apoyando mi frente en su hombro.
Un inentendible gemido resonó sobre mi piel y pronto, tras sasiarse, sacó los colmillos.
Agotados, cansados y satisfechos, no nos percatamos de nada hasta que, empezó a doler.
Tuve que morder su hombro para soportar el dolor.
Él se aferró a mi cintura, acercandome más.
-Escoce- se quejó.
La marca se estaba sellando, era como un hierro caliente sobre la piel, era lo que nos uniría por siempre.
Cuando dejó de doler, noté algo despertarse en mi dolor y me miré el pecho.
-Un candado...- murmuré y el se separó de mi, mirandose a si mismo.
-Una llave...- contestó antes de sonreirse...

Fin. Cap. 37!

kjashjdajshd Espero que les haya gustado~~~

<3

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Mila ^^~

Fanfic!~ "En mi Eternidad" (Donghae x Fan)~ Cap. 36

Holaaaaaaaa!!~~



Título: "En mi Eternidad"
Duración: ?
Episodio: 36
Pareja: Donghae x Fan
Apariciones: Lo verán a lo largo de la historia, aparecerán algunos nombres conocidos ^^
¡ADVERTENCIA! Se verán escenas violentas y lenguaje explicito.

Narra Donghae:

         -¿Que estarán haciendo ahi atras?- preguntó Kyuhyun, curioso.
-Tres chicas en la oscuridad del callejón, bonitas...- comentó Siwon, arqueando una ceja.
Todos los hombres a mi alrededor, bueno, casi todos, se ruborizaron. Ryeowook, Siwon y yo, miramos al resto, arqueando una ceja.
Vee y IU se abrigaron con sus tapados mientras que en el aire, se oían los pasos de alguien.
Una de las mujeres rubias, emergió de la oscuridad, vestida de azul, un azul eléctrico. Era altísima, elegante, caminaba derecha y contorneaba las caderas. Al aparecer entre las sombras, una sonrisa se formó en su rostro mientras nos miraba, con tranquilidad.
-Pequeños...- dijo en forma de saludo, cordial.
-Señora...- dijo Vee y nos giramos a mirarla.
-¿Como se supone que debemos llamarla?- preguntó Jung Kook.
Frigg lo miró a los ojos, los de la diosa parecieron aclararse y luego oscurecerse de sobre manera.
-Señora, con señora me basta- sonrió, con ironía. Luego, se giró hacia mi -Donghae...-
-Señora- contesté rápidamente.
-Te avisaré por precaución- me sonrió y finalmente se acercó a mi -_______________, saldrá un poco distinta de allí y necesito que no te alteres-
Fruncí el ceño y la mujer frente a mi se sonrió.
-¿Por qué?- pregunté y ella se hizo a un lado para que pudiéramos vislumbrar a la segunda Diosa.
Freyja caminaba con delicadeza, como si flotara. Contorneaba aún más las caderas que la primera, era la sensualidad en carne viva.
Al detenerse, estudió a todos en el lugar y dijo:
-Muestrate, niña-
Tras un suspiro, apareció de entre las sombras una mujer, una mujer demasiado... escotada.
Tragué saliva repetidas veces al mirarla de arriba hacia abajo.
-________________- Balbucee bajito y miré su vestido.
El escote mostraba todo lo que podía mostrar, los tramos de piel color miel se expandían por todos lados, indicándome bien de que, estaba más desnuda que vestida. El vestido de escote al ombligo y de apenas dos tirillas en los hombros, no dejaban mucho a la imaginación, la tela se pegaba a su piel. Aunque, lo que más me llamó la atención fué el piercing que colgaba en su ombligo. Una pequeña gema incrustada en plata bailoteaba a cada pequeño movimiento.
El vestido era corto, demasiado corto. Las piernas delicadas parecían no acabarse. En sus pies, un par de zapatos de tacón y un dije en su tobillo, parecía ser una pluma de plata, a juego con el piercing del ombligo.
El cabello suelto le quedaba de maravilla, mientras que con un poco de maquillaje, ese chica, estaba a milimetros de provocarme un infarto.
-Como no pudieron conseguirlo, Vee, IU, no queda de otra que mandar a __________________- dijo Figg y las mejillas de mi chica se encendieron. Aunque, eso no fué lo que más me alteró.
-No, no entrará, no, no y no- dije y un silencio sepulcral nos inundó.
La chica en cuestión, se mordió el labio inferior y suspiró, nerviosa a más no poder.
-No entrará allí, esto es una jodida locura. No quiero, me niego, no- me quejé y un par de cadenas labradas ataron mi cuerpo, dejandome inmovil.
-No nos queda de otra, niño ojos de borrego- advirtió Freyja.
-Ella no entrará asi, ¡Es mi pareja!- me quejé, enfurecido a más no poder, dejando confirmado un secreto a voces.
-Pero es la única que puede lograrlo- afirmó Frigg.
-¿No diras nada?- le pregunté a la chica, quien me miró a los ojos y tragó saliva.
-No me queda de otra- respondió y di un paso adelante, las cadenas se apretaban a mi cuerpo cada vez más, no me dejaban moverme con libertad. Tironeé de ellas y algunas se rompieron.
-Niño, no sigas- advirtió Frgg.
-Ella no irá, busquen a alguien más, vistan a Wook de chica, pero, ella no entrará- advertí de la misma forma.
Freyja comenzó a acercarse a mi, y, cuando solamente estuvo a unos pasos, _______________ se paró frente a mi, cubriendome con su cuerpo.
-Ni se te ocurra dar un paso más- señaló ella a la Diosa con el dedo.
Miré más allá de su cabellera y ví algo que no debía ver...
El vestido no era más que unos cuantos centímetros de tela. Los lunares, cicatrices y las pequeñas marcas se extendían por su espalda. Tuve que tragar saliva repetidas veces, estaba prácticamente desnuda.
Se giró sobre sus talones y me encaró, no sabía a donde mirar.
-Debo hacerlo...- explicó y yo negué.
-Podemos atacarlo- dije-No voy a permitir que entres ahí vestida así-
Su mirada café se volvió más oscura y su ceño se frunció.
-¿Acabas de decir 'Permitir'?- preguntó sin apartar su mirada de la mía.
-Si, no voy a permitir que entre...- comencé a decir y ella me interrumpió.
Acortó la distancia entre nosotros.
-No soy de tu propiedad, tenlo claro, tenlo muy claro- aseguró y estando un segundo más en aquella posición, se giró sobre sus talones y se encaminó a la entrada del Sound.
Mientras caminaba, en el aire, notaba una estela de aroma a chocolate.
Al adentrarse en el local, miro a su objetivo y se encaminó entre la gente. En el lugar resonaba Cinema de Skrillex.
La gente se movía al ritmo de la música y, _______________ los imitó. Se movió de manera sugerente, delicada, elegante pero arrebatada.
El hombre de blanco en fijó en ella al entrar en su campo visual. Sus demas acompañantes se retiraron al ver que no les prestaba atención. Fué en ese instante en el que mi chica se movió sujestivamente en su dirección, sin apartar su mirada de él.
El hombre le hizo señas para que se acercara y con una sonrisa, ella se encaminó hacia él.
Aún a metros de distancia de ellos, lográbamos oírlo todo. Las Diosas habían desaparecido y yo, estaba a punto de convertirme, por la rabia y el dolor de su traición.
¿Que no era mía? ¿Realmente creía eso?
Desde el primer instante en el que la había besado, ella era mía.
La chica se sentó al lado del hombre, en el sofá color rojo.
-¿Como te llamas, bonita?- preguntó el hombre, tendiendole un trago rojo.
-¿Acaso importa?- se sonrió y bebió de la copa. -Uy, si, amo los Cosmo- se mordió el labio inferior.
-Para mi si importa...- comentó él.
-Megan, Megan Lee- mintió.
-Bonito nombre, tan hermoso como su dueña- el hombre tomó su mano y la besó -Yo soy Max Changmin-
Ella le sonrió y ambos brindaron.
Comenzaron a platicar, entre palabras picantes, miradas que decían mucho más de lo que expresaban...
En determinado momento, unos guardias se acercaron al hombre y, por lo que pudimos oír, no había amenazas en el lugar.
-Veras Megan, soy el dueño de un hotel, bastante lejos, ¿Te gustaría venir conmigo y platicar más... en privado?- preguntó Changmin, sonriendole aún.
-Claro, pero- le sonrió ella, antes de tomar su pequeña cartera- Déjame ir a por otro Cosmo-
El hombre, posó sus manos en las caderas de la chica.
-Esta bien... te espero aquí, bonita- se sonrió, antes de tomar sus manos juntas y besarlas.
Ella sonrió, y antes de retirarse, le preguntó:
-¿Tu quieres algo más de beber?-
-Un Martini- contestó Changmin, sin dejar de mirarla de arriba hacia abajo.
________________ le regaló una sonrisa y se mezcló entre la gente hacia la barra de bebidas.

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Narras Tú:

           Miré a mi alrededor, asesorandome de que nadie me estuviera mirando. Guardé la tarjeta y partí la copa vacía, guardándola en mi bolsa.
Max Changmin... un humano que trabajaba para los vampiros. Interesante...
-Hola, un Martini, por favor- pedí al hombre de la barra, quien, descaradamente, me miró el escote.
"Te odio, rubita" pensé y el hombre frente a mi sonrió con sorna.
-¿Tiene una servilleta?- pregunté y él asintió.
-Aquí tienes, guapa. ¿Me puedes dar tu número?- preguntó el hombre de al menos cincuenta o sesenta años, tras tenderme el pequeño papel. Arquee una ceja y con ironía, dije:
-Claro, te daré mi número cuando logres hacer que esa cosa que tienes por entrepierna, se despierte fresca como una lechuga de su letargo. Ahora, harás lo que te diga. Le darás esta servilleta al hombre de blanco del fondo, ¿Entendido?-
Me metí en la mente del hombre y lo hice, prácticamente un zombie. Asintió con la cabeza.
Tomé mi labial rojo fulana de mi cartera y me repasé apenas los labios. Besé la servilleta y escribí mi número de móvil.
El señor de la barra me tendió el trago y bajo este, en la pequeña bandeja de metal, dejé extendida la servilleta.
Hipnotizado, comenzó a caminar entre la gente, lentamente, demasiado lento, llevando el recado.
Me giré hacia la salida y con parsimonia, volví con el grupo.
-Esta hecho- dije antes de salir.
Apenas salió el último de nosotros del local, cerramos la puerta.
Le tendí la cartera a Vee.
-Ahí está todo, guardalo bien- sonreí y noté algo posarse sobre mis hombros, me miré a mi misma y un saco largo, me cubría.
-Lo necesitas más que yo- sonrió IU.
-Gracias- contesté, antes de notar como me tomaban de la mano y tiraban de mi.
Miré al otro extremo y ví la ancha espalda de Hae.
-¿Pero que diablos haces?- pregunté y me noté volar.
-Aclararemos un par de cosas... Bonita- me sonrió lleno de sarcasmo y maldad por encima del hombro.

Fin Cap. 36 ~~

asdhakjsdhkashdakshd

PROXIMO CAPITULO, LEMON!

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Mila ^^~

martes, 15 de septiembre de 2015

Fanfic!~ "En mi Eternidad" (Donghae x Fan)~ Cap. 35

Holaaaaaaaaaa!! <3



Título: "En mi Eternidad"
Duración: ?
Episodio: 35
Pareja: Donghae x Fan
Apariciones: Lo verán a lo largo de la historia, aparecerán algunos nombres conocidos ^^
¡ADVERTENCIA! Se verán escenas violentas y lenguaje explicito.

Narras Tú:

           No podía creerlo, notaba mi cuerpo erizado en su totalidad.
-Disculpen que las interrumpa, ¿pero quienes son?- preguntó JungKook.
-Que las cadenas se aten a tu boca- susurró la del vestido rojo y cadenas doradas se formaron en la boca del menor, impidiéndole hablar.
IU se puso en guardia frente al más joven, defendiéndolo con su menudo cuerpo.
-Tranquila. Freyja- ordenó la del vestido azul.
Freyja, la última en llegar, sonrió y las cadenas desaparecieron.
-Tenemos muchos nombres, pequeño, pero te recomiendo no cruzarte con el temperamento de mi compañera- aclaró la de azul.
-¿No piensas presentarnos, jotun (demonio)?- dijo la de rojo.
Tragué saliva y asentí.
-Ellas son Frigg, esposa de Odín, es la madre de todo, Diosa nórdica y germánica- presenté a la primera, quien colocó una mano en su pecho, a la altura del corazón -Es la Diosa del hogar, la maternidad, el matrimonio- Me encaré a la segunda quien me miraba con despecho y soberbia, aún así, era bellísima -Ella es Freyja, Diosa Vanir, nórdica y germánica- La rubia alzó el cuello y luego se miró las uñas rojas -Es la Diosa del amor, la belleza, la fertilidad, la riqueza, la guerra, la muerte... la magia, la profecía. Tambien es esposa de Odín-
-Te falto decir Sensualidad, niña. Tambien soy la Diosa de la Sensualidad- aclaró la de ojos grises escrutándome con la mirada. Asentí a forma de disculpa.
Ambas miraron los rostros de los presentes.
-¿Qué hacen aqui?- pregunté sin poder evitarlo. Ambas se miraron y se sonrieron.
-_____________________, como bien sabras, las nornas tejen y destejen los hilos del destino a su antojo, ni siquiera nosotros, los más poderosos podemos hacer nada al respecto- comentó Frigg, con la dulzura de una madre.
-Quisimos ayudar, o en realidad, intervenir, no nos quedó otra que intervenir- afirmó Freyja resumiendo explicaciones.
-Pero...- balbucee.
-Pero nada- sonrió con malicia la de rojo.
-Nuestra idea es... ayudarlos a seguir con sus planes- aclaró Frigg lanzando una escrutadora mirada a la otra.
Freyja puso los ojos en blando y me miró de arriba a abajo.
-Pero, ¿Como?- preguntó Vee.
Ambas rieron con malicia.
-Acompañanos ___________________, ven- indicaron ambas, plantando sus palmas abiertas frente a mi.
Miré a todos los presentes, deteniendome frente a Donghae, quien me sonrió.
-No creo que te hagan daño, estoy aqui, dime si te hacen daño- dijo y su voz resonó en mi cabeza, asentí y acompañé a ambas Diosas.
Caminé junto a ella hacia la oscuridad del callejón.
El andar de las mujeres frente a mi era totalmente, elegante. Sus ojos eran especiales, parecían verlo todo, y así era, eran diosas despues de todo.
-Ahora que estamos lo suficientemente lejos, debo decirte que algunos de tus amigos estan que arden, por no decir todos...- sonrió Freyja.
-No dejas un títere con cabeza- se quejó Frigg.
-Calla, mojigata- dijo la de ojos grises.
Frigg la enfrentó y chispitas de luz comenzaron a surgir de ambas.
-No se peleen, por favor- dije, buscando paz donde no parecía haberla.
Ambas me miraron y finalmente, centraron su atención en mi -Y, si Freyja, son guapos, pero, son mis amigos-
-Esperamos con ansias el encuentro de esta noche, mis Valkyrias estan enloquecidas por ello- dijo la última, emocionada.
-¿Encuentro de esta noche?- pregunté, frunciendo el ceño.
-No le hagas caso a la lengua larga- censuró Frigg -Ese chico, Donghae... él tiene la llave-
-Si, lo sé, Jackson nombro una llave, pero no sé qué es- respondí.
Ambas se miraron y esta vez, la preocupación pasó por esos ojos.
-El es la llave para entrar al Valhall- comentaron como si fuera  lo más natural del planeta.
Me quedé en silencio sopesando la nueva información...
-¡¿Porqué cojones no lo dijeron antes?!- pregunté con toda la rabia e impotencia que podía acumular.
Ambas mujeres frente a mi, alzaron sus manos y se formaron cuerdas, cintas, telas y cadenas en mi rostro.
-Calla, él no lo puede saber... no aún- dijeron al unísono y quise despellejarlas a ambas.,
Poco a poco, a medida de que me tranquilizaba, los objetos se desvanecían.
Cuando por fin pude articular, pregunté:
-¿Porque no lo dijeron antes?- pregunté, acusándolas a ambas.
-Pues... no debías saberlo, ni siquiera tu...- sonrió Freyja.
Arquee una ceja y me crucé de brazos.
-Expliquemoslo asi, ¿Que es el agua, ______________?- preguntó Frigg.
-Un elemento...- contesté, sin entender nada aún.
-Pero... ¿Como se llaman estos sujetos? ¿Los que aman el conocimiento?- Preguntó Freyja.
-¿Los filósofos?- Pregunté y ambas asintieron- Según Tales, el agua es...-
En ese momento, pensandolo detenidamente todo se aclaró...
-El Agua es vida- musité.
-El Agua es el más puro de los elementos, y solo una esencia pura, solo una persona de corazón puro puede ser capaz de manejarlo- sonrió Frigg.
-Una persona de corazón puro es la clave, y, ¡Oh! ¡Casualidad! El niño, ojos de borrego es un buen ejemplo- Dijo Freyja con sarcasmo.
Asentí lentamente y ambas diosas frente a mi se sonrieron.
-Bien, ahora que respondimos a tus preguntas, harás lo que pidamos- dijeron al unísono.
Aquellas dos mujeres, lo que tenían de hermosas, lo tenían de intrigantes, sugestivas, y extrañas.
-¿Que quieren que haga?- pregunté y noté a Freyja caminar a mi alrededor.
Astibé las sonrisas de ambas Diosas nórdicas y pronto, frente a mi, Frigg se acercó y besó fraternalmente mi frente.
-Iré a explicarselo a tu pareja de vida... Freyja, explícaselo todo- dijo la de ojos azules para luego retirarse a paso lento.
Freyja aún merodeaba a mis alrededores.
-Como bien sabemos, necesitan algunas... cositas- recalcó, paseando sus manos por mi cintura- Para continuar con su golpe-
Asentí y noté por donde pasaron sus manos, cosquilleos. Me miré a mi misma y ví la magia de la diosa de la sensualidad.
-Como su objetivo, no miró ninguna de tus dos amigas, tú eres la única capaz de acercarte- aclaró finalmente, sonriendo, llena de sarcasmo, despecho e ironía.
Un vestido color negro, de espalda prácticamente descubierta. La piel se extendía hasta el inicio de mi trasero. El escote, por su parte, era hasta el ombligo, donde aparecía un brillante color azul zafiro.Parecía no llevar ropa interior, el brasier color piel pasaba desapercibido, abajo, ropa interior de encaje negro.
-No, no y no- me negué rotundamente, cubriéndome como podía con mis brazos.
El vestido iba mas corto que cualquier cosa que había usado anteriormente.
-Te aconsejo no agacharte- rió la mujer, parecía mucho más joven que lo que era.
-Freyja, agradezco el gesto, pero no puedo. Donghae se pondrá de muy muy malas si me ves asi- respondí y la Diosa borró su sonrisa.
Un par de zapatos negros, de tacón alto, aparecieron en mis pies. Ahora, al mirar al frente, era alta, tan alta como antes.
-Me importa poco, solo, haz lo que te digo. Entra ahí, y por el tuerto de Odín, seduce a ese tipo. Luego me lo agradecerás- aclaró y me tomó por el mentón, acercandome a su rostro.
Sus ojos grises tormenta, de cerca, parecían aún más espectaculares que antes.
-¿Sabes?- se sonrió- Tú y yo somos bastante parecidas, somos ególatras, impulsivas, desafiantes, despechadas, llenas de sarcasmo, sensualidad y peligro en partes iguales-
No pude evitar ruborizarme.
-Y somos tercas, muy tercas- agregué.
-Cierto. Cuando las nornas escribieron tu destino, jamás esperé verte de nuestro lado. Tú escribiste tu propio destino, no ellas. Debes ser la primera chica en la que veo mi reflejo. Haz dado todo por amor...- comentó y sus dedos pulgares pasaron por mi rostro, maquillandome.
Sus ojos cambiaron de tonalidad, mostrando mas brillo de lo normal, y, por primera vez, noté a una simple mujer frente a mis ojos. Su pecado, el pecado de los dioses, tener tambien sentimierntos demasiado humanos.
Pronto, recupero su cordura, y me besó en los labios de forma fraternal, simplemente, un roce de labios.
-A partir de ahora, eres tambien, una de mis Valkyrias, recibirás mi apoyo incondicional- se sonrió una vez más y extendió su mano, invitandome a ir.
A paso lento, volvimos con el grupo.
La Diosa caminaba frente a mi, cubriendome.
-Muestrate, niña- dijo, con una sonrisa.
Tragué saliva, nerviosa a más no poder, y me mostré al grupo.

Fin. Cap 35 <3

ajhdkjahdkjhakjsdhkj <3

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Mila ^^~

sábado, 12 de septiembre de 2015

Fanfic!~ "En mi Eternidad" (Donghae x Fan)~ Cap. 34

askjhdkjashdkjahskjdh Hola!


Título: "En mi Eternidad"
Duración: ?
Episodio: 34
Pareja: Donghae x Fan
Apariciones: Lo verán a lo largo de la historia, aparecerán algunos nombres conocidos ^^
¡ADVERTENCIA! Se verán escenas violentas y lenguaje explicito.

Narras Tu:

            Entré a su habitación, sigilosa, silenciosa. La cama estaba tendida y todo estaba en su lugar.
Suspiré, parecía ser el unico lugar en el mundo en el que podía estar en paz.
Mi departamento era un caos de preparativos para el primer movimiento que haríamos, y ese movimiento, sería aquella noche, o mas bien, en su madrugada.
IU o Vee debían enfrentarse al desconocido y seducirlo. Si, seducirlo, tomar la tarjeta de identificacion y sus huellas dactilares.
Suspiré una vez más, agobiada a más no poder. "Al menos yo no tendré que hacer mucho" pensé y tras poner algo de música, dejé mi campera deportiva en la cesta de ropa sucia, me encaminé a su ducha.
Me quité los tenis y los leggins negros con franjas grises. El top se me pegaba asquerosamente al cuerpo, esta exhausta y necesitaba dormir.
Llevaba tres días sin pegar un ojo, simplemente no podía y, todo el tiempo que lo había intentado, no lograba descansar. Para llevar la irritacion, la molestia y el cansancio, lo unico que podía hacer era entrenar el doble.
Cuando el agua caliente tocó mi piel fué lo más placentero del mundo. Todo el aire de mis pulmones, simplemente, se esfumó.
Tras darme una larga y minuciosa ducha, me puse una camisa blanca. Me sequé el cabello y lo cepillé.
La camisa estaba al límite... al límite mostrar mi ropa interior... Por suerte, no era asi, era cómoda y ligera.
Ya con el cabello en su lugar, la mente un poco más relajada y mi cuerpo fresco, decidí terminar de arreglarme. La ropa estaba sobre su cama.
Me aferré al lavabo y sin poder evitarlo, disfruté de la canción que pasaba el mini componente.
Me moví las ritmo de la música, terminando en un mar de caderas en movimientos y actuacion"sexy", cantando a todo pulmon:
-I love rock n' roll, So put another dime in the jukebox, baby, I love rock n' roll, So come an' take your time an' dance with me-
Ahh, me sentía tan... viva.
Eché la cascada de pelo hacia atras, lo tenía frente a mis ojos por el baile.
Al volver a ver con claridad, vi que no estaba sola.
El chico me miró con una sonrisa a traves del espejo del baño.
Bajé la música con el mando a distancia y dejé mis manos aferradas, la una a la otra, nerviosa y avergonzada.
-¿Hace mucho que estas parado ahí?- pregunté, con la voz bajita y apenas audible.
-Desde de la mitad de la canción- contestó y yo me ruboricé el doble- ¿Te averguenzas ahora, luego hacer tremendos movimientos provocativos?-
Sus palabras fueron como un picotón en el estómago.
Se acercó a mi, a paso lento.
Cuando estuvo frente a mi, sus manos se aferraron tambien al lavabo, encerrandome entre el frío de la blanca losa y su cuerpo, caliente.
Mi respiración se agitó un poco y no me atreví a mirarlo a los ojos.
Me arrebató el mando a distancia y dió Repeat a la canción. Me mordí el labio inferior.
-Baila- dijo, en un tono grave que jamás había visto en él.
-¿Ahora?- pregunté y él asintió -No lo haré-
-Hazlo y te daré algo a cambio...- sonrió el chico frente a mi.
Lo miré a los ojos, se notaba un brillo travieso y pícaro en ellos.
-Cambia de cancion- dije, con las mejillas rojas aún.
-No, baila- contestó él, en tono de orden.
Me mordí el labio una vez más y moví las caderas, girandome hacia el espejo. Bailé un poco en aquel pequeño espacio antes de que sus manos me tomaran las caderas, inmovilizandome. Notaba la tela de sus pantalones contra mis muslos, notaba su respiración en mi cuello, pesada, sugestiva.
Nos miramos a traves del espejo, noté corazón dar brincos, agitado.
Dibujó una sonrisa en su rostro y besó mi hombro.
-Si vas a ducharte, cierra la puerta del baño- aclaró, en tono de orden.
Asentí, lento
Donghae, esta versión de Donghae, era dominante, seguro de si mismo, autoritario si debía serlo y pasional, aunque, solamente habíamos dormido juntos una vez e intercambiado sangre, había sido dulce y arrebatado tambien.
-¿Aún nos queda un intercambio, verdad?- preguntó, antes de girarme. Yo asenti -Lo haría ahora pero... no tenemos tiempo-
Cuando fuí a dar un paso para alejarme de su magnetismo, sus manos anclaron en mi cintura, su aroma me invadio y, apenas a unos centímetros de mi rostro.
Ya, sin poder contenerme, subí mis manos por sus hombros hasta su cuello, enredando mis dedos en su cabello, besandole con una pasión que decía mucho más que un: "Si señor, cerraré la puerta la proxima vez"

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Aceleré la Harley. Los cien kilometros por hora que se marcaban en las ajugas del acelerador, eran lo unico que podían calmar el fuego interno que sentía en mi cuerpo.
Tras de la motocicleta, la 4x4 de Kai y el Lambo de Siwon.
Quien nos viera pensaría que eramos famosos, y no un grupo de asesinos.
Donghae había decidido ir en la 4x4 de Kai.
Suspiré y los cambios resonaron bajo mis pies.
Notaba mi cuerpo hervir, necesitaba probar a mi fresa con patas antes de que me diera un ataque cardiaco.
Al llegar al Sound, aparcamos enfrente. Todos bajaron de sus vehículos, mientras que yo, me quitaba el casco color negro aún sobre la moto.
-No vayas tan de prisa la proxima- me dijo Donghae en voz baja.
Me bajé la motocicleta y lo encaré.
-Puedo dejar que uses ese tono en la intimidad, pero, aqui, mando yo, recuerdalo bien- lo señalé con el indice y él arqueó una ceja.
-¿De verdad?- preguntó, sonriendose.
Los demas se adelantaron mientras que yo maldecía internamente. La sonrisa que me dedico no avisó lo que estaba a punto de hacer.
Sus manos tomaron mi mano y acercando su boca a mi índice, arrastró los colmillos sobre la piel.
Algo pareció estallar en mi interior, la anticipación.
Me quedé boquiabierta ante él y con la misma sonrisa, siguió al grupo.
A pasos lentos seguí su marcha, mientras que todos se adentraban al club nocturno.
El aroma a alcohol y alguna que otra sustancia sospechosa nos invadio las fosas nasales.
IU y Vee estaban lista, la primera llevaba un vestido color crema, corto, mostraba piernas, era holgado y remarcaba su pequeña cintura. La segunda, era más atrevida, mostraba su espalda por completo y sus piernas, un vestido colo azul noche le quedaba de maravilla a la castaña.
Miré a JungKook que no apartaba su mirada de IU, hipnotizado.
Arquee una ceja y sonreí.
-¿Cual es nuestro hombre?- preguntó Vee, con la más lobuna de las sonrisas.
Miré los rostros de la gente y al fondo, completamente de blanco, estaba él.
-Al fondo, de blanco- respondió Kyu, tan  observador como yo.
-Esta con varias damas ya...- dijo Jong Woon.
-Nada que no pueda ser sustituído- contestó Wook.
-Bien... voy primero...- dijo Vee, un poquito nerviosa.
La chica se hizo paso entre la gente del local, resaltaba pero... A nuestro hombre pareció no covencerle puesto que a los pocos minutos volvió.
-¿Que ha sucedido?- preguntó IU.
-Esas chicas... Me he acercado y lo he invitado con una copa cuando una de ellas se retiró al baño, pero el me ha mandado a volar- afirmó.
-Lo intentaré- dijo IU y se acomodó el vestido una vez más.
IU tambien se abrió paso entre la gente pero, volvió inclusive antes que Vee.
-Es un idiota ese tipo- Se quejó, refunfuñando- Me ha mandado volar por parecer menor de edad...-
-Todos afuera- ordené y salimos disimuladamente por la puerta.
La entrada del local daba hacia un callejón.
-¿Que haremos?- preguntó Siwon.
Me apoyé en la pared contraria al grupo y suspiré, pensando en la mejor alternativa.
Mientras todos discutían, me quedé encimismada en mis pensamientos. No había alternativa.
Pronto, a mi lado, un pequeño punto de luz enmudeció a todos.
El puntito de luz color rosa se espandió en el aire y frente a mi, una mujer rubia de ojos azulados. Alta, era muy alta, incluso más alta que Siwon, llevaba un vestido azul noche. Al ver esos color azul, electricos, me arrodillé enseguida.
Vee me imitó.
La mujer rió, era hermosa, demasiado perfecta...
El silencio se acopló a nuestros rosarios de oraciones.
-Señora...- musité, asustada, asombrada y avergonzada.
-Levanten sus miradas con orgullo, pequeñas- dijo la mujer y mi amiga y yo, nos miramos.
Pronto, una pequeña luz púrpura apareció, convirtiendose en otra mujer rubia, ésta, con los ojos color gris tormenta, tan alta como la primera, pero, de vestuarios rojos, un vestido rojo casi transparente, labrado, lleno de glamour.
Nos inclinamos tambien ante la recien llegada y luego nos erguimos, ante la sonrisa de ambas.

Fin Cap 34 <3

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Mila ^^~

jueves, 10 de septiembre de 2015

Fanfic!~ "En mi Eternidad" (Donghae x Fan)~ Cap. 33

Holaaaaaaaaaaa~~~



Título: "En mi Eternidad"
Duración: ?
Episodio: 33
Pareja: Donghae x Fan
Apariciones: Lo verán a lo largo de la historia, aparecerán algunos nombres conocidos ^^
¡ADVERTENCIA! Se verán escenas violentas y lenguaje explicito.

Narras Tú:

           Al abrir los ojos una vez más, me sentí en las nubes, estaba, saciada por primera vez en mi vida. La madrugada anterior se había basado en sonrisas, miradas, intercambios, besos, mordidas, caricias que no iban más allá del inicio de su pantalón, y, en mi caso, piernas y brazos. Algunas veces, sus dedos arrastraban la tela, subiéndola, dejando expuesto un poco más allá.
Sin darnos cuenta, nos quedamos dormidos.
Ahora, me sentía de cierta forma... sofocada.
Sus brazos pasaban por mi cintura una vez más, pero, esta vez, estaba a mis espaldas.
Me giré poco a poco, encarandolo finalmente.
-Donghae...- lo llamé bajito.
Sus manos subieron por mis piernas, levantando la camiseta.
-Cinco minutos más- murmuró volviendo a dormirse.
-Aish...- me quejé y arañé con suavidad sus costillas.
Poco a poco, empezó a soltar risitas nerviosas, hasta terminar en un estallido de risas y carcajadas.
-Es hora de levantarse- dije sobre su oído como un susurro.
El cesó las carcajadas para aferrarse a mi cintura y sentarme sobre sus estómago.
-Obligame a levantarme- pidió, desafiante, con una sonrisa.
Arquee una ceja y eché mi cabello hacia atrás.
-Si te levantas ahora, esta noche... dormiremos juntos una vez más...- contesté y el ensanchó su sonrisa.
-Esta bien, pero te tomo la palabra- comentó y se sentó en la cama, obligandome a bajar a sus caderas.
Estar en aquella posición sobre su cuerpo, incitaba a más.
Su frente se apoyó en la mía y ambos respiramos hondo, disfrutando del otro.
-Buenos días...- susurró.
-Buenos días- respondí, con una sonrisa en los labios.
-Deseo de verdad, de que cada mañana despierte contigo aqui- comentó y rozó nuestros labios.
-Deseo que tu deseo se haga realidad- comenté a su vez, profundizando el beso.

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Preparé algo para el desayuno y tras desayunar entre platos compartidos, sonrisas y charla. Una vez lista, salímos juntos de su departamento.
Al mirar el pasillo, nos encontramos con Ryeowook. El chico arqueó una ceja y nos miró a ambos, con una gran sonrisa en su rostro.
-Buenos días- saludó, sin dejar de mirar a Donghae.
Las primeras incisiones de mis dientes eran la única pálida y suave cicatriz que había quedado sobre el cuello de Donghae, al igual que yo, las marcas eran totalmente visibles.
 -Buenos días- contestamos a su vez, ambos ruborizados.
El chico frente a nosotros asintió, internándose en mi departamento.
Al caminar frente  a mi, tras as matas de pelo del chico, noté un par de claras incisiones.
Cuando estuve a punto de preguntarle para hablar en privado y sacarme la duda, Jong Woon llegó por último al departamento.
-Buenos días- saludó el pelinegro.
Miré su cuello y como lo supuse, un par de diminutas marcas.
"Al parecer... Siwon no es el unico cuya pareja es de su mismo Sexo" pensé y me alegré por el chico.
IU salió de su habitación y lo que ví en su rostro, no me gustó para nada...
-¿Todo está bien?- le pregunté mentalmente a la chica.
-Ne-Necesito D-decirte algo...- contestó ella y me miró a los ojos.
-Esta bien, tras la reunión, vé a mi recámara- le sonreí, tranquilizadoramente.
Al ver que todos estaban en el departamento, noté la mano de Donghae apretar la mía y luego soltarme con vergüenza. Lo miré un instante y le sonreí. Finalmente, me acerqué a la mesa central, junto a Kyuhyun y Siwon.
-Buenos días- saludé y ambos asintieron -Buenos días a todos-
Los miré a todos y proseguí:
-Bien, fué una noche bastante ajetreada, pero, logramos conseguir la información que necesitábamos. Esta noche, no habrá disparos, ni peleas, solo necesitamos conseguir algo tan pequeño que se oculta en un saco- Ante las miradas expectantes de todos, como siempre, me ruboricé- Necesitamos las huellas digitales de alguien de cierto cargo y la tarjeta de pase-
-¿Como lo haremos?- preguntó Jung Soo.
-Sencillo, uno de nosotros deberá infiltrarse y robar los objetos- contesté.
-¿Le cortarán el dedo a alguien?- preguntó Jung Kook con malicia.
-No, no seas tán sádico- reí- Solo necesitamos un vaso con las huellas de esa persona, el resto es historia-
-Entonces... ¿Donde conseguiremos todo?- preguntó Wook.
-Kyu...- invité al chico hablar.
-Myeong Dong, un club nocturno llamado Sound, debemos encontrar al cliente y tomar lo que necesitemos. Es un humano, no creo que cause tantos problemas- culminó con una sonrisa.
-¿El Gran Sound? ¿El club con.. shows en vivo y... strippers?- preguntó Vee
-El mismo- sonreí. -Hay dos formas de entrar... Ser un bailarín o bailarina... o... Invocar sus encantos femeninos, y atraerlo como una mosca a la miel-
-Elijo la pacífica, aunque, ¿alguien sabe algo de los gustos de este hombre?- preguntó IU, hablando desde la esquina del salón.
-Pues, lo que se mueva, tenga los brazos y dos piernas, creo que funcionaría- dedujo Siwon.
-En marcha entonces, necesitamos ropa- especificó Vee.
-Serían dos vestidos- especifiqué.
-¿Tu no irás?-  preguntó Vee.
-No, me quedaré fuera- sonreí y noté el corazón de mi chico serenarse.
-Entonces, está en sus manos. Serán las Ángeles de Charlie, suerte- dijo Jung Soo, con una sonrisa -De todas formas, Siwon, Kyuhyun, Donghae, Hyukjae, Wook, Jong Woon y Kai,  deberían ir, en caso de que algo suceda-
Los nombrados asintieron y finalmente, la reunion llegó a su fin.
Me acerqué a Donghae unos instantes y el chico me miró a los ojos.
-Ve- dijo apenas acercarme.
-¿Como sabes que te pediría eso?- Pregunté, frunciendo el ceño- Necesito hablar con IU-
-No necesito leerte la mente, tus pensamientos llegan a mi por si solos- sonrió y se inclinó a besarme en la mejilla.
Me ruboricé a más no poder y me alejé con una sonrisa en el rostro.
Al dirigirme a mi habitación, noté a IU seguirme, finalmente, entramos las dos, ella con una expresión extrañada en su rostro y yo con una sonrisa de oreja a oreja.
Donghae me atontaba... más de lo normal últimamente.
-Hola- la salude y tras sentarme en la cama, palmee a mi lado.
Vee se metió en la habitación como un vendaval, invitándose sola.
-Hola- saludó, con una sonrisa.
-Hola- comentó IU, incómoda, y un poco distante.
Vee y yo nos miramos, asombradas ante la actitud de la más joven.
-¿Que sucede, IU?- pregunté y la chica se sentó a mi lado en la cama. Vee se sentó en la silla del escritorio.
-Veran... yo...- tragó saliva antes de mirarme -Te envidio tanto-
Me quedé a cuadritos, fruncí el ceño y Vee dijo:
-En realidad... si, tambien te envidio...-
-¿Por que?- pregunté y ambas suspiraron.
-Te ves tan feliz con ese chico, antes, cuando sonreías ni siquiera eras sincera, ahora, ¡te iluminas mujer!- respondió Vee, tan directa como siempre.
-Pero...- murmuré -No todo es color de rosas, nos hemos peleado ya... Tiene un carácter...-
-¡Se nota que se han peleado! Bonitas marcas exhiben- rió IU.
Me puse completamente roja, notaba mi cara arder de la vergüenza.
-Aish- se quejó finalmente IU- Mi sabor favorito es Cereza... Hay alguien aqui, que tiene mi sabor favorito... Lastima de que se trate de un niño malcriado-
Vee y yo nos miramos.
-Estoy tomando diez pastillas por las mañanas, quince por las noches...- comentó y hundió su rostro entre sus manos.
-¿Por qué no lo dijiste antes?- preguntó Vee.
-No podía, ni siquiera estaba segura...-
Miré a la chica  a los ojos y el verla llorar me partió el alma en dos.
-Es Jung Kook, ¿verdad?- pregunté y ella asintió.
-Desde que llegó no puedo estarme tranquila. Ni siquiera es mi culpa el que me guste- se lamentó.
Las tres suspiramos, agotadas.
-Ya encontraremos solución...- dije y ambas asintieron.

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Miré las largas estanterías y percheros, nada me convencía.
Vee y IU me habían dejado sola, se estabas cambiando en algun probador de la tienda.
-Buenas tardes, señorita. ¿En que puedo ayudarla?- preguntó una de las trabajadoras del local Gucci.
-En realidad, por ahora, solo espero a unas amigas- le sonreí a la chica.
-Esta bien, en caso de cualquier pregunta, no dude en llamarme- dijo la joven antes de retirarse.
Cuando estuvo a punto de irse, Vee y IU aparecieron en el lugar.
A simple vista, un par de jovenes que iban a ir a una concurrida fiesta nocturna, y, eso es lo que era. Ambas me sonrieron.
-Espero que a este chico le sirva algo así, no pienso mostrar mucho más- se quejó IU.
-No te preocupes, que en todo caso, muestro yo- sonrió la otra con sorna.
Negué con la cabeza sin poder evitar sonreír.
-Nos llevamos estos- aclaró Vee dandole su vestido a la chica de antes, IU  la imitó -¿No has visto nada que te gustara?-
-Ha Ha, amo los vestidos- dije llena de sarcasmo.
Ambas chicas rieron, me conocían bien.
-Ahora que tiene novio, será mojigata el resto de sus días- comentó Vee.
Puse los ojos en blanco y ante las risas de las chicas, nos dirijimos a la caja a pagar.
Al caer la noche, volvimos a casa para planificar mejor, el golpe maestro de los siguientes días.

Fin Cap. 33 <3

adkaskdakjshdkjah Espero que les haya gustado! <3

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