Romantic Oneshot: 2015
'>

jueves, 24 de diciembre de 2015

Oneshot - "Curiosidad, Otra Vez" (LEMON +18 - Jo Twins)

HOLAAAAAAAA!!
MUY FELIZ NAVIDAD!!~


Secuela de Oneshot - "Curiosidad, La primera Vez" (LEMON +18 - Jo Twins)!



Género: Lemon Yaoi +18
Capitulo: 1
 Grupo:  BOYFRIEND
Pareja: Kwangmin x Youngmin
Título: "Curiosidad, Otra Vez"

Narra Youngmin:

         Nuestras copas se unieron una vez más, celebrando las doce de la noche.
-Navidad~ Navidad~ Dulce Navidad~- dijo Min Woo, levantando su copa.
No pude evitar reime, qué poco aguante tenía.
Miré al resto de mis amigos y retiré lo dicho, inclusive el lider ya estaba durmiendo.
Dejé mi copa sobre la mesa ratona del comedor y me levanté del sofá, bostezando.
-Es tarde, Hyung Seong hyung, ayudame a despertarlos a todos. Es mejor que duerman en sus dormiorios y no aqui, hace frío- pedí y el chico asintió.
Como pudimos, llevamos a los chicos a sus respectivos dormitorios.
Aquella noche nos habíamos dedicado a festejar, eran casi las cuatro de la madugada y aún estabamos en pie.
Al regresar de la fiesta navideña de la empresa, que por cierto, no fué más que trajes y seriedad.
Suspiré y miré a mi hermano menor dormir sobre el sofá, parecía un niño pequeño.
-¿Te ayudo o puedes solo con él?- preguntó Seong, apareciendo pronto a mi lado.
-No, puedo con el hyung, vé a dormir, es tarde- respondí y el chico palmeó mi hombro.
-Hasta mañana, Minnie~- comentó y se retiró. Lo ví marchar, no podía caminar en linea recta.
Cuando llegamos a nuestro departamento, dejamos toda formalidad y comenzamos a beber, sin embargo, yo prefrerí beber agua mineral a terminar como mi hermano.
Miré por el corredor, verificando de que no quedaba nadie en pie y con una sonrisa, me incliné hacia mi hermano, sin poder contenerme, toqué su mejilla. El chico se movió un poco y se acomodó una vez más en el sofá.
-Despierta- le susurré con tranquilidad, esperando que reaccionara.
-Nu~- respondió,  abrazadose a si mismo.
Sonreí y inclinandome un poco más, rocé mis labios con los suyos.
-Despierta- pedí una vez más. Mi hermano abrío los ojos apenas y me miró. Tenía la mirada borrosa, un poco rayada por el alcohol -Es tarde, vete a acostar-
El chico asintió y se levantó de su lugar, tambaleando.
Yo me encargué de tomar las copas y las botellas de soju vacías, llevandolas al la cocina.
Comencé a fregar los trastos sucios cuando noté un par de brazos rodearme el cuerpo.
-Youngminnie~ ¿Vamos a la cama?~- preguntó con empalague.
-Estas borracho, vé a dormir, Kwangmin- respondí, riendo.
Era la primera vez que veía a mi hermano menor en esa situación y la verdad, es que me pareció de lo más adorable del planeta.
-Iré a dormir si vienes conmigo, Hyung~- respondió, subiendo sus manos por mi pecho, hacia mi menton, obligandome a girarme. Mis manos cerraron el grifo y me concentré en su turbia mirada.
-Estas borracho, Kwang- le comenté y sus labios se aventuraron a presionar los mios.
No podía cansarme jamás de ello, sus labios eran tan dulces y, el olor a alcohol no se presentaba en absoluto en él.
Me obligó a encararlo, besándome con seguridad y dulzura. ¿A donde se había ido el chico inocente que daba torpes besos?
Cuando me mordió el labio inferior, obtuve una respuesta.
Yo mismo lo había hecho desaparecer.
Lo tomé por las caderas, pegándolo a mi, como imanes opuestos. Su cuerpo dió un respingo al notar su cadera pegada a la mía, rozándose con total descaro.
-A la cama, ahora- advertí y él se volvió a estremecer.
El chico asintió y tomando mi mano, me guió a la recámara. Kwangmin era realmente gracioso, se tambaleaba sin cesar, tuve que tomarlo por las caderas desde atrás, para evitar que tropezara.
Tras internarnos en nuestra recámara, el chico frente a mi comenzó a quitarse la ropa.
Arqueé ambas cejas y reí.
-A dormir- dije y él refunfuño.
-No, hoy seré yo quien de las urdenez- dijo y se desabrochó por completo la camisa.
-"Urdenez", ¿tu? Pero si ni siquiera puedes mantenerte en pie- dije y me acerqué a él, tendiendole mi mano.
-Mírame, estoy de pie, ahora...- aseguró, tirando de mi mano, obligandome a sentarme en la cama.
-No pienso hacer esto cuando no puedes contar hasta cinco, Kwangmin. Ven, vamos a descansar, mañana será un...- comencé a decir cuando él me interrumpió. Se inclinó con total naturalidad frente a mi, y tomando mi rostro entre sus manos, me besó con ímpetu, mostró una pasión que me dejó totalmente fuera de lugar.
-Es mi turno de jugar, ¿no te parece?- Advirtió, mirándome a los ojos.
Fue en ese instante en el que me percaté de su jugada.
-Mentiste- comenté y noté sus manos alejarse de mi. Intenté moverme, levantarme, lo intenté... sin embargo,  no pude, mis manos estaban esposadas a la cama.
-¿Que diablos?- dije tirando de las esposas.
Mi hermano menor se sonrió y en ese instante, noté un escalofrío recorrerme la columna de principio a fin...
-Suéltame Kwang, esto es pasarse de la raya- advertí y él  rió, subiendose a la cama, a gatas...
-Siempre quise hacer esto Young, siempre- susurró, sonriendome, totalmente sobrio.
Me quedé atónito, totalmente atónito...
-Suéltame, no me hagas cabrear- advertí, tirando delas esposas.
El chico rió con ganas y a gatas aún, se sento sobre mi caderas.
-Eso suena sexy- respondió, inclinandose para besarme en los labios.
Noté sus manos vagar sin patrón ninguno por mi cuerpo, desde mi pecho hast el inicio de mi pantalón. Sus suaves dígitos se internaron bajo mi camisa y, en ese intante, noté una caliente sensación recorrerme en la parte baja de mi estómago.
Me mojé los labios...
Es que no podía resistirme a él, necesitaba tenerlo cerca, necesitaba... tenerlo...
¿Enojarme? No, para nada, me estaba poniendo muy a tono.
Ví su sonrisa frente a mi, y con rapidez, desabrochó el cinturón de mi pantalón.
Sus labios atacaron mi cuello, mordiendo, ronroneando sobre mi piel, medio gimiendo y medio jadeando...
Tiré de las esposas, esperando que se abrieran, para poder tenerlo bajo mi cuerpo.
Me mordió con suavidad, riendo sobre mi piel.
-Kwang... Sueltame...- pedí, respirando con dificultad.
El negó y se quitó la chaqueta y la camisa.
Su torso era totalmente delicado, sin marcas, ni cicatrices, totalmente suave. Movió sus caderas contra las mías causando el más placentero momento.
-Ahh~- gemimos sin poder evitarlo.
Sin embargo, aquel día parecía bastante apurado por lo que, arrancó los botones de mi camisa, aún escuchando mis refunfuñes.
-Déjame tocarte, por favor- pedí y el volvió a sonreir, inclinando sobre el cierre del pantalon, bajándolo con rapidez -¿No quieres ir más lento?- pregunté y el rió una vez más.
-Hoy me apetece que sea así- contestó y tomó mi miembro entre sus manos.
Tuve que tirar el cuello hacia atras, disfrutando de sus masajeos y movimientos sobre mi falo.
-Kwang... espera- pedí gimiendo.
El negó y movió mucho más rápido su mano.
Tiré de las esposas una vez más, antes de que inclinandose, paseara su lengua sobre mi miembro.
-Ay... Si... Así...- dije, en un profundo susurro.
Kwangmin engulló mi miembro con maestría.
Lo miré descender y ascender una y otra vez sobre mi polla y me asombre. Hacía solo dos años, nuestra "relación" había comenzado, y, en esos dos años, mi hermanito se había convertido en un experto.
-Que bien lo haces... Dios- gemí, notando el orgasmo más cerca que nunca.
El sonrió y se alejó, dejandome a mitad de camino.
Lo miré de mal humor.
-Vuelve a ahi abajo o lo lamentarás- advertí, mientras lo veía desvestirse por completo frente a mi.
Cuando estuvo completamente desnudo, se acercó a mi, sentándose una vez más sobre mi cadera. Mi miembro se sentí a punto de ebullición, yo mismo me sentía a punto de ebullición.
-Kwang, por favor- pedí y él movió su cadera contra la mía, creando una inquietante y obsesiva fricción entre nuestros miembros. Sin embargo, mi hermano no era el chico más paciente del mundo, por ello, tomó mi polla entre sus manos y la dirigió a su entrada.
-Espera, te harás daño- dije y el negó, sin dejar de mirarme a los ojos.
-Creo que estoy más que acostumbrado a ti, ¿no te parece?- preguntó, dejandose caer sobre mi falo, reteniendo un gemido.
Yo, sin embargo, no me contuve, tiré mi cuello hacia atras, disfrutando de su entrada, disfrutando de  cuan estrecho era.
Sin contenerse ni un segundo, apoyando sus manos en mis hombros, tomó impulso, alzandose y bajando una y otra vez, sin tener intenciones de detenerse.
Aún mirándome a los ojos, pasó sus mano por mi espalda, y quedandose quieto, me besó en los labios, con total dulzura. Abrió las esposas con una pequeña llave, yo apreté mis manos unos segundos antes de dirigirlas a su cintura, alzándolo y dejándolo caer.
El chico gemía, gemía sin poder controlarse. Lo besé en los labios, acallando sus incoherentes palabras.
-Te amo- dijo, separandose unos instantes de mi, para mirarme a los ojos.
Sonreí como un tonto y le dí otro beso, solo un roce de labios.
-Tambien te amo- respondí y él, con una sonrisa, aumentó la velocidad.
Nos coordinamos, cuando el descendía, yo movía mi cadera, dando de lleno en aquel punto que lo hacía delirar.
Fueron unos pocos envites más los que me hicieron ver las estrellas, dejando mi esencia en su interior, mientras que Kwang, se corría sobre mi.
Exhaustos, nos quedamos en aquella posición, recuperando el aliento. Pasaron unos minutos antes de que, él se separara de mi, haciendo amague a levantarse.
Lo tomé de la cintura y ante su atónita mirada, sonreí con picardía.
-¿Así que planeabas esposarme a la cama? Esta bien, ahora vendrá mi turno- comenté, esposando sus manos juntas a la cama.
El rió y dijo:
-Me parece un buen regalo de Navidad-

Fin!!

Ya que ustedes me lo habían pedido sin cansancio!
Los amo!
Felices fiestas!~

Gif Time:


Mila ^^~

lunes, 21 de diciembre de 2015

Mini Fic~ "Recuerdos de un Amor" (HoYeol~ LEMON) Cap. 1!

Holaaaaaaaaaaaa!!!




Título: "Recuerdos de un Amor"
Tipo: Yaoi ^^
Duración: 3
Pareja: Hoya x SungYeol
CAPITULO 1
Grupo; INFINITE ♥

Narra Sungyeol:

          Inconsciencia...
Dolor e inconsciencia...
Todo se tornaba oscuro a mi alrededor, me sentía cada vez en lo más profundo de un abismo y, por más de que lo intentara una y otra vez, no podía despertar... ¿Porqué? ¿Que me había ocurrido?
Pronto, entre tanta oscuridad, una luz.
Con curiosidad, me acerqué y fué así como recupere cordura.
Abrí los ojos como pude, notaba mi boca pastosa y la garganta seca. Todo era pulcro y blanco, ¿En donde estaba? Notaba mi cuerpo pesado.
Apreté mis manos y bajo ellas, el suave algodón de una frazada.
La luz de el techo me estaba cegando, intenté enderezarme como pude y por fin, me senté en la camilla.
¿Que había ocurrido? ¿Porqué no podía recordar nada al respecto?
Cada vez que intentaba recordar, no encontraba nada más que dolor de cabeza.
Pronto, bajé los pies de la camilla e intenté pararme y caminar, sin embargo, todo terminó en un estrepitoso intento, me dí de bruces contra el suelo. Fué entonces cuando oí la puerta abrirse y en consecutivo, el ruido de un paquete caer al suelo.
-¡Enfermera, doctor! ¡Alguien!-
Tras las palabras, los pasos agitados de alguien y, pronto ese alguien apareció en mi campo visual.
Un hombre, de cabello oscuro y piel un poco más oscura que la mía, de ojos cafés y rasgados. Era bajo para su edad, tendría unos veintitantos... Llevaba una camisa a cuadros y una t-shirt pegada al cuerpo color blanco. Unos pantalones de jean rajados y tennis blancos tambien.
-¿Estas bien? ¿Como te sientes? En seguida viene el doctor, no te esfuerces- pidió, antes de tomarme por los hombros y ayudarme a enderezarme, sentándome en la camilla una vez más.
-¿Quien eres?- pregunté y el chico me miró con los ojos desorbitados.
Pronto, un hombre de bata blanca entró, el doctor se me acercó y acomodándose los lentes, me hizo unas cuantas preguntas...
-Soy el doctor Park, ¿Puede decirme que recuerda?-
Fuí a contestar cuando una puntada en la cabeza me obligó a negar, tocandome las cienes.
-No recuerdo nada más que mi nombre, mi edad y poco más-  contesté finalmente ante la asombrada mirada del chico de la camisa a cuadros.
El doctor se giró a mirar a aquel chico y suspiro.
-Me temo a que tendrá que quedarse aquí para observarlo por al menos 48 horas... Cuando terminemos, podrá volver a casa. No se altere, no se alarme y descanse- pidió el doctor, poniendo un monton de datos en planillas.
-¿Que ha pasado?- pregunté y el doctor, titubeó...
-Usted... ha tenido un accidente y a perdido la memoria...- dijo el hombre.
Me quedé descolocado. ¿Que? ¿Un accidente?
-Ha ocurrido un incendio y usted estaba dentro... estuvo por más de dos minutos sin oxígeno, si no hubiera sido por la reanimación, usted no estaría aqui- continuó y dejó una planilla a los pies de la cama.
-Quiero volver a casa- pedí y el chico de la camisa a cuadros, me miró una vez más -¿Quien eres?-
El chico se cruzó de brazos mirando al doctor, éste le asintió.
-Mi nombre es Ho Won... nos conocimos en la secundaria, desde entonces somos amigos...- dijo el chico y un pequeño retazo de memoria volvió a mi al ver sus ojos...
Me recordaba a mi mismo, festejando un gol y abrazando a mi amigo, en una sala de estar, frente a la Tv.
-Hoya... - contesté y con mis palabras, otra puntada en la cabeza.
¿Que me estaba pasando?
-No se esfuerce señor Yeol, descanse, señor Won, vaya a mi oficina en unos minutos- pidió el doctor con un movimiento de cabeza, retirandose al fin.
Cuando nos encontramos solos en la habitacion, lo miré a los ojos y el chico apartó la mirada.
-¿Que ha ocurrido?- pregunté y él tragó saliva.
-Yo... no te lo puedo decir en estos momentos...- contestó Hoya, antes de acercarse a mi con parsimonia y serenidad -Necesitas descansar-
-¿Cuanto tiempo he estado inconsciente?- pregunté, comenzando a cabrearme. ¿Porqué el desespero de ocultar la verdad?
Mi mejor amigo me miró a los ojos y, pude ver pena en los suyos... y, pronto, le dí la razón...
-Ha pasado un año desde que caíste inconsciente...- respondió al fin, dejándome desorientado.
Lo miré sin creermelo y sonreí.
-Déjate de bromas, Won- dije y al ver su expresión, mi sonrisa se esfumó- ¿Que?-
Mi cuerpo tembló, y un creciente escalofrío me atravesó la espalda...
-¿Que ocurrió?- pregunté y el chico frente a mi negó- ¡Dímelo!-
Hoya me miró, asustado, por primera vez, asustado de mi...
-Tuviste un accidente... los paramedicos te encontraron intoxicado, en el piso de la sala... Había botellas rotas por doquier y demasiado fuego... No ha quedado nada-
Algo dentro de mi se rompió en mil trocitos...
-¿Alguien resultó herido?- pregunté, mirando hacia el suelo, intentando recordar, en vano.
-No, solo estabas tu...- agregó y luego, sus manos se apoyaron en mis hombros, obligándome a mirarlo -Ve a descansar, necesito que te tranquilices de alguna forma. Duerme... Mañana por la mañana prometo contartelo todo-
Asentí con lentitud y una vez más, subí los pies a la cama, girandome en esta, dandole la espalda a mi mejor amigo.
-Quiero estar solo... por favor- pedí, notando mis ojos aguarse.
-Esta bien- respondió él con un suspiro, y con pasos que resonaban sobre la madera del suelo, dijo:- Hasta mañana, Sungyeol...-

Fin Cap. 1 <3

jalskdjlkajdlk Espero que les guste!~~

Gif Time:


Mila ~~

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Fanfic!~ "En mi Eternidad" (Donghae x Fan)~ Cap. 50

Holaaaaaaaaaa!
Espero que les guste!
Ya falta poco para el final! ~
<3



Título: "En mi Eternidad"
Duración: ?
Episodio: 50
Pareja: Donghae x Fan
Apariciones: Lo verán a lo largo de la historia, aparecerán algunos nombres conocidos ^^
¡ADVERTENCIA! Se verán escenas violentas y lenguaje explicito.

Narras Tu:

           Uror, con un movimiento de manos, hizo desaparecer la visión frente a mi.
No lo podía creer...
Aquella mujer... era mi madre, la mujer que me había llevado durante meses en su vientre, la mujer que solo había estado conmigo un par de días.
Hice de mis manos un par de puños, a punto de exigir más explicaciones a la Valkyria y Norna.
-Ya sé lo que preguntarás- se sonrió, acomodandose su cabello negro -¿Por qué Loki, aún siendo sangre de tu sangre, Busca destruirte?-
Solo la miré, mordiendome el labio inferior.
-Verás... Cuando Odín le dió la espalda a Loki, él mismo decidió dejar toda su bondad en ti. Mis hermanas y yo estamos más que seguras de que, él perdió todo recuerdo con respecto a ti, y es un recuerdo que no puede volver, puesto a que tu, llevas el equilibrio dentro de ti- explicó y un par de aureolas aparecieron en sus manos, como luces, una negra y una blanca. -Lo bueno y lo mano, se cierne en ti- Unió ambas luces, formando un espejo, y en él, mi reflejo.
Tragué saliva y pregunté:
-Entonces, ¿Puede que haya algo malo dentro de mi?-
-Menuda pregunta... Por supuesto que lo hay, pero- se sonrió y el espejo mostró a Donghae, quien yacía en una cama. En aquel reflejo, que tenía vida propia, mostraba a un intranquilo Donghae -Él, es una de las razones de tu destino, de tu eternidad. Es el único capaz de controlar la bondad y la maldad en ti. ¿No haz notado que te apaciguas cuando te toca?-
Miré aquel chico en el reflejo  y asentí.
-Entonces, ahí tienes una de las razones-
-Pero, ¿Que hay con Odin? ¿Cual era mi destino en realidad?- pregunté notando el espejo desaparecer.
A mi pregunta, una respuesta, sin embargo, no la contestó Uror, sinó, que entre las hojas de los arboles, apareció Skuld, el futuro.
-Hubieras sido el Ragnarok, hubieras matado a Odin a los dieciseis, junto con él- señaló la rubia hacia los pies del arbol.
Miré hacia abajo y entre las sombras, Fenrir, el lobo gigante.
-Despues de todo, es tu hermano y tambien, el único de ellos que tiene algo de bondad en su interior- se sonrió la rubia y el lobo, se adelanto hacia mi, con parsimonia y total elegancia.
Se inclinó un poco y yo estirando mi mano, lo acaricié.
-Como lo ha dicho Freyja, tu misma escribiste tu destino, no nosotras- comentó Uror, volando hacia su hermana.
Fenrir se devaneció y con él, ambas Valkyrias.
-Ahora, continúa llenando las partes en blanco, ________________. Termina tu historia y decide por fin, de que lado estas- resonaron sus voces a mi alrededor, dejándome eclipsada ante tanta información...

---------------------------------------------------------------------

Narra Hae:

         Me coloqué los guantes una vez más, tomando las armas en mis manos, suspiré y salí de mi escondite, y, con precisión, disparé.
El Madison Square Garden, se teñía de colores rojizos y negros ceniza. Las balas de plata impactaban contra los lobeznos y los desintegraban por completo.
Siwon, con furia, no dejaba de jalar del gatillo, acertando cada disparo.
-¿Estas de malas hoy?- pregunté y recargué mis armas.
-¿Como no estarlo tras descubrir que tengo cuernos más grandes que los de un puto venado?- preguntó sin siquiera ocultarse de los disparos enemigos.
-¡Agáchate!- advertí, tirando de su brazo, obligándolo a arrodillarse.
El chico me miró de muy mala gana y tiró de su brazo, volviendo a disparar.
Negué y pensé en ella. ¿Donde estaría?
Volví a disparar, dandole al último de los enemigos.
Pronto, frente a todo el grupo, el hombre de la máscara de payaso, quien, hizo una pintoresca reverencia.
-Me alegro de que al fin, se presenten frente a mi-  dijo y se sacudió el invisible polvo de su traje blanco.
-A mi me alegra el saber que hoy pasarás a ser historia- respondió Wook, con una sonrisa. Pronto, grandes cúpulas doradas se expandieron sobre nosotros. Los escudos de uno de mis mejores amigos, eran simplemente, impenetrables.
-Dudo de que sea cierto, por ello, les dejo un pequeño regalo- sonrió, señalando el gigantesco techo del estadio, en él, una caja metálica con un conteo regresivo.
Sin importar distracciones, aún bajo el escudo de Ryeowook, caminé al frente.
-Tu y yo tenemos asuntos pendientes- comenté, dejando caer las armas.
-Oh, es verdad- respondió Jackson, antes de quitarse su máscara.
Era tan solo un joven, como de la edad de Jung Kook, de cabellos rubios y ojos marrones, un par de orbes que parecían no tener vida.
En un rápido movimiento, se abalanzo hacia mi, intentando golpearme con furia, sin embargo, el escudo hizo su trabajo.
-Así da gusto pelear- respondí, encargándome de devolverle los golpes de alguna manera.
Pasados unos minutos, el rubio yacía tendido en el suelo, terriblemente golpeado y aturdido.
-Atenlo- ordenó Jung Soo, acercándose a mi, palmeando mi hombro y pasando a mi lado para tomar una caja metálica donde yacía la bomba.
Jackson fué retenido a la fuerza, y, dejado en estado inconsciente gracias un par de choques eléctricos de IU.
Cuando terminamos nuestros asuntos allí, volvimos en una gigantesca Ban negra.
-Buen trabajo el de hoy- comentó Jong Woon, sentandose junto a Wook, sonriendo.
Por primera vez, me senté junto a Siwon, quien de la nada, empezó a contar todo lo sucedido, parecía tener la inmediata necesidad de contarlo todo.

----------------------------------------------------------------

Cuando abrí la puerta de mi habitación, no pude evitar sentir cierta nostalgia.
La necesitaba allí, conmigo, necesitaba tenerla en mis brazos, la necesitaba y punto.
Sin embargo, mi soledad duró poco.
Nanna, la pequeña gata no dejaba de rascar la puerta del baño.
-Nanna, ya voy cariño. ¡Déjame bañarme!- dijo una voz femenina desde el baño.
No pude evitar sonreir. Parecía que había logrado invocarla con mis pensamientos.
Me senté en la cama, esperandola. Me quité la chaqueta de cuero marrón y apoyé mi espalda contra el respaldo de la cama. Nanna se subió conmigo y se sentó en mi estomago.
Cuando el sonido del agua cesó, me dí cuenta de que _______________ había dejado su ropa sobre el escritorio de la habitación. Ropa interior y una de mis camisetas.
La puerta se abrió y con ella, el vapor.
La chica venía tan ensimismada en sus pensamientos que al verme se asustó, terminando de rodearse el cuerpo con una de las toallas blancas.
-Joder, que susto- comentó antes de encaminarse a su ropa y acercarse a mi finalmente, para dejar un beso en mi mejilla. Cuando se fué a retirar nuevamente, le tomé el brazo y la obligué a sentarse en la cama.
-Estoy bien, me alegra que te preocupes por mi- comenté, sin dejar de mirarla a los ojos -¿Donde estabas?-
Ella arqueó una ceja, apartando su mano. Volvió a encerrarse en el baño y volvió vestida.
Como pocas veces, realmente estaba enfadado con ella, tal y como la primera vez. Sentía mi sangre correr con rapidez por mis venas.
¿Que le ocurría?
¿Había hecho algo malo?
-¿No piensas hablarme?- pregunté, enderezándome en la cama.
Ella se sentó a las orillas de la misma y con la misma toalla, comenzó a secare el largo pelo, para luego cepillarlo, en silencio.
Apreté los dientes hasta que rechinaron.
-No me hagas esto- pedí, buscando algo de comprensión en mi interior. Oí un suspiro de su parte y ví su cuerpo estremecerse. Suspiré de igual manera y me senté a su lado, a las orillas de la cama -¿Estas así por mi culpa?-
Por primera vez, me miró a los ojos y se mordió los labios, sus ojos se aguaron y sin poder aguantarse, se largó a llorar.
-¿Que está pasando?- pregunté y la chica se giró y me abrazó con fuerza, llorando con ganas.
No entendía que ocurría, solamente pude devolverle el gesto, la abracé con cautela, buscando su tranquilidad de alguna manera.
Lloró hasta decir basta, y, solo entonces, habló.
-Lo siento- murmuró, sin poder mirarme a los ojos, avergonzada.
¿Era ella? ¿Era la misma chica de la que me había enamorado? ¿A donde había ido la mandona?
-¿Me dirás que está pasando?- le pregunté, con la mayor de las delicadezas.
Respiró hondo y comenzó a decir:
-Cuando te dejé el otro día en el aeropuerto, he recibido un mensaje de las Normas... Las tres deidades me pidieron que fuera sola a Brasil, que allí encontraría algo que me pertenecía... He ido a Brasil, al centro del Amazonas y me he encontrado con Uror, el pasado y con Skuld, el futuro. Uror...- hizo una pausa y cerró los ojos -Me ha mostrado mi origen, a mi familia...-
La miré con los ojos desorbitados. Fruncí el ceño y tomé su mano para guiarla al respaldo de la cama. Me senté primero y la obligué a sentarse entre mis piernas.
Con cierto temor, apoyó su espalda en mi pecho. Notaba su cuerpo temblar aún entre mis brazos, la envolví con los míos y pregunté:
-¿Que te ha mostrado?-
-Mi madre  era una Nativa Latina, ella, a los dieciocho años, conoció a un hombre. Un hombre mayor pero realmente, atractivo... Ella se enamoró, él se enamoró, la diferencia de edad no fué un real problema, sin embargo, de esa unión, la bondad y la maldad... nació una niña. Escaparon de quienes estaban en contra de la union, y, pronto, un hombre de largas barbas y ropas, lanzó su lanza contra ella. El hombre mayor, era el padre de él o quien lo había críado...- dijo al fin y poco a poco fué tensándose -Loki es mi padre... Odin mató a mi madre...-
La mantuve a mi lado sin creerme sus palabras aún...
-Hay algo malo dentro de mi... puede que haga daño a la gente quiero y ni siquiera se si voy a poder controlarlo...- continuó y se largó a llorar.
-¿De que hablas? No le harás daño a nadie, eres buen...- comencé a decir y ella se apartó de mi para encararme.
-Podía haber sido el Ragnarok, el fin de los tiempos, por mi culpa podría haber desaparecido el mundo entero- explico.
-Pero no ha sido así, estas conmigo, y confio en lo que siento. Eres buena, más buena de lo que imaginas...- contesté, tomando su rostro entre mis manos.
________________ tomó mis manos y las apartó.
-¿Y si te equivocas? ¿Y si este no es el lugar al que pertenezco? Nací así... solo soy una bomba de tiempo a punto de estallar, y no quiero serlo, no quiero- insistió, levantandose de la cama.
Me acerqué a ella como pude y tomándola por los hombros, la sacudí.
-No voy a permitir que algo te ocurra, no me lo perdonaría...- dije  con seguridad, sus ojos miraron los míos -Te amo, y el que seas buena o mala, no lo va a cambiar. Confío en ti, confío en lo que veo, y ahora mismo veo a una niña llorosa y dulce, veo a la chica de la que me enamoré. Así que, dejate de tonterias y ve a dormir, necesitas descansar, ¿Si?-
Sus ojos miraron mi pecho y agachó la mirada, arrimándose más a mi, llorando una vez más.
-Vamos a la cama...- comenté y con lentitud, nos acostamos juntos, esperando de que sus dudas se disiparan.

Fin Cap. 50!

akjshdjhajsdh
Espero que les haya gustado!!~~~

Gif Time:


Mila ^^~


martes, 15 de diciembre de 2015

¡Todas las entradas!

Todas las entradas de mi blog se irán agregando aqui!
Espero que les sirva!

Fanfics y Mini Fanfics (Hetero):

-Super Junior:

"La Ilusion de una fan" (Donghae x Fan) TERMINADO

"Entre Luz y Sombra" (Donghae x Fan) TERMINADO (Descripción)
Capítulos;
"En mi Eternidad" (Donghae x Fan) -EN EMISION- (Descripción)
Capítulos:

"The Mission" (Siwon x Fan) TERMINADO
Capítulos:
-BTS:

"Por eso te Odio" (V x Fan) TERMINADO
Capítulos:
Fanfics y Mini Fanfics (Yaoi):

-Super Junior

"Los Lee" (Donghae x Eunhyuk - EunHae) TERMINADO (Descripción)
Capitulos:
"Relaciones Peligrosas" (Varias Parejas) SIN TERMINAR
Capítulos:
Oneshots & Twoshot (Hetero):

-Super Junior:


-EXO:


-MBLAQ:


-BTS:


-SHINee:



Oneshot & Twoshots  (Yaoi):

-INFINITE:

Oneshot~ "Cuestion de suerte" (DongWoo x Hoya) LEMON :3
Oneshot - "Así Fue..." - (MyungYeol) ~ Lemon +18

-SHINee

Oneshot - "Miel y Fresas" - JongKey (Lemon + 18)
Oneshot- El ascensor (2Min)
Oneshot - "Aquella Vieja Estacion" - Minew

-GOT7:

Oneshot~ "Hermandad" (MarkSonBam) ~Lemon +18 (Trio)~ PARTE 1
Oneshot~ "Hermandad" (MarkSonBam) ~Lemon +18 (Trio)~ PARTE 2
Oneshot~ "Gracias a Ti " (Mark x Bam Bam)

-EXO

Oneshot~ "La Fuga " (HunHan)
Oneshot ~ "Desde Siempre" (KaiYeol) ~
Oneshot ~ "El Niño de la Estación" (ChanSoo)
Oneshot- "A quien esperaba" (KaiSoo)
Oneshot- "Muero de Ganas" (TaoRis)

-BTS

Oneshot~ "Baile de Dos " (JHope x V - VHope)
Oneshot~ "El jardín " (Jimin x JungKook ~ JiKook)
Oneshot - "Nunca es Demasiado" (JiHope ~ Jimin x JHope)

-Super Junior

Twoshot ~ "Feliz Navidad" ~ Parte 1 ~ (Eunhae/Haehyuk) -Lemon-
Twoshot ~ "Feliz Navidad" ~ Parte 2 ~ (Eunhae/Haehyuk) -Lemon-
Twoshot ~ "Libros y Café" (Yehyun) Cap. 1
Twoshot ~ "Libros y Café" (Yehyun) Cap. 2
Twoshot ~"El Chico de Ojos Café" - WonKyu ~ Lemon +18 Cap 1
Twoshot ~"El Chico de Ojos Café" - WonKyu ~ Lemon +18 Cap 2
Twoshot - "Londres" (Eunhae) -Lemon + 18- Cap. 1
Twoshot - "Londres" (Eunhae) -Lemon + 18- Cap. 2
Oneshot - "9 de Febrero" (Hanchul) +18 -Pedido-
Oneshot - "Retrato" (Yewook) -Pedido-
Oneshot - "11 pm" - KangTeuk - (Kang In x Lee Teuk)
Oneshot - "Se nota en su mirada..." (YeHyun/ KyuSung/Kyu...
Oneshot - "El Pianista" - (YeHyun)
Oneshot - "La Decisión" (MinWook)
Oneshot "Te haré feliz" (EunHae)
Oneshot- La última Noche en Hong Kong (MinWook)
Oneshot- "Estrella Fugaz" (Eunteuk)


-Especiales!:

Oneshot - "Los Infieles" (ChangKyuHo) LEMON +18 -Pedido-
Oneshot - "Curiosidad, La primera Vez" (LEMON +18 - Jo Twins)
Oneshot - "Curiosidad, Otra Vez" (LEMON +18 - Jo Twins)

¡TODOS LOS FANFICS PUBLICADOS ESTÁN AQUI!
Tengan un muy lindo día! ^^~

viernes, 11 de diciembre de 2015

Oneshot~ "Fuegos Artificiales" (Jin x Fan)

Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!


Título: "Fuegos Artificiales"
Tipo: Hetero ^^
Duración: 1
Pareja: Jin x Fan
CAPITULO UNICO
Grupo; BTS ♥

Narra Jin:
       
        Noté mi cuerpo temblar con fuerza. ¿Porqué me hacía sentir tan débil?
La miré a la distancia, suspirando. El traje de ejecutiva la hacía ver demasiado bien, las gafas, la camisa blanca un poco escotada, la falda negra y los zapatos de tacón.
Me quedé colgado, mirándola, como un tonto. Tras dejar otro suspiro en el aire, volví a teclear en la computadora.
-Profesor, ¿puede ayudarme?- preguntó uno de mis alumnos. Al verlo con su máscara de Scream, no pude evitar reir.
-Dime, Lee- respondí, antes de levantarme de mi lugar y acompañarlo a buscar los grandes parlantes del colegio.
Mi trabajo era como cualquier otro, un profesor de Historia que, aquel 24 de diciembre, tenía que cuidar de una clase de treinta y cinco alumnos.
Al menos, eran bastante tranquilos.
-Profesor, ¿puede venir un segundo?- preguntó una de las jóvenes de la clase, tirando de mi chaqueta.
Les dije a los alumnos que acomodaran los parlantes de las esquinas del gimnasio, mientras que seguía a la joven, una joven monja.
En aquellas fechas, como era costumbre, el colegio en el que trabajaba, organizaba una fiesta de disfraces Navideña.
A mis veintiséis, aún seguía soltero, esperando encontrar a la indicada, a una mujer que me hiciera temblar de pies a cabeza, a una mujer que me hiciera sentir un tonto al mirarla.
Al volver a la clase, el olor a los pastelillos, ponche, tartaletas y dulces, me dejó un poco anonadado.
-¿Que opina de la decoración?- preguntó la monja.
Alcé la vista, mirado los globos, las estrellas blancas y las cintas de colores.
-La verdad, es que esta muy bien- respondí, felicitando a todos los que se habían encargado de la decoración, sin embargo, no pude evitar mirarla una vez más, aunque sea, unos segundos.
"¿Puedes controlarte? Pareces un adolescente con las hormonas alborotadas" me dije a mi mismo, aplaudiendo a la clase entera, sumandome al bullicio de todos.
Ella, era una de mis alumnas, una chica extranjera, una chica delicada y encantadora. De miradas arrebatadoras y dulces. No podía mirar a la gente a los ojos por mas de dos segundos seguidos. Una muy buena estudiante y, para colmo, una de mis mejores alumnas.
Las gafas negras hacían resaltar sus ojos, y, su cabello caía con gracia sobre sus pómulos, apenas rozando su rostro. ¿Por qué era tan bonita?
Y, las cosas se complicaban aún más, al recordar que tenía solo diecisiete años.
Era imposible no mirarla, era... atrayente, demasiado exótica...
Al mirar la hora, me asombré, ya quedaba menos para la gran fiesta.
-Profesor, ¿A que hora piensa ponerse su disfraz?- preguntó uno de los alumnos del aula.
No pude evitar sonreir.
-Yo ya estoy vestido- respondí, causando la risa de algunos.
-¿No piensa sorprendernos?- preguntó otra de las jóvenes.
-Pues, así es como me mostraré esta noche, así soy. Desde hace cuatro minutos, he dejado de ser su profesor chicos, al menos oficialmente, así que, no, me disfrazaré- contesté mirandolos a todos, deteniendome unos segundos más en aquella chica.
-Increíble tesiruta profesor, pero, de todas formas, exigimos al menos un elegante traje para Navidad- argumentó una de las chicas, mostrando una caja en papel de regalo.
La extranjera, se acercó a quien habló primero y tomó la caja.
Como tantas otras veces, caminaba hacia mi, aunque, esta vez, como pocas veces, la miré a los ojos. Parecían más brillosos de lo común aquel día, y me encantaba.
-Nuestra clase ha hecho una colecta, y, compramos esto, esperamos que por la noche, se lo ponga. Es una forma de agradecer todo lo que ha hecho este año por nosotros. Muchas gracias- dijo e hizo una reverencia.
-Yo... yo debería ser el que está agradecido con ustedes, me han enseñado muchísimo este año, y no voy a olvidarlos... A ninguno de ustedes- contesté y pronto, todos se unieron a abrazarme. No pude evitar reir emocionado, aunque, tambien un poco avergonzado, puesto a que aquella chica, me abrazaba con fuerza.
Al pasar las horas, nos fuimos reuniendo en el gran gimnasio, sin embargo, no podía ver mucho más allá de los profesores.
-Seok Jin, ¿Simplemente no trajiste disfraz?- preguntó uno de mis compañeros de trabajo.
Me reí junto al resto del grupo, cuando, ella apareció en mi campo visual, entre tanta gente.
Estaba parada bajo el gran árbol de navidad, mirando las decoraciones con una sonrisa. Dejó una pequeña carta en una de las tantas ramas del árbol y con una sonrisa, suspiró.
Pedí disculpas a mis compañeros y me acerqué a ella.
No pude dirigirle la palabra al principio, sinó que, ambos miramos el gran árbol, notando las luces tintinear con delicadeza frente a nosotros.
-¿Una carta para un chico que te gusta?- pregunté, intentando buscar algun tema de conversación.
Ella se sonrió y asintió, antes de girarse un poco para mirarme.
Noté la bilis subirme por la garganta, miré el suelo y tragué saliva como pude.
Así que había alguien...
"Por supuesto que hay alguien, alguien que no eres tu" me dije a mi mismo, mordiendome los labios por dentro...
Si, era un estúpido.
La miré un instante mientras ella se acomodaba los mechones de cabello detras de su oreja.
-¿El leerá tu carta si la escondes tanto?- pregunté, y ella cruzó mirada con la mía, ruborizándose como siempre.
-Pues, eso creo, con suerte se dará cuenta de lo que siento por él- contestó con una sonrisa.
Quien fuera que fuese ese chico, si la hacía sufrir, lo mataría.
-Si es que lo vé, por favor, avísele que estoy en el aula, a la medianoche. Es alguien alto, de ojos castaños y cabello color café, se apellida Kim- pidió, antes de retirarse, sin mirar atrás.
La miré marchar y suspiré resignado.
¿Ahora tenía que buscar a un niño? ¡Genial!
Quise patearme a mi mismo unas diez mil veces. "No debí preguntar tan siquiera" pensé. Miré mi reloj y apreté con fuerza los labios.
23:15 pm...
Volví con mi grupo de trabajo y, pasados quince minutos, todos se retiraron a cambiarse. La noche comenzaba a teñirse de las parpadeantes luces navideñas. Aunque, todo sería más bonito, si ella apareciera. La chica había desaparecido desde que había dejado la carta.
Yo, sin embargo me cambié. Dentro de la caja que me habían dado los alumnos, un traje, un formal traje color negro.
Suspiré al mirarme al espejo, aquel no era yo, simplemente no era yo.
Apoyé la frente contra el espejo y tras acomodarme el cabello una vez más, sali.
-Al fin apareces- comentó mi mejor amigo y colega, Nam Joon.
Le sonreí y acepté la copa de ponche que me tendía.
-Me alegra verte a ti tambien- respondí y levantamos la copa a la vez.
-¿Que es de tu vida? Hace tiempo que no salimos tu y yo- rió, bebiendo.
-Nada nuevo que decir- contesté antes de buscar con la mirada a algun jóven que tuviera las características de la descripción que aquella chica me había dado.
-¿Ya conseguiste novia?- preguntó, interesado en el tema.
-No- contesté intentando a toda costa evitar el tema, ya que, cuando mi amigo empezaba a hablar sobre ello, no paraba.
-¿Como que no? ¿A que esperas? Terminarás soltero de por vida con ese pensamiento- "Ahí vamos de nuevo" pensé, al oír sus sermones.
-Pero...-
-Pero nada, ¿No hay nadie que te atraiga al menos?- preguntó él.
Suspiré y sin dejarme salida, asentí. Pero, las cosas no salieron como planeaba ya que mi mejor amigo, empezó a hacer preguntas.
-¿Al menos tienes una foto? ¿Quien es? ¿La conozco? ¿Cuando? ¿Que edad tiene?-
Suspiré y lo miré, antes tomar su brazo y llevarlo a las afueras del gimnasio.
-¿No vas a decirme?- preguntó.
Me masajee la frente y lo miré a los ojos.
-Si te digo, no le dirás a nadie, ¿verdad?- pregunté y Nam Joon se sonrió abiertamente.
-Prometido- contestó y cruzandose de brazos, con una pícara sonrisa, se mantuvo espectante.
-Si alguien se entera de esto, terminaré tras las rejas por veinte años. Y te culparé a ti, ¿Está claro?- Lo señalé con el índice -Es una de mis alumnas- comencé a decir.
-¿Que?- preguntó - ¿El ponche tenía alguna sustancia ilegal? ¡Es menor de edad!-
-¡Shhhhhhhhhhh!- pedí con desespero -Nadie debe saberlo, idiota-
Nam Joon miró a nuestro al rededor, asegurándose de que nadie estuviera cerca.
-¿Desde cuando?- preguntó.
-Desde el primer día de clases... es que... No quería fijarme en ella, es una de mis alumnas despues de todo, y le llevo nueve años, pero, puedo asegurarte que es la única mujer que me hace temblar, que me enloquece, que me transforma. Pero, me niego a acercarme- contesté.
-¿Quien es?-
-________________- respondí, mirando el suelo, demasiado avergonzado.
-¿La extranjera? ¿La delegada de clase? Enloqueciste- comentó mi amigo palmeandome el hombro.
-Lo se, lo sé. Lo peor es que no puedo sacarmela de la cabeza-
-Estás jodido, pero, aún así, tiene solución- me sonrió el chico y yo lo miré sin creermelo, ¿Hablaba en serio?
-A ver dime, ¿cual es la solución?-
El chico se sonrió con sorna y dijo:
-Hace más de dos horas haz dejado de ser su profesor, asi que, puedes aventurarte y decirle algo... acercarte al menos-
Lo miré atónito...
-Ahora al que ha afectado el ponche es a ti, estas loco, muy loco- respondí, antes de encaminarme al interior del gimnasio.
-Sabes que en el fondo tengo razón, lánzate o jamás sabrás si hay oportunidad- comentó Nam Joon, siguiendome los pasos.
Dejandolo un poco de lado, continué buscando con la mirada a aquel chico del que la chica me habló.
Pronto, encontré a un joven con sus mismas características, le entregué mi copa a mi amigo y me encaminé al chico, quien estía de traje, un poco desarreglado.
-¿Puedo hablar contigo un momento?- le pregunté y el joven dió un respingo.
Asintió y caminó conmigo hacia el arbol.
-Me han dicho que hay algo para ti en una de las ramas del árbol- comenté sin ganas, mordiéndome la lengua con fuerza, esperando de que mis palabras fueran mentira, pero, no, no lo eran...
El chico frunció el ceño y rebuscó en el árbol de Navidad, encontrando por fin una carta. El chico la abrió y yo comencé a retroceder, cuando, pronto, noté a alguien tirar de mi brazo mínimamente. Me giré y me encontré con el mismo chico de antes.
-Disculpe, pero esto no es para mi, se ha confundido. Soy Kim Tae Hyung, la carta es para Kim Seok Jin, lo lamento- dijo, antes de entregarme la carta.
A mi alrededor, noté los emocionados aplausos de todos, miré el reloj y me percaté que solo faltaban cinco minutos para que el reloj tocara la medianoche.
Sin creerlo, leí la carta de principio a fin y noté mi piel erizarse...
"Kim Seok Jin...
El nombre de un principe, ¿No te parece?
Aunque, para mi, es un príncipe demasiado lejano. Aún así, ahora que ha terminado el año y que probablemente no nos volvamos a ver, puedo decir lo que siento en realidad.
A pesar de la edad, a pesar de que realmente somos de distintos lugares, a pesar de todo, ahora, que ya no es mi profesor, puedo decir que desde el primer momento en el que entré al salón de clases, no he podido dejar de pensar en usted. Sinceramente, no semuy bien como dirigirme a ti...
He intentado contenerme de alguna forma, pero fué más fuerte que yo, no he podido luchar contra mis sentimientos.
Y sé, que a pesar de todo lo que escriba hoy en esta carta, usted me seguirá viendo como una más de sus alumnas, o al menos eso espero..."
Ese fué el comienzo de la larga carta manuscrita...
Al terminar de leerla por arriba, corrí con todas mis fuerzas entre la gente, hacia el aula, donde ella estaba...
Corrí con todas mis fuerzas, sin importarme siquiera el nuevo traje.
Al llegar a la puerta, no pude contenerme y la abrí de par en par.
_________________ se encontraba mirando por uno de los ventanales del aula, cuando notó la puerta abrirse, dió un respingo y se giró sobre si misma.
Llevaba un vestido azul noche, delicado y sencillo, como lo era ella...
Pasé al aula y cerré la puerta detrás de mi, la chica, con sus manos entrelazadas, tragó saliva y me miró a los ojos.
-Hola...- dijo y se mordió el labio inferior. Se la notaba nerviosa, demasiado nerviosa.
No me atreví a mirarla, dejé la carta sobre una de las mesas, entreabierta, ella la tomó entre sus manos, llevandosela al pecho.
-______________... yo...- suspiré.
En tantos meses jamás se me había pasado por la cabeza el que, esa chica, me correspondiera, sobre todo por nuestras diferencias.
-Lamento que haya tenido que leer la carta...- dijo, sonriendose, llevando una de sus manos hacia su rostro -Lo lamento de verdad-
Pronto,las lágrimas resbalaron por sus mejillas.
-Lo siento mucho, no quería... no quería que pasara esto...- insistió y lloró, sin poder aguantarse.
Recuperé el aliento y la cordura.
Quien la había hecho sufrir... ese era yo. Y me odié por hacerlo, por hacerla llorar.
A pasos lentos, me accerqué a ella y la sostuve entre mis brazos.
La joven se quedó inmovil unos segundos antes de apoyar su cabeza contra mi pecho.
-Yo lamento hacerte sufrir, prometo en el futuro, no volver a hacerlo- respondí y su frágil cuerpo tembló entre mis brazos. Se separó de mi y me miró a los ojos, ruborizandose.
-Ahora que estas aquí, conmigo... al fin... No pienso dejarte ir- dije antes de ver sus ojos aguarse una vez más.
Una mezcla de felicidad y algo más, se cirnió en mi interior. El tenerlaentre mis brazos era lo que siempre había querido desde que la había visto.
-¿Lo dice en serio?- preguntó, casi en un susurro.
-Claro que si, si desde que pasaste por esa puerta no he podido dejar de soñar esto, el que fuera recíproco-
Ella se rió y cuando se separó de mi, se limpió las lágrimas como una niña pequeña. No pude evitar reir y morderme los labios.
Pronto, oímos las explosiones a las afueras del aula.
Era medianoche...
Tomé su rostro enter mis manos y con delicadeza, rozamos nuestros labios una vez, antes de mirarnos a los ojos y besarnos una y otra vez.
-Al menos, ya soy mayor de edad...- comentó ella , con una sonrisa, alzando una mano hacia el estrellado cielo.
-¿Eh?- pregunté y la miré.
-Tienes suerte, nací un día como hoy hace 18 años atras, así que no creo que sea problema para nada- respondió ella, de lo más sincera.
Reimos juntos y, una vez más, bajo el hechizo de alguna cancion lejana proveniente del gimnasio, danzamos por primera vez, bajo sonrisas y miradas.
Aquella Navidad, pude besarla y pasar la noche mirando los fuegos artificiales y luego las estrellas.
Entendí que ni el lugar de nacimiento, ni el idioma, ni la edad, eran límites para lo que el corazón mandaba.

Fin ^^~

askjdhkjahdkja Espero que les haya gustado!

FELIZ NAVIDAD~~~~~~~ <3

GIF TIME:


Mila ^^~


martes, 8 de diciembre de 2015

Oneshot~ "Cuestion de suerte" (DongWoo x Hoya) LEMON :3

Holaaaaaaaaaaaa!!!



Título: "Cuestion de Suerte"
Tipo: Yaoi ^^
Duración: 1
Pareja: DongWoo x Hoya
CAPITULO UNICO
Grupo; INFINITE ♥

Narra Dong Woo:

        Dicen que  si encuentras una moneda en la calle, la suerte en tu vida cambiará,  y  eso fue lo primero que pensé al levantar una moneda dorada del suelo.
La observe por un instante y la guarde en el bolsillo  del pantalón, seguí caminando por la ciudad rumbo al trabajo.
Una mañana agradable para caminar, estirar las piernas  de vez en cuando es bueno. Disfrute la brisa , el cielo celeste y las hojas de los arboles tan verdes, eran de esas pequeñas grandes cosas que debemos  apreciar.
El reloj de la gran avenida marcaban las 8:00 hs, apure mi paso  para no llegar tarde.
El edificio era alto  y elegante, estaba allí frente a  mi. El semáforo cambio sus luces dando  verde, los peatones comenzaron a caminar rápidamente, la ciudad se veía viva a esa hora .
Antes de entrar por la gran puerta de cristal visualicé  la puerta del ascensor, estaba lleno de gente, me quedé esperando el siguiente turno para subir al ascensor.
“No se porque trabaja tanta gente aquí” pensé. Me dirigí a las escaleras,  al fin y al cabo mi oficina no queda  tan lejos, el tercer piso me esperaba.
Cuando por fin llegue, me quite el saco y lo deje en el perchero, luego me senté en  sillón frente al computador, dispuesto a ponerme trabajar.
Sonaron dos golpes en la puerta...
-Adelante, pase-dije sin dejar de mirar la pantalla del computador.
-Buenos días, señor-dijo la dulce voz femenina, que no era mas que una de las chicas de administración de la empresa.
-Buenos días- dije y al mirar la joven vi que estaba acompañada  de alguien.
Un joven, serio, me miraba atentamente, sus ojos me parecieron interesantes bajo sus cejas algo pobladas y oscuras, como su pelo.
-Permitame presentar al señor Lee Ho Won ,se instalo en la oficina de al lado, hoy trabajará junto a usted para que lo ponga al tanto de nuestros proyectos- dijo la joven administrativa.
Me puse  de pie  frente a él,  haciendo una reverencia de bienvenida.
-Bienvenido a esta empresa, señor Lee-dije cordialmente.
-El gusto es mio, espero poder aprender  de esta empresa- contestó él, sin dejar de mirarme a los ojos.
-Permita presentarme, mi nombre es Jang  Dong Woo, en caso de cualquier consulta, no dude en preguntarme- dije, con una educada sonrisa.
Luego de la presentación formal la joven  se marcho de la oficina cerrando la puerta tras de si, sus zapatos de taco resonaban en el pasillo.
-Tome asiento-dije.
El joven, se acerco al escritorio para  comenzar a trabajar. Mire sus manos, se notaba algo nervioso, me hizo recordar a mi mismo, hacía unos  tres años atrás, cuando  había entrado por primera vez a trabajar en esa compañía.
Comencé a mostrar el proyecto en la pantalla y este se mostró interesado en cada detalle, parecía que nos entenderíamos rápidamente y así fue.
Los días pasaron  y nuestro trabajo hacia que nos quedáramos hasta tarde  en la oficina, nuestra confianza fue creciendo y los lazos de amistad también.
“Es grato tener un compañero de trabajo por fin, luego de tres años trabajar  en una oficina  solo”
Una tarde terminamos temprano nuestro trabajo, lo invite a  tomar algo y con gusto decidió acompañarme.
Entre risas y bromas bebimos varias botellas de Soju y cervezas,  al parecer era de buen beber, se transformo en mi amigo, mi compañero inseparable.
La moneda dorada que habia encontrado hace unos dias, la guarde como un tesoro dentro de un cofre en la biblioteca de la oficina.
Hoya -como le gustaba que lo llamaran sus amigos- termino su trabajo antes y decidió acompañarme  en la oficina.
Afuera habia comenzado a  caer la tarde, el cielo se veia de colores rosa, el sol se ocultaba y yo estaba trabajando  duro para terminar mi proyecto que esta vez se habia hecho intenso y complicado.
-Vuelvo en unos minutos- dijo cerrando la puerta tras de si.
-Estare aqui terminando esto- dije tecleando el computador y editando mi trabajo.
La puerta se abrió después de un rato y Hoya entro con unas bolsas en sus manos.
-Traje algo de comer y refrescos, debes estar hambriento- dijo con una sonrisa, luego se sentó a  mi lado para ayudarme  en el computador.
-Gracias- dije y lo ojee un segundo sin que se diese cuenta de que lo observaba, se veía bien con esa camisa, los músculos de sus brazos se marcaban tan bien... Podía  sentir el aroma de su  perfume, me gustaba, me  daban  ganas de acercarme más a el.
-¿Dong Woo quieres  tu refresco ahora?- dijo y me miro.
Me quede  sorprendido, me di cuenta  de que mi amigo me gustaba y deseaba mas que nada  el abrazarlo fuerte, pero no sabía como lo tomaria, asi que solo asentí... “Parezco un tonto” pensé al instante.
Hoya se acerco mas a mi, mirando el computador, se encontraba tan cerca ..
Giro su cabeza y me miro a los ojos, tomo  mi rostro  entre sus manos y luego de lo que pareció una eternidad... beso mis labios con la suavidad de un roce.
Mi corazón se aceleró y justo cuando se separó un milímetro de mis labios, lo tome de su cuello  atrayendolo a mi boca.
Cuando nos separamos, nos miramos y  sonreimos, nos volvimos a besar una  y otra vez.
El trabajo quedo alli en la pantalla del computador.
-Deseaba esto- dijo Hoya- Deseaba tus labios desde que te vi por primera vez... Y no se si podré detenerme...-
Lo miré a los ojos unos instantes y tomándolo del nudo de la corbata, lo atraje hacia mi. Lo besé con pasión, con ternura, con todo lo que había ocultado durante tanto tiempo.
-No quiero que te detengas- respondí tras una mirada cómplice, me tomó el rostro y me besó con la misma intensidad.
Poco a poco, su lengua lamió mi labio inferior y se adentró en mi boca, mi lengua batalló con la suya, danzaron y eso fué el detonante.
Como pude, desaté el nudo de su corbata,  ansioso, demasiado ansioso. Mientras tanto, sus manos bajaban por mi espalda, siguiendo por mi espalda baja, apretandome el trasero con sorna, acto seguido, atrayendo sus caderas a las mías
-Dios...- dije exaltado al notar su erección contra la mía, se sentía tan bien... tan... dura.
-Y creí que era solo yo el que cargaba con un problema en estos momentos...- susurró sobre mi cuello, comenzando a besarlo con ímpetu.
Un inminente cosquilleo sobre la piel de mi cuello, algo que enviaba varias corrientes eléctricas  por mi columna vertebral, bajando al fin a mi parte baja.
Notaba sus dientes pasearse por mi nuez, no podía detenerse.
A las afueras de la oficina, notábamos el ruido a los papeles, las conversaciones y los tecleos rítmicos de las computadoras. Sin embargo, tras aquellas cuatro paredes insonorizadas, solo era nuestro mundo, solo era su respiración agitada y la mia.
Le desabroché esa camisa blanca que me volvía loco, algun que otro botó salió despedido a algun lugar de la oficina.
Poco a poco, sus caderas me empujaron hacia mi escritorio. Los papeles simplemente se regaron por el piso, empujé con una mano todo lo que había sobre el escritorio de roble.
Hoya se sonrió frente a mi y yo me subí sobre el escritorio, mordiéndome los labios. Se quitó la camisa y por fin pude ver su torso. Tenía la piel suave, demasiado suave. Los abdominales se le marcaban apenas, no me pude resistir a acariciarlo, pellizcarlos con las puntas de mis dedos.
Me mordí el labio inferior una vez más y, noté sus hábiles dedos desprenderme la camisa.
Pronto, notamos murmullos cerca de la oficina, por lo que nos miramos unos segundos...
Hoya se sonrió y paseo sus dedos por mi torso, concentrándose en mis pezones, pellizcandolos, rotándolos un poco, antes de inclinarse hacia mi, atrapándolos entre sus labios, mordiéndolos, hasta dejarlos en punta. Pequeños gemidos se escapaban de mis labios, no podía evitarlo.
Mis dedos se enredaron en su cabello, atrayendolo más hacia mi cuerpo. Oí el sonido de un cinturón desabrocharse y junto a éste, el sonido del cierre de su pantalón. Aproveché que se había desabrochado los pantalones para internar una de mis manos en su ropa interior, unos boxers blancos.
Podía notar aquel bulto palpitar bajo mi tacto, lo apreté mínimamente y oí un quejido de su parte, me miró encantado y me regaló una líbida sonrisa.
Una vez más, notamos ruído a las afueras de la oficina, aunque, esta vez, una silueta apareció en la puerta.
Nos miramos a los ojos y, en lo que pareció una fracción de segundo, Hoya se colocó su camisa y prendió los botones rápidamente, sentandose pronto en la silla junto al escritorio, empujandome bajo el escritorio de madera.
Oí como abrían la puerta y vi sus pantalones deslizarse cada vez más hacia el suelo.
-Hola Hoya, ¿Donde está Dong Woo?- preguntó Sung Kyu, uno de nuestros amigos, trabajabamos con él a menudo.
-Se ha ido hace unos momentos, ¿Que necesitabas?- preguntó Hoya y aún por debajo de la mesa, asomándome un poco, vi su sonrojado rostro.
Suspiré y miré aquel bulto bajo su ropa interior.
Me pasé la lengua por los labios y luego los mordí, estiré mi mano y con cautela, acaricié la cara interna de sus piernas. El chico dió un respingo y no pude evitar sonreirme.
Tragué saliva y aún de rodillas, abrí sus piernas.
Hoya se apoyó sobre la mesa y tiró su cuerpo hacia delante.
-¿Porqué estan todas las cosas en el piso?- preguntó Sung Kyu.
-Tuve una discusión con Woo, nada serio, me-me ha dejado todo el trabajo a mi- contestó, abriendo mas sus piernas. ¿La razón? Había masajeado con ímpetu su entre pierna.
-Da igual, creo que me puedes ayudar. Necesito...- empezó a decir, hablaba de unos papeles, de unos números, de temas vagos, temas que no me importaban.
Recorrí con mis labios los sitios por los que mis manos habían pasado, me sentía poderoso, me encantaba notarlo estremecerse bajo mi tacto.
Hoya contestó a sus preguntas con un poco de dificultad, puesto a que estaba cada vez más sonrojado. Se lo veía tan adorable de esa forma, tan adorable que quise dar el siguiente paso... Mi lengua se coló por la cara interna de sus muslos hasta llegar a su ropa interior, que, se me hacía cada vez más molesta.
Me colé bajo la tela y, con ímpetu, lamí la piel de aquella zona. El chico pareció derretirse ahí mismo, parecía tartamudear el doble.
Ya, cansado de aquellos boxer, los bajé poco a poco, viendo al fin, lo que cargaba. Tuve que tragar saliva, anonadado. Era grande, y estaba hinchado, bastante hinchado ya. Con las manos temblorosas, me aventuré a tomarlo y  mover ambas manos sobre aquel venoso eje.
-Aghn- lo oí quejarse.
-¿Estas bien?- preguntó Sung Kyu.
-Si, me duele un poco la cabeza- dijo y no pude evitar tomar aquellas palabras en doble sentido.
Continué con el movimiento de mi mano sobre su polla, viendo como abría cada vez más sus piernas, aumentando cada vez el ritmo. Aunque, yo no era de piedra... por ende, me bajé los pantalones con lentitud, cuidando de que nuestro amigo no se percatara de nada.
Cuando al fin estuve libre de presiones, comencé a masturbarme a mi mismo. El placer y la pasión me estaban llevando a lugares que ni yo mismo conocía.
Noté mi mano derecha cada vez más mojada, miré su hinchazón y noté líquido comenzar a salir.
Los dientes y la lengua me cosquillearon, invitándome a probar, a probarlo...
Me acerqué aún más a él, cuidando de no hacer ruido. Con un poco de timidez, pasee mi lengua por su falo y oí respirar de forma agitada. Encantado por su reacción, volví a lamerlo, esta vez, sin detenerme.
Hoya temblaba y le estaba costando hablar dos palabras seguidas.
-¿Quieres que llame a un doctor?- preguntó Sung Kyu, preocupado.
Cuando el chico fué a responder, no fui capaz de resistirlo, engullí su miembro hasta donde me lo permitió mi garganta.
Un fuerte golpe resonó contra madera. Hoya se inclinó en el asiento hacia adelante, yo sonreí y me heché hacia atras.
-Nogh, no es ne-necesaaario- contestó, y lo introducí una vez más en mi boca, succionando. No podía mantener mi boca quieta, mi lengua se movía por si sola.
Aumenté el ritmo poco a poco, masajeando sus pesados testículos, encantado por sus reacciones.
Sung Kyu no paraba de hablar, sin embargo, yo no pensaba detenerme. Succioné con fuerza el glande y noté la voz de Hoya.
-No me siento muy bien, me iré a casa, luego llama a Dong Woo-
-¿Quieres que te acompañe?- preguntó el chico, Hoya negó y el otro dijo: -Esta bien, mejórate-
Y la puerta se cerro, yo me alejé de él y Hoya se levantó, apagó las luces y lentamente bajó el pestillo de la puerta, trancándola.
Salí de mi escondite, mordiendome los labios, saboreandolos.
-¿Donde has aprendido?- preguntó el chico, acercándose.
-¿Lo que?- pregunté, sonriendo, notando sus manos aferrarse a mi cintura.
El chico rió y se abalanzó hacia mis labios, besándolos una vez más, con pasión, con fuerza. Noté sus dígitos bajar por mis caderas, introduciendose al fin en mi ropa interior, tirando de ella, bajandola cada vez más.
-¿Sabes? Una de mis fantasías es hacerlo en esta oficina- susurró sobre mi piel, mientras sus manos se entretenían aferrandose a mi trasero.
-¿Hacerlo sobre la mesa? Uff, si. Me encanta la idea- respondí y él, con una sonrisa, me obligó a apoyar el pecho contra la mesa.
-Bonita vista de tu culo en pompa- comentó y yo me ruboricé.
Lo noté posicionarse detrás de mi, apoyándose por completo contra mi trasero. Movió sus caderas, simulando unos lentos envites, unos muy dulces envites.
Ante la anticipacion, no pude dejar de gemir, notaba su miembro retregarse entre mis glúteos y pronto, noté el sonido de sus dedos ensalivándose. Cuando los creyó suficientemente lubricados, comenzó a adentrarlos en mi interior. Al principio, noté molestia, mucha molestia, hasta que, sus dedos acariciaron un punto dentro de mi, un punto que me hizo delirar.
-Ahh~- gemí, arqueando mi espalda.
Oí su risa y un segundo dedo entró en mi interior, moví mis caderas buscando más contacto. Aquellos dígitos se retorcían en mi interior, no podía respirar con normalidad, jadeaba con parsimonia y ocultaba mi rostro entre mis manos.
Tras un tercer dedo retorciéndose en mi interior, sentí a Hoya romper con sus dientes, el pequeño envoltorio metálico.
-¿Estas listo?- preguntó, apoyando su pecho contra mi espalda, besandome los hombros, mordiendolos apenas.
-Mmhm- respondí, aún con el rostro entre mis manos.
-Mírame- pidió, a modo de susurro.
Tragué saliva y, aún avergonzado, me giré mínimamente a mirarlo.
-Te amo- comentó Hoya, sonriendome.
Me ruboricé como nunca antes y me estiré a besarlo.
-Tambien te amo- respondí y vi esa sonrisa una vez más.
Volvió a erguirse y, tomando su miembro, con la máxima delicadeza, empezó a adentrarse en mi.
Me retorcí, entre el dolor y el placer. ¿Es que existía algo más incómodo y a la vez tan excitante?
Notaba cada centímetro adentrarse cada vez más y más, hasta que se detuvo, completamente en mi interior, quedandose inmovil.
-No quiero hacerte daño- dijo, entrecortado, intentando respirar normalmente.
Tras unos minutos de incomodidad, sin poder contenerme, moví mis caderas, indicandole que estaba listo. Sus manos vagaron por mi espalda hasta llegar a mis hombros. Se retiro y volvió a empujar sus caderas.
-Ah~- gemí y ese fué el primer gemido de tantos venideros.
Me sentía arder, Hoya parecía no tener intenciones de detenerse, sus manos, que, aún tomandome por los hombros, me atraía aun más hacia sus envites. Pronto, una de sus manos me tomó por el cabello, tirando de él.
Se movía con fuerza, con rapidez, con ímpetu.
-Asi, así, más- pedí, entre cortado, sin saber que su próximo envite daría en es punto justo, ese punto que me llevó al limbo mismo.
Mi espalda se arqueó y al siguiente movimiento de su parte, lo recibí con el doble de dicha.
Me sentía cada vez más cerca, estaba a punto de acabar cuando, sentí una de sus calientes manos al rededor de mi falo, moviendose a la misma velocidad de la que él entraba y salía.
-Me... Me voy a correr~- gemí, entre jadeos y gemidos.
-Córrete para mi-
Y fué la gota que rebasó el vaso.
Me vine en su mano como nunca lo había hecho antes, me sentí flotar y tocar el cielo mismo. Notaba mi cuerpo temblar por el inminente placer y, pronto, su caliente esencia se derramó en mi interior.
Sus manos se aferraron a mi y desfalleció sobre mi espalda.
Oí sus entre cortadas respiraciones a mi lado.
Tras unos minutos de descanso, vimos as luces a las afueras de la oficina apagarse, nos miramos, y sonreímos.
Sus ojos oscuros me miraron  de forma graciosa, picara a la vez, sus labios  se movieron  con una mueca  y de ellos solo escuche su voz suave:
-Estoy listo para otra ronda, ¿y tu?-
Me enderecé como pude y me giré, tomandolo por la cintura y atrayéndolo hacia mi.
Hoy en dia, vivimos  juntos, queriendonos cada dia mas.
Sigo guardando la moneda en el cofre, la misma moneda que encontré  el dia que Hoya llego a mi.
Vaya si te cambia la vida una moneda, vaya que cambia la suerte...cambio mi vida y hoy lo amo mas que nunca...

Fin <3

asjdlahjdahsdj Espero que les haya gustado ^^~

Gif Time:


Omma Yaoi~