Romantic Oneshot: agosto 2016
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lunes, 29 de agosto de 2016

Mini Fic: "Spank me, Daddy" (Namgi) Cap. 9

Holaaaaaaaaaaaaaaaaaa

ahsdkjhaksjdhjashdkj ♥




Género: Lemon, Yaoi, Daddy Kink
Capitulo: 9 de ?
 Grupo:  BTS
Pareja: Suga x Rap Monster (SugaMon - NamGi)
Título: "Sprank Me, Daddy"

Narración especial:
Kim Nam Joon
(En cursiva entán los pensamientos del personaje)

¿Por qué era tan cruel el destino?
¿Por qué tenía que tener tan mala suerte?
Se que muchos me odiarían por lo que le había hecho, pero, no era mi intención herirlo jamás.
El ambiente se tornaba cada vez más turbio... Hoseok, desde la punta de la mesa, intentaba de alguna manera u otra, dispersar aquel tedioso clima en la cafetería, mejor dicho en nuestra mesa.
Seokjin a mi lado, fruncía el ceño levemente mientras disfrutaba de aquel té de fresas helado. ¿Cómo podía lucir tan tranquilo?
Oh, cierto. A él le valía una mierda lo que estaba pasando.
De la mesa, conocía a Hoseok y a Jimin, a éste último únicamente por ser amigo cercano del primero, porque, sinó, sería un completo extraño, al igual que los otros dos.
Una tonelada de pensamientos cruzaron por mi cabeza y es que, no sabía como explicarlo, no sabía que decir para no herir los sentimientos de mi Gatito.
Y si, esta vez, me había ido al carajo, literalmente.
Yoongi no levantaba la mirada, parecía totalmente ido, con las mejillas y orejas rojas podía deducir de que estaba totalmente cabreado, y más allá de provocar miedo en mi, me causó ternura y dicha. ¿Tanto había afectado mi partida en su vida?
Él había girado mi mundo patas arriba y yo sin embargo, parece que hice lo mismo con el suyo.
¡Oh, pequeño!
Se le veía distante, mucho más delgado y pálido desde la última vez que lo había visto.
-No se han presentado- dijo el chico que estaba a la derecha de Hoseok, estaba serio, bastante serio.
-Seokjin, Kim Seokjin- respondió mi acompañante.
-Kim Taehyung, es un gusto- sonrió el chico, pero su mirada no cambió.
Con que ese era Taehyung... Había oído su nombre varias veces de Hoseok, demasiadas para contarlas diría yo.
-Kim Namjoon- contesté y miré a Yoongi. El bajito dió un respingo y tembló frente a mi cuando hablé.
Me dolía en el alma verlo así, no podía ver la hora en la que nos largáramos de allí para poder hablar, para tener un mínimo de privacidad.
¿Merecía su perdón?
Llevábamos cerca de cinco minutos sentados allí, esperando que el ambiente perdiera tensión, hasta que sucedió.
Mi Gatito, si es que aún tenía derecho de llamarlo así, se levanto de su lugar e hizo una reverencia.
-Debo volver, Chae me está esperando- miró a sus amigos y se retiró, apretando el celular con fuerza entre sus manos. Me giré en mi lugar, mirándolo marchar, luchando por levantarme de mi asiento y mandar todo a la mismísima mierda, solo para poder explicar todo aquel mal entendido.
Cuando mi mirada volvió al frente, noté el olor a fresas regadas por doquier. Estaba prácticamente congelado, pegajoso y totalmente merecido, me lo merecía...
Me sequé como pude los ojos antes de recibir aquel fuerte golpe en la quijada.
-¡¿Que mierda te crees?!- preguntó el chico de cabellos castaños y piel levemente canela. Taehyung me tomó del cuello de la campera antes de alzarme como pudo y propinar otro golpe en mi ojo izquierdo.
-¡Taehyung, detente!- oí la voz de Hoseok.
Los golpes cesaron pero, el dolor comenzaba a avecinarse. El flacuchento sacaba las fuerzas de no se donde, volvió a alzarme aún en el suelo por el cuello de la chaqueta y hablar con brusquedad.
-No vuelvas en tu puta vida a acercarte a él, no vuelvas a aparecer frente a mi, hijo de puta-
Me dejó caer en el suelo antes de girarse sobre si mismo a buscar sus pertenencias.
Si, lo tenía merecido.
La otra parejita se marchó, dando una leve despedida. Seokjin reía aún en su lugar en la mesa, disfrutándo de los últimos sorbos de su té.
-Te jodes por meterte con menores, Nam- sonrió, pagando su bebida.
-Así que era de Yoongi de quien hablabas... ¿Estás mal de la cabeza?- preguntó Hoseok, buscando en su billetera el dinero para la cuenta.
-Si, es de Yoongi de quien te hable- y, en efecto, se lo había contado todo a él. Era uno de mis mejores amigos, debía desahogarme con alguien. Le había contado sobre mi problema con el menor, le había contado que un pitufo gruñon me estaba enloqueciendo...
-Definitivamente estás mal de la cabeza- negó Hoseok, antes de acercarse y extender su mano hacia mi, ayudándome a levantarme del suelo.
Era un buen chico, no había dudas de ello, aunque, ahora tenía algo más importante por lo que preocuparme. Mi Gatito probablemente estaría en algun lugar, escondido a más no poder, abrazando sus rodillas a su pecho, llorando.
Me limpié el cortado y ardiente pómulo como pude. Taehyung pegaba bastante duro a decir verdad.
Dirigí mi mirada a Seokjin, quien me sonreía con satisfacción.
-Lo lamento, pero no puedo más que sonreir de satisfacción al verte ahora- comentó Seok.
-Anda, lárgo de aquí. La gente comienza a vernos raro-dijo Hoseok y si, era cierto, los clientes nos miraban anonadados a más no poder.
Terminamos por retirarnos los tres, en silencio. Hoseok se frenó al ver a Taehyung esperándolo, bajo una pequeña alera oscura, a las afueras de la cafetería. Se cruzó de brazos y nos miró.
-Creí que demorarían más- dijo y evitó mirarme.
Mal NamJoon. Ya le caiste para la mierda.
-Bueno chicos, me temo a que esto se termina aqui, mañana cuando estén las aguas calmas, los llamo y arreglamos alguna otra salida en grupo, ¿Les parece?- preguntó Hoseok, encaminándose hacia el chico de cabellos castaños.
Seokjin asintió y saludó a ambos con un movimiento de su mano.
La pareja se fué caminando, dejándonos solos aquella noche.
-¿No dirás nada?- preguntó SeokJin, mirándome de reojo.
-¿Qué mierda quieres que diga? ¿Quieres que te de la razón? ¿Qué enamorarme de ese niño fué la peor idea de mi vida? ¡No precisa de que me lo eches en cara! Me gusta, ¿entiendes?. Me vuelve loco...-
-Ajá, me vale una mierda, Nam. Aún así, apostaría cualquier cosa a que él no te perdonará- rió Jin.
-Y si fuera así no me rendiría...- respondí y eché a caminar en silencio hacia su casa.
-----------------
Detuve mis ligeros pasos frente a la puerta de su casa, dudando entre tocar o no. ¿Merecía más daño?
No, no lo merecía. El que merecía ese daño era yo.
Merecía aquel daño por no haberle avisado de que en las siguientes dos semanas viajaría a América por cuestiones de trabajo. Merecía aquel daño por no haberle avisado de que mi jefe me enviaría con un par de compañeros de trabajo. Merecía aquel daño por no haberle enviado ni un solo mensaje.
¡¿Y yo que iba a saber que mi tarjeta de crédito no sería aceptada allá?! ¡¿Como mierda le avisaba que me había quedado sin un centavo en el celular?!
Era un completo idiota y ahora, debía remediarlo...
Toqué el botón del timbre con las manos sudorosas. El corazón me latía más de lo normal y las rodillas me temblaban.
La puerta se abrió y supe que me quedaba poco tiempo junto a ellos...
Adiós Testículos.
El golpe llegó antes de lo esperado, pronto me encontré a mi mismo hecho una bolita en el suelo, agarrandome mi zona baja.
-Te lo advertí- dijo la chica de cabellos rubios, pateandome en el suelo. -Lloró semanas enteras, dejó de comer, se sentía mal, por tu culpa Bastardo-
El repiqueteo sobre la madera llegó, Yoongi había bajado las escaleras con rapidez, corriendo hacia mi.
-¿Qué.. Qué le hiciste?- preguntó mi Gatito.
-Le pateé los huevos- sonrió antes de señalarle con el índice -Primera advertencia, a la próxima te los corto y se los doy de comer a mi gata- Y se fue, encerrándose en lo que parecía ser su habitación.
La mano de Yoongi se paseaba por mi espalda, intentando calmarme de alguna forma. Levanté la mirada para encontrarme con la suya preocupada. Nos miramos a los ojos lo que pareció una eternidad... Solo así el dolor desapareció con lentitud.
-¿Estás mejor?- preguntó el chico y yo asenti, levantándome como pude del suelo, miré la mano que me tendía y la tomé, acariciando su suave piel. Necesitaba aquel roce, necesitaba tenerlo una vez más.
------------------
Un incómodo silencio se formó entre nosotros mientras esperábamos que el café se calentara.
-Tienes el pómulo herido- comentó, antes de bajar la mirada una vez más.
-Fue Taehyung- respondí y me levanté del sofá, justo frente a él.
El se levantó de su lugar también nervioso, arrugando su pantalón pijama con sus manos, arrugaba la tela y volvía a soltarla, notaba su pecho hincharse una y otra vez, desesperado. Me acerqué a él a paso lento. Levantó apenas la mirada antes de poner una seria distancia entre nosotros.
-No te acerques- pidió y yo dí otro paso, su delicada mano hizo presión en mi pecho intentando empujarme -No te acerques, Nam Joon-
Escuchar mi nombre en sus labios dolía más de lo que esperaba. ¿Donde estaba mi Gatito?
-Yoongi...- dije como un susurro, apartando su mano.
-Por favor, no... Ya me has hecho demasiado daño- y me miró a los ojos, los suyos irritados. Cuando bajó la mirada sonreí. Intentaba hacerse el fuerte, como de costumbre.
Los incesantes "Pi's" de la máquina de café, nos llamaron desde la cocina, el caminó hacia la máquina mientras, como un perrito, yo lo seguía.
-Puedo explicarlo- murmuré y lo ví tensarse.
-No quiero oirte- contestó, sirviendo una taza de café. Sus brazos temblaban...
-Yoongi- dije y me acerqué a él, envolviendo mi mano en su muñeca, afirmando la jarra de café caliente -Te harás daño, podrías quemarte-
Lo oí bufar.
-¿Ahora te importo? ¿Ahora que me ves en este estado te importo? Imbécil, resultaste ser un imbécil- soltó, podía jurar oir sus dientes tiritar.
-No me gusta que digas malas palabras, Yoongi- respondí con la voz baja. Él dejó la jarra caliente sobre la mesada y se giró a mirarme con el ceño fruncido y las mejillas encendidas.
-Me importa una mierda, me importa un Carajo. ¿Sabes lo mal que me sentía? ¡Ni un puto mensaje diciendo de que estabas bien!-
Preferí dejar que me gritara todo lo que quisiera, preferí dejar que se desahogara.
-¿Por qué mierda estabas con Seokjin? ¿Eh? ¡Contesta! ¿No tienes los huevos de hacerlo?- y volvió a acercarse a mi, comenzando a golpearme en el pecho. -Siempre te importó una mierda, solo me querías para follar y luego volver con ese infeliz, ¿verdad? ¡Admítelo!-
Respiré hondo soportando sus golpes, buscando de alguna forma contenerme.
-Él es mejor que yo, ¿verdad? ¿Tienes al menos la mínima idea de lo que siento por ti? ¡Me usaste!-
Fué la gota que rebasó el vaso. Tomé sus manos, apretando sus muñecas levemente.
-No vuelvas a compararte con Seokjin- advertí y sus ojos cafés soltaron las lágrimas que tanto estaba aguantando -Me voy a América a trabajar por dos semanas y mira lo que eres, mira lo descuidado que estas-
Sus labios se entre abrieron, sorprendido, dejó de tirar de mis agarres.
-¿Q-q-qué?- tartamudeó.
-Lo que escuchaste- me quejé.
-P-pero ¿y Seokjin?- 
-Trabajamos en el mismo proyecto- contesté y él palideció.
-Entonces... ustedes no...- 
No pude más que sonreir frente a su mirada.
-No tocaría a nadie más que no fueras tú, Yoongi-
El pequeño chico comenzó a temblar frente a mi, sollozando. Suspiré y lo atraje a mis brazos, abrazándolo, envolviendo aquel menudo cuerpo que tanto me había hecho falta.

Fin Cap.9

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Gif Time:


Mila ^^~

domingo, 21 de agosto de 2016

Mini Fic: "Spank me, Daddy" (Namgi) Cap. 8

Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa~~~~~~~~~~~~



Género: Lemon, Yaoi, Daddy Kink
Capitulo: 8 de ?
 Grupo:  BTS
Pareja: Suga x Rap Monster (SugaMon - NamGi)
Título: "Sprank Me, Daddy"

Narración especial:
Min Yoongi
(En cursiva entán los pensamientos del personaje)
Mis orejas me ardían con fuerza, Chae Rin había tirado tanto de ellas que ahora me ardían. 
-En cuanto a ti... ¿Que edad tienes?- preguntó Chae, empujándome hacia dentro del departamento, se giró y miró a Nam Joon  con los brazos cruzados.
¿Como llegamos a esa situación?
Pues... 
Tras nuestro encuentro en la noche, nos la pasamos juntos, conociéndonos, uniéndonos una y otra vez, entre besos y caricias...
Cuando quisimos darnos cuenta, ya había amanecido, por lo que a velocidad de la luz me duché y me arreglé, como si nada hubiese pasado.
Nam Joon decidió acompañarme por que claro, en caso de que Chae Rin me encontrara, me patearía tanto el culo que no podría sentarme o caminar con normalidad por meses. Nos subimos  a su motocicleta, una muy bonita por cierto, y le indiqué mi dirección. 
En el trayecto me preguntaba como sería  la reacción de mi hermana al verme llegar con él, si es que nos veía, tenia planeado subir por el árbol bajo mi ventana y entrar a mi cuarto...
Miré su perfil desde el asiento trasero y me aferré a su cintura una vez más, apoyando mi mejilla sobre su hombro, notando una creciente sonrisa en mis labios.
-Agárrate fuerte- dijo sobre el sonido del motor, acelerando la motocicleta una vez más.
Al llegar a casa, estacionó el vehículo y se giró a mirarme, quitándome el casco de protección. Miró mis cabellos y volvió a acomodarlos. El notar sus dígitos entre mis cabellos me tranquilizaba y a su vez, me enloquecía. 
Antes de follar era un tipo dominante, con ideas raras. ¿A quien se le ocurre lo de las bolas chinas? Ni que fuera el Sr. Grey... 
Nam Joon Grey... 
Daddy Grey...
Tras follar era completamente distinto, era dulce, cariñoso y atento.
Me estremecí ante el recuerdo y él lo notó, me miró con una sonrisa en sus labios antes de inclinarse  a besarme con dulzura. Sus labios me volvían loco.
-¡Min Yoon GI!-
Y en ese momento, supe que la había cagado, y de manera MONUMENTAL. Me separé de Nam como si fueramos imanes del mismo polo, mirando a Chae Rin.
El dolor vino antes de lo esperado. Me pateó en la pantorrilla y tiró de mi oreja. 
La mano del mayor se aferró a la mía antes de que Chae comenzara a caminar hacia casa.
-¡¿Escapando?! ¡En mi propia casa!- dijo con el ceño fruncido. Y, lo peor, es que cuando Chae se cabreaba, su ojo desviado parecía torcerse más.
Ahora, sentía como si mis orejas fueran a caerse...
-Veintidós- respondió Nam con total sinceridad a pregunta que le había hecho mi adorable hermana...
La chica abrió la boca anonadada, extendiendo  pronto su mano.
-Tu identificación- pidió mi hermana. Cuando NamJoon se la tendió, la chica miró su nombre y su fecha de nacimiento -Eres seis años mayor que Yoongi-
NamJoon parpadeó y sonrió, asintiendo.
-No tengo problema con ello- respondió Nam y dejó aún más boquiabierta a Chae.
-Yo si tengo problema con ello- sonrió mi hermana, dando un paso al frente, señalándolo con el índice -Y soy mayor que tú, si no quieres que te parta el culo a patadas, largo de mi casa y aléjate de Yoongi-
Nam sonrió y pronto se giró sobre sus pies, encaminandose a la puerta de entrada, se giró hacia mi diciendo:
-Hablamos más tarde, bebé- 
Y así como llegó se fué. Logré divisar su ancha espalda antes de que la puerta se cerrara. Chae se giró hacia mi y suspiró al mirarme.
-Me sabe muy mal hacer esto pero, debo hacerlo, Yoongi, no me mires con esa cara- dijo y me pegó en la frente con la palma de su mano. -No puedes escapar de la casa en el medio de la noche para ir a verte con un chico, simplemente, no puedes... Sabes lo preocupada que estaba?-
-Ya no soy un niño al que tengas que proteger, Chae- respondí, frunciendo el ceño a más no poder.
-Lo sé, mírate. Estas mucho más alto que yo...- sonrió, bajando su mano hacia mi mejilla, acariciándola con dulzura -A mamá le hubiese encantado verte así, eres todo un hombre ya. Papá estaría orgulloso...-
Mis ojos se llenaron de lágrimas y ví los suyos en el mismo estado.
-Eres libre de hacer lo que quieras y mi deber es cuidarte, así lo prometí a Mamá y lo sabes. Lamento ser dura- se lamentó y la abracé. - Si quieres verte con alguien, hazlo, pero al menos llámame para avisarme que iras, que estarás bien-
-Lo siento, no debí escapar...- murmuré y ella palmeó mi espalda con suavidad antes de separarse de mi. Miró hacia el suelo, tocándose la punta de la nariz con cierto nerviosismo.
-Vé a por ese guapo joven y invítalo a desayunar- 
------------------------------
Oh, otra situación muy incómoda.
¿Cómo debería presentarlo? 
-Chae, él es quien he follado- pensé y rápidamente negué Chae, él es... un amigo-nuevamente, negué. No podía decir tampoco que era mi pareja ya que no lo éramos... al menos no oficialmente. 
Chae nos miraba, analizándonos, frunciendo levemente el ceño.
Nam Joon miraba a mi hermana sin dudar ni un segundo.
-¿Cuáles son tus intenciones con él?- preguntó Chae.
-Hacerlo feliz- respondió el mayor y sentí enseguida mis mejillas arder en demasía. 
-¿No lo usarás y dejarás?- arqueó una ceja mi hermana cruzándose de brazos sobre su pecho.
-No, no quiero herirlo... jamás lo haría- contestó él mayor.
Chae me miró interrogándome con la mirada. Me encogí de hombros y ella suspiró, comenzando a desayunar.
-A la primera lágrima que provoques en él, te corto los huevos- sonrió Chae, bebiendo del jugo de frutas en su vaso.
-No sucederá, lo prometo- respondió Nam, comenzando a desayunar. 
Definitivamente, fué un desayuno incómodo y extraño. El silencio fué cortado por el sonido de un celular. NamJoon atendió la llamada entrante, se levantó de su lugar en la mesa cuando la llamada terminó.
-Lo lamento mucho, pero debo atender algunos asuntos del trabajo- comentó con la mirada triste. Me miró y sonrió con cierta amargura. Se inclinó hacia mi y besó en la cien -Ten un lindo día, hablamos más tarde, bebé- 
Hizo una reverencia a mi hermana quien asintió y se marchó con rapidez.
-¿Bebé?- preguntó Chae, volviendo a desayunar.
Me encongí de hombros notando como mis mejillas se teñían de rojo con fuerza.
-L-le gusta llamarme así...- respondí entre nerviosos tartamudeos.
-Ajá...- respondió Chae.
Lo que no supe es cuándo lo volvería  a ver...
El estar un segundo separados era cada vez más insoportable, y, es que desde hace dos semanas y media atrás me dí cuenta de que estaba enamorado de aquel chico de pelo platino. Y, lo peor de todo es que, sabía que lo nuestro no funcionaría. Si alguien más supiera de lo nuestro, probablemente, Nam pasara un buen tiempo en la cárcel.
Pronto comencé a preguntarme el por qué de esa mirada triste, de esa sonrisa amarga y ese beso en la cien. ¿Por qué parecía una despedida?
Y si, era así...
Pasaron los minutos, las horas y los días, no supe de él.
Mi celular dejó de recibir sus mensajes, sus llamadas. 
Era como si la mismísima tierra se lo hubiera tragado.
¿Y si solamente me había utilizado para satisfacerse?
¿Y si solamente se trataba de sexo, por ello, lo nuestro no tenía nombre?
Los ojos se me inundaban de lágrimas puesto a que la única persona que había "amado", la tierra se la había tragado.
De: TaeTae~ 
Hora de envío: 17:34pm 
Yonnieeee~ Deja de ignorar mis mensajes y contesta!
Mi corazón y estómago se removieron. Estaba siendo un muy mal amigo, ni siquiera leía sus mensajes...
De: Yoongi~ 
Hora de Envío: 17:35pm 
Lo siento, Tae... Lamento preocuparte...
De: TaeTae~ 
Hora de Envío: 17:36pm
Oye, ¿que ha pasado? Estoy con los chicos en la cafetería de siempre, ven a pasar la tarde con nosotros.
Suspiré y me levanté de la cama, encaminándome al espejo más cercano. Estaba hecho un desastre. Me limpié mis lágrimas y me cambié. Una vez listo, salí de mi habitación, sorprendiendo a Chae, quien traía visitas.
-Noona, voy a salir. No sé a que hora llegaré. Hola Young Bae- saludé con una falsa sonrisa.
-Hola- sonrió Young Bae, agitándo su mano. Se trataba de un amigo cercano a mi hermana, bastante risueño y apasionado por el baile.
-Vale, vé y diviertete- sonrió Chae, tomando asiento a un lado de Young, dibujando una sonrisa en su rostro. 
Con las manos en los bolsillos de mi pantalón, salí.
El cielo comenzaba a teñirse de colores oscuros y pronto las estrellas brillaron en la bóveda azul.
La campanilla del local sonó cuando abrí las puertas y el murmullo y las carcajadas de los chicos no tardaron en hacerse presentes.
-Apareció!- sonrió Tae, levantándose de su lugar para venir a abrazarme con mucho cariño -Te extrañé, anciano-
-Aish, sin mi no vives- Sonreí, devolviéndole el gesto. Finalmente me senté junto a Tae -Y Hobbie?- pregunté.
-Fue al baño hace unos instantes. Dijo que esperaba a alguien más, un amigo- respondió Kook, quien estaba sentado al lado de Jimin -Hola Hyung, ha pasado un tiempo-
Saludé a la pareja frente a mi, pidiendo pronto a una de las camareras un Bubble Tea.
Taehyung y yo éramos testigos del mas empalagoso intercambio de miradas y palabras por parte del JiKook.
Miré a mi mejor amigo y le di un pequeño codazo disimulado.
-Oh, te envidio Kook. No crees que Jimin esta mas guapo que de costumbre Tae?-
El menor del grupo me miro frunciendo levemente el ceño, dibujando una falsa sonrisa en sus labios. A lo lejos, el sonido de las campanillas de la puerta de la cafetería. Como era un lugar concurrido, era normal que la puerta se abriera y cerrara varias veces, el murmullo era constante, pero, ninguno de aquellos sonidos parecían tapar nuestras intenciones de incomodar a la parejita.
-La verdad es que si, Jiminnie, estas demasiado guapo hoy- respondió el chico a mi lado, mordiéndose el labio inferior, mirando al de pelo castaño.
Jimin no podía sonrojarse más bajo nuestras miradas, era un chico bastante tímido.
JungKook nos miro extrañado, tan extrañado como enfadado.
-Podría decir que te daría y no consejos- Sonreí y note a Kook tensarse, de mal humor.
Una leve risita resonó a mi lado, Taehyung reía con picardía. 
Pronto, uno de los pedidos de nuestra mesa cayó frente a nosotros, exaltándonos. Miré a mi derecha y me encontré con la falsa sonrisa de Hoseok, ¿Desde cuando estaba parado allí?
-¿Me perdí de algo?- preguntó, y sus ojos cafes se volvieron aún más oscuro, mirando fijamente a Tae.
Miré a mi izquierda y noté a Taehyung cagarse encima, miraba a Hoseok con la mirada asustada.
-Na-naaada- negó Tae y yo reí bajito.
El de cabellos azabaches se inclinó y susurró a Taehyung:
-Hablaremos en casa, bebé insolente- me regaló una falsa sonrisa y volvió a ocupar su lugar en la mesa. Miró hacia la puerta y hizo un gesto con la mano. JungKook se retorcía en su lugar con una gran sonrisa, se notaba victorioso.
Patético.
Levanté la mirada y lo ví.
Aquella mirada café tan conocida y aquel bonito rostro. Aquella ancha espalda y altura predominante en el lugar. Venía con una sonrisa que se apagó en cuanto me vió.
-Tú- susurramos al mismo tiempo.
-¿Se conocen?- preguntó Hoseok.
-¿Por qué te frentes, Jin?- preguntó alguien detrás del chico de espalda prominente. Su acompañante lo miró y luego siguió hacia donde su mirada se dirigía.
-NamJoon...- el susurro escapó de mis labios antes de que pudiera detenerlo.

Fin Cap. 8

kajsdkljaskld <3


Mila ^^~

jueves, 4 de agosto de 2016

Mini Fic: "Spank me, Daddy" (Namgi) Cap. 7

HOLAAAAAAAAAAA!!

Género: Lemon, Yaoi, Daddy Kink
Capitulo: 7 de ?
 Grupo:  BTS
Pareja: Suga x Rap Monster (SugaMon - NamGi)
Título: "Sprank Me, Daddy"



ADVERTENCIA!

En el siguiente capítulo se verá material de nivel pornográfico, LEER CON BAJO PRECAUCIÓN


Acomodó su mochila en su hombro y saltó por la ventana de su habitación. 
¿Por qué tenía que ser así con él?
Llevaba al rededor de dos semanas sin ver a su Daddy y no podía soportarlo más, la distancia entre ambos lo hacía enloquecer. Miró hacia atrás y sonrió, al parecer su hermana no se había percatado de su escape. Caminó colocándose los auriculares en sus oídos hacia la parada del autobus.
El gran vehículo paró frente a él y el chico se subió. Era el único pasajero. Es decir, ¿Quien viajaba a esas horas de la madrugada?
01:00 a.m
Nam Joon apoyó la cabeza en su almohada, cerrando los ojos, delineando con la punta de sus dedos los recuerdos de aquel chico que lo traía loco desde hace tiempo ya. No había dejado de hablar con Yoongi en las últimas semanas, realmente parecían conocerse desde hace años, para el mayor, su Gatito era un pequeño malhumorado caprichoso, pero, muy en el fondo de toda esa muralla gruñona, se escondía un indefenso y amoroso chico. 
Giró en su cama y se sonrió, mirando el celular en la mesa de luz, lo tomó y vió el mensaje que acababa de llegar.
De: Yoongi~
Hora de envío: 00:57 am
Daddy, quiero verte, te extraño mucho.
Escapé por la ventana, espero que estés despierto...
Pasaron segundos antes de que NamJoon prácticamente se tirara de su cama. Frunció el ceño en demasía, estaba muy cabreado, y con muy, me refiero a MUY.
Aún descalzo y en pantalón pijama, se revolvió el pelo exasperado. ¿Cómo había escapado? ¡Que niño inconsciente! ¡Quien sabe qué le podría pasar en la calle a esas horas!
Quería amarrarlo a su cama, quería azotarlo tanto y tan fuerte, que las marcas se grabaran en su piel por ser un niño malo, y si, fué un niño malo esta vez.
El mayor de cabellos ahora platinados, se colocó una camiseta con molestia. Si bien extrañaba mucho a su pequeño y de igual forma lo quería, esta vez, lo haría sufrir, al menos un poco.
Pasados quince minutos, el timbre sonó y él se encaminó a la puerta, abriéndola de par en par, notando la mirada y la sonrisa del menor iluminarse, algo que duró poco al ver la expresión del mayor.
Yoongi se encogió de hombros, sintiéndose más pequeño que de costumbre, ocultándose tras la bufanda negra de lana. Entrelazó sus propias manos bajo el gigantesco saco color negro.
NamJoon le tomó la mano y tiró de él, ni siquiera esperó que palabra alguna saliera de los labios del menor, guiándolo a su habitación sin más.
En cuanto pasó la puerta y lo lanzó sobre su cama. Yoongi cayó anonadado ante la actitud de su Daddy.
-¿Da-Daddy?- preguntó, asustado al ver el semblante serio de Nam.
-¿Que mierda crees que haces Yoongi?- preguntó Nam Joon, arrebatándole la mullida bufanda del cuello.
-Yo... quería verte, Hyung- respondió y recibió una fría mirada del mayor.
-¿Te parece que es un bonito horario de visita? No puedes escapar de tu casa por que sí, Yoongi, está mal- contestó Nam, antes de hacer de sus manos un par de puños -¿Crees que no te puede pasar nada a estas horas de la madrugada en la calle?-
Yoongi no contestó, más sin embargo, sus ojitos se llenaron de lágrimas. Un trágico puchero se marcó en sus labios.
NamJoon suspiró y se sentó a su lado, sintiendo como pronto las manos de Yoongi lo envolvían.
-Lo siento si te preocupé, hyung- se lamentó el bajito, escondiendo su rostro en el pecho del mayor, dejando escapar alguna que otra lagrima.
El joven de cabellos platinados no pudo más que suspirar, acariciando la espalda del bajito, devolviendo su abrazo. 
Se quedaron unos minutos así, en aquel íntimo vínculo. Cuando las manos del castaño cedieron de sus agarres,  se estiró para besar al mayor en los labios.
¡Oh Dios! ¡Como había extrañado sentir sus delicados labios sobre los suyos! Nam se aferró a su cintura, besando sus labios con cierta tranquilidad.
Lo haría sufrir, realmente, lo haría sufrir, por ser un niño malo.
----------------------
Sus manos fueron a su cabello, acomodándolo como podía. Se miró a si mismo una vez más y se sorprendió de su aspecto. Se sentía frágil y expuesto, se sentía completamente desnudo... literalmente.
Medias ajustadas con delicadas cintas a sus delgados muslos pálidos. 
Una gargantilla oscura en su fino cuello
Y por último un par de Orejas afelpadas de gatito.
Se giró sobre sus talones y miró su pequeño culo. 
Si, se veía bien, demasiado sensual. Sonrió y tomó la cámara que su Daddy le había dado, con las claras indicaciones de que se tomara una foto antes de salir. Y así lo hizo...
Al salir del baño, esperó encontrar al mayor tras la puerta, cosa que no sucedió
Al salir del baño, esperó encontrar al mayor tras la puerta, cosa que no sucedió. Buscó a NamJoon con la mirada, buscándolo por las habitaciones.
 Cuando sus ojitos marrones se cruzaron con los suyos, Yoongi sintió sus piernas temblar y su piel erizarse. El mayor iba descalzo, con el pelo platino revuelto, la mirada fija en él, el torso desnudo y pantalones de jean rajados. No llevaba ropa interior y estaba descalzo, con el pantalón de jean a medio prender.
El mayor se levantó del sofá en el que estaba sentado, encaminandose a él, dejándolo completamente sin habla.
-Hola, Gatito- sonrió con complicidad, enganchando una fina correa su gargantilla, convirtiéndola en un bonito collar. Cuando el click de cerrado de la correa sonó, la sonrisa se borró de sus labios -Cuenta conmigo, Yoongi-
El menor lo miró extrañado y levantó su mano izquierda, esperando las palabras del mayor.
-¿Te haz pajeado pensando en mi, pequeño?- preguntó Nam provocando un notorio sonrojo en el menor, avergonzado, asintió- Uno. ¿Haz tenido algún sueño húmedo conmigo desde que nos conocemos?-
Las mejillas de Yoongi parecían un par de manzanas, se mordió el labio inferior y asintió, bajando otro dedo en su mano.
-Dos- dijo Nam, luego prosiguió al ver que el menor bajó su segundo dedo -¿Deseas que esta vez te folle duro?-
Yoongi agachó la mirada y se mordió el labio al imaginar a su Daddy follándolo con ganas.
El sonido de las embestidas hacian eco en su cabeza.
Oh pequeño Yoongi... No sabes lo que te espera...
Nam, al no ver respuesta de su gatito, decidió comenzar sus juegos. 
-Serán tres veces entonces...- sonrió Nam Joon y Yoongi lo miró confundido, cuando de sus labios fué a salir una pregunta, su mayor lo tomó de la mano y lo obligó a sentarse en el sofá.
-Da-ddy- tartamudeó el menor y Nam abrió sus piernas, arrodillándose entre ellas. Sonrió una vez más al ver lo duro y mojado que estaba ya su Gatito...
-¿Tán excitado ya, pequeño?- pregunto y Yoongi lo miró con las mejillas encendidas y la mirada borrosa. 
El mayor besó su polla, lamiendo tambien las partes que ya estaban húmedas. Sintió sus dígitos en su entrada, haciendo presión, entrando en él.
Aún dolía pero Min era un niño grande, aguantó lo más que pudo sus lágrimas antes de dirigirle una mirada al joven. A ese punto, sentía su pene totalmente húmedo y los besos del mayor no le eran suficientes, quería más. Quería mucho más.
 Los dedos de Nam Joon se resbalaron entre los pliegues de su Gatito, tocando aquel punto en su interior, logrando que las caderas de Yoongi se movieran buscando más contacto. 
Al notar que el menor apretar sus dígitos, los quitó, internando en el interior de su Gatito, su nuevo juguete.
Yoongi sintió algo frío ingresar a él, algo que lo detuvo, algo que lo enfrió. Miró la sonrisa ensanchada del mayor quien, se levantó y tiró de su mano. El chico se sintió raro al principio, notaba algo en su interior, Nam se alejó de él y lo examinó de pies a cabeza. 
-Vé a la heladera y trae las fresas que dejé allí- ordenó y Yoongi lo miró confundido una vez más.
El menor dió el primer paso antes de sentir aquel Algo rozar aquel punto en su interior, aquel punto que lo hizo gimotear.
Caminó con dificultad, el placer lo estaba enloqueciendo. Gimió con ganas al inclinarse a tomar el plato de fresas de la heladera, apretó sus piernas y notó su miembro doler en demasía. Al volver a la sala, todo, cada fibra de su cuerpo, temblaba.
-Duele, duele mucho, Daddy- gimió sin pudor frente a NamJoon, quien sonrió una vez más, tomándo su mano, llevándolo a su habitación. Yoongi apenas era capaz de seguir sus pasos, sentía su cuerpo caliente, demasiado caliente.
-¿Te gusta tu nuevo juguete, Gatito?- preguntó el mayor y sonrió. 
-Quiero correrme, Daddy, por favor- pidió el menor asintiendo, su Daddy lo tiró en la cama, sin borrar esa sonrisa de su rostro. 
-No- negó rotundamente el mayor antes de mover la cadera del menor, tirándo de la cadena que unía aquel par de esferas de plata  que yacían en el interior de su pequeño.
Cuando las esferas salieron, Yoongi dió un desesperado y agudo gemido. Se sentía tan vacío, se sintió dilatado a mas no poder. Su delgado cuerpo tembló...
NamJoon, mientras tanto, observaba maravillado las expresiones en el rostro del menor, notaba su polla palpitar con fuerza bajo la tela de aquellos jeans, sin embargo, mantuvo la compostura.
-Da-ddy-y- gimoteó Yoongi entre leves temblores.
-¿Sucede algo, bebé?- preguntó el mayor con una cínica sonrisa antes de ver la suplicante mirada de Yoongi, su derecha se dirigió a la mesa de luz, tomando el segundo juguete...
El repiqueteo de aquella regla sobre su culo fué más rápido que la corriente dolorosa que se propagó en aquella zona baja de su cuerpo. Un gemido ahogado fué lo único que pudo sentirse antes de que los siguientes golpes secos resonaran la habitación.
-¿Por qué me haces esto, Daddy?- gimió en alto el bajito y el mayor miró aquel lienzo blanco con matices rojos, rosas y morados.
-¿Por qué lo haré?- preguntó Nam Joon, azotando una última vez. Desprendió sus pantalones y tomó su erecta y goteante polla antes de masajearla por la base. 
Hundió sus dedos entre los pliegues de Yoongi, dando en el punto exacto, masajeándolo, dando embestidas con sus dedos. 
* n/a: Ignoren el doloroso piercing en la imágen ;-;
* n/a: Ignoren el doloroso piercing en la imágen ;-;
El chico de cabellos platinados se acomodó a horcajadas sobre los muslos del más bajito, colocó su miembro entre los glúteos de su Gatito y embistió.
Sintió sus testículos pegar de lleno en la sensible entrada de el bajito, quien movió la pelvis buscando algún tipo de calma a su dolorosa erección. Nam, aferró sus caderas y volvió a mecerse entre los glúteos de aquel chico, disfrutando de su piel suave y su calor...
-¿Daddy?- gimió Yoongi, antes de buscar su mirada.
-¿Qué?- preguntó, perdiendo la paciencia. La voz de aquel chiquillo lo des-concentraba, estaba tan enceguecido por su propio placer que por poco se olvida de su contrario.
-Tengo hambre... ¿Me das leche?- pidió Yoongi provocándolo y Nam Joon reaccionó pronto, tomando su miembro e ingresando a su interior. 
-Eres un enano hijo de puta- gruñó, sintiendo como aquellas paredes asfixiaban su inflamada polla.
-Ahhh~ Si~- gimoteó Yoongi con una sonrisa en sus labios, su gesto cambió a uno de total placer, mordiendo sus labios pronto.
Así comenzó aquel vaivén de embestidas en el que Nam Joon disfrutaba dominar. Sostuvo las manos de aquel chico en su espalda con una mano mientras que con la segunda, tiraba de sus cabellos castaños, haciéndole daño.
-¿Te gusta, bebé?- ronroneó con la voz grave en el oído del pequeño bajo él, quien asintió con ganas y recibió una embestida más fuerte que las anteriores, dando en aquel punto en su interior.
-Más~ más fuerte~- gimió y Nam Joon salió de su interior para tomar sus caderas y hacer que Yoongi flexionara sus rodillas bajo su culo. Cuando creyó que estaba listo, un son de vaivenes de cadera llegaron. 
Su Daddy le embestía con fiereza y una pasión que Yoongi no había visto nunca en su vida...
-Más~ más fuerte~- gimió y Nam Joon salió de su interior para tomar sus caderas y hacer que Yoongi flexionara sus rodillas bajo su culo
-Gime, gime para mi, Gatito- ordenó el mayor.
En la habitación solo se oían los gemidos de ambos, sus agitadas respiraciones y las embestidas. Sus cuerpos colisionaban con ganas, Nam Joon se lo estaba follando duro, justo como Yoongi deseaba. 
El chico de cabellos castaños comenzaba a rozar el cielo con sus manos por segunda vez, porque, claro, Nam Joon no lo había dejado correrse con las Bolas Chinas. Estaba completamente seguro de que esta vez llegaría al tan esperado orgasmo.
La mano de Nam Joon envolvió su miembro, masturbándolo con fuerza.
Estaban sudorosos a más no poder, al menor, por primera vez en su vida, a Yoongi  no le importó. Notaba el orgasmo avecinarse cuando, pronto, un agudo dolor se instaló en sus testículos.
-Noo~ Daddy~- gimoteó y NamJoon embistió con más fuerza en aquel punto mientras apretaba la base de la polla del menor.
-No, no aún- gruñó Nam, saliendo por fin de su cuerpo 
Le había cortado por segunda vez un orgasmo, Yoongi comenzaba a frustrarse al punto de ponerse de malhumor. Se giró a ver la sonrisa del mayor quien apretó con más fuerza la base de su polla. Sintió sus labios en su espalda cosa que lo hizo temblar.
-¿Por qué me haces esto?- preguntó Yoongi, mordiendose los labios.
-Es el más suave de los castigos para ti, pequeño- ronroneó Nam, en su oído, provocando un escalofrío en el menor...
Nam se alejó de él, dejándose caer en la cama, esperándolo. 
El de cabellos castaños se acercó a él, a gatas, acomodándose sobre su cadera.
-Móntame, bebé. Te prometo que esta vez, te correrás- sonrió Nam con complicidad.
Y así lo hizo, Yoongi elevó sus caderas antes de alinear su entrada con la polla del mayor, dejándose caer sobre él, moviendo pronto sus caderas, volviéndose un lío de agudos gemidos, volviéndose un lío de sudor y calentura. Sus blancas manos se dirigieron al pecho de mayor, arañándolo apenas. Nam, dirigió sus manos a su culo, moviéndolo con aún más fuerza y profundidad.
-Ya, ah~ ya casi~- gimió Yoongi antes de notar la mano caliente de su Daddy sobre su pene una vez más.
Es cosquilleo familiar se arremolinó  en su estómago. Cuando estuvo a punto de correrse el mayor tapó con su pulgar la punta de su polla. Yoongi lo sentía allí, se sentía en aquella gloria, se sentía a milimetros del más delicioso de los momentos, sin embargo, no podía llegar.
-Por favor, por favor, Daddy~- gimoteó y Nam rió antes de gemir, él no era de piedra y por supuesto que quería llenarlo por completo, pero, tambien disfrutaba de verlo sufrir. Cuando creyó que era suficiente, soltó el miembro del menor y aferró sus manos a las caderas de éste.
El sonido de sus pieles pegándose y despegándose, el sonido de sus testículos al chocar contra su culo, los crujidos de la cama y sus sábanas arrugarse... Pero, más que nada, los gemidos de aquel menudo chiquillo sobre sus caderas, lo llevaron a embestir,  a follárselo una vez más.
-Siempre serás mío, Gatito- dijo y Yoongi asintió, moviendo con más frenesí sus caderas.
Su placer se resumió en el más intenso de los orgasmos. NamJoon lo llenó por completo, el menor sentía su interior caliente por su tan apreciada leche... 
Nam fué blanco de la espectacular corrida del menor, se vino en su torso, manchándolo todo...
Estaban agotados, el menor se dejó caer a su lado cuando Nam salió de él. Se acurrucó a su lado, sobre su almohada. Estaba exhausto, tanto, que hasta levantar sus pesados párpados lo dejaba sin aliento. Notó el colchó cambiar de peso cuando, más pronto de lo esperado, notó algo frío pasearse por sus lábios.
-Abre la boca y muerde, Yoongi- dijo Nam.
Yoongi paseó su lengua en la punta antes de morder... 
Las fresas se mezclaban con un exquisito sabor nuevo para el. Tragó y volvió a morder una vez más, mirándo a su Daddy. Cuando estuvo a punto de preguntarle, el plato de fresas estaba frente a él, y, pronto comprendió el nuevo sabor.
-Delicioso, Daddy. Quiero más- sonrió antes de enderezarse en su  lugar, colgándose del cuello de su mayor, besándolo con dulzura, compartiendo sabores y compartiendo fresas hasta el amanecer.
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Fin Cap 7!

ashdjhasdjhasjhd 

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Mila ^^~