Romantic Oneshot: mayo 2016
'>

domingo, 22 de mayo de 2016

Mini Fic~ "Cuando recuerde" (NamJin) Cap. FINAL ^^~

Holaaaaaa



Género: Yaoi
Capitulo: 3 de 3
 Grupo:  BTS
Pareja: NamJoon x SeokJin
Título: "Cuando Recuerde"


Narra Jin:

         El viaje a casa fué silencioso. Miré por la ventanilla cada calle, cada luz, cada auto que pasaba a nuestro lado, más no podía evitar sentir mi corazón doler una y otra vez.
Al llegar, Nam Joon, con la mirada preocupada, intentó animarme, en vano. Me terminé durmiendo temprano tras una ducha.
Los meses pasaron y las heridas en mi no se desvanecían, al igual que los recuerdos y sueños recurrentes parecían aparecer en mi vida.
Y con los recuerdos, Kook y Nam Joon. Cada momento en el que había sufrido, mi mejor amigo había estado allí.
Muchas veces había despertado entre lágrimas y cada una de aquellas ocasiones, la mirada preocupada de Nam Joon era el unico que estaba allí, justo a mi lado, paciente...
Su paciencia, como todo tuvo un límite y se manifestó de una manera muy... sutil.
Aquel día había llegado del trabajo un poco más tarde, dejó sus zapatos en la entrada y entró directamente a la cocina, yo lo ví pasar de un lado hacia el otro a través del espejo frente a mi.
Me miré a los ojos y me lamenté de mi deplorable aspecto. Estaba en la lona, y nunca mejor dicho. Grandes ojeras, la espalda encorvada y realmente delgado. El cansancio se colgaba en mis hombros. Tenía los ojos hinchados.
No servía de nada intentar parecer fuerte, no lo era.
-Jin ¿Estas en c...- comenzó a decir antes de entrar a mi habitación. Me giré a mirarlo y las lágrimas resbalaban por mis mejillas.
El chico frente a mi apretó sus puños y dejó caer su maletin en la puerta, dió amplias zancadas y tomó mi rostro entre sus manos, secando mis lágrimas con la punta de sus pulgares.
-Nam Joon...- murmuré y aquel par de ojos marrones miraron los míos. Me mordí el labio inferior y atiné a abrazarlo, ocultando mi rostro en su cuello -Duele, duele demasiado- dije y sus manos se aferraron a mi cintura.
-No quiero volver a verte llorar, ¿Cuantas veces te he dicho que odio verte llorar?- susurró, sobre mi frente.
-Lo siento...- dije y noté su camisa embeberse en lágrimas.
-Jin...- llamó y yo me separé para mirarlo a los ojos -El que lo siente soy yo...-
-¿Por qué?- pregunté desconcertado.
-Por lo que estoy a punto de hacer-
Y de esa forma,  me besó en los labios.
Abrí mis ojos de par en par antes de cerrarlos completamente, disfrutando del cálido roce. Se separó de mi, avergonzado, con las mejillas rojas.
-Otra vez- pedí y volvimos a besarnos, rozando nuestros labios con ímpetu.
-De nuevo- susurré sobre su boca y nos fundimos en un beso aún más apasionado.
En ese instante recordé cada momento en el que estuvimos juntos, él siempre había estado allí, siempre a mi lado, siempre intentando levantarme el ánimo.
Lágrimas cayeron una vez más. Había sido un completo idiota al no percatarme de cada detalle suyo. Me aferré a su cuello y no fundimos en una danza de labios y pequeños gemidos roncos.
-Joon...- dije como un susurro sobre su boca en determinado instante.
El chico se separó de mi y me miró a los ojos.
-Vamos a la cama- pedí, avergonzado.
-¿Estas seguro? Aun puedo esperar por ti- dijo, aferrando su mano a la mía.
-Más seguro de lo que he estado alguna vez- respondí, dejando un pequeño beso sobre su mentón.
Tomados de la mano, me condujo por el largo pasillo a su habitación y una vez allí, cerró la puerta detrás de mi.
Me mordí el labio inferior, sabía exactamente que era lo que estaba a punto de suceder y no me oponía, al contrario, lo necesitaba, lo necesitaba a él en cada centímetro de mi piel.
Tomó mi cadera, atrayendome a él, besándome en los labios, delineandolos con su lengua. Entre abrí mi boca y comenzamos una pequeña lucha por saber quien llevaba el mando.
Me sentía torpe, avergonzado a más no poder. Me sentía frágil.
-SeokJin- susurró sobre la piel de mi cuello.
-NamJoon~- gemí cuando su húmeda lengua se paseo por aquella zona.
Sus manos quitaron mi camisa, desnudándome con lentitud.
-¿Tienes idea de cuanto he esperado por esto?- preguntó apoyando su frente en la mía, acariciando mi torso desnudo -¿De cuanto he querido tocarte?-
-No lo sé, y me lamento tanto de no haberme percatado de ti como algo más que mi amigo-  respondí, atreviendome a besar su cuello.
Sus dedos se sentían fríos sin embargo, por donde pasaba él, dejaba un camino de creciente calor sobre mi piel, y, sinceramente, ame esa sensación.
Sus labios se unieron a los míos y mis dedos retiraron su saco, me condujo a la cama, empujandome levemente, uniendo nuestras caderas, rozándonos por encima de la ropa. Gemí sin vergüenza contra su boca mientras me sentía caer sobre la cama.
Desprendí botón a botón su camisa mientras yo notaba sus labios, dientes y lengua, recorrer  mi torso, mordiendo con impetu la zona baja de mi ombligo.
Noté mi miembro apretar contra la tela de mis pantalones, era totalmente doloroso. El deseo me consumía y yo no podía más que gemir y suspirar ante sus caricias.
-Quítamelos, duele- pedí y oí una risa de su parte.
Desabrochó mi cinturón y mis pantalones, quitandomelos por completo, notando tambien el ligero aire frío de la habitación contratarse con mis humedecidos boxers.
Nam Joon se quitó la camisas y la dejó caer en algun punto de la habitación, posicionandose entre mis piernas.
-Ojalá pudieras verte ahora mismo, Jin- se mordió los labios, paseando sus dígitos por mis piernas, logrando de que me estremeciera ante su contacto. Me encantaba, lo adoraba...
-Joonie~- gemí cuando sus dedos rozaron mi miembro.
-Sigue llamandome asi- pidió, bajando mi boxer con sus dedos, arañando mi piel, calentandome de sobre manera.
Su derecha tomó mi eje y con movimientos suave, lo acarició. Un vaiven enloquecedor que me hizo ver las estrellas, aunque, ví el universo entero cuando sentí sus labios sobre la coronilla de mi miembro, apretando, chupando.
Mis dedos se enredaron en su cabello y me sentí desfallecer, comenzó un vaivén embriagador.
-Si sigues, me correré- advertí, lamiendome los labios.
El chico rió y volvió a colocarse a la altura de mi boca, besandome con parsimonia.
Ensalivó dos de sus dedos y comenzó a internarlo en mi interior con cierta delicadeza.
-¿Alguna vez haz sido pasivo?- preguntó sobre mi boca, con un tono totalmente ronco.
-En un par de ocasiones...- respondí, notando como la punta de su índice, comenzaba a golpear aquel punto en mi interior -Ahhh~-
Internó un segundo dedo, ensanchando mi entrada, logrando incomodarme un instante antes de arquearme por mero placer.
-Entra, entra ya- supliqué antes de ver su sonrisa y como se alejaba para terminar de desnudarse. Cuando pude divisar su miembro, sentí mi cuerpo estremecerse, era grande, más grande que yo... Y, en vez de sentir miedo por el próximo dolor, me sentí ansioso.
Tomó su miembro entre su mano y lo frotó con ímpetu contra mi entrada. Empujó levemente y poco a poco, se adentró en mi interior.
Noté mi respiración agitarse y mi cuerpo a punto de ebullición.
Se mantuvo quieto unos segundos, esperando, la mínima señal para comenzar con sus embestidas.
-Nam Joon- dije aún en tono de súplica -Márcame como tuyo-
Su mirada marron se cruzó con la mía antes de que, se inclinara hacia mi. Me besó en los labios y acalló mis gemidos cuando empezó a embestir.
Tras unos minutos de embestidas, logró darme en aquel punto, aquel punto dulce que me hacía ver las estrellas. Mis manos subieron por su cintura a sus hombros, arañando su espalda con suavidad, bajando por el centro de su espalda hasta sus caderas y  trasero...
-Ahí... Si... Ahí, más~- gemí y eché mi cabeza hacia atras, notando como besaba y mordía mi cuello.
-Te amo, te amo- repitió una y otra vez, moviendo con frenesí cu cuerpo contra el mío, marcándome como suyo.
El se vino primero,en mi interior, y yo, al sentir ese calor, me corrí con fuerza, entre su pecho y el mio.
Nam Joon se recostó a mi lado, mirando el techo, totalmente cansado y sudoroso.
El realmente me amaba, realmente me quería...
-Lo intentaré- dije, mirándolo.
Su mirada se encontró con la mía y me sentí como nunca antes me había sentido. Su cara mostró el asombro que seguro sentía, abrazandome con fuerza.
-Prometo que jamás te haré daño- dijo y yo lo abracé de vuelta, acurrucandome en su pecho para conciliar sueño.
Hasta el día de hoy estamos juntos, lo amo, amo a NamJoonie, amo cuan torpe y dulce es, amo cada detalle suyo.
No guardo rencor a Kook, al contrario, le agradezco, gracias a él, Joon está junto a mi.
Ahora, solo nos queda marcar memorias juntos, marcar recuerdos para no olvidarlo, para que la proxima vez que despierte en la camilla de un hospital, si es que sucede, su nombre esté grabado tanto en mis memorias como mi piel, y, que cuando recuerde, los ojos se me llenes de felicidad y dicha, al encontrarlo a mi lado.

Fin!

hjhaskjhdjksdf

GIF TIME:



martes, 10 de mayo de 2016

Mini Fic~ "Cuando recuerde" (NamJin) Cap. 2 ^^~

Hola!



Género: Yaoi
Capitulo: 2 de 3
 Grupo:  BTS
Pareja: NamJoon x SeokJin
Título: "Cuando Recuerde"

Narra Jin:

         La puerta de la habitación se abrió, la enfermera entro con una silla de ruedas
-Jin,debes acompañarme, siéntate ,te llevaré  a hacer los exámenes-
Sin decir nada, me senté  en la silla, mi cabeza estaba aturdida y llena de preguntas, mis ojos lo observaban todo, pero a la vez quería encontrar algo que explicara mi situación.
Los examen fueron  largos y tediosos, por momentos cerraba los ojos en la  maquina gigante de tomografia donde me hacian estudios de mi cabeza, "Como si asi recuperaran mi historia de algun modo" pensé, lleno de sarcasmo.
Cuando por fin terminaron el examen ,me dejaron en aquella habitación otra vez.
Luego de un rato ya me encontraba vestido con mis jeans, mi camisa y los tenis, listo para irme, listo para recuperar mi pasado.
El joven doctor se hizo presente  con .unos papeles en la mano.
-Jin,vamos te llevare, al unico lugar donde puedes recuperar tu memoria- dijo, y su mirada se volvió brillante y sincera.
Sin preguntar nada solo me deje llevar. Había algo en ese joven que me hacía confiar en el.
Luego de un rato, llegamos en su auto a una casa en la zona residencial de la ciudad, una casa  con jardines impresionantes.
-Vamos, sal de ahi- dijo  regalándome una sonrisa
Baje del auto y mire aquella edificación tan  imponente ante mis ojos.
-¿A donde me trajo doctor?-pregunte  con asombro.
-A mi casa- dijo, dirigiendo sus pasos a una de las entradas .
Lo seguí  observando el lugar, todo alrededor era agradable.
La voz de Nam Joon  resonó en mis oidos y mi mente estaba en blanco tratando de recomponer recuerdos.
-Jin, ven pasa y ponte cómodo, desde ahora en mas este es tu nuevo hogar, al menos por un tiempo-dijo.
La gran sala era hermosa, sencilla, llena de luz.
Todo era tan extraño y reconfortante a la vez, yo siendo un extraño para Nam Joon y el con su sonrisa queriéndome atender como si me conociese de toda una vida.
Los dias pasaron y con ellos pasaron mis  dudas sobre mi terminar mi vida...
En mi mente guardaba un secreto, un sueño recurrente, alguien estaba en él, una persona que me hacia sentir bien.
Su nombre llego a mi memoria luego de que despertara aquella mañana, su sonrisa, su voz llenaron mi mente, al igual que el vago recuerdo de una casa a fuera de la ciudad.
Sin decir nada baje la escalera,  en la sala  estaba Nam Joon mirando un programa de tv, cómodamente en uno de los sillones.
-Hola, buenos dia Jin- dijo  el rubio .
-Hola - conteste a su saludo.
Mire a la ventana  las gotas de lluvia recorren el cristal  una con otras juntandose  para ser una sola.
Subi a  la habitación otra vez, tomé un saco del guardarropas, las llaves y sali a la calle dejando atras a Nam Joon.
-Jin, espera, ¿A donde vas?- pregunto.
Yo segui mis pasos hasta llegar a la para del bus.
Mire por la ventanilla, los autos iban y venían por la ciudad.
Iba en busca de un recuerdo, ese que me visitaba cada noche en mi mente, ese sueño que quería revivir una y otra vez.
Cuando al fin  el bus terminó su recorrido, el chófer solo dijo una vez -Destino-
Baje por los escalones del bus y frente a mi cruzando la calle estaba la casa de mis sueños y en ella mil recuerdos.
Me apresure hasta llegar a la casa, cuando llegué hasta la gran ventana que daba a la calle  vi algo que me dolió mas que una puñalada, no pude creer lo que veían mis ojos.
La misma persona en mis sueños, esa que ame durante tanto tiempo estaba con una chica en la sala de estar de sillones blancos y mullidos, abrazándola y besando sus labios..
Mi corazón se partió en dos al instante, las lagrimas llenaron mis ojos, mis manos se cerraron en puños de impotencia, mi mente retrocedió hasta el mismo momento en que su voz lleno mis oidos con sus palabras.
-Jin, lo siento...pero la amo... y formaremos una familia juntos-
Esa frase llego a mis recuerdos y como fragmentos de una película ante mis ojos llegaron las veces en que  lo abrazaba, lo besaba y eramos felices.
Fragmentos de mi vida, junto a Jungkook, los mismos fragmentos que recorrieron mi memoria mostrándome como fue  que salí corriendo al puente y con tanto dolor de haberlo escuchado, el amaba a una chica que conoció en su trabajo .
Fue asi que me tire del puente, sumergí mi cuerpo dentro del frío río, tratando de ahogar  mi dolor hasta sentir como una piedra golpeaba mi cabeza y todo se oscurece. Ya no siento frio.
En el presente, mi pecho se parte en dos otra vez, frente a mis ojos, el causante del dolor abraza a su nuevo amor.
Siento unos brazos rodeando mi cintura, las gotas de lluvia recorren mi rostro haciendo que las lagrimas se pierdan en ellas como las gotas en el cristal.
-Ahora lo sabes...-dijo NamJoon
-Tu lo sabias durante todo este tiempo- dije girando mi cuerpo para mirarlo.
-Si, lo supe siempre, desde que tu estabas con el, fuimos amigos ¿Lo recuerdas?- dijo, en un tono bajito.
-Ahora recuerdo todo- dije entre hipidos y comencé a llorar sin importar nada.
-Yo te amo Jin- dijo  abrazándome  fuerte- Es por eso que te cuide durante tanto tiempo, por la misma razón, ya  no queria verte sufrir-
-Ahora entiendo, muchas veces me repetiste la misma frase una y otra vez: Cuando recuerdes...pero nunca terminaste...- dije sollozando bajito en el hueco entre su cuello y hombro.
-Cuando recuerdes, estaré allí para cuidarte- dijo seguro y apretándome mas  a el.
Quiero separarme de el, pero sus brazos me lo impiden.
-Te amo y no permitiré que te lastimes, no de nuevo-
-No lo hare, lo prometo-
Nos separamos  y nos miramos, estábamos mojados.
El no levantó su mirada, yo solo lo observo.
¿Como no me di cuenta antes de que tengo a mi lado un tesoro sin descubrir? ¿Un diamante en bruto sin ser apreciado?
-No te sientas apenado, no sientas vergüenza, permiteme asimilar tus sentimientos.-dije, mirando sus manos, notando como tomaba las mías.
Levanto su mirada  y con un gotas de lluvia recorriendo su mejilla  hizo una mueca queriendo parecer a una sonrisa.
Como si  mis palabras lo hubiesen aliviado.
-Vamos, larguémonos de aqui.- dije, ya no hay nada que hacer ahora, solo debemos seguir nuestras vidas.
Caminamos hasta llegar al auto de mi  alto y rubio compañero.
Lo miro en silencio y el me mira  en silencio también  pero siento que queda una esperanza...
La de ser felices pero juntos.

Fin Parte 2!

asjdklajskldlasjd <3


Gif Time:


Mila ^^~

jueves, 5 de mayo de 2016

TwoShot ~ "Dangerous Boy" (RapMonster x Fan) PARTE 2

Holaaaaaaaaaaaaaaaaa~~~



Título: Dangerous Boy
Tipo: Hetero Lemon
Clasificación: PG -18
Grupo: BTS
Pareja: NamJoon (RapMonster) x Fan
Parte 2

Narras Tu:

              Me encaminé a mi habitación cuando noté que todos se habían ido a dormir, inclusive mi madre.

Subí las escaleras y noté una mano tomar la mía. Estuve a nada de dar un notorio chillido pero, una mano apareció en mi boca. ¿Un secuestro? Me removí nerviosa entre los brazos de ese alguien. ¿Y si no volvía a ver a mi familia? ¿Y...

-Soy yo, tonta- advirtió él y su voz me llevó del susto a los nervios -Si te suelto, ¿Prometes no hacer un escándalo?- preguntó.

Asentí nerviosa aún y el toque de sus manos desapareció.

-¿Que mierda te pasa?- pregunté, lo bastante enfadada como para hacer el escándalo de mi vida.

Vi su sonrisa y una mirada suya. Entre penumbras, sus ojos parecían más brillantes que de costumbre, sus labios volvieron a curvarse y con un rápido movimiento, sus manos se aferraron a mi cintura atrayéndome a su cuerpo.

-¿Q-Que...- comencé a taramudear pero no pude terminar la frase, puesto a que sus labios tomaron los míos.

Algo en mi interior explotó, algo que no sabía siquiera de su existencia.

Me besó... Nam Joon, la persona que más aborrecía del mundo, me besaba con lentitud, con algo que no podía identificar. Y, para colmo, me estaba gustando. Llegué al punto en que mi cuerpo no respondía.

Cuando sus labios se alejaron de los míos, me miró a los ojos aún sin separarnos del todo, al parecer notó mi batalla interna.

-Bien, te ayudaré a elegir- susurró contra mis labios antes de besarlos con impetu, con una pasión a la que no era capaz de comparar con nada.

Pronto, me empujó con suavidad hacia mi habitación, adentrandonos sin hacer el menor ruido.

¿Que si estaba asustada? Por supuesto que lo estaba, pero ese... algo que no podía identificar, me estaba llevando a corresponder a su boca y a enredar mis dedos en su cabello. Cerró la puerta detrás de mi y me acorraló entre la misma y su cuerpo.

Era tan alto que me hacía sentir una pequeña niña a su lado.

Nos separamos por falta de aire, mirandonos a los ojos, sonriendo bajo las penumbras de una solitaria vela sobre mi mesa de luz.

-¿Por qué haces esto, Nam Joon?- pregunté cual susurro.

-Porque quiero, siempre quise hacer esto- afirmó, besando mis labios.

-Espera, espera un segundo- dije antes de continuar -Entonces... Las peleas, los insultos, ¿Todo fué una farsa?- pregunté, alejandome de él, sentandome en mi cama.

El se mantuvo en silencio y asintió.

-¿Qué pasará luego? ¿Qué pasará mañana por la mañana? ¿Volverás a la rutina de insultarme?-

Se acercó a pasos lentos, sentandose a mi lado.

-Ya no más, no quiero mostrar al mundo que te odio cuando no es asi. Desde que tengo memoria, siempre me has gustado, solo que no sabía como reaccionar, ¿que podía hacer? Sabía que cualquier cosa que hiciera la rechazarías...-

Su confesión me dejó atónita, tanto que no pude más que sonreir al ver un ligero sonrojo aparecer en sus mejillas. 

Por mi parte, no quería negarlo, no mas.

Me acerqué aún más a él, y tomando su rostro entre mis manos, lo besé una vez más, aunque no fué como los anteriores, fué un roce torpe, sin experiencia, un roce de labios.

-_____________- susurró él antes de sentir sus manos presionar mis caderas, atrayendome a las suyas. 

Me coloqué sobre su regazo, el suspiró, y noté su cuerpo tensarse bajo la yema de mis dedos. Nos miramos a los ojos unos instantes y note mis mejillas calientes.  Era demasiado atractivo...

Nam Joon no tendria los ojos de Tae o la amabilidad y belleza de Jin, pero, poseia algo totalmente embriagador,  algo que despertaba cosas en mi que nadie había despertado antes.

Sus manos subieron por mis piernas a mis muslos,  apretandolos, acariciandolos. No pude mas que dar un pequeño gemidito mientras notaba como continuaba con su camino, subiendo y subiendo hasta mi trasero.

-Eres perfecta- susurró antes de volver a besarme y apretar mi trasero entre sus manos. 
Una vez mas algo pulsó en mi interior, enviando descargas eléctricas a algún punto de mi cuerpo.

Mientras tanto,  mis manos bajaron desde sus hombros a su abdomen, aquella t-shirt comenzaba a molestarme de sobre manera.

El se separó un instante para quitarse la campera de cuero. Dios, no tenia músculos marcados ni hombros tan amplios, ni grandes rasgos que remarcar. Era natural,  lo que facilitó mucho la situación.

Su lengua se pasó por sus labios antes de sonreir y inclinarse hacia mi.

Mi blusa de punto dejaba al descubierto mi cuello en su totalidad, por lo que,  el chico debajo de mi no se demoró en besar mi cuello.

-Eres peligroso, eres un peligro para mi- dije como pude entre leves suspiros.

-Me alegra mucho saber que tengo ese efecto sobre ti- contestó entre leves risas -Ahora,  escte chico peligroso te pide encarecidamente de que te quites esa blusa antes de que la termine desgarrando-

No pude evitar reir, lo que tenia de tonto, lo tenia de pícaro.

-Quítamela tu- le pedi alzando las manos.

El chico se ruborizo levemente antes de sonreir.  Sus habiles manos tomaron mi blusa y la deslizaron sobre mi piel, que, al entrar en contacto con el frio de la habitación, se erizo.

Nam Joon se mordio el labio inferior antes de abalanzarse a morder los mios.

-Tu turno- susurre sobre su boca.

Rio y se quito él mismo la t-shirt.

Un abdomen plano y con algun ligero abdominal, apareció frente a mi. No tarde en pasear mis dedos por su torso y volver a su rostro. 
Ese chico era mi completa perdición...

Sus ojos vagaron por mi cuerpo, sus dedos juguetearon con el inicio de mi pantalón.

-Recuestate- dijo y su voz me aceleró el ritmo cardíaco.

Me recoste sobre la cama, viendo como con la punta de sus dedos desataba mis botines.

"Que vergüenza,  Dios mio" pensé, y oi su voz una vez mas.

-Levanta la cadera- pidió y obedecí,  demasiado nerviosa como para negarme. Elevé la cadera y me desprendí los pantalones, suspirando.

Bajo la luz de las velas, vi su expresión. Sus ojos se desorbitaron unos segundos y miraron los mios, rápidamente se estiro y paseo sus dedos por  la cada interna de mi muslo derecho.

-¿Desde cuando tienes ese tatuaje?- preguntó, tragando saliva sonoramente.

-Fué una apuesta con mis amigas, estaba lo bastante ebria como para recordar eso o lo otro...- dije, recordando aquella salida con las chicas. Miré a Nam Joon y ví su ceño fruncirse.

-¿Lo otro?- preguntó -No, espera... ¿Eres virgen?-

Me mordí el labio inferior y lo miré, dudando...

-Fué todo una gran apuesta, no recuerdo nada d- comencé a decir y noté como giraban mi cuerpo bruscamente -¿Q-que haces?-

No respondió, simplemente elevó mi trasero y comenzó a acariciarlo.

-¿Por qué?- preguntó.

-Yo...- comencé a decir, quedandome sin palabras pronto.

Dolió más de lo que esperaba, aquel chico había dejado caer su mano sobre mi trasero.

-¿Por qué no has esperado por mi?- preguntó, apoyando su pecho en mi espalda, meciéndose sobre mi cuerpo.

-No significó nada para mi. Ademas, no sabía que esto pasaria- dije mordiendome el mano, notando la piel de mi glúteo escocer -Por otro lado... ¿Tu lo eres?-

-N-no, pero...- 

-Oh Dios, ¿y me repriendes cual niña pequeña cuando tu ya lo has hecho antes?- comenté, y lo noté estremecer a mis espaldas.

-Lo Siento...- dijo, besandome el hombro y bajando, besandome en el centro de la espalda hasta mi trasero, dando algun que otro beso sobre donde su mano había azotado antes.

-No significó nada para mi aquel chico, solo recuerdo su nombre. A decir verdad WonHo no era más que un idiota jugando a ser grande- dije, soltando un suspiro.

-Me alegra saberlo- se sonrió, mirando mi gluteo -Está empezando a enrojecer. Lamento mucho decir que me ha gustado...-

-Lo mismo digo- admití.

-Tal vez en algun otro momento...- dijo, sonriendo.

-No me negaría nunca a pasar más tiempo contigo a partir de ahora- le sonreí y sentí sus dedos sobre mi cuerpo una vez más.

Sus finos y largos dígitos se engancharon en los tirantes de mi sosten, deslizandolos por mis hombros, dejandolos caer por fin. Me desabrochó el sostén y lo dejó caer en algun punto de mi habitación.

Me cubrí con mis manos, demasiado avergonzada como para mostrarme ante el con naturalidad. Ví su sonrisa y sus manos tomar las mias.

-Me gustas de esta forma, me gustas tu. No me arrebates el momento que más he esperado desde que tengo uso de memoria, por favor- pidió y sus palabras lograron de que me ruborizara el doble. El decía la verdad, el brillo de sus ojos me lo dijo.

Entrelacé mis dedos con los suyos unos segundos antes de dejarlo tocarme.

Sus manos atraparon mi cintura, acariciándome. Notaba sus piernas entre las mías.

Las paredes de mi habitación se iluminaron por un breve segundo y vi los dibujos que hacía la lluvia. Las pequeñas gotas de agua bailoteaban sobre el vidrio de mi ventana.

Atraje sus labios a los míos y antes de que continuara su camino de besos, giré en la cama para sentarme sobre sus caderas, provocando un gemido de su parte. Una cortina de cabello cayó hacia adelante, seguramente, haciéndole cosquillas en el abdomen.

-Deberías verte ahora... Dejaría al mundo entero de lado por tenerte siempre de esta forma, ______________- su voz sonó como un susurro, le sonreí y comencé un camino de besos y mordidas por todo su torso hasta llegar al inicio de su pantalón.

Desabroché sus pantalones y con lentitud, los bajé junto a su ropa interior. Cuando al fin estuvo libre, lo ví en su totalidad.

Era como si un maldito Adonis estuviera sobre mi cama, sin preocupaciones, sin vergüenzas. Sin embargo, no era asi, el chico estaba nervioso, al igual que yo.

Su miembro estaba totalmente tieso, hinchado, demasiado erguido como para saber a simple vista de que no le dolía.

Lo acaricié entre mis dedos, deleitándome con sus expresiones. Dios, era perfecto, Nam Joon era perfecto.

Me incliné sobre él y noté su brillosa mirada.

-N-no es ne-necesario q-que...- tartamudeó y no le permití continuar puesto a que besé su miembro sin culpa alguna. Su espalda se arqueó y sus caderas se retuvieron.

Pasee mi lengua por su eje antes de engullirlo, moviéndome sobre él, notando su cuerpo retorcerse con fuerza.

-Oh ___________- gimió el chico enredando sus dedos en mi cabello. -No, detente, m-me voy a correr si continúas...- advirtió y me alejé de él.

-Nam Joon- lo llamé y sus ojos miraron los míos -Hazme el amor-

Atrajo mi rostro hacia el suyo, besándome con ímpetu, con pasión. 

-Eres peligrosa, aún más de lo que soy yo- susurró sobre mi cuello, recostándome una vez más sobre la cama.

-Lo tomaré como un cumplido- sonreí ayudandolo a bajar mis bragas.

Estaba demasiado excitada como para pensar en nada más, lo necesitaba, necesitaba que fueramos uno, y estaba segura de que él estaba en mis misma condiciones. 

Rompió el envoltorio metálico entre sus dientes, colocándose el preservativo. Sus dedos con delicadeza, se dirigieron a aquel punto de mi cuerpo.

-Estas muy mojada, Dios- dijo, acariciando mi entrada para luego meter un dígito con total parsimonia. 

Mi espalda se arqueó, había pasado tanto tiempo desde la ultima vez que había estado con alguien de esa forma,y, lo que pensé que sería incómodo, se tornó dulzura y pasión. Mi espalda se arqueó mientras que mi boca marcaba una O.

Internó un segundo dedo y me tuve que tapar la boca con fuerza, se sentía tan bien...

-Nam Joon~- gemí su nombre en un tono audible.

Movió sus dedos, preparandome.

-Por favor, métela ya- pedí mordiendome el labio inferior, tragando saliva.

El rió y dirigió su miembro a mi entrada. Dí una bocanada de aire antes de notarlo entrar en mi. Me fué imposible no comenzar a lagrimear, había pasado más de un año desde entonces.

Ver sus expresiones fue lo que más me relajó. Cerró los ojos  gimió, mirandome a los ojos pronto.

-Muévete- supliqué y dió una embestida, luego otra, y otra. Joder, marcaba un maldito compás. En pocos minutos había logrado hacerme esperar ansiosa a por su siguiente envite. Sin poder evitarlo, mis uñas se clavaron un poco en la piel de sus hombros y espalda. 

Me besó en los labios y cambió por un ritmo más acelerado. Lo sentía perfectamente, sus estocadas, cada una de ellas daba perfectamente en aquel lugar, en aquel punto deseado.

-Ahh, Joon, no te detengas, por favor- dije contra su piel.

Apoyó su frente en la almohada y gimió, gimió con fuerza, bajando un poco luego para poder morder mi cuello, oculté mi rostro en su cuello, gimiendo sobre su piel.

-Te amo, te amo tanto- 

Su voz ronca me erizó la piel y me llenó de dicha.

-Y yo a ti, te amo- admití sonrojandome y gimiendo, moviendo mis caderas, invitándolo a aumentar de ritmo.

Sus guturales gemidos, los míos, el sonido de la lluvia pegar contra la ventana de mi habitación, los truenos, el sonido de las sábanas arrugándose y el sonido de nuestros cuerpos en movimiento, eran la sinfonía perfecta.

Diciendo incoherencias bajitas sobre mi piel y besándome sin detenerse, me llevó al quinto cielo, me quebré, me rompí en mil fragmentos en sus brazos y gemí, gemí en su oído.

Me tomó entre sus brazos, besándome en los labios. 

-¿Que pasará con nosotros a partir de ahora?- pregunté, recostándome en su pecho. Nos tapó con una frazada,  y me abrazó.

-No pienso dejarte ahora, no te dejaré ir- dijo, besando mi frente.

-Entonces mantente conmigo siempre- respondí, cerrando los ojos, notando su cuerpo caliente junto al mio, relajado.

--------- ( ͡° ͜ʖ ͡° ) ---------

               A la mañana siguiente todo pareció volver a la normalidad, despedí a mis familiares, a mis abuelas, a mis tías, a las gemelas y por ultimo a mis tios de Ilsan. Debo admitir de que me ruboricé al saludar a mis tios, ¿Y si nos habían escuchado? Rápidamente descarté la idea.

El pequeño Tae me abrazó con fuerza y tomó la mano de su hermano mayor. Jin me miró y se sonrió.

-Nos vemos en el instituto- dijo saludando.

Asentí y mientras mi madre se despedía de su hermano, miré a Nam Joon. Habíamos despertado juntos, con pequeñas marcas en nuestros cuerpos. Se fijó de que nadie nos mirara y se inclinó a darme un beso en la mejilla.

-Nos vemos mañana- sonrió separándose rápidamente, me miró a los ojos y entendí el mensaje.

-Nos vemos, cuídate- respondí de la misma forma antes de verlo marchar.

A partir de aquella noche, nadie más lo sabe. Somos muy cuidadosos, tratamos de vernos de vez en cuando, tratamos de recuperar el tiempo perdido o al menos conocernos aún más de lo que ya lo hacemos.

No puedo pasar un día sin pensar en el, sus besos son adicción, y su presencia, la presencia de ese chico en mi vida, era meramente peligroso.



FIN


Mila ^^~

miércoles, 4 de mayo de 2016

TwoShot ~ "Dangerous Boy" (RapMonster x Fan) PARTE 1

Holaaaaaaaaaaaaaaaa!!


Título: Dangerous Boy
Tipo: Hetero Lemon
Clasificación: PG -18
Grupo: BTS
Pareja: NamJoon (RapMonster) x Fan
Parte 1

Narras Tu:

          Me acomodé la ropa por vez número catorce en quince minutos...

Definitivamente no estaba nerviosa, no, para nada.

Mis ojos parecían estar más oscuros aquella tarde, miré los leves rastros de maquillaje y me solté el pelo, dejandolo caer como una larga cortina sobre mi espalda. Los tacones y la falda me hacían ver mayor. 

-Estas preciosa así ______________, ¿podrías ayudarme a preparar la mesa? ¿Por qué tanto empeño en arreglarte? ¿Viene algún chico que te gusta?- dijo mi madre, tras de mi, con una sonrisa pícara en los labios.

-Ay mamá, no, ¿como crees?- me quejé y  me eché un solo mechón de cabello hacia adelante.

Miré a mi madre y le besé la mejilla, parecía mucho más joven de los años que cumplía. 

-Seré vieja, pero no tonta, cariño. No me molestaría que consiguieras algun chico, a tu edad lo veo como un mal necesario- se sonrió, y era cierto, a sus cincuenta tenía aún más luces encendidas que una niña inocente de dieciseis.

-Justamente por ser un mal, en estos momentos no necesito a ninguno- oh, vil mentira, por supuesto que quería salir tomada de la mano con algun chico apuesto de la ciudad, pero, sinceramente, ¿Quien miraría a la chica inocente que vivía en librerías en vez de pubs?

Me encaminé al comedor y comencé a preparar la mesa para la cena. 

Mamá, por su cumpleaños, había organizado una gran cena para toda la familia. Desde mis abuelos hasta gente que no tenía ni mínima y mísera gana de mirar a los ojos, todos vendrían.

Sería una noche compleja, demasiado estresante, demasiado.

-Mamá, ¿estas segura que vendrán los tíos desde Ilsan?- pregunté acomodando la última copa.

-Claro que si- aseguró, apareciendo en el umbral de la cocina.

-Pero Mamá... No quiero ver a ese idiota- me quejé y ella rió.

-Nada de peros, sigue siendo tu primo. Deberian de llevarse bien, es un buen chico- insistió ella antes de continuar en lo que hacía.

-Un buen chico que me hace la vida a cuadros y maldiciones- murmuré.

Antes de emitir alguna otra palabra más, los invitados llegaron marcando presencia con el incesante pitido del timbre.

-Atiende tu cariño- dijo  mi madre y con el alma en los pies, obedecí.

Primero llegaron mis tías junto a mi abuela. Me llenaron de besos innecesarios, abrazos demasiado fuertes y halagos empalagosos.

-¡Dios mio! ¡Mi hermana ha hecho un gran trabajo contigo! ¡Estas preciosa!- dijo una de mis tias, abrazándome una vez más.

Los gritos de mi mama no se hicieron esperar, al igual que los correteos de mis primas, las gemelas, por la casa. 

Los siguientes en llegar fueron mis abuelos por parte paterna. Mi padre viajaba demasiado, por ende, lo veía poco. Sin embargo, mi abuelo era lo más parecido a un padre. En cuanto pasó la puerta de la casa, me abrazó con fuerza y se adentró junto a mi abuela, quien me llenó las mejillas de besos sonoros.

Cerré la puerta y suspiré, atendí a los invitados y me dirigí un segundo al baño para quitarme los restos de labial rosa y rojo de mis tías. Me miré a los ojos antes de oir que el timbre sonó.

Mis pasos sobre los suelos de cerámica resonaron mientras que intentaba caminar lo más elegantemente posible con los tacones. Al abrir la puerta, mis tíos de Ilsan me miraron y se sonrieron.

-Por un momento creí que había viajado en el tiempo, realmente estas igual a ella- dijo mi tio, abrazandome.

Le sonreí y abracé a mi tía, siguiendo por dos de mis tres primos, Taehyung (el menor) y Jin (el mayor).

Relamente, no tenía ningun inconveniente con los allí presentes, puesto a que eran realmente cálidos, sin embargo, el dueño de mis pesadillas no estaba allí. 

Los Kim tenían un único defecto, uno solo...

Pasaron a saludar y yo los ví marchar. Fué cuando al intentar cerrar la puerta, lo ví.

Como decía antes... 

Los Kim tienen un único defecto, uno solo... Ese defecto, de 1,81 cm de altura, piercing el labio inferior, ojos oscuros, cabello esta vez violeta oscuro, que vestía de chaqueta de cuero negro con algunas tachas de metal, jeanes desgastados y converse rojas. Si, esa clase de defecto.

Una clase de defecto de piel canela y un llamativo tatuaje que comenzaba en el cuello y abarcaba quien sabe hasta que punto de su cuerpo. Si, ese defecto...

Un defecto con nombre y apellido.

Kim Nam Joon.

-Bueno, bueno, que tenemos aquí. ¿La niña inocente de mami se ha dejado influenciar por algunas amigas? ¿Nadie te dijo que no puedes usar faldas con esas piernas?- preguntó apoyandose en una mano sobre el marco de la puerta.

- ¿Y a ti no te han dicho que eres un baboso y engreido? - sonreí con sarcasmo.

Realmente me sacaba de mi eje.

-Veo que sigues siendo la misma niña de mami- comentó, adentrándose en mi casa y pasando su brazo izquierdo sobre mi hombro.

Lo miré, visiblemente de mal humor.

-Al parecer al fin han hecho las paces después de años- sonrio la madre de Joon.

El chico a mi lado me sonrió y los hoyuelos se marcaron en sus mejillas.

-Creo que ambos hemos madurado, mamá- aclaró mi odioso primo.

Yo me limite a sonreir y parecer agradable.

En cuanto Nam Joon saludó a mi madre, todos se acomodaron en sus lugares en la larga mesa. Mire a mis lados y sonreí al ver que a mi derecha estaba Tae y a mi izquierda estaba Jin, el último me miró y me regaló una sonrisa.

Joder...

Entendia la ensoñación de mis amigas al verlo pasar por los pasillos del instituto. Era guapo, demasiado para su bien.

Al mirar al menor, me percaté de que en un par de años, daria vuelta la situación. De ojos bonitos y de sonrisa rectangular, lograria conquistar a cualquiera.

Por desgracia,  mi MALDITA desgracia, frente a mi se sentó Nam Joon, quien me sonrió y se dirigió al mayor.

-¿Me dejas ahi, hyung?-

Jin lo miró confundido y terminó asintiendo,  cambiando de asiento con aquél... chico. ¿Había peor situación? 

Lo miré de reojo y dejé escapar un bufido silencioso, él solo se sonrio y, en cuanto sus labios se curvaron, no pude evitar sonrojarme levemente.

Era demasiado lindo cuando se sonreía, algo que no hacía muy a menudo, no al menos frente a mi, miré sus rasgos un segundo más del necesario antes de agradecer por la comida y comenzar a cenar en silencio, escuchando las conversaciones de todos. ¡Hasta el pequeño Taehyung charlaba con las gemelas. quienes solo sabían hacer aegyo y reir. 

Mi mamá estaba en sus aguas, siempre se le habían dado bien ese tipo de eventos, sin embargo, yo no dije palabra alguna, estaba mucho más preocupada por el chico a mi lado que por mi propio apetito.

Probé la carne y sonreí. Era una delicia, aunque, todo, se nubló de pronto.

Solo noté los calientes dígitos posarse sobre la piel desnuda de mi pierna izquierda. Miré a Taehyung, no, no había sido él. Miré a Jin y estaba demasiado lejos como para llegar a rozarse accidentalmente conmigo de aquella forma. Sin embargo, mi proximo y acertado candidato, no lo había hecho sin querer, no... 

Fue con toda la mala intención.

Aparté mi pierna de el, apretando ambas.

¿Que mierda le pasaba? ¡Estabamos en una maldita cena familiar! ¡En la mesa había menores de edad (incluyendonos)!

Sus calientes dígitos se volvieron a posar en mis piernas, esta vez sobre mi muslo, dibujando amorfas figuras.

-¿Que mierda crees que haces?- pregunté por lo bajo, intentando no tartamudear.

-Solo me divierto un poco, niñita engreída- respondió, bebiendo del jugo de frutas que nos habían servido a todos.

Aparté la pierna una vez más y dí un leve brinquito en mi lugar, intentando alejarme.

Aunque, Nam Joon fué mucho más inteligente que yo, su pierna derecha se enredó con mi izquierda, obligandome a estar unto a él y a abrir irremediablemente las piernas.

Su índice se paseo por mi rodilla, haciendo círculos amorfos.

-Quítame tus asquerosas manos de encima- advertí y el volvió a reir.

-¿Y cuentame, _____________, como te va en tu clase?- preguntó él, intentando parecer de lo más natural posible mientras, por de bajo de la mesa, sus dedos se paseaban sin detenerse por mi pierna.

Lo miré totalmente sonrojada. Bajé mi mano con disimulo hacia la suya y la pellizqué, intentando de apretar su piel entre mis dedos con fuerza. Cuando al fin se alejó, suspiré, realmente más tranquila.

-Bien, supongo- sonreí, probando la ensalada de mi plato.

-¿De verdad? ¿Alguna materia en la que tengas más...- hizo una pausa para estirarse a alcanzar un boyo de pan, acercandose innecesariamente a mi -... dificultades?-

-Emm... si, Histo-Historia- tartamudee nerviosa y vi su sonrisa.

Sus dígitos se volvieron a posar sobre mi piel, aunque, esta vez, su mano presionó mi piel con total entereza.

-A mi tambien me cuesta bastante, aunque... Biología me resulta muy sencilla- comentó, mordiendose los labios, dejándolo escapar pronto.

Eran gruesos, demasiado.... sugestivos.

-¿Por qué haces esto?- pregunté bajito, sonrojandome, notando como su mano subía por mis muslos, hasta el inicio de mi falda.

Noté mi respiración agitarse y mis mejillas enrojecer de sobre manera. 

-Me encanta molestarte- se sonrió, apretando mi muslo -Ademas, eres realmente tentadora- 

Apreté mis piernas y el sonrió. Me dí cuenta de que fué un gran error.

"Reacciona, ¡Reacciona por favor!" pensé, en vano, estaba totalmente paralizada.

Fué entonces cuando me percate de mi creciente líbido. Mierda. La situación me estaba poniendo a tono y aunque mandara ordenes a mis piernas para contener mis músculos, éstos no respondían.

"No ahora, por favor" supliqué y mi mano tomó su muñeca, algo tarde por cierto puesto a que sus dedos comenzaron acariciar mucho más allá de lo permitido.

Mis labios se entre abrieron y sentí algo en mi interior agitarse. Las cosas se me estaban yendo de las manos y lo unico que deseaba era que todos se fuera para tener una charla, una muy larga charla con aquel chico de ojos café.

-______________- oí la voz de Jin y levanté la mirada.

-Di-Dime- contesté.

-¿Te sientes bien? Estas roja- preguntó, frunciendo el ceño levemente.

-E-estoy bien-

Por supuesto que podía armar un lío enorme si hablaba pero, algo dentro de mi me imploró a que me mantuviera callada. Pronto mis  pensamientos se aclararon y una rápida solución apareció frente a mi...

El pequeño Taehyung, jugando con las gemelas, derramó un vaso de jugo sobre mi, ensuciandome de sobre manera.

-Oh Dios- dije y el pequeño Tae hizo un puchero.

-Lo siento, lo siento mucho- murmuró como pudo con los ojitos llenos de lágrimas.

Me miré a mi misma y miré a todos en la mesa, avergonzada, no por mi aspecto, sinó por lo que acababa de dejar pasar bajo la madera de roble de la mesa.

-Oh, no te preocupes. Tu prima ya... ya se estaba cansando de este vestido, me pondré algo  más cómodo y volveré enseguida- dije, acariciando aquel manojo de cabellos castaños lacios del menor.

El niño se sonrojó y con una pequeña reverencia y una mirada a Nam Joon, subí rápido las escaleras, internandome con apuro en mi recámara.

Me sostuve a la puerta un minuto antes de caer en la realidad.

¡¿Como lo había podido permitir?!

"¡Estaba toda la familia enfrente de  tus narices, _______________!" me dije a mi misma y me golpee la frente.

Me cambié rápido por unos pantalones de jean ceñidos, una blusa blanca de punto y un par de botines rojos.

-De esta forma será práctimente imposible que me toque- me dije a mi misma en mi reflejo. Me mordí el labio inferior y noté mi piel erizarse. Aun podía jurar sentir su piel sobre la mia.

-¡Aish, que odioso!- dije y salí de mi recámara.

Al volver terminé de cenar, evitando las miradas de todos y en cuanto todos terminaron, ayudé a levantar la mesa. 
Todo se volvió calido aunque ahora evitaba total y francamente la mirada de Nam Joon.

-Nam Joon a veces me hace bromas- me comento Taehyung mientras se sentaba en mi regazo. Para ser un niño de 7 en pleno crecimiento,  era delgado.

- ¿Y por que lo hace, dulzura? - pregunté estrujandolo entre mis brazos.

-Creo que lo hace por pura diversión...- hizo un mohin.

"Oh Dios, ¿por que no me has dado algo tan dulce como hermano?" Pense y mi dedos se enredaron en su pelo.

-Estoy segura de que es un grandisimo y completo idiota, pero no es un mal chico- dije, notando las mejillas del pequeño enrojecer.

-Gracias  _____________- oí una voz a mis espaldas.

-Hyung...- murmuró Tae, aferrando sus pequeñas manos a las mias, asustado por lo que Nam Joon podría decirle. Sin embargo, el de piel morena, le despeinó con la delicadeza de un hermano mayor.

Yo solamente lo miré y en cuanto aquella mirada café se cruzó con la mía, noté una corriente electrica atravesarme la espalda. Miró a su alrededor y se inclinó hacia mi oído.

-Daría lo que fuera por tener al menos la mínima oportunidad de pasar contigo esta noche- 

Me sonrojé sin poder evitarlo, miré la pequeña espalda del niño frente a mi y sentí su cálido aliento chocar contra la piel de mi cuello.

-Y daría lo que fuera si por un minuto, te sentaras en mi regazo- 

Y sopló mi piel, provocando que algo despertara en mi interior, algo oscuro, algo que lograría ponerme en punto de ebullición en instantes.

Apreté las piernas por inercia.

Dios...

Me ponía de esa forma solo con su voz. ¿Que sería de mi si me tocase?

Un aparatoso estruendo nos hizo saltar a todos en nuestras ubicaciones.

-¿Que ha sido eso?- preguntó mi abuela desde la cocina.

Y la luz se apagó, y el llanto de las niñas se hizo presente, y la inquietud por parte de Tae se hizo totalmente tangible.

-¿Q-q-que esta o-ocurriendo?- preguntó, temblando.

-Shh, es solo un corte de luz pequeño, ya pasará- dije, abrazándolo una vez más.

No veia practicamente nada, solo alguna que otra silueta moviendose. Mis sentidos se amplificaron cuando noté un par de mullidos labios posarse en mi cuello por una fracción de segundo.

No, no podía estar ocurriendo, debía de ser una maldita broma de mal gusto.

"Oh de excelente gusto querras decir" dijo mi subconsciente. Rapidamente, descarté la idea.

-Tranquilo  todo el mundo- se oyó una clara voz.

Pronto, velas se encendieron, al igual que los celulares y las linternas.

Al mirar por la ventana notamos de afuera, el mundo parecía acabar.

Tras una leve discusión, todos decidieron quedarse y esperar al amanecer para volver a sus casas, por lo tanto, las habitaciones en la casa se repartieron. El cuarto de invitados era bastante espacioso, por lo que varios se acomodaron allí, otros en el altillo y otros en el sótano.

Mi habiación quedó vacía, cosa que me resultó un completo alivio.

-¿Está siendo muy pesado?- oí una voz entre las penumbras. Se trataba de Jin, quien miró al durmiente Tae y acarició su cabello.

-De hecho no, es un chico muy dulce- le sonreí y Jin me devolvió el gesto.

Llevamos una amena conversación hasta que llevó al pequeño a su habitación, con sus padres.

-Hasta mañana, _____________. Fué realmente lindo volver a verte- dijo abrazándome.

Me ruboricé y le devolví el gesto.

-Hasta mañana, Jin-

Me encaminé a mi habitación cuando noté que todos se habían ido a dormir, inclusive mi madre. 

Subí las escaleras y noté una mano tomar la mía. Estuve a nada de dar un notorio chillido pero, una mano apareció en mi boca. ¿Un secuestro? Me removí nerviosa entre los brazos de ese alguien. ¿Y si no volvía a ver a mi familia? ¿Y...

Fin de la parte 1!


Mila ^^~