Romantic Oneshot: noviembre 2015
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lunes, 30 de noviembre de 2015

Mini fanfic~ "Por eso Te odio" (V x Fan) Cap. 1

LJASHDKJASHDK HOLA!



Título: "Por eso te Odio"
Tipo: Hetero ^^
Duración: 3
Pareja: V x Fan
CAPITULO 1
Grupo; BTS ♥

Narras Tu:

          Me acomodé una vez más en mi banca luego de entrar del receso... Guardé mi lata de refresco sin abrir aún en mi mochila. Aquel día de primavera el clima se había tornado similar al de un día de Otoño.
Me mojé los labios y miré al resto de la clase entrar. Las chicas del fondo que conversaban a toda hora, los chicos que se sentaban frente a mi, hablaban solamente de videojuegos... el resto de la clase pasaba tan desapercibida como yo, menos otro pequeño grupo de tres chicos, se sentaban a una distancia de dos bancas, a mi derecha. Dos chicos con altas calificaciones y el tercero, el más inquieto del salón.
Saqué mis cuadernos de mi mochila y los dejé sobre la mesa.
Cuando la clase comenzó, el murmullo de la clase no cesaba, el profesor levantó la voz un instante y miró a toda la clase, se quedaron casi todos en silencio... casi...
-¡Kim Tae Hyung!- llamó la atención al chico inquieto de la clase, quien no paraba de reir y hacer bromas.
-¿Que?- preguntó él, con una sonrisa.
El profesor suspiró resignado a más no poder...
-¿Y luego preguntas porqué tus calificaciones son tan bajas?- negó el profesor y se cruzó de brazos -¿Porqué no te comportas un poco más como _______________?-
Abrí los ojos en demasía, y miré al chico por un instante.
Taehyung me miró y con una sonrisa, pese al murmullo de la clase, tomó sus cosas y se sentó en la banca a mi lado.
Lo miré un momento y al sentir su mirada sobre mi, no pude evitar ruborizarme. Miré al profesor y tragué saliva, demasiado nerviosa.
-¿Porqué no comienzan a trabajar juntos? A partir de hoy, ________________, serás la tutora de Taehyung, hasta finde año- dijo el profesor.
-Si, serás mi tutora- dijo el chico a mi lado.
-Pero...- intenté quejarme.
-Sin peros, ahora, continuemos con lo que estábamos- sonrió el profesor, continuando con la lección.
Suspiré resignada y furiosa. ¿Porqué? ¿Porqué tenía que ser la tutora de alguien tan problemático?
Me masajee la frente y noté un lapicero picarme la mejilla. Miré hacia la derecha y me encontré con la sonrisa del chico.
-Prometo no molestarte mucho, o haré lo posible...- sonrió antes de comenzar a copiar todo lo que ponían en la pizarra.
“Tierra trágame, por favor” pensé y continué copiando.
Cuando el timbre de salida sonó, tomé mi cosas y cuando estuve a punto de irme, noté una mano tomar mi muñeca. Me giré y miré al chico, quien dibujó una gran sonrisa en sus labios.
-Recuerda que me debes enseñar- comentó y sonrió abiertamente.
-¿Porqué tendría que hacerlo? Ni siquiera te conozco- respondí y el se paró tambien.
-Soy tu compañero de clases. Ahora que sabes quien soy, enséñame- contestó.
Abrí los ojos y fruncí el ceño de sobre manera.
-Es una broma, ¿Verdad?- pregunté, cruzándome de brazos.
El negó y se sonrió una vez más.
-Si me ayudas, prometo no molestarte en ningun momento- se mordió el labio inferior y tomó mis manos juntas.
Lo miré a los ojos, ese par de ojos llenos de brillo, marrones y suplicantes...
Dejé salir todo el aire de mis pulmones y mirandolo a los ojos, terminé asintiendo.
-SOLO, si prometes que no me molestarás cuando esté estudiando, ¿Entendido? Puedes preguntarme cualquier cosa, pero trabaja duro o no te ayudaré- lo señalé con el índice.
Taehyung respondió con una enorme sonrisa y un impulsivo abrazo. Me apretó contra su pecho en un cálido abrazo.
Ese chico era demasiado impulsivo, inquieto y a la vez, totalmente adorable. Al separarse de mi miré hacia otro sitio para que no se percatara de lo sonrojada que estaba.
Volví a acomodarme en mi banca y tomé los cuadernos de matemáticas, Taehyung se sentó aún más a mi lado. No tomó sus cuadernos ni lapiceros, solo apoyó una mano sobre la mesa y apoyó su mejilla derecha sobre la palma de su mano.
Comencé a explicarle paso por paso todo lo que habían dado en la clase, el no se movía.
Pasados más de veinte minutos, lo miré para ver si estaba prestandome atención.
Como por arte de magia, desvió a mirada hacia las hojas de la cuadernola y asintió, pasando su mirada una vez más hacia mi.
-¿Has entendido?- pregunté, un poco incómoda por su mirada.
Asintió una vez más.
“No le creo nada...” pensé y le tendí mi cuaderno.
-Si has entendido, haz el ejercicio 23 de la página dos- dije y le dí mi lapiz.
El chico miró el libro y mi cuaderno y apretó los labios...
Se acomodó la garganta y abrió el libro, miró todas las hojas... Esta vez fuí yo quien lo miró apoyando mi mentón sobre mi mano, expectante a que hiciera algo en el cuaderno.
Pasados cinco minutos, el chico se giró hacia mi y apretó los labios apenado.
-¿No estabas atendiendo, verdad?- pregunté y él negó. Me masajee la cien y empecé una vez más, esta vez más lento, esperando a que él preguntara cada pequeño detalle que no entendía.
Cuando quise darme cuenta, el sol ya había caído. Miré la hora en mi celular y me levanté de golpe.
-¿Que ocurre?- preguntó Taehyung.
-Cuando llegue a casa, mi madre me matará- me lamenté y comencé a juntar mis pertenencias.
El chico se fijó en la hora en su celular y recogió su mochila.
-No te dirá nada si se lo explico... creo...- dijo y, con seriedad, tomó mi mano con firmeza.
Me llevó consigo con rapidez, no pensaba detenerse. Las puertas del colegio estaban cerradas por lo que, tuvimos que trepar por las rejas. Traté en todo momento en que mi falda no se levantara en lo más mínimo. Al lograr pasar las rejas, pude respirar por unos segundos antes de que su mano tomara la mia una vez más.
Corrimos por las calles hasta llegar a mi casa.
-¿Como sabes que vivo aqui?- le pregunté en la puerta del edificio.
Él no respondió, solamente entramos en silencio en el ascensor.
En aquel pequeño recinto metálico, parecía faltar el aire, aunque... su mano tibia aún sostenía la mía, no pude evitar mirar su espalda. Era alto, delgado, de cabello oscuro y desordenado... Debía admitirlo... era guapo, demasiado atrayente.
Me acomodé el cabello, suspirando. ¿Porqué me invadían unas enormes ganas de abrazarlo?
Era problemático pero... problemáticamente adorable.
Al llegar al piso correspondiente, aún tomando mi mano, caminamos por el largo pasillo, deteniendonos en mi hogar.
El chico tocó timbre y pronto la puerta se abrió.
Mi madre lo miró y se secó las manos con su delantal, miró a Taehyung y luego me miró a mi.
-Señora, lamento mucho que su hija haya llegado tan tarde, es mi culpa, lo lamento- hizo una reverencia y volvió a erguirse.
Mi madre me miró y frunció el ceño.
-_________________ es mi tutora, el profesor lo pidió... Prometo que esto no volverá a ocurrir- dijo una vez más, y, aunque parecía serio y seguro de sí mismo, sus manos temblaban.
Me ruboricé una vez más y miré a mi madre un instante ante de apartar la mirada, ¿Había algo más vergonzoso?
-Deja de disculparte, la próxima vez avisen. Y tú, ¿No piensas presentarlo, ___________________?- dijo mi madre.
Asentí y con una nerviosa sonrisa en el rostro y finalmente, recuperé el habla.
-El es Kim Taehyung, está en mi clase. El profesor creyó que era buena que lo ayudara a estudiar. Hoy se nos ha pasado la hora sin darnos cuenta. Lo siento- me expliqué.
La mujer sonrió y asintió, convencida.
-¿Quieres pasar, Taehyung?- preguntó, esta vez, en un tono extrañamente cariñoso.
-No, no es necesario, pero gracias por su cordialidad. Mis hermanos deben estar preocupados por mi...- dijo con una nerviosa sonrisa.
-Esta bien, cuando quieras ven a estudiar, no me molesta. Un gusto conocerte- Se despidió mi madre, no sin antes sonreirme y guiñarme un ojo.
Al dejarnos a solas a las afueras del departamento, los dedos de el chico a mi lado, se entrelazaron con los míos. Me mordí el labio inferior y haciendo fuerza de voluntad, lo miré a los ojos, notando su mano alejarse de la mía.
-Parece no haberse enojado- dijo Tae, sonriendo y rascándose la cabeza.
-Eso parece... Gracias, por explicarle todo...- dije, como pude, con la boca seca.
¿Porqué estaba tan nerviosa?
-Entonces... mañana, ¿Estudiaremos juntos tambien?- preguntó, entusiasmado de pronto.
-Claro, pero procura poner atención y estudiar con esfuerzo, ¿Esta bien?-
-Lo prometo- se sonrió, sin dejar de mirarme a los ojos.
-Esta bien... entonces... ve a casa, nos vemos mañana- dije, sin sentir esas palabras de verdad.
-Nos vemos...- sonrió, alejandose con tranquilidad y lentitud.
Lo ví machar y, cuando realmente desapareció, noté un extraño vacío.
¿Que diablo me pasa? No hablamos en todo el semestre y un día como cualquier otro me habla y ¡BOOM! ¿Todo cambia?. “No, me niego a que sea asi. Es un chico guapo y adorable, nada más, no me provoca nada. Nada...” me dije a mi misma y entré a casa.
Dejé mis cosas en mi habitación y al volver, me encontré con mi hermana mayor y mi madre, a punto de cenar.
-Lamento la demora- dije, ocupando mi lugar en la mesa tras lavarme las manos.
-No importa, es un chico guapo- dijo mi madre, con una cómplice sonrisa.
-¿Chico? ¿Trajo un chico? ¿Es tu novio? ¡Awww, al fin mi hermana tiene novio!- dijo mi hermana entre risas.
-¡Tu cállate! Es solo un compañero de clase, nada más- respondí, mirando a mi hermana con rabia.
-Claaaro, por eso te tomaba la mano- comentó mi madre.
-¿De verdad? ¡Mi hermana va a dejar de ser una monja! ¡Al fin!- bromeó mi hermana.
-¡Callate ya!- rezongué, a punto de dejarle la mesa de sombrero.
Cuando terminamos de cenar, me dirigí a mi recámara y, tras una tranquilizante ducha, me puse mi pijama favorito y me acosté, no si antes pensar en la mirada de aquel chico... aquel revoltoso chico...

Fin CAP 1!

KLASJDJSHDASHDKJASHDKJA


GIF TIME:



Mila ^^~

sábado, 28 de noviembre de 2015

Fanfic!~ "En mi Eternidad" (Donghae x Fan)~ Cap. 49

Holaaaa! Buen Sabado!!




Título: "En mi Eternidad"
Duración: ?
Episodio: 49
Pareja: Donghae x Fan
Apariciones: Lo verán a lo largo de la historia, aparecerán algunos nombres conocidos ^^
¡ADVERTENCIA! Se verán escenas violentas y lenguaje explicito.

Narras tu:

          Cuando apenas se detuvo el taxi, noté mi celular sonar, lo dejé pasar, cuando recogí mi maleta, el celular no dejaba de sonar. De mala gana lo saqué de mi bolsillo y miré la pantalla.
¿Como no iba a sonar si todos me estaban llamando? ¡Tenia cincuenta y tres llamadas perdidas e incontables mensajes de voz!
Negué y suspiré buscando paciencia en algun rincón de mi ser.
Abrí los mensajes de voz y me puse el celular al oído:
-Amor, cuando llegues llámame- pidió Hae, se lo notaba preocupado. Abrí otro... -Aún no entiendo porqué te has marchado sola, a veces no te comprendo- Y el siguiente -Amor, ¿ya llegaste? Comienzo a preocuparme- Con una sonrisa dibujada en mi rostro  abrí el siguiente -¿Donde estas? ¿Ni siquiera piensas en que me estoy preocupando por ti? Desconsiderada- Y el que le seguía -¿Porqué eres así? ¡Contesta de una maldita vez!- Miré mi celular y arquee una ceja al notar un nuevo mensaje de voz entrar en ese preciso instante, como por arte de magia, atendí sin que se percatara.
-¿Me odias acaso? ¿Porque me haces esto? Me preocupo por ti y nisiquiera pareces pensar en mi. Eres cruel, muy cruel. Siempre te cuento mis problemas y tu jamas me cuentas los tuyos. ¿Serás así todo el tiempo en el que estemos juntos? Creí que me querías...- dijo con la voz rasposa y llena de sentimientos.
-No, no seré así todo el tiempo. Simplemente, he tenido que venir sola, cuando regrese te lo contaré todo- contesté cruzandome de brazos antes de continuar -Así que soy una desconsiderada, cruel e incomprendida, ¿Eh?-
-Emm... amor...- respondió, tragando saliva -No creí que fueras a contestar-
-Pues si, contesté. ¿Algo más de lo que me quieras llamar?- pregunté, fingiendo enojo, pagandole al taxista.
-No, no, lo siento- dijo y dibuje una pequeña sonrisa en mi rostro -¿En donde estas? Es bastante ruidoso-
Miré a mi alrededor y noté una feria, caminé colocándome mi valija al hombro. Necesitaba encontrar un hotel.
-Brasil, estoy en Brasil. Dame cinco minutos, no cuelgues- respondí, comenzando a caminar hacia el primer hotel que apareció en mi campo visual, Maracujá City Resort. Apenas me inscribí en el hotel, continué mi charla con Donghae. -¿Como están las cosas por ahí?-
-Ni lo preguntes, Siwon se ha peleado hoy con Hangeng en pleno vuelo. Los guardias del  aereopuerto los tuvieron retenidos por horas- se quejó Hae.
-Creí que Jung Soo podría con ello...- dije y me masajee las cienes.
-Creo que ni siquiera tu podrías con ellos, las cosas parecen ir de mal en peor. ¿En que parte de Brasil estas?-
-No voy a decir nada, no quiero que aparezcas aquí de sorpresa- me quejé, caminando por los pasillos del hotel, buscando mi habitación.
-Pero...- comenzó a decir y lo interrumpí.
-Pero nada, Hae, necesito hacer esto sola. Cuando regrese te lo contaré todo, confía en mi, ¿Si?- pedí, abriendo la puerta de mi habitación.
Oí un suspiro del otro lado de la linea y noté mi corazón dar un brinco.
-Esta bien... Cuidate mucho- pidió.
-Lo haré, cuidate tambien. Cuando menos te lo esperes estaré allí, contigo...-
-Espero que así sea-
-¿Hae?-
-Dime- contestó, y tras respirar hondo, lo dije al fin...
-Te amo-
Oí una pequeña risa y su voz:
-Tambien te amo, mandona-

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Tras pasar un día en el hotel, amanecí al día siguiente llena de energías, ya era tiempo de comenzar... Vestida con unos jeanes, una camiseta de tirantes y una camisa por encima, unas botas altas tipo guerrilla y un pequeño morral, partí hacia el estacionamiento del hotel.
Habia alquilado por setenta y dos horas, una pequeña camioneta, clasica y cómoda para que me llevase a donde quisiere.
Partí rumbo a Leticia, una de las tres ciudades amazonicas del país.
Por la carretera me sentía bien, como si realmente conociera el lugar, algo que se me hizo realmente extraño, respiré hondo y suspiré rápidamente, ¿Porqué sentía tanta nostalgia?
En cuanto llegué a la ciudad, bajé todas mis pertenencias y dejé el coche aparcado en algun lugar. Caminé con parsimonia por la ciudad, encontrando al fin mi destino...
Un hombre se giró hacia mi y se acercó rápidamente.
-Buenos días, ¿En que puedo ayudarla?- preguntó.
-Buenos días, quisiera que me llevara a la selva amazonica- le pedí.
-Esta bien, suba a la barca- dijo el hombre.
Le dí la paga correspondiente y me subí a la barca.
-¿De donde es?- preguntó, al empezar a remar.
Miré el agua bajo nosotros, agua que no auguraba nada bueno...
-De Bretaña- contesté, mirando la ciudad alejarse cada vez más.
-¿Y desde allá ha venido para conocer Brasil?- preguntó una vez más.
La curiosidad de las peronas me estaba poniendo un poco nerviosa...
-Solo he venido a buscar algo- contesté con una incómoda sonrisa. Rebusqué en mi morral una de las pastillas para poder sobrellevar el sol, me coloqué repelente de insectos.
Mientras que el hombre hablaba sobre la historia del lugar, yo me maravillaba de los paisajes y de los animales del lugar. Asentí con la cabeza para darle la ciega razón al hombre.
-Llegamos- dijo, dejando el bote a las orillas de la selva -Deme un segundo que amarro el bote a algun lugar-
-No es necesario, deseo continuar sola- dije con una sonrisa.
-¿Que? Usted esta demente. ¿Sabe la cantidad de especies peligrosas que hay ahi dentro? Puede morir, ¿Lo sabe, verdad?- respondió
-Si, lo sé, aún así quiero ir sola, así que por favor, regrese. Yo estaré bien- contesté, buscando convencerle de la manera más civilizada posible.
-No voy a dejarla ir sola- insistió el hombre y fué la gota que rebasó el vaso.
Lo miré a los ojos y tras un suspiro de mi parte, me metí en su cabeza.
-Se irá por donde vino sin rechistar, es una orden- dije y el hombre asintió, como si fuese un zombie.
En cuanto la barca se marcho, miré el paisaje del cielo inmensamente azul y el agua unirse en el horizonte antes de adentrarme en el Amazonas.
Los árboles eran inmensos, parecían ir mucho más allá del cielo y las nubes, que, apenas se veían desde abajo. Si se cerraban los ojos, los sonidos de las aves, chicharras y demás animales construían un concierto de lo más natural. El aire olía a tierra y humedad, pero sobre todo, era el aire más puro que había respirado jamas.
Con cuidado de donde pisar, continué caminando, saltando por encima de las raíces de los árboles, fijandome en todo a mi alrededor.
Sin embargo, no era todo color de rosas...
Al pisar las raíces de los arboles se tenía que tener cuidado, puesto que no se distinguía bien una cosa de la otra. Lo que podía ser madera, podía ser una gigantesca Anaconda, o, peor aún, un inmenso cocodrilo.
Fué en el instante en el que ví una Anaconda pasearse a mi alrededor, en el que tomé la decisión de volar entre los arboles.
Desde las alturas, el concierto era el mismo, pero con otros protagonistas... las aves y los monos, quienes, asustados me miraban y se escondían.
Continué sin rumbo alguno, hasta que, oí voces. Hablaban en dialectos extraños... Miré hacia abajo y, apoyandome en una de las tantas ramas de los árboles, descubrí nativos del lugar caminando por los al rededores. No entendía lo que decían, pero parecían haberme escuchado.
Al llegar al centro de la selva, una pequeña llanura entre las torcidas copas de los árboles, formaban una inmensa cúpula por los cielos, allí me detuve...
Me paré en el centro de aquella llanura y miré hacia arriba, respirando hondo.
¿Que era esa sensación en mi pecho? ¿Que me estaba pasando?
-Al fin llegas- oí una voz y, al levantar la vista, me encontre con la joven de pelo negro y ojos oscuros. Se miró las uñas y se sonrió.
-Siento la tardanza- dije, cruzandome de brazos -¿Que es lo que querías decirme?-
Uror se sonrió y con elegancia, se acercó a mi y sin vacilar, tomó mis manos juntas...
Pronto, al ver a mi alrededor, noté todo tornarse más brillante.
-La paciencia es la clave de todo, tranquilízate- dijo, moviendo los labios, aunque su voz parecía no ser suya.
Me mordí el labio inferior, magullado por tanto nervio y cerré los ojos, esperando de que todos mis nervios se disiparan.
Tras unos segundos, sus manos apretaron las mías y abrí los ojos, encontrandome una vez más con el paisaje verde del Amazonas.
Uror comenzó a caminar, pronto de giró y con un movimiento de cabeza la segui.
Caminó con elegancia frente a mi, y, cuando creí que no se detendría, desde atras de uno de los altos arboles, arqueó una ceja y me miró. Miré hacia el frente y me encontré con una joven, una joven... bastante parecida la mujer que había visto en mis visiones.
-¿Quien es ella?- pregunté, hipnotizada, mirando a aquella mujer que recogía flores.
Tenía el pelo larguísimo, ondulado y oscuro. Tenía la nariz perfecta y los pómulos igualmente delicados. El vestido blanco la hacía resaltar más, pero, el colgante me resultaba extraño.
-Su nombre era Zeffa, fué una de las primeras nativas de esta región- contestó la Valkyria cruzándose de brazos.
-¿Que significa?-
-Rosa- contestó y continuó- ¿Te planteo su historia como la de una princesa o que?-
-Da igual, solo cuentame...- pedí sin dejar de mirar a la mujer.
-Esta bien...- se sonrio-...
>>Eran altas horas de la noche, sin embargo aquella chica de ojos castaños aún continuó caminando por las pocas llanuras de su pequeño pueblo, entre los árboles altísimos del lugar. Aquella chica amaba las rosas, cualquier flor que le pareciere única y inocente, como ella.
Su nombre era Zeffa, y, en aquel entonces tenía solo diecisiete años... Era la hija del lider del grupo, algo así como una princesa, y, por ser mujer, era la primera a la que iban a ofrendar a los dioses.
Solamente salía por las noches a observar la luna y maravillarse con la bondad de su entorno natural.
Sin embargo, aquella noche, su soledad fué interrumpida. 
A sus espaldas oyó la hierba sonar. Se giró enseguida y al ver la procedencia del ruido, se levantó más que corriendo, alejandose.
-No te haré daño- dijo él. 
Un hombre de ojos castaños la miraba con ternura, como si se tratara de la más delicada de las flores, y, si, así era. El cabello negro del hombre se agitaba por la brisa nocturna.
-¿Quien es usted y que hace aqui?- preguntó Zeffa, mirando al hombre con una mezcla de temor y sospecha.
-Solamente vine a ver el paisaje- contestó él, y, pasando a su lado, se concentró en mirar el horizonte.
Zeffa, aún a la distancia, miró la silueta del hombre. Tenía la espalda ancha y una pequeña cintura, tenía los brazos fornidos y se paraba con elegancia... Aunque vestía de negro, parecía ser su opuesto, todo lo opuesto a lo que ella podía ser, aún así, la curiosidad fué más fuerte que ella y, parandose a su lado, conversaron por lo bajo.
Tras el pasaje del tiempo, aquel hombre comenzó a ir cada noche a visitarla y un remolino de emociones totalmente abrumadoras, arrolló a ambos.
Tanto él, como ella, no podían esperar a que el sol se ocultase para verse una vez más.
Pronto, un día, cuando llevaban meses enteros de palabras y miradas, Zeffa entendió que encontró a quien podía amar, en quien podía confiar... Fué ella quien dió el primer paso y como una niña, se enamoró de aquel hombre muchos años mayor y de apariencia joven.
Su relación perduró, perduró más de lo que cualquiera esperaba, una noche se comprometieron, una noche hicieron un juramento, y, una noche, pasó entre susurros y amor... Aquella vez, la maldad y la bondad se unieron, y, de esa union, una niña. 
La felicidad de aquellos dos duró menos de lo que ellos mismos esperaban, el unico momento de la vida de él que se pudo mostrar como solo pocos sabían, inclusive en la maldad había bondad; ella por su parte, con él, experimento el más dulce de los amores, inclusive dentro de la bondad había algo de maldad, y la suya despertó al enterarse de que su propio padre la había vendido a un hombre, aún, sabiendo de que había dado a luz hace poco.
Zeffa corrió como nunca, escapó y, cuando se sintió a salvo junto a él, un hombre nuevo apareció, un hombre que relucía vestido de blanco, de barba larga y blanca al igual que su cabello, era alto y robusto. Un parche en el ojo fué el único signo de advertencia...
A pesar de los esfuerzos de él por ocultarla a sus espaldas, la chica se puso a su lado.
-Grave error, niña- se sonrió el robusto recien llegado y, con un movimiento de mano, una lanza apareció en su mano.
El intentó reanimarla de alguna forma, le brindó de su energía, pero, fué en vano... Había muerto en sus brazos...
-No... no, no me dejes-  susurró, abrazándola, aferrándose a ella, sin embargo, el incesante llanto  de la niña le recordaron que no estaba solo...
-Sabes que ella nunca debió nacer- dijo el recién llegado.
-Púdrete- comentó él, limpiándose las lágrimas que caían por sus mejillas.
-Puede ser mi nieta pero aún así, ella no debió nacer- comentó- Loki, nos conocemos, sabes que ella...-
-No soy tu hijo, jamás lo he sido... ¿Querías tenerme en tu contra? lo haz conseguido, hijo de puta- prometió el Dios, mostrando por fin su lado más oscuro y diciéndole adiós a toda la bondad que existió alguna vez en él<<
-Esa es la historia- dió por terminada la historia, sin embargo yo no era  capaz de escuchar palabra alguna. Las lágrimas caían como cataratas, no podía parar de llorar.
Aquella mujer que vestía de blanco era mi madre, mi madre...

Fin Cap. 49!

askdhjakjshdkjashdjashd Espero que les haya gustado!

Gif Time.



Mila ^^~


miércoles, 25 de noviembre de 2015

Fanfic!~ "En mi Eternidad" (Donghae x Fan)~ Cap. 48

Holaaaaaaaaaaaaaaa!!!



Título: "En mi Eternidad"
Duración: ?
Episodio: 48
Pareja: Donghae x Fan
Apariciones: Lo verán a lo largo de la historia, aparecerán algunos nombres conocidos ^^
¡ADVERTENCIA! Se verán escenas violentas y lenguaje explicito.

Narras Tu:

            Tras dejar la escena del crimen, nos dirigimos a nuestros  respectivos departamentos.
-¿Quien se hará cargo de ella?- preguntó Jung Kook, alzando a la gata en brazos.
-Nos la turnaremos- dió como posible solucion Jung Soo.
-Esta bien- sonrió Kook, acariciando las orejas de la pequeña gata.
Era totalmente adorable, no cabía duda alguna de ello. Tenía algunas manchas negras mientras que el resto de su cuerpo era blanco, sus ojos eran color ambar, muy parecidos a los de Vee pero mas claros.
-¿Porqué no la cuidan esta noche ustedes ___________________?- preguntó Zhoumi, tomando la gata y tendiendomela.
-Nunca tuve mascotas...- dije y Donghae la tomó por mi.
-Pero yo si, la cuidaremos- comentó el chico, antes de tomar mi mano.
-Entonces, se la dejamos. Hasta mañana- dijo Jung Soo, saludando con la mano junto a los otros tres.
-Hasta mañana- saludé, abriendo la puerta de nuestra habitación.
Al quedar nuestra cómoda soledad, noté todo el peso que hacía minutos estaba sobre mis hombros, liberarse, desaparecer. Suspiré y noté a Donghae pasar a mi lado, cerrando las cortinas de nuestra habitación, menos, la del ventanal. Apagó la luz y notamos otra de las bellezas naturales del lugar. La luz de luna bañaba la habitación, sobre todo, la cama. La visual era totalmente encantadora y romantica.
-Nanna, ¿Donde dormirás hoy?- le preguntó Hae a la pequeña gata, quien solo respondió con un ronroneo y se acomodó en sus brazos.
-Oh no cariño, dormirás en el suelo. Ese chico es mio, ¿Entendido?- ordené, tomando a la gata entre manos y dejandola en el suelo.
-¿Y me dices celoso a mi?- preguntó Hae, cruzándose de brazos.
-Si- contesté, arqueando una ceja, cruzandome de brazos de igual forma, lo miré a los ojos y miré sus labios, recordando lo que había hecho en el baño-De todas formas no te hagas el inocente, que aún debemos hablar, no me ha gustado nada lo que has hecho hoy en los baños-
El se sonrió con indulgencia y me encaró.
-¿Crees que estoy fascinado por lo que haz hecho con Changmin?- preguntó, olfateandome como un perro.
-Sal, chucho- me quejé empujandolo un poco.
-¿Chucho? ¿Algo más que me quieras decir?- rió Hae, tomando mi mano que se posaba en su pecho, tirando de ella, acercandome mucho más a él, tomandome por la cintura.
-No que recuerde- sonreí, notando sus brazos tensarse suavemente bajo mis manos, se mordió el labio inferior y luego me besó en los labios con ternura.
-Me encantas- susurró, besandome los labios con delicadeza, antes de tomarme el rostro entre sus manos y besarme el rostro.
-Y tu a mi, celoso- respondí, dejandome hacer entre sus manos.

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-Amor...- oí una voz lejana.
Los abismos del sueño me arrastraban cada vez más hacia el fondo, me notaba arrastrada por el cansancio.
-Amor...- oí nuevamente esa voz, una voz ronca, seductora y malditamente dulce -_______________-
Abrí apenas los ojos, notando la luz cegarme enseguida. Las sábanas de la cama parecían brillar con ímpetu, cerré los ojos fuertemente y volví a abrirlos. Pronto, frente a mi, la mirada café de mis mil sueños y recuerdos, se sonrió y me tomó la mano.
-Buenos días, lamento molestarte pero, es que no me puedo mover- pidió, con la mirada suplicante.
Miré más allá de su rostro y noté un ponpón blanco y negro en el medio de su espalda.
Reí sin poder evitarlo y tomé a la pequeña gatita en brazos, acostandola entre ambos.
-No ha logrado resistirse el subir a la cama- murmuró, girandose por fin -Lamento haber tenido que despertarte-
-No hay problema, de todas formas, aún podemos dormir otro rato- respondí, acercándome a él para abrazarlo, apoyando mi frente en su hombro.
Cuando por fin estuvimos cómodos, el sonido de la alarma nos dejó en claro de que era más tarde de lo que parecía.
-Maldicion...- dije bajito.
-Shhh- se sonrió, censurándome -Si hacemos todo temprano por la mañana, terminaremos pronto y tendremos el resto del día libre para hacer y deshacer a nuestro antojo-
-¿Desde cuando eres tan aplicado?- pregunté con una boba sonrisa en el rostro.
-Siempre he sido así- contesto.
-No te creo en lo más mínimo- comenté, besando su hombro.
-No me creas, pero aún así, trata de hacer todo temprano, asi, tendremos más tiempo juntos-
-Esta bien, esta bien- sonreí, acercándome a él y besando su hombro.
Tras pedir servicio a la habitación, nos levantamos como de costumbre y nos aseamos antes del desayuno.
Hicimos juntos las maletas y, pronto salimos de nuestra habitación con nuestros equipajes a mano. Nos reunimos con el resto del equipo a las afueras del hotel, todos tenían sus valijas en mano, de buen humor. Sin embargo, nada parecía ir bien al fondo de la camioneta, d donde, tres de nuestro grupo, no se dirigían la palabra.
Siwon aún estaba bastante distante con Heechul, mientras que Hangeng, intentaba por todos los medios parecer tranquilo. Heechul, quien iba sentado en el medio de aquellos dos, se encargaba de bromear con IU y Hyukjae.
En cuanto llegamos al aereopuerto con todos nuestros documentos en mano, dejamos las valijas y cuando tuvimos los boletos, nos dirigimos a las puertas correspondientes. Nuestro destino... Nueva York.
Cuando estuve a pocos pasos de la encargada de revisar los boletos, noté mis piernas temblar.
Donghae, quien estaba a mi lado me miró un instante y su expresión cambio de una sonrisa a la preocupación.
-¿Estas bien?- preguntó y me tuve que aferrar a sus brazos para no caerme.
Me llevé la mano a la frente y respiré de forma agitada.
-Necesito ir al baño, estoy un poco mareada- pedí y, caminé como pude hacia los baños.
Notaba mi garganta seca y el mundo girar a mi alrededor, todos se movía rápido y a la vez lento.
El desayuno de aquella mañana, bailoteaba sin cansancio en mi garganta, las ganas de vomitar se hacían cada vez más grandes.
En cuanto entré al baño, me encontré sola. Las luces parpadearon y pronto, me sentí mejor de repente.
"¿Pero que Diablos?" me pregunté y me dirigí a los lavabos. Abrí el grifo y noté el agua caer sobre mis manos, tomé un poco y me lavé la cara.
-¿Que me está pasando?- pregunté y me enderecé una vez más para mirarme en los amplios espejos.
Me ví a mi misma en el reflejo y ví una silueta a mis espaldas. Me giré enseguida y frente a mi, vi la sonrisa de una joven.
Su piel blanca; ojos azules, claros y relampagueantes; el cabello rubio y largo, un poco alborotado y con dos trenzas hacia delante, me dejaron en claro que quería algo más que el hecho de dejarle el lugar frente al espejo.
Hice de mis manos un par de puños a los lados de mi cuerpo, levantando la barbilla, encarandola.
Así como me miraron sus ojos, dos chicas más aparecieron.
Una de ojos ambar, de piel igualmente clara y cabello negro, y la otra, de ojos verdes y pelirroja, las pecas se extendían por sus mejillas.
Las miré a las tres e intenté moverme, algo que fué en vano. Las tres sonrieron a la vez y me miraron con suspicacia.
-¿Quienes son ustedes?- pregunté, sin dejar de mirarlas a las los ojos.
La rubia, quien estaba entre las otras dos, se llevó primero la mano al pecho y se sonrió.
-Soy Skuld, el futuro- me miró a los ojos una vez más y se giró hacia la pelirroja.
-Soy Veroandi, el presente- se sonrió más abiertamente que la rubia y ambas miraron a la restante, que, poniendo los ojos en blanco, se presento:
-Soy Uror, el pasado-
Las miré a las tres y contuve las respiración.
-Las Nornas...- comenté, sin creermelo todavía. Las tres asintieron a la vez. -¿Porque están aqui?-
La pelirroja dió un paso al frente y levantando la mano, pude ver entre sus dedos un fino y delicado hilo, un hilo de oro.
Las Nornas eran aquellas deidades encargadas de tejer y deshacer los hilos del destino. Vivían bajo la sobra del Árbol de la Vida, el eje del mundo... Cada acción que ocurría era por la gracia de una de ellas.
-Nosotras jamás intervenimos, jamas nos movemos de la sombra del Árbol de la Vida, pero, esta vez, como hace siglos, un Dios superior a solicitado nuestra aparición- dijo la pelirroja, paseando por sus dedos el Hilo de oro.
Los Hilos eran las almas de cada ser en la tierra, los negros eras las almas de los difuntos, los blancos de los bebés, los grises de los humanos, los rojos de los vampiros, los marrones de los lobeznos. Sin embargo, habían otros hilos, unos hilos que si bien eran longevos y divinos, podían morir, los plateados; y, otros hilos que brillaban tanto como el oro, los de los Dioses.
-¿Quien?- pregunté y Veroandi, con una dulce sonrisa me censuró.
-Fué Odín- contestó Uror, recibiendo las furiosas miradas de sus hermanas.
"¿Odin? ¿Que?" me pregunté.
-Toma nuestras palabras como las únicas pistas de tu destino- dijo Skuld, levantando la barbilla, con elegancia.
De las tres, ella era la que más relucía, mientras que Uror, era su contraparte.
-Debes marchar a Brasil, al mismísimo Rio Amazonas- dijo la pelirroja, dando un paso hacia atrás.
-Allí encontrarás que nunca te fué revelado, nos volveremos a encontrar allí- continuó Uror.
-Pero por nada del mundo, dejes ir a Donghae contigo. Ese chico, no puede pisar esas tierras, o su cabeza rodará por los suelos. Vé sola, es tu destino... Es hora de que la verdad sea revelada- me palmeó el hombro y dió un paso atrás, uniendose a las otras dos jóvenes.
Las miré un instante y antes de que desaparecieran, pregunté:
-¿Porqué lucen tan jóvenes?-
Ellas rieron y la rubia contestó:
-¿Creías que seríamos viejas y arrugadas? No por ser las voces de la experiencia, debemos ser viejas, arrugadas y mandonas. Recuerda nuestras palabras, Los Dioses estarán siempre de tu lado, incluyendo a nuestras hermanas Valkyrias- y desaparecieron.

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-Creí que te habías ido sin mi- me dijo Hae cuando volví a la cola, solo estaba él, Siwon, Vee, IU, Young Woon y Jung Soo, los ultimos en subir al avión.
Lo miré a los ojos y las palabras de Skuld llegaron a mis oídos una vez más.
-Necesito de que vayan y desactiven esa bomba- pedí, esta vez mirándolos a todos.
-¿Que? ¿No vendras con nosotros?- preguntó Siwon, arqueando abas cejas.
-No puedo, tengo otros asuntos que atender- respondí y tomé mi maleta, quitandosela a Hae de sus manos.
-Iré contigo entonces- dijo el chico, sin dejar de mirarme a los ojos.
-No, tu iras a Nueva York- respondí tragando saliva.
-No, quiero ir contigo- insistió y yo posé mi mano en su rostro.
-Iré sola, necesito ir sola. No me llamen, a donde iré no hay señal, haganlo bien. Suerte- contesté, sosteniendo la confundida mirada a Hae.- Jung Soo, estas a cargo... Nos vemos pronto...- continué y me alejé una vez más, aún oyendo a la distancias las palabras de furia de Donghae.
Me dirigí rápidamente a la boleteria y compré otros con destino a Brasil.
Espere al rededor de media hora en el aereopuerto... Mientras que, detrás de un vidrio, veía el avión despegar con destino a E.E.U.U. Apoyé mi mano en el cristal y aún a la distancia, le susurré...
-Te amo, Hae-

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-Buenas tardes, ¿habla portugués?- preguntó en ingles, el chofer del taxi cuando lo detuve.
-Claro, lleveme a la siguiente dirección- Le tendí un papel con la dirección anotada, en portugués.
-¿Hasta allá? Le aviso que saldra mucho- comentó, frotando su pulgar a su índice.
-El dinero es lo de menos, en cuanto antes lleguemos será mejor-  sonreí, censurándolo, de mal humor.
El viaje había sido un caos, el avión estaba lleno de gente, me fué dificil aprender el idioma puesto a que los dialectos de todos eran distintos, el vuelo presentó algunas turbulencias, por lo que no pude dormir.
La distancia se hacía notar cada vez más a cada minuto que pasaba, hasta su aroma se me estaba haciendo necesaria.
"Te mal acostumbraste" me regañé a mi misma.
-¿A que viene al país?- preguntó el hombre, curioso.
Arquee una ceja y me acomodé las gafas oscuras.
-¿Porqué lo pregunta?- contesté.
-No es muy común ver a gente... extranjera ir al mismísimo Río Amazonas, a menos que sea a talar arboles- se quejó indirectamente.
-Pues no, no estoy para talar nada aqui. Vengo en busca de algo...- respondí, mirando por la ventanilla.
El hombre se quedó en silencio a partir de eso, hasta llegar a destino...

Fin Cap. 48 <3

lahslkdhalshdkh Espero que les haya gustado!

Gif Time:


Mila ^^~

sábado, 21 de noviembre de 2015

Oneshot~ "Hermandad" (MarkSonBam) ~Lemon +18 (Trio)~ PARTE 2

Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, lamento mucho la demora!!
DEMORE 4 dias en hacer esto, espero que les guste y valga la pena ;;

Los amooo~~~ ^^



Título: "Hermandad"
Tipo: Yaoi Romantico ^^
Duración: 2
Pareja: Mark x Jackson x Bam Bam
PARTE 2
Grupo; GOT7 ♥

ATENCION!
Se verán escenas para mayores de 18 años, sexo, incesto, tríos... Leer bajo precaución!!

Narra Bam Bam:

         La ciudad se ve tranquila, las  personas que están en la calle a esta hora  son las que regresan luego de un largo día de trabajo, con mis manos en los bolsillos del pantalón camine un buen rato hasta llegar a casa. Mis pensamientos estaban algo confusos con el deseo de aclarar dudas  y saber que tan lejos  había llegado este sentimiento dentro de mi.
La puerta estaba cerrada, tome las llaves del bolsillo y abrí , cuando entré, vi en penumbras una silueta sentada en el sillón de la entrada.
-¿Te encuentras bien?-dijo Mark con su voz suave.
-Si, no te preocupes por mi-dije  y me quite los zapatos.
Luego me senté a su lado sin decir nada.
-Perdón- dijo mi hermano posando una mano sobre mi hombro.
-No debes aclarar nada- exprese mirando el piso de la sala, en mi garganta se formaba una vez mas un nudo, mis ojos estaban nublados, mi corazón estaba herido.
Abrace a mi hermano tan fuerte como pude:
-El que lo siente soy yo- dije sin dejar de abrazarlo.
-Jackson a sido especial desde la primera vez que lo vi- dijo Mark.
-Es el mismo con el que hablabas anteriormente, ¿verdad?- dije sin dejar de mirarlo a los ojos.
-Si, el llego a mi cuando estaba lejos de casa, ha sido mi  compañero y a quien empece a amar desde hace un tiempo- contesto apoyando su cabeza en mi hombro, como un  pequeño confesando lo que sentía..
-Disculpame, por mirar a Jackson, no lo volveré a mirar de la misma forma- dije, sincerandome con él y, más que nada, sincerandome por fin conmigo mismo.
Luego de esa noche, los días pasaron, dejando ya de ir a la sala de ensayos, dedicando mi tiempo a algunas cosas que había dejado de lado.
Mi hermano salía a menudo de la casa, a  encontrarse con Jackson en algún lugar. Seguimos compartiendo  desayunos y almuerzos en la cocina  o el sofá para mirar tv, jugar video juegos y reírnos.
Pero, pronto llegó una tarde, una tarde especial, la tarde que jamas olvidare en mi vida.
El timbre sonó, baje las escaleras para abrir la puerta. Quede sorprendido al ver quien estaba detrás.
-Jackson- dije con gran sorpresa al ver al chico  con una sonrisa, sin dejar de mirarme con picardía, la misma picardía de siempre.
Tenia el cabello mojado, había salido de una refrescante ducha.
-¿Puedo pasar?-dijo Jackson, apoyando su mano en el marco de la puerta.
Se veía atractivo con esa camisa blanca, luego recordé lo que le había dicho a Mark  y trate de no mirarlo  directamente
-Claro, pasa- le dije y abrí en su totalidad la puerta  para que entrara, al pasar a mi lado  sentí un raro escalofrío  recorrer mi cuerpo y al mismo tiempo sentí un calor subir por mis mejillas.
-¿Que puedo ofrecerte? Mientras esperas a  mi hermano- dije tratando de no hacer notar mis nervios.
-Gracias, pero estoy bien así, solo me sentare en el sofá- dijo con su voz suave.
-Ponte cómodo- dije -Enseguida vuelvo-
Subí las escaleras tan rápido como podía, tome una camisa del placar y un jean y me acomode el cabello con mis dedos ante el espejo de mi cuarto, luego baje una vez más.
Me dirigi a la cocina, tome un par de refrescos del refrigerador y un par de vasos del estante.
-Toma- dije dejando en sus manos  un vaso para servirle.
-No, prefiero  beber de la botella directamente- dijo.
-Esta bien como tu quieras- le dije sentándome  en el sofá, bebiendo de mi refresco.
“No quiero que note  mi mirada al verlo beber... Sus labios son tan... sensuales ... me dan ganas de probar  de ellos” pense, con culpa.
Sus ojos se cruzaron con los míos  un par de veces, haciendo que dudara de mi... “Muero de ganas de abrazarlo”
Mire el reloj como disimulando mis nervios.
-¿Quieres jugar a los video juegos?- pregunte tratando de buscar una distracción que no sea  Jackson.
-Si, vamos- dijo animado el chico.
Estábamos en plena partida de un juego, por accidente se poso una mano de Jackson en mi rodilla, el calor de mis mejillas fue en aumento con cada rozar de su pierna en la mía, estábamos  cerca uno del otro y con cada festejo de triunfo en el juego, nos abrazábamos como si fuéramos cercanos.
Con cada acercamiento sus ojos se posaban en los míos sin bajar la mirada.
“Deseo sus labios en los míos”
Como una transmisión de pensamientos, sus labios rozaron los míos en un festejo del juego.
Al siguiente el beso llego por fin, haciendo que fundiéramos nuestras bocas  en un calor  intenso, ambos deseamos ese momento... o al menos eso parecía.
El sofá  era nuestro, nos olvidamos  del lugar donde estabamos. Mi deseo fue creciendo aun mas, al parecer,  lo mismo sintió Jackson al momento de acariciar mi piel en el escote de la camisa, fue desprendiendo uno a uno los botones y con cada movimiento mis labios eran besados suavemente.
Notaba sus dientes profanar mi boca, pronto, me dejé hacer, notando su lengua buscando la mía. Con timidez y letargo, correspondí, con inexperiencia, con un intento vago por ocultar lo que realmente era, un primer beso.
Pronto, noté mi espalda tocar el sillón, mientras que Jackson se situaba entre mis piernas. Tambien noté la tela de la camisa resbalar por la piel de mi abdomen, dejando a la vista mi torso desnudo.
-Me he fijado en ti desde el primer momento en el que te ví bailar en las sala de ensayos- susurró con la voz ronca sobre mi cuello, arrastrando sus labios y lengua casi imperceptiblemente por aquella zona.
Pronto, el sonido de algo caer nos llamó la atención, sin separarnos, miramos hacia la entrada y, lo que ví, no me lo pude perdonar.
La mirada atónita de mi hermano mayor me había congelado. Las bolsas de compras se había esparcido por el suelo, Jackson se enderezó apenas, sin dejar de estar entre mis piernas. Aún podía sentir su peso sobre mí.
Apoyé ambas manos en el centro de su pecho, y empujé, levantandome enseguida del sofá.
Intenté pararme pero, mis piernas no dejaban de flaquear. A pasos lentos me acerqué a mi hermano mayor y con las manos juntas, me mordí el labio inferior.
-Lo lamento, esto, esto... lo puedo explicar- supliqué a punto de largarme a llorar.
Me giré hacia Jackson, quien se erguía por fin, con las manos a los costados de su cuerpo y la camisa a medio desprender.
-Di algo- pedí y ví su mirada hacia el recien llegado, no se movió ni un ápice.
Al volver a mirar a mi hermano, noté su reacción, me tomó del cuello de la camisa desprendida, y me levantó en el aire, empujandome hacia la pared.
-Eres un maldito... un maldito- dijo, dejandome entre la pared y su cuerpo. Su mirada se conectó con la mía como nunca lo había hecho antes. Tras colocar una de sus piernas entre las mías repitió: -Un maldito... maldito-
-Mark...- dijo Jackson, haciendo de sus manos un par de puños.
Pronto, de la nada, noté los labios de mi hermano mayor tomar los míos bruscamente. No tuve tiempo a reacción, mis manos intentaron apartarlo de alguna forma pero mi instinto no me lo permitió, me dejé hacer de igual forma lo había hecho con Jackson.
Cuando al fin sus labios dejaron los míos, apoyó su frente en la mía y dijo:
-Eres un maldito niño calenturiento-
Lo miré apenas a los ojos, antes de estirarme mínimamente para besar sus labios con ternura.
¿Que me estaba sucediendo? ¡Era mi hermano!
Pronto, noté sus manos pasar de mi camisa a mi torso.
-¿Me dejan unirme a su fiesta?- resonó la voz de Jackson en el medio de la sala.
Me mordí el labio inferior y noté el cuerpo de Mark separarse del mio, me tomó la mano y me llevó con él. Nos acercamos al chico de cabello rubio, a un chico desalineado, a un chico con la mirada totalmente encendida.
-¿Les molesta que me sume?- pregunté, demasiado nervioso aún.
Ambos me miraron y se sonrieron abiertamente.
-¿Ahora preguntas eso?- dijo Jackson- Ya te he dicho que me has encantado desde el primer instante-
Me ruboricé enseguida y miré el suelo.
-Venga, vamos al dormitorio, a “hablar” un poco más sobre todo esto...- sonrió mi hermano y aún tomando mi mano, nos guió por el departamento.
Tras subir las escaleras y pasar al habitación de Mark, noté un par de manos pasearse por mi cintura, un par de manos que me atraían al resto del cuerpo, a mis espaldas, la amplia espalda de Jackson, quien, sin dificultad, acariciaba mi torso desnudo.
Mi hermano, mientras tanto, se acercó a mi y con una sonrisa, pegó su cuerpo al mio. Notaba su caliente cuerpo, aún sobre la ropa, contra mi. Notaba su respiración agitada sobre mi boca, y, tambien, notaba las provocadoras miradas ajenas. Sentí un par de labios conocidos pasearse por mi cuello una vez más, y, junto a aquellos carnosos labios, dientes rasguñando la piel y una lengua que dejaba pequeños rastros de saliva por allí donde pasaba.
Las manos que antes se paseaban por mi torso, ahora bajaban mucho más allá, se colaban por mis pantalones, que, por cierto, ya me empezaban a incomodar.
-Bam Bam... susurraron contra mi oído, y, empujando sus caderas contra las mías, note los pantalones del chico detrás de mi, notaba el indecente roce, notaba el bulto en mis propios pantalones, crecer -A la cama. Ahora-
Oí la risa nerviosa de mi hermano y, abriendose paso, caminé aún sintiendo a su pareja a mis espaldas. Me empujó hacia la cama y me miró desde las orillas de la misma.
Mi hermano se acercó a mi, por el otro extremo de la cama, y, a gatas, se acercó a mi cuerpo.
-Maldito mocoso- me sonrió, antes de estirar la mano y tomar uno de los botones.
-Ah~- nunca había estado tan hiper sensible, pero, la situación lo ameritaba.
Aunque, pronto, me sentí el blanco facil de aquella situación, puesto que noté como me quitaban los tenis y los dejaban caer al suelo y se enfocaban en el cinturón mis pantalones.
Mark se quitó el mismo su camiseta verde y se acercó a su pareja, quien lo recibió con un apasionado beso en los labios. Se ensimismaron tanto en el otro, que, por un instante me sentí ajeno a toda aquella escena. Mark era ahora quien dominaba, se sentó a mi lado en la cama y obligó a Jackson a sentarse a horcajadas en sus piernas.
La espalda del rubio descansaba sobre el pecho de mi hermano, quien, terminaba de desprender la desarreglada camisa del primero. Jackson no podía estarse quieto, se removía nervioso aún en las piernas del mayor. Me acerqué a ellos como pude. Me pare nuevamente y me puse aún de pie frente al rubio, quien me miró con los ojos brillantes y se estiró para besarme en la boca de forma pasional.
Llegó un punto en el que aquel beso se vió interrumpido por un gemido, un gemido que resonó en su boca y en la mía. Me separé un instante de él y lo ví hechar la cabeza hacia atrás, apoyandola en el hombro de Mark.
-Si~ Sigue~- dijo como pudo. Miré más allá de su rostro, y, entre nuestros cuerpos, lo ví.
En algún rápido movimiento que no pude notar, mi hermano había logrado desabrochar el cinturón de Jackson, había abierto el pantalon, y, ahora, por debajo de su ropa interior, acariciaba a su pareja.
-¿Te gusta, Jia?- preguntó Mark, llamandolo por su nombre, besando su cuello.
El chico asintió, y, mientras tanto, yo me entretenía acariciando su pecho. Las abdominales del rubio se contraían mínimamente cada vez que pasaba por ellas. Pronto, me cansé de pasear por aquellas zonas con mis dedos, cambiandolos por algo más, resbaladizo.
Mientras que aquel par aún estaban sentados en la cama, me arrodille y coloqué entre las piernas de ambos, y, con mi lengua, recorrí el torso de Jackson. El chico parecía no poder estarse quieto, su piel, sin embargo, eran el remedio perfecto para mis nervios, era suave y delicada, más delicada de lo que me esperaba.
Mis manos fueron a parar a sus pantalones, bajandolos por completo, quitandole los tenis y por fin, los molestos jeanes. El boxer negro relució bajo mis manos. Notaba la tela moverse una y otra vez gracias a las manos de Mark que parecían hacer un trabajo marvilloso.
Pasee mis manos por la cara interna de su piernas y noté los músculos contraerse una vez más. Juguetee con los elasticos del boxer y, por fin, mis dedos entraron en contacto con aquella zona prohibida.
-Creo que mi hermano está un poco curioso, ¿Porqué no le enseñas como lo hacen los mayores, amor?- dijo mi hermano mayor, tomandome por sorpresa.
El rubio sonrió abiertamente y pronto e obligó ponerme de pie, empujandome una vez más hacia la cama. Continuó con lo que antes había dejado, bajando mis pantalones por completo, tirandolos lejos.
-Mmmmh, rojo- se sonrió Jackson, logrando más rubor de mi parte.
-Calla- pedi y noté como se colocaba entre mis piernas.
Se apoyó en sus manos y aguanto su peso sobre mi, con una sonrisa indulgente en los labios aún. Sin avisar, sin embargo, unió su cadera a la mía.
-Ah~- gemimos al mismo tiempo, nuestros miembros se rozaban con descaro aún por sobre la ropa interior.
Mark, se estiró en la cama, a mi lado,  se sonrió y paseó la punta de sus dedos por mi pecho mientras que Jackson aún movía sus caderas de manera incesante. Mi hermano me miró a los ojos, y, se acercó a mi con lentitud, se acercó a mi al punto de rozar nuestras narices. Notaba su respiración lenta sobre mis labios. Me mordí el labio inferior y lo ví sonreír a escasos centímetros de mis labios, finalmente, acortó distancias, susurrandome sobre los labios:
-Lamento informarte de que todo esto estaba planeado, desde la primera vez que Jackson te vio, hemos planeado todo. Soy un chico mente abierta-
Me besó en los labios con suavidad primero e ímpetu despues. Los labios de Mark era totalmente suaves, dulces, tiernos y tibios.
En el medio del beso, su mano bajo por mi pecho, continuó descendiendo hasta llegar al elastico de mi ropa interior.
-Y me encanta que todo haya salido a la perfección- sonrió una vez más, mordiendome los labios con suavidad.
-¿Y me decías calenturiento a mi?- pregunté acariciando su mejilla derecha con mis dedos.
Mi hermano rió y miró a su pareja, le guiñó un ojo con descaro y Jackson respondió. Pronto, noté a Jackson alejarse de mi.
-No...- pedí con un resignado gemido.
-Lo que viene te gustará, mucho, mucho más- sonrió el rubio, haciendo el mismo recorrido que mi hermano por mi torso, pero con su boca. Al llegar a mi ropa interior, me miró un instante con una lobuna sonrisa en su rostro, sus dedos se engancharon a la tela y lentamente, sin dejar de mirarme a los ojos, bajó los boxers.
Deje un largo suspiro en el aire puesto que aquella presión que sentía sobre mi miembro, ahora, había desaparecido, sin embargo, plenitud me duró poco puesto a que mi querido y pervertido hermano mayor, se estiró un poco para tocarme sin verguenza alguna el miembro.
El ascenso y descenso de su mano sobre mi eje me estaban volviendo loco, empecé a elevar mis caderas, buscando más contacto, abrí los ojos y busqué las miradas de ambos, me encontré con la del rubio, me encontré con una sonrisa...
Parpadee un par de veces, anonadado por el placer que me propinaban, pero, pronto, todo pensamiento quedó en el olvido cuando noté la humedad de la boca del chico en la punta de mi miembro.
-¡Joder!~ Ah~~- me quejé, embelesado por el calor de su boca.
Notaba mis manos aferrarse a las sábanas de la cama, notaba un creciente y punzante calor en mis testículos, notaba un escalofrío recorrerme la espalda entera... lo notaba a él... a él y al delicioso vaivén que hacía sobre mi falo.
Mi mano izquierda se dirigió a su pelo, al pello de chico rubio que tenía entre mis piernas.
-¿Te gusta?- preguntó Mark, recordandome de que estaba allí tambien. Abrí los ojos una ve más para mirarlo, ¿En que momento se había desnudado por completo?
-Mmnh- asentí mordiendome el labio inferior.
-Verás hermanito, en la vida hay veces en las que uno tiene que ser bueno para recibir...- comenzó a decir con una sonrisa, acercándose a mi, completamente desnudo. Se mantuvo en sus rodillas mostrando su paquete en su forma más esplendorosa.
Arquee una ceja y aún mordiendome el labio inferior, tomé su miembro entre mis manos.
-¿Y si mejor cierras la boca?- pregunté antes de tomar su miembro entre mis dedos y besarle la punta.
Noté a Mark estremecerse de sobre manera, y, verlo por un instante temblando, me hizo sentir poderoso, más poderoso que nunca. Con la punta de mi lengua acaricié el orificio superior y pronto, lo introducí en mi boca.
Mientras tanto, las sensaciones que me producía Jackson parecían dejarme en el quinto cielo, sin embargo, la incomodidad llegó a mi. Notaba los dígitos de Jackson tantear mi entrada, aunque su boca no desatendía mi miembro, notaba un primer dedo ensalivado empujar en mi.
El sabor salado llegó a mis papilas gustativas y cuando el rubio succionó con fuerza, un gemido se quedó estrangulado en mi boca, enviando vibraciones al miembro de mi moreno hermano.
-Nghhh~~~~- gimió mi hermano.
Succioné una vez más, esperando la hermosa música, los sensuales gemidos de Mark.
Ahora eran dos los dedos dentro de mi, y, esperando el más doloroso de los calambres me sorprendí al notar aquel par de dígitos presionar mi prostata. Tuve que soltar el miembro de mi hermano, tirando la cabeza hacias atras.
-¿Aguantarás otro?- preguntó Jackson, sus palabras resonaban sobre la piel de mi miembro.
-Si- dije, al borde de la locura, moviendo las caderas para buscar más contacto.
Ambos rieron y noté otro dedo invadirme, retorciendose, girando y girando, y, notando los dígitos pulsando mi prostata. No pude evitar dirigir mis manos a los brazos de Jackson.
-Ya no puedo más, me voy a correr...- dije tragando saliva y respirando por la boca.
El rubio me miró y estirándose, me besó en los labios, con una ternura increíble para aquella situación.
El rubio miró a su pareja al separarnos y, a gatas, sobre la cama, completamente desnudo, se apoyó en el respaldo de la misma, contra la pared. Sus manos tomaron mis caderas, acercándome a él, sentandome sobre  las caderas de mi hermano.
Miré a Mark a los ojos mientras tomaba su tieso miembro bajo de mi, me levanté y lo alinee con mi entrada. Lo noté entrar poco a poco en mi interior, aunque, el dolor era intenso, pero sentirlo en mi interior me hizo sentir lleno, literalmente.
El chico rubio se paró frente a mi, presentando un goteante miembro a escasos centímetros de mi boca.
-Ayudame, hazte cargo de lo que haz provocado- se sonrió, acariciandose descaradamente.
-Hazle caso Bammie~, hazle caso- pidió Mark, moviendo las caderas un poco.
-Ahh~- gemí, moviendo mis caderas de arriba hacia abajo.
Mi hermano no se detenía, y, a medida que pasaban los minutos, sus caderas se movían cada vez más rápido, tocando sin cesar aquel punto dulce que me hacía ver la octava maravilla del mundo, Jackson me acariciaba el cuero cabelludo con delicadeza, empujando cada vez más adentro de mi boca.
-Quiero probar ese culo tambien- dijo Jackson, antes de sacar su miembro de mi boca, brillante de saliva y rojo.
Me mordí el labio inferior en el momento en el que mi hermano salió de mi interior, dejandome nuevamente vacío. Necesitaba más, no quería detenerme, ni por un instante...
-Todo tuyo, amor- sonrió Mark empujandome hacia la cama.
Caí y me aferré a las sábanas de la cama, apoyandome en mis rodillas, dejando a disposición de Jackson, todo lo que podía y quería dar...
El chico se colocó detrás de mi, y, tras dejar un camino de mordidas y besos a lo largo de mi columna, se adentró en mi sin avisar.
-Oh, si, si, asi- dije sin poder evitarlo, moviendo las caderas en círculos.
Me sentía al límite, me sentía a punto de ebullición. Sentía mis testículos llenos, listos, notaba mi cuerpo a punto de explotar.
Las manos de Jackson se aferraron muy bien a mis caderas.
Era tal mi ensoñación, que apenas me percaté de mi hermano frente a mi, cuando, él mismo, me tomó del pelo y me obligó a alzar la cabeza. Aún con los labios cerrados, Mark empujaba su miembro a mi boca.
-Vamos, cómetela una vez más- se sonrió.
Mark no era de decir malas palabras, pero, en aquellos momentos, su voz, sus voces, y, alguna que otra palabrota, me encendían-
Abrí la boca y, haciendo un esfuerzo, abrí la garganta, dejandome hacer por sus manos y sus invites dentro de mi boca.
-Ahhh, si, así. Joder, solo un poco más- empujó el rubio con más velocidad y fuerza, logró que el sonido de nuestros cuerpo resonara en la habitación.
Sin embargo, mi hermano, mi querido hermano, fué el que llegó al cielo primero. Se corrió en mi boca, empujando hacia el fondo, llenándome. Sentí su esencia bajar por mi garganta, caliente, espesa... Al sacar su miembro, se acercó rápidamente y me besó con ímpetu en los labios, guardando cada gemido que por mi boca escapaba, nuestras lenguas parecían danzar sin fin.
El chico rubio a mis espaldas no dejaba de dar en aquel punto dulce de mi interior. Una de sus manos vagaron de mis caderas a mi miembro, comenzandolo a masturbar con fuerza y rapidez.
Ya no lo pude aguantar, fué demasiado para mi, exploté en su mano, me corrí como nunca antes lo había hecho.
-Dios, si, si, me corro, ¡Me vengo!- gimió Jackson, sin dejar de mover las caderas con aquel frenesí. Sentí el semen caliente derramandose en mi interior...
Me sentía en el limbo, en el espacio exterior, muy muy lejos de aquella habitación.
Luego de viajar por seis galaxias diferentes, volví a la realidad... Notaba el peso del rubio sobre mi espalda y los labios de mi hermano lejos de mi.
-¿Estas aqui o sigues de paseo?- preguntó Mark, sonriendome.
Ni siquiera tenía fuerzas para moverme, asentí apenas y moví el hombro, invitando a Jackson alejarse de mi, aunque sea un instante. Cuando el chico captó el mensaje, mi hermano me tomó en brazos y me dejó en la cama.
Aún con los ojos cerrados, noté el peso de la cama cambiar y, pronto, noté ambos cuerpos a mis costados.
-Ha sido una maravilla- dijo Jackson.
-Si...- contestó mi hermano, suspirando.
Tras unos minutos de silencio, los miré a ambos, los miré en su totalidad y, cuando creí que mi cuerpo no podía más... un tirón en mi miembro me avisó que aún tenía ganas de jugar, aún tenía muchas ganas de jugar.
-¿Una segunda ronda?- pregunté, sin verguenza alguna.
-Me quitaste los pensamientos- dijeron ambos a la vez, con sus miembros tan tiesos como antes, listos para mucha más accion.

Fin~´

sadhakjshdkjahsdkkjahsdja Espero que les haya gustadoo!!!

Gif Time:


Omma Yaoi & Mila ^^~~~~~

sábado, 14 de noviembre de 2015

Oneshot~ "Hermandad" (MarkSonBam) ~Lemon +18 (Trio)~ PARTE 1

Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa~~~~


Título: "Hermandad"
Tipo: Yaoi Romantico ^^
Duración: 2
Pareja: Mark x Jackson x Bam Bam
PARTE 1
Grupo; GOT7 ♥

ATENCION!
En el segundo capítulo se verás escenas sexuales e incesto, leer si les gusta, si no, no XD

Narra Bam Bam:

         Me encontraba en la sala de  ensayo practicando muy concentrado, cuando mi hermano mayor  llega  con su amigo el cual no conocía. Sabia que este era su amigo desde hacia un tiempo ya, pero jamas me imagine  que nos tenia preparado el destino, de mi parte, es la primera vez que lo veo.
-Pasa, mi hermano esta  en pleno ensayo aun- dijo Mark, mi hermano mayor.
-Hola,me llamo Jackson- dijo el chico  acercando sus pasos  a mi.
Pude apreciar su rostro, quedando sorprendido.
Lo salude con cordialidad y lo invite a presenciar el ensayo junto a mi hermano que  se mostraba algo tentado a seguir mis pasos.
Luego de unos minutos estábamos frente al gran espejo siguiendo  el ritmo de la música, como si nos conociéramos desde hace mucho tiempo.
Jackson es ágil  y tiene una habilidad especial para moverse.
-Al parecer el baile es  tu don- dije a Jackson, que me miró regalando un gesto amable.
Es la primera vez que veo alguien así tan atractivo ante mis ojos.
Mark, mi hermano, se veia muy  amable  y atento a su amigo, así que decidimos incorporar  al grupo  a Jackson.
Mas tarde, cuando el sol casi se ocultaba para dar paso a las estrellas, Mark y yo nos dirigimos a casa para descansar, el día siguiente  nos esperaba  mas ensayos y debíamos enseñar al nuevo integrante.
Cené  junto  a Mark y al momento de lavar los platos, compartimos las tareas conversando, permitiendo que opinara sobre su amigo.
-Baila muy bien- dije  y en el fondo  escuchaba la voz en mi cabeza diciendo “Es interesante”
La charla se desvió por otros temas, pero yo quería seguir hablando de Jackson, como un acto inconsciente, pura reacción de adolescente de 18 años.
Cada pregunta que hacia, mi hermano  respondía sin darse cuenta de cuanto me había impresionado su amigo.
Tan hiperactivo  e inmaduro soy aveces, sobretodo cuando quiero algo, acercarme a  Jackson un poco mas quizás, eso me iba a jugar una mala pasada mas tarde .
La noche fue tranquila, la brisa se colaba detrás de las cortinas de la habitación, cuando por fin  estaba logrando dormir, escuche el celular de mi hermano sonar, luego de unos minutos escuche los pasos de mi hermano saliendo  de la habitación, queriendo salir a escondidas.
Me hice el dormido y trate de quedar inmóvil en mi cama, respire lo mas tranquilo posible para que no se diera cuenta de que había despertado.
Espere que la puerta se cerrara  y busque mi móvil que estaba sobre la mesita junto a la lampara, el reloj marcaba las  2 am  trate de  seguir a Mark, baje las escaleras tras sus pasos, a pocos escalones antes de llegar a la mitad de la escalera escuche la puerta  de salida a la calle que se cerraba.
Corrí a la ventana de mi habitación y vi que mi hermano mayor subía a un auto de color negro, luego de cerrar la puerta  se marcho despacio calle abajo.
“¿Donde iría a esta hora?” pensé “¿Con quien?” tenia el móvil entre mis manos, busque el numero de mi hermano y llame sin obtener nada.
La noche se hizo mas larga, tenia la curiosidad de saber con quien salia mi hermano y a  escondidas.
Cuando por fin amaneció, vi a Mark entrar  muy sigilosamente en la habitación, quitando sus zapatos y sumergirse en su cama.
En silencio me quede  bajo mis sabanas, como si no  hubiese visto nada, confiaba en mi hermano mayor, de seguro me contaría.
El desayuno fue algo extraño, Mark no dejaba el móvil, apenas probo bocado, tomo su mochila y salio rápidamente.
Antes de cerrar la puerta escuche su voz:
-Te espero esta tarde en la sala de ensayos, cuidate-
-Estaré allí, cuidate hermano- dije y seguí con el desayuno. Luego el colegio hasta la tarde.
La sala de ensayos estaba vacía, me había esforzado para llegar en hora, me  cambie de ropa y encendí el equipo de música, amo el baile y decidido a superar cada movimiento cada día, comencé  a bailar ante el gran espejo.
Después de un rato escuche la puerta tras de mi y las risas de Mark con Jackson que acababan de llegar.
Busque una toalla del pequeño mueble blanco y saque una botella de agua, estaba cansado, así que me senté, luego de saludarlos con algo de molestia de mi parte.

Mark me conocía, sabia que me molestaban las llegadas tarde, pero al ver a Jackson allí, trate de descansar y aprovechar  que estaba para observar sus habilidades como bailarín.
Los minutos frente al espejo, se hicieron cortos, “El chico es atractivo y me cae bien” pensé. Mark no se daba cuenta de que lo observaba, disfrute de cada movimiento que hacia, su mirada  en el espejo, “Su sonrisa es encantadora”.
“Basta” me dije a mi mismo. “No puedes Bam Bam ,no puedes”.
Pero mi mente no obedecía ordenes, solo seguía soñando despierto con cada gesto de Jackson.
Mark por su parte se mostraba atento y encantador con el chico.
Se veían bien bailando frente al espejo, luego de un rato de descanso me uní a ellos  baile animado con cada ritmo. Sin pensarlo nos llevamos bien  bailando.
Pasamos el resto de la tarde entre risas y baile, rendidos en el suelo. Me acerque al pequeño refrigerador del salón y el agua se habia acabado, asi que tome mi billetera del bolso y sali a la calle a buscar agua, mi hermano Mark y Jackson quedaron  descansando en la sala de ensayos, con sus espaldas tendidas en el suelo.
Me lleve la sorpresa de mi vida en cuanto abrí la puerta de regreso, con la bolsa del supermercado en la mano.
Mark y Jackson se estaban besando  en los labios, mi ilusión se estaba esfumando al ver esa escena, ellos se besaban  muy cariñosamente  sin darse cuenta  de que yo estaba allí.
Ahora me daba cuenta de la relación que mantenían, ahora entendía  con quien había salido la noche anterior mi hermano, en el auto negro a escondidas, mi corazón se partió en dos.
La bolsa  del supermercado cayo bruscamente en el suelo del salón, haciendo que retumbara en el silencio, mis ojos se nublaron de repente, mis mejillas de humedecieron por las lagrimas.
Salí corriendo de allí, tras de mi escuche una voz que me decía que esperara, era mi hermano, que en vano gritaba, mis pasos se hicieron mas rápidos, sentí tanto dolor...
Por fin entendía, las veces que hablaba de su amigo me había parecido  tan especial, ,ahora entendía  porque se escapaba por las noches. El dolor se hizo mas fuerte  cuando me cuestione a mi mismo .
¿Porque a mi? ¿Porque el? ¿Porque me fui a fijar en el chico que le gustaba a mi hermano? ¿Por inmadurez tal vez?, mi cabeza es un torbellino de preguntas.
Me di cuenta de que fui un tonto, como todo adolescente.
-Me gusto a penas lo vi- me dije a mi mismo sentado en la banca del parque.
Hubiese deseado que esos labios besaran los mios y no los de Mark. Hubiese querido abrazarlo yo.
Mi movil sonaba sin parar, al parecer Mark estaba preocupado por mi. Mire el cielo y las estrellas ya estaban sobre mi cabeza, la ciudad se veía tranquila desde allí, cuando mis lagrimas ya no salían comencé a caminar para llegar a casa.
Tal vez allí  se aclararían mis sentimientos. Saque  el móvil de mi bolsillo del pantalón y escribi un mensaje .
-Mark, hermano, lo siento...regreso a casa-

Fin Cap. 1

akljsdklaskldalksjdlakskldasd <3

Gif Time:


Omma Yaoi ~

Fanfic!~ "En mi Eternidad" (Donghae x Fan)~ Cap. 47

Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~


Título: "En mi Eternidad"
Duración: ?
Episodio: 47
Pareja: Donghae x Fan
Apariciones: Lo verán a lo largo de la historia, aparecerán algunos nombres conocidos ^^
¡ADVERTENCIA! Se verán escenas violentas y lenguaje explicito.

Narras Tu:

           Pasamos aquella tarde de mucha diversion y poca seriedad... Se los notaba a todos tan alegres, tan distraidos de sus propios problemas que no nos percatamos del momento en que cayo el sol hasta que este nos cegó.
El paisaje era realmente hermoso, el cielo tonos anaranjados parecía unirse en algun punto en el horizonte con el agua.
-Es precioso- murmuró Vee, atontada ante el natural paisaje.
-Opino lo mismo- se sonrió Wook, apoyando su cabeza en el hombro de Jong Woon, quien lo miró, se sonrió, y susurró algo en su oído.
Hae, se paró a mis espaldas y me abrazó por la cintura, con delicadeza y dulzura, apoyó su mentón en mi hombro, antes de besarme el hombro.
-Te quiero- murmuró a mi lado,, aferrandose cada vez más a mi.
No pude evitar ruborizarme de sobre manera, sonriendo pronto y entrelazando sus dedos con los mios.
-Tambien te quiero- contesté, girandome para besarle la mejilla.
-¿A que vinimos?- preguntó Wook, cortando la dulzura en el  ambiente.
-¿Ya extrañan los mandatos, o que? ¿Ansioso por trabajar?- preguntó Hae, con una sonrisa.
-Es que sinceramente quiero dormir- se quejó el chico, antes de botezar.
-Esta bien, esta bien- dije finalmente- Verán, recibí informes de que, Changmin está aqui, en Latino America, y, quería establecer contacto con él. Este chico es la mano derecha de Jackson-
-¿Donde lo encontraremos?- preguntó Hyuk, pasando el brao por encima del hombro de IU ante la atenta mirada de Kook.
-Kyuhyun ha logrado activar el GPs del celular del chico, por ahora, sabemos de que se pasea de Pubs y bailes a los restaurantes más refinados de Cancún. Así que, despues de todo no ha ido tan mal su broma, chicos- respondí, sonriendole a Jimin y JungKook.
-Es quiere decir que, ¿nos vamos de fiesta?- pregutó Vee, demasiado entusiasmada.
-Claro- contesté -Pero no esta noche, mañana, tambien me ha cansado el viaje- sonreí, antes de entrelazar mi mano con la de Hae.

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Una vez más tacones, tacones negros y altos, mientras que a mi al rededor sonaba la música del Pub. No podía moverme mucho puesto que al mas mínimo inclinamiento, el vestido morado se subiría y mostraría más de lo debído.
No podía dejar de bailar, parecía estar en un interminable trance.
Pronto, en mi cintura, noté un par de manos, que, poco a poco, bailando pegado a mi, bajó sus manos a mis caderas.
-No esperaba verte por aquí, bonita- oí su voz, sobre mi cuello.
-Vaya, vaya, a quien tenemos aquí. Jamas me llamaste, estoy un poco desilucionada contigo- sonreí girandome entre sus agarres.
-Digamos que he estado bastante ocupado- sonrió, atrayéndome más hacia él.
El cabello le caía sobre uno de sus ojos marrón oscuro. Se mordió el labio inferior y sonrió con indulgencia.
-¿Como has estado?- preguntó, interesado.
Changmin no dejaba de platicarme de si mismo, todo su egocentrismo parecía relucir en un momento como ese.
Entrelacé mis dedos en su cuello y me moví con astucia contra él. Me giré sobre mi misma y, evitando su mirada, miré al frente. A lo lejos notaba la mirada de Donghae sobre mi, seria, demasiado seria, parecía a punto de explotar entre tanta gente.
-Te odio, en estos momentos, te odio por ser una maldita serpiente- susurró en mi mente.
-Sé que te gustaría ser él, guapo- contesté de igual forma antes de descender lentamente. Volví a girarme, y apoyé mi frente en la suya.
-Bonita... ¿Vendrías esta noche a mi habitación?- preguntó a centímetros de mi boca.
-Por supuesto, dime el número de habitación y allí estaré- sonreí, evitando inhalar hondo, evitando el pútrido aroma que despedía.
-Quinientos setenta, solo toca dos veces y con gusto, mis Cosmos y yo te recibiremos- respondió, separandose de, antes de tomar mi mano y besarla.
-¿Debo ponerme encajes? ¿Alguna preferencia?- pregunté mientras lo notaba alejarse de mi.
-Me encanta el color rojo- sonrió, mientras que con elegancia se prendía una vez más el saco color gris.
-Buena eleccion- contesté antes de saludarlo mientras lo veía marcharse.
Al perderlo de vista a él y a sus guardias, me acomodé el cabello y me dirigí hacia el resto del grupo.
-Lo conseguí, piso quinientos setenta- comuniqué a Jung Soo, quien disfrutaba de su Daikiri de Limon.
-Perfecto, nos vamos a preparar- respondió con una sonrisa.
-Lo has hecho bien, pero, creo que alguien no le ha gustado nada lo que vio- comentó Jong Woon.
-Me he dado cuenta- respondí antes- Vengo en un momento-
Me encaminé hacia Donghae, quien me miraba a los ojos, sin moverse tan siquiera.
-Hola guapo- le murmuré, con una sonrisa.
-¿Podemos hablar en privado?- preguntó sin preguntar, me tomó de la mano y me guió a los baños de The Black Pub, se paró frente a la puerta del baño de mujeres y me arrastró dentro. Soltó mi mano en la puerta y revisó los diez cubículos, mirando por debajo de las puertas.
-Perfecto- dijo, y se encaminó hacia mi.
Me encerró entre su cuerpo y la puerta detrás de mi.
-Asi que te encontrarás con él, ¿eh?- murmuró y vi su mandibula marcarse de sobre manera, bastante cabreado.
-Donghae...- contesté y noté sus manos atraerme hacia él, y besarme con vehemencia, dulzura y fuerza.
En cuanto sus labios soltaron los mios,  apoyó su frente en la mía.
-Odio sentir otro aroma que no sea ni el tuyo ni el mio en ti. Vé y no permitas que te toque o lo mataré-
-Esta bien- respondí con una sonrisa, antes de estirarme un poco y besarle una vez más -Vamos, en cuanto los llame, entren en su departamento-
-Si, señora- respondió antes de besarme el cuello y aprisionar mi piel entre sus labios, poco a poco, presionó cada vez más fuerte.
-Para, Hae- pedí y lo noté aprisionar demasiado, me dolía, me dolía mucho -¡Basta ya!-
Al separarse de mi, se sonrió con sorna, me toqué la zona en donde había dejado su marca.
-Eres un maldito celoso- comente y me dirigí a los espejos, mirando el moratón que había dejado. Primero era una marca roja, pero, al verla mejor, pronto, se tornaba de varios colores hasta quedar morada. Lo miré atravez del espejo y con una cínica sonrisa, me acomodé el pelo de forma que cayera sobre mi hombro y cuello, disimulandolo todo- Más te vale disculparte cuando regrese, esta vez te has pasado de la raya- dije, señalandolo con el índice antes de dirigirme a la puerta.
Lo dejé atrás con una sonrisa y saliendo de los baños, me dirigí al grupo una vez más, y, en cuanto acordamos todo, nos cambiamos de ropa y tomamos las armas, en soledad, me dirigí al ascensor y marqué el cuarenta, el último de los pisos.
En cuando el ascensor llegó a destino, me encontré con un guardia en la puerta, quien me revisó en busca de armas o artefactos sospechosos.
-Puede pasar- dijo y se hizo a un lado. Caminé sin siquiera mirarlo, y, en cuanto estuve frente a la puerta, golpee dos veces.
La puerta se abrió ante mi, y, tras ella, mi objetivo. Changmin me estaba esperando con una gran sonrisa, con la camisa blanca entre abierta y una rosa roja en su mano.
-Bienvenida- dijo, tendiendome la flor. La acepté con gusto y pasé al departamento. El lujo era demasiado, en comparación a nuestras habitaciones, esta estaba mucho más arriba, era mucho más amplia, con pisos de madera y paredes igualmente blancas.
El comedor era gigantesco, mientras que la Sala de estar tenía una TV 60' que dejaría embobado a cualquiera.
-Bonito y espacioso- sonreí, y, al mirar hacia atras, lo ví preparar las bebidas.
-Un Cosmo para ti, y un Martini para mi- dijo, tendiendome mi copa.
-Salud- contesté, elevando la copa y bebiendo de a poco.
Sus ojos miraban los míos, interesados, intrigantes, aunque, su mirada no dió aviso a lo que estaba a punto de hacer. Su indice y pulgar me tomaron el mentón y me acercaron a sus labios. Fué tan solo un roce de labios el detonante, deje caer la copa que llevaba en la mano, él hizo lo mismo. Subí mis manos a su cuello y me dejé hacer.
Notaba sus manos pasearse por mis caderas, mi cintura y espalda baja, mientras, que, aprovechando su distracción, levanté la tapa retractable de mi reloj y tomé el pequeño objeto punzante, y, cuando estuvo a punto de besarme mucho más allá de lo permitido, clavé el dardo en su espalda.
Se separó rápidamente y se arrancó el dardo.
-Maldita perra-  dijo, mirando el pequeño objeto, y, en cuanto estuvo a punto de abalanzarse contra mi, cayó en el suelo.
Me toqué el auricular oculto y dije:
-Entren chicos-
Lo tomé por el cuello de la camisa y arrastrandolo, lo dejé sentado en una de las sillas de madera.
Pronto, la puerta se abrió de par en par. JungKook, JungSoo, Zhoumi y Donghae entraron en la casa y cerraron la puerta.
-Lo has hecho bien- me sonrió Jung Soo, palmeandome el hombro con delicadeza.
-Gracias- respondí y noté a Donghae pasar detras de mi, sentandose frente al rehén.
-¡GUARDIAS!- gritó, sin poder moverse.
El pequeño dardo contenía una pequeña cantidad de veneno de Pez globo, que paralizaba a la víctima, con una pequeña cantidad como aquella, no podía mover ni piernas ni brazos, sus extremidades eran tan flácidas como un pudín, pero, aún sentía.
-Es en vano, estan muertos- comentó Hae, mirandolo, arqueando una ceja.
-No seas muy duro con el Hae, recuerda que tenemos que sacarle toda la información necesaria- sonreí, masajeando un poco los hombros de mi chico.
-¿Eres su pareja?- preguntó Changmin, moviendo apenas su cabeza.
-Si- contestó Hae.
-Quiero decirte que esa perra besa asquerosamente- dijo finalmente.
Noté a Donghae tensarse bajo mis manos, apreté sus hombros con delicadeza una vez más, y me acerqué a Changmin.
Dirigí mis dedos a mi boca y arranqué el labial como si fuera piel.
-Upss, lamento informarte que no me rebajo a besar a escoria como tu- respondí con una cínica sonrisa en mis labios.
-Sigues siendo una Put- comenzó a decir pero Donghae no le permitió continuar. Tomó una 9mm y disparó en su hombro.
-¿Donde está Jackson?- preguntó Hae, perdiendo la paciencia. Verlo enojado era realmente encantador, y, para mi, demasiado provocativo.
El chico frente a nosotros rió como un loco.
-Jamas se los diré, cuando lo encuentren, ya será tarde, ya habrá avisado a Monster. ¡Larga Vida a Monster!- gritó entre risas.
Miré a Jung Kook y éste rió.
-¿No te suena conocido?- le pregunté al chico.
-Por supuesto- dijo, acercandose.
Changmin lo miró, aterrado y asombrado.
-Nos traicionaste- dijo el humano como un susurro.
-Me gusta más el lugar en el que estoy, no necesito de nadie y puedo hacer lo que quiera. Recibo ordenes, pero, encontré mucho más que un techo y cobijo, encontré amigos, familia y mucho más que eso- sonrió Kook, y, tomando uno de sus puñales, lo dejó incrustado en lo más profundo de su pierna -¿Donde está Jackson?-
-No, no se los diré, jamás...- respondió el otro, dando amplias bocanadas de aire.
-¿Me permiten chicos?- pregunté a JungKook y a Hae.
Ambos asintieron y se pararon junto a Zhoumi y a Jung Soo.
-Mira, escoria, ¿Quieres seguir sufriendo?- pregunté, con una sonrisa.
-No diré nada- rió como un loco.
-Perfecto, te sacaré toda la información a la fuerza- dije, con travesura e inocencia, falsa inocencia.
Coloqué una de mis manos a escasos centímetros de su pantalon, justo en aquella zona, cerré los ojos y me concentré, notando el calor irradiar de mi cuerpo.
-Tienes diez segundos antes de que tu amiguito pase a ser historia- sonreí aún con los ojos cerrados.
Changmin comenzó a removerse como podía, pronto, noté todo a mi alrededor movilizarse.
-Nueve- sonreí, abriendo por fin los ojos.
El chico negó.
-Ocho- continué, mirando sus reacciones.
Volvió a negar, esta vez un tanto más desesperado.
-Siete-
-No, no- dijo él, mirando hacia el techo.
-Seis, cada vez falta menos chico, habla. Cinco-
-Ay no, no- levanto la voz, tirando en demasía el cuello hacia atrás.  El fuego se propagaba por su ropa, pronto, comenzó a quemarse la silla.
-Cuatro- mantuve la sonrisa, sin dejar de mirarlo.
-Monster, por él... por...-
-De seguro en estos momentos, tu organos internos se deben estar achicharrando, te aconsejo de que hables y pararemos con todo este dolor- comenté -Tres-
-Por favor, por favor, basta- pidió pero hice caso omiso.
-Dos- aumente el flujo de fuego y de calor, notando su espalda separarse del respaldo de la silla, su piel comenzaba a ser mucho más roja y, en algunos sectores, la piel se hacía ampollas y reventaba, dejando grandes agujeros.
-Está en Nueva York, planean poner una bomba en el Madison Square Garden- dijo, como pudo, rendido ante el sufrimiento.
Aparté la mano y miré a Donghae, quien se acercó rápidamente y se paró detrás de Changmin, apoyando sus manos en su cuello, se concentró y noté el fuego apaciguarse.
-¿Que día?- pregunté.
-El proximo Martes- respondió, dando amplias bocanadas.
Donghae se alejó y finalmente, suspiré.
-Creo que con esto, te has ganado tu perdon- le informó Jung Soo.
Changmin, cerró los ojos, esperando su final.
-¿Alguna última palabra?- pregunté, irguiendome.
-Nanna- llamó como pudo.
Miré más allá de él y la cola de un gato blanco y negro apareció en mi campo visual. El animal se acercó y se sentó sobre las piernas del chico.
-Les daré información a cambio de que la cuiden- pidió.
-¿Que información?- preguntó Jung Kook, tomando a la gata en brazos.
-Jackson estará rodeado de guardias, tantos humanos, como vampiros y lobeznos... hagan sufrir a ese hijo de puta, - tosió y sangre brotó.
-Entendido- dije, tomando otro de los dardos, esta vez, con una inyección letal. -No cometas errores la proxima vez...- comenté, clavando el dardo en su cuello, dejando que el veneno corriera por sus venas. Y, cerrando los ojos, fué el unico de todos mis objetivos, que murió en paz.

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Fin Cap. 47 <3

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Mila ^^~