Romantic Oneshot: Mini Fic: "Spank me, Daddy" (Namgi) Cap. 5
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viernes, 22 de julio de 2016

Mini Fic: "Spank me, Daddy" (Namgi) Cap. 5

Hola!


Género: Lemon, Yaoi, Daddy Kink
Capitulo: 5 de ?
 Grupo:  BTS
Pareja: Suga x Rap Monster (SugaMon - NamGi)
Título: "Sprank Me, Daddy"

Suspiró y notó sus pies repiquetear al ritmo de la música.
¡Oh Yoongi!
¡Lo que tienes de niño bueno, lo tienes de torpe!
Aquella misma tarde, había decidido tomar una pequeña y leve siesta. Y con leve, me refiero a que fueron cuatro horas de sueño sin interrupciones. Y no, Chae Rin tampoco hizo esfuerzo por levantarlo.
El caso es que llevaba hora y media de retraso. ¡¿Que excusa daría?!
-Hyung, me he dormido pensando en ti y en que ponerme para hoy- dijo y volvió a hablar consigo mismo -Hyung, lo siento, surgió un problema- el chico negó y se revolvió el cabello exasperado dejando un ligero chillido en el aire.
No, definitivamente soportaría los regaños del mayor, miró al frente una vez más y se ruborizó. ¿Tenía putos monos en la cara? ¡La gente en el autobus lo miraban como si hubiese escapado de un circo!
De seguro que era por su pelo menta, no tiene nada de malo gritar en un autobús... ¿Verdad? Es normal... O al menos eso pensaba Yoongi.
Suspiró y miró su reflejo en la ventanilla del autobus, notando su pulso incrementar.
¿Cómo lo recibiría?
Vió sus delgados y levemente mullidos labios morderse a traves del espejo. La anticipación estaba haciendo estragos de él.
Cuando la calles llegaron, tocó timbre y bajó nervioso del autobús, caminando pronto por las calles de la ciudad.
-Por aquí pasa cada día...- pensó y se ruborizó una vez más, acomodando los lazos de su mochila en sus hombros. Al emprender camino a casa de Nam Joon, Yoongi continuó preguntándose cuál sería la reacción del mayor.
Sus pies se detuvieron pronto y su mano tembló al dirigirse al timbre.
-No creo que me diga nada...- murmuró y con una sonrisa en los labios tocó el botón.
Pasaron eternos segundos antes de que la puerta se abriera con desgano.
Los ojos avellana miraron los suyos y en ese instante, YoonGi supo que la había cagado.
El mayor frunció el ceño y tiro de la mano del menor. La puerta se cerró a las espaldas del chico y NamJoon apoyo su mano en la madera de la puerta.
-¿Qué mierda ha pasado contigo que ni siquiera me has llamado? ¡¿Tienes la mínima idea de todas las desgracias que se me han pasado por la cabeza, Min Yoongi?!- dijo con la voz ronca, más profunda que nunca.
El chico de cabellos menta miró anonadado y asustado la reacción del mayor, pero, al mismo nivel que el miedo y el asombro, estaba la excitación. ¿Desde cuando lo ponía tan cachondo el que le tomaran de la mano de forma brusca y lo aprisionaran?
-Lo-Lo siento, Hyung- susurró el menor y el corazón comenzó a latirle aún con más fuerza que antes.
¿Y cómo podría enojarse con esos ojitos? Si era la cosa más bonita del planeta a los ojos del joven de pelo rosa.
-Prometo que no volverá a suceder, no me reprendas, por favor- pidió Yoongi y un leve puchero se instaló en sus labios, un leve gesto que derritió el corazón del mayor quien suspiró y miró al menor nuevamente a los ojos.
Su mano soltó la suya y lo despeinó con ternura.
-La próxima vez, avisa, pequeño idiota- dijo Nam Joon antes de dejarlo pasar con libertad a su departamento.
De pisos de madera, paredes blancas, algunos cuadros, bastantes luces y grandes vistas. Los sillones blancos contrastaban muy bien con los pisos de madera, la alfombra en el centro de la sala también lo habían dejado anonadado. La cocina era espaciosa, pero, parecía jamás ser usada. Definitivamente, al joven le iba bien.
-¿Eres un Idol?- preguntó Yoongi antes de descalzarse.
NamJoon rió y se encaminó a la cocina, buscando algo de beber.
-¿Un café, té, agua, refresco?- preguntó el mayor, sosteniendo la puerta de su nevera.
-Agua- respondió Yoongi, dejando su mochila sobre su regazo mientras se hundía en el sillón. Oh, tan blandito...
Al volver de la cocina, Nam Joon pudo divisar al menor saltar varias veces sobre el sillón de su sala, tirándose y ocupando todo el sofá.
-Me alegra que te haya gustado mi sillón, Yoongi- rió Nam Joon y el menor se quedó estático, levantandose lentamente con las mejillas hechas un par de tomates. El chico de cabellos menta se encaminó al mayor, tomando el vaso de agua que traía, agradeciendo su atención.
Ambos se miraron a los ojos sin saber muy bien como actuar...
-Entonces... ¿Seré tu modelo?- comentó el bajito, con las mejillas ruborizadas y una tímida sonrisa emergiendo de sus finos labios.
Nam Joon asintió y con un movimiento de cabeza lo invitó a acompañarlo, lo guió por los pasillos de su casa hasta una habitación en particular.
Los focos eran grandes y su luz era prominente. Las luces se dirigían a un mismo punto, con las paredes blancas y el piso del mismo color, una cama de madera llamaba bastante la atención. De dos cuerpos, de sábanas marfil y almohadas desalineadas del mismo color, hicieron que la imaginación de Yoongi volara.
-¿Aquí me tomarás fotos?- preguntó el chico de cabellos menta, recibió como respuesta una tímida sonrisa y un asentimiento por parte del más alto.
-Deberás cambiarte de ropa- dijo Nam Joon y un creciente cosquilleo en su estómago le advirtió que si seguía pensando en Yoongi desvistiéndose, tendría un notorio problema.
-Está bien- dijo Gi, y dejó su vaso de agua sobre una apartada mesa en la habitación -¿Donde está la ropa?-
-En la puerta de allí encontrarás el vestuario que quieras. Elige lo que desees- dijo Nam, comenzando a ajustar la cámara.
-¿Lo que yo quiera?-
-Lo que tu quieras- respondió el de pelo rosa, antes de ver al menor marchar...

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Nam Joon ajustó el ángulo de la cámara una vez más, marcando con una pequeña y diminuta cruz el piso, justo donde él estaba parado. El joven de ojos avellana y pelo rosa esperaba con cierta impaciencia a su modelo. Y es que el bajito llevaba más de media hora encerrado en aquella habitación que él mismo le había marcado. Suspiró y se acercó a la única ventana de aquel lugar, se cruzó de brazos y miró la bóveda azul.
La estrellas parecían brillar  con  una intensidad jamás vista antes, o al menos, eso veían sus ojos. Miró la luna y la vió hecha una uña en el cielo.
-Hyung~-
La voz del menor sonó tan... melodiosa, que Nam Joon tuvo que obligarse a si mismo de no girarse y tomar sus manos con brusquedad. Sin embargo, el mayor lo miró y de inmediato se arrepintió de haberle dejado escoger las prendas.
Las medias blancas con ligeras puntillas en los muslos parecían continuar esta vez en un par de tiras, subió un poco más la visual y sintió su boca aguarse en demasía al ver la camisa blanca abotonada con delicadeza. Pero, la gota que rebasó el vaso fué aquella gargantilla negra con un pequeño y casi imperceptible dije en forma de huella.
Iba a  morir de un infarto, era un hecho.
-Lamento haber tardado tanto- dijo Yoongi, despeinándose un poco, gesto que enloqueció aún más al mayor.
Joon pasó saliva y acomodó la garganta.
-No-No hay problema, acomódate como gustes en la cama- respondió por fin y el bajito asintió, encaminandose a la cama.
Y fué demasiado para el mayor, sus ojos se le fueron casi sin querer, casi.
El bonito (y ya inspeccionado de memoria) culo de Yoongi era apenas cubierto por la camisa. Min continuó su camino y se dejó caer en la cama, sentándose en ella. Su mirada algo incómoda por la situación buscó la de Nam Joon quien con una sonrisa en el rostro, tomó posición detras de las luces.
Tomó su cámara y comenzó a tomarle fotos al menor. Se enfocaba en su mirada, en sus delgadas y blancas piernas, en sus manos sobre la camisa... en sus labios.
Si no tomaba una ducha en los próximos minutos, una increíble empalmada se generaría bajo la tela de sus pantalones, algo que no sería bonito de mostrar al menor.
Yoongi sin embargo, estaba disfrutando de aquella sesión. Se sentía observado en demasía, se sentía... extasiado.
Miró a Nam Joon, quien aún lo observaba detrás del lente de la cámara y dejó una tímida sonrisa antes de que se dejara caer sobre las desalineadas sábanas. Juntó sus rodillas en el aire y dirigió sus manos a los botones de su camisa.
Las palabras estaban en la punta de su lengua y estaba haciendo un soberano esfuerzo por no dejarlas escapar.
El menor logró desprender los primeros botones antes de mirar a Nam Joon y extender su mano a él.
-Hyung~ Necesito ayuda...- pidió con la mirada suplicante y brillante.
¿Qué es lo que llevó a Yoongi a comportarse de esa manera?
Aún detrás de los focos, en algún momento, vió al mayor por completo, deleitándose con cada click de la cámara y con la erección formada bajo sus pantalones.
Su hyung bajó la cámara, pasó entre los focos y tomó la mano del menor.
-¿Que necesitas, Yoongi?-preguntó el mayor y su voz profunda hizo estragos en el chico de pelo menta.
Yoongi tiró de la mano del mayor y lo invitó a dejarse caer en la cama, dejando una sonrisa al ver que sus plan iba  a la perfección. Tomó prestada su cámara y sin más le tomó fotos. Se sentó a horcajadas sobre su pelvis, justo sobre su paquete. A Nam se le escapó un jadeo y Yoongi se ruborizó.
-Estás jugando con fuego, pequeño- y sus anchas manos subieron hasta la cintura del menor,  enderezándose pronto en la cama.
Yoongi dejó la cámara a un lado y miró a Nam Joon directamente a los ojos, ignorando su timidez y  creciente rubor. Sus manos se dirigieron ahora por si solas al pelo rosa, internando sus dígitos, tirando un poco.
-Me quiero quemar, hyung- dijo antes de que sus labios recortaran la poca distancia que había entre ellos, besándolo con delicadeza, solo un roce de labios.
-No me podré controlar, Yoongi, yo- comenzó a decir antes de ver una sonrisa en los labios del menor.
-No lo hagas, no te controles, Nam- insistió Min antes de mover sus caderas hacia adelante.
Aquel movimiento sin experiencia, fué el interruptor en el mayor.
-No vuelvas a decir mi nombre, a partir de ahora dime Daddy. Tú te buscaste esto, gatito, ahora pagarás las consecuencias- dijo Nam Joon antes de besar los dulces labios de su ahora Gatito.
Yoongi se sentía demasiado maravillado y avasallado por el mayor. Lo besaba con fiereza, algo que aquel chico amó desde el primer instante. Su boca envolvía la suya con facilidad, podía notar la punta de la lengua del contrario en su labio inferior, pidiendo un silencioso permiso para ingresar por completo a su boca. ¡Oh! Le iba a dar el gusto.
Su lengua acarició la suya y por sobre todas las cosas, las manos del mayor se dirigieron a la parte posterior de su cuello para atraerlo aún más a él. No se dieron tregua, no hubo un instante en el que Yoongi no dejara escapar un leve gemido de sus labios.
Se separaron por la falta de aire y en ese instante el menor se sitió indefenso, pequeño y frágil. Las manos del mayor bajaron por sus lados y se aferraron a su cadera, ayudándole a mecerse sobre la tela de los jeans del mayor.
-Nam Joon...- gimió el chico antes de recibir un gruñido del mayor, quien detuvo sus caderas y obligó a levantarse -¿Qué? ¿Por qué te detie- comenzó a preguntar antes de que su contrario lo interrumpiera, tomando su mentón y apretando sus mejillas.
-¿Qué parte de llamarme Daddy no has entendido?- preguntó y Yoongi se mordió el labio inferior.
-¿Lo-Lo siento?- murmuró y Nam Joon cambió su semblante a uno más serio, señalando su regazo. Gi lo miró asustado y ruborizado a más no poder, sin embargo, lo hizo, se recostó boca abajo sobre las rodillas del mayor.
-¿Sabes que has sido un niño malo, Gatito?- preguntó el mayor, comenzando a levantar la camisa blanca que cubría el lindo culo del menor.
Y a Nam Joon se le paró el corazón para comenzara a palpitar con demasiada fuerza.
Bragas...
El enano hijo de puta llevaba malditas bragas de encaje color negro.
-Da-Daddy- gimió Yoongi al sentir el tacto del mayor en sus glúteos, acarició uno de ellos y pronto, levantó la mano.
-Dí que lo sientes- dijo Nam y se mordió con fuerza el labio inferior.
-Lo siento- murmuró el menor y el golpe llegó al instante. El ardor no se hizo esperar y la verguenza hicieron que Yoongi ocultara su rostro entre sus manos.
-Lo siento ¿qué?- preguntó Nam Joon disfrutando en demasía la tensión sexual que giraba en torno a ambos. Gracias a la luz de los focos, pudo ver lo que una sola palmada había provocado. El pequeño y blanco culo del menor se teñía de rosa y rojo.
-Lo siento mucho- dijo el bajito y otra nalgada llegó. ¿Había algo más embarazoso e igualmente excitante?
-Respuesta incorrecta, Gatito- sonrió Nam y dió otra nalgada, subiendo la fuerza con la que azotaba al menor.
Yoongi se quedó en silencio, mordiendose los labios, demasiado caliente y resignado.
¿Que mierda era lo que quería que dijera?
Pronto un repiqueteo doloroso le recordaron que Nam no era precisamente el joven más paciente del planeta. Su ancha y fuerte mano golpeo sin parar su culo que de seguro era un tomate ahora. Tanta fué la calentura de Yoongi que gimió alto cuando aquella mano golpeó más abajo de lo debido, muy cerca de sus hinchados testículos
-Lo siento mucho, Daddy- dijo el chico de cabellos menta en un alto e inevitable gemido.
Nam sonrió satisfecho antes de tomar una rápida foto al culo en pompa del menor, con sus manos marcadas en aquel blanco lienzo. Dejó la cámara a un lado y tomando al más bajito en brazos, lo  colocó sobre la cama. Se sintió el tipo más afortunado del planeta al tener semejante manjar sobre las sábanas de su cama, Yoongi sin embargo, no pudo más que sobarse cobre la ropa. El dolor en su parte baja lo estaba matando y necesitaba mimos, muchos mimos.
-Deja de tocarte- ordenó con la voz grave y el menor lo miró suplicante.
-Me duele mucho, daddy~-
Oh Min Yoongi, ¡eres bueno en aprender cosas nuevas!
El mayor se acercó a él y abrió por completo la camisa, arrebatándola de su delgaducho cuerpo...
La tela de aquellas bragas no dejaban nada a la imaginación y comenzaban a mojarse más de lo esperado, justo en aquel sitio donde yacía el sonrosado y jugoso glande de Yoongi. Las ganas fueron más de las esperadas. Podía sentir sus papilas gustativas aclamar a gritos probar de aquel delicioso y húmedo néctar que emergía a borbotones.
NamJoon se colocó entre las piernas de Yoongi, abriendolas, acariciándolas, maravillándose con lo suave que era su piel. Miró a su pequeño Gatito y sonrió satisfecho, notando sus manos arremolinarse sobre su pecho.
Sus mullidos labios se pasearon sobre la tela de las medias, mordiendo al llegar a la piel desnuda. Repitió el camino esta vez sobre su pierna derecha antes de dibujar un amorfo camino hacia aquel sitio, aquel expuesto y húmedo sitió.
-Ahh~ Da-Daddy~~- gimió Yoongi, elevando sus caderas y formando un arco con su espalda cuando el mayor mojó aún más su ropa interior.
El joven de pelos rosas, hizo a un lado las bragas antes de dejar escapar los testículos de Yoongi, lamiendolos sin culpa, esperando los gemidos que no tardaron en llegar. Pasó su lengua entre ellos para pronto acariciar con sus labios la base de su pene.
-Levanta el bonito culo que tienes, Gatito- ordenó y su menor lo hizo, levantó las caderas y él al fin pudo quitarle las bragas. El miembro de Yoongi salió disparado, demasiado duro, demasiado caliente... -¿Qué quieres que haga, Yoongi?- preguntó.
El nombrado lo miró mordiendose el labio inferior y paseando su pequeña lengua por sus labios.
-Hazme mimos, Daddy- pidió en tono de súplica, palabras que enloquecieron al mayor, quien simplemente, sopló y lamió su necesitado miembro.
-Dime que quieres que haga, pequeño- insitió Nam Joon.
Con sus labios apresó la punta de su goteante pene, chupando con fuerza, separándose pronto.
-No, agh~ Sigue- gimió y el mayor volvió a chupar más flojito -Chúpala,  por favor, por favor, Daddy- suplicó y Nam Joon sonrió, engullendo por completo el pene de Yoongi, quien, sin poder evitarlo, dirigió sus manos a la cabellera del mayor, empujando sus caderas una y otra vez.
Su pequeño, si, SU pequeño le estaba follando la boca, un pequeño detalle para él que Nam Joon quiso regalarle. Había sido un niño malo al seducirlo y llegar tarde a su cita, pero, había sido un niño bueno al dejarse llevar por lo que realmente quería.
Chupó con fuerza sostuvo con sus manos las caderas del menor antes de mover su cabeza de arriba hacia abajo, engullendo hasta el último centímetro. Su lengua se enrolló en su glande y el chico se dejó llevar.
El tibio líquido era mucho más dulce de lo que Nam esperaba, cosa que le encantó. Tragó sin asco parte del líquido antes de bajar una vez más con su lengua cargada.
-¿Q-Qué haces Daddy?- preguntó el chico de pelos menta antes  separar mucho más sus delgadas piernas.
Haciendo caso omiso a las cuestiones del más bajito, el joven de cabellos rosas continuó su camino hasta su entrada antes de comenzar a esparcir el semen de Yoongi en aquel lugar.
-¿Alguna vez te han tocado aquí, pequeño?- preguntó el mayor y Min negó avergonzado -¿Eres virgen?-
-Si-Si- tartamudeó Yoongi y vió una sonrisa tranquilizadora en los labios del su Daddy, si, SU Daddy.
-Solo por ser tu primera vez, intentaré ser suave, lo prometo- dijo Nam antes de tender su mano al menor -Ya sabes lo que hacer pequeño, chupa-
-Pero... Yo quiero que Daddy me folle duro- dijo el bajito con un puchero en los labios.
-Creeme que cuando lo haga no voy a andar con preparativos, Yoongi. Y vas a necesitar reposo, mucho reposo- Nam Joon comenzó a desvestirse, se desprendió la camisa y se la quitó sin dejar de mirarlo... Sus manos descendieron a su pantalón, desabrochando y bajándolo junto con su ropa interior.
Yoongi miró al mayor en su totalidad, mirando aquel hinchado falo.
Las venas se marcaban con necesidad y por la punta comenzaba emanar líquido preseminal. Algo dentro de él comenzó a cosquillear, enviando sensaciones directamente a su pene y a sus testículos, quienes comenzaron a doler sin compasión.
- -¿Te gusta algo que ves, Gatito?- preguntó el mayor y su contrario jadeó ruborizado a más no poder.-Chupa mis dedos si no quieres sufrir tanto, pequeño- ordenó y notó el delgado cuerpo frente a él temblar. El aún niño tomó la mano de su mayor y ensalivó sus dedos, chupando y lamiendo como si de otra cosa se tratase.
Cuando el menor creyó que era suficiente miró a su Daddy, y éste retiró su mano, haciendo un húmedo camino amorfo en sus glúteos, llegando a aquella union... llegando a su  entrada. Nam esparció la saliva por aquel apretado orificio y con su izquierda acarició el desatendido miembro de Gi. Ingresó el primer dígito y Yoongi maldijo por dentro, era tan incómodo.
El vaiven de la mano del mayor sobre él lo distrajeron lo suficiente como para no notar la intromisión del segundo dígito entrar en él, su espalda se arqueó al notar un pequeño toque en algún punto desconocido. Los dos dígitos se abrieron una y otra vez, expandiendo poco a poco, dilatandolo.
Nam se encargó de atender la punta de su pene, lamiendose el labio inferior. Al notarlo listo, tomó su caderas, acercándolo a él. Tomó un preservativo de su desalineado pantalón y se lo colocó, deslizándolo por completo.
-Hazlo, por favor. Prometo ser un niño bueno, haz que deje de doler Daddy- pidió el pequeño antes de sentir como sin avisar, entraba en él. Sus manos se dirigieron a los brazos de Nam, apretando y hundiendo sus uñas.
Sin dar un segundo de tregua, el mayor, cegado por el placer de tan estrecho pasaje, movió sus caderas, embistiendo.
-Agh, duele- gimió Yoongi,  mordiendose los labios.
El de pelo rosa, embistió una y otra vez, notando como lentamente el menor se acostumbraba a él, gimiendo con cada vez más frecuencia.
-Más, más fuerte- pidió y su espalda se arqueó. Movió sus pequeñas caderas con inexperiencia, dejó que el mayor hiciera lo que quisiera con él. Se estaba entregando por completo a un desconocido.
Pero...
Que bueno que estaba.
Solo pudo ver a Nam Joon fruncir el ceño y oir el sucio sonido de ambos chocando, de sus pieles pegandose.
-Tócate, Yoongi- ordenó y su voz sonó tan profunda...
El chico envolvió su miembro con ambas manos, notando como su Daddy se movía de forma dura contra él.
Sus cuerpos se unieron y distanciaron incontables veces antes de que ambos notaran que el mundo se volvía un caos a su alrededor y de como finalmente, ambos se sumían en un profundo éxtasis...
Al notar como ámbos llegaban al más exquisito de los orgasmos que hayan experimentado nunca.

Fin Cap. 5!

askdjalksjdlkasjd <3
Espero que les haya gustado pronto! <3

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Mila ^^~



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