Tipo: Yaoi ^^
Duración: 3
Pareja: Hoya x SungYeol
CAPITULO 3
Grupo; INFINITE ♥
Narra Sungyeol:
-Que no- me quejé, peleando con MyungSoo.
-Te digo que si, terminaste todos tus proyectos y te fuiste de vacaciones a las Bahamas- indicó el chico, señalando una de las tantas fotos de los albumes.
¿Porqué no lo recordaba?
Habían pasado meses desde que había salido del hospital.
-Dejen de pelear- respondió Hoya, con su ya recurrente expresion de: ¿Porqué rayos no discuten eso afuera?
-Pero... pero... No lo recuerdo- comenté, quitandole el celular a Won -¿Que ha pasado ahi?-
Myungsoo miró a Hoya y tragó saliva, el ambiente se tornó pesado, muy pesado.
-¿Se lo dices tu o se lo digo yo?- preguntó Myung-
Hoya suspiró con pesadez.
-Viajaste a las Bahamas en Abril, conociste a una chica alli... Eunmin, ¿la recuerdas?- pregunto mi mejor amigo.
Por supuesto que la recordaba, pero, ¿había sido mi pareja? No recordaba más nada que el trato frío entre los dos. Finalmente, asentí esperando el final de la anécdota.
-Aquella noche... cuando ocurrió el incendio...- comenzó a decir Hoya antes de mirarme a los ojos -Terminaron, justo despues, nos encontramos en aquel bar-
¿Realmente había empezado algo con Eunmin? ¿Porqué no lograba recordarla? Suspiré y bebí de mi botella de jugo. Recordaba haber salido con Hoya, recordaba el momento en el que volví a casa, recordaba cierta sensacion de incomodidad.
-¿Ha ocurrio algo en el bar?- le pregunté al chico, quien con la mirada desorbitada, se ruborizó, sin decir una palabra, negando.
Volví mi mriada al suelo, suspirando por fin. Algo me ocultaba, y debía averiguarlo todo.
Al pasar la hora, despedí a MyungSoo, dejando cierta incomodidad entre Hoya y yo. Me acerqué al chico mientras terminaba de limpiar el lavabo...
-¿Que ha pasado en el bar? Si me lo dices, no me enojaré, lo prometo- dije, apoyandome en una de las butacas.
El chico se quedó inmovil y pronto, me encaró...
-¿Lo prometes?- preguntó el chico, acercandose a mi. Aunque mi respuesta jamás pudo llegar, puesto a que aquel chico, besó mis labios con firmeza.
No pude más que quedar petrificado hasta que sus labios se separaron de los mios.
Aunque solo fue un mínimo roce... noté mi cuerpo temblar.
Ho Won, no hizo más que dejar de mirarme a los ojos. Me quedé en shock por unos instantes, antes de que me instinto respondiera por mi consciencia. Fué mutuo, ambos avanzamos al mismo tiempo, sus labios besaron los mios una vez más, con pasión, con ternura. Mordió mis labios, lamí los suyos.
-¿Que nos está pasando?- pregunté, hipnotizado.
-¿Quieres una explicación científica o simplemente vamos a la recámara?- preguntó Hoya, empujandome hacia la pared con cierta firmeza.
Su cuerpo se pegó al mío, notaba una de sus piernas entre las mías, notaba mi miembro endurecerse cada vez más. Cuando su boca se paseó por mi cuello, me sentí desfallecer.
-A la recámara~- gemí y tras una dulce sonrisa de su parte, me guió a su habitación.
De camino, nuestras manos no pudieron estarse quietas, por lo que, al pasar por la puerta, solo nuestros pantalones nos cubrían.
La piel de Ho Won, era simplemente, mi paraíso. Me encantaba, era suave y a la vez caliente. Me empujó sin esfuerzo alguno hacia su cama, dejandome sin aliento unos instantes. Su escurridiza lengua pareció no detenerse sobre mi abdomen, descendiendo cada vez más.
-Eres perfecto- comentó sobre mi ombligo, besando sus alrededores, mordiendo con tranquilidad.
Cuando sus dedos, con gran agilidad, desabrocharon mis pantalones, noré mis nervios a flor de piel, un gigante nudo se me formó en la garganta y, una sensación conocida se aglomeró en mis testículos, la anticipación comenzó a hacer estragos de mi cuerpo.
Al notar su húmeda boca al rededor de mi miembro, un gemido salió de lo más profundo de mi garganta.
Mis manos se guiaron hacia su pelo, empujandolo más hacia mi...
Hoya cerró sus labios al rededor de mi miembro, moviendose de arriba hacia abajo.
-Ah~ Won, si, sigue~- comenté entre gemidos, notando sus dedos acariciar mis testículos.
Unos minutos más tarde, me encontraba gimiendo su nombre en voz alta, sin verguenza ya, su mano ahora se movía sobre mi miembro sin descanso. Se ensalivó dos dedos y con lentitud, los internó dentro de mi, con movimientos circulares.
-Sungyeol~- dijo, con la voz demasiado ronca.
Lo sentía en cada centímetro de mi cuerpo, lo notaba, lo quería, quería estar así siempre, siempre con él.
-Hazlo ya, no lo resisto- pedí, aferrandome a sus brazos.
El chico se sonrió y asintió, colocandose entre mis piernas, desnudandose frente a mi.
Con la misma suavidad, se adentró, empujando sus caderas, entrando por completo.
Se mantuvo quieto, dejandome acostumbrar a tu tamaño. Sus manos tiraron de mi, obligandome a sentarme sobre sus caderas.
-Cabálgame, Sungyeol- pidió, apoyando su frente en la mía.
No pude evitar gemir al deslizarse más en mi interior, dando de lleno por primera vez en aquel punto. Gemí y envolví mis brazos a su cuello, devorandole la boca, moviendome sin detenerme, rebotando sobre su cuerpo, primero lento, cada vez, más constante.
-Hoya~- gemí sobre su boca.
-Yeol~- contestó él, empujando cada vez que yo descendía.
No aguantamos mucho más antes de alcanzar a tocar el cielo con las manos.
Se mantuvo quieto unos minutos en mi interior, antes de acostarse a mi lado en la cama.
-¿Como llegamos a esto?- pregunté, mirando el techo de la habitación.
-Tenías curiosidad de lo que había pasado aquella vez, aunque, no fuimos más allá de un beso...- contestó el chico, extendiendo sus brazos, dejandome recostar sobre su pecho.
-Entonces, shockeado volví a casa, prendí la calefacción y comencé a recalentar comida de la nevera. Estaba de mal humor y realmente triste por lo de Eunmin, y, aún más enojado conmigo mismo por haber escapado del bar- Relate, recordando cada detalle por fin. -Fué por una fuga de gas de la calefacción... todo se prendió fuego mientras yo dormia en el sofá de la sala-
-Al fin lo recuerdas- comentó el chico abrazandome.
Sonreí, con picardía.
-Si, aunque he olvidado lo de recien... ¿Me refrescas la memoria?- pregunté, besandole los labios.
Fin!
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Buen Finde!
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