Romantic Oneshot: Mini Fic: "Spank me, Daddy" (Namgi) Cap. 9
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lunes, 29 de agosto de 2016

Mini Fic: "Spank me, Daddy" (Namgi) Cap. 9

Holaaaaaaaaaaaaaaaaaa

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Género: Lemon, Yaoi, Daddy Kink
Capitulo: 9 de ?
 Grupo:  BTS
Pareja: Suga x Rap Monster (SugaMon - NamGi)
Título: "Sprank Me, Daddy"

Narración especial:
Kim Nam Joon
(En cursiva entán los pensamientos del personaje)

¿Por qué era tan cruel el destino?
¿Por qué tenía que tener tan mala suerte?
Se que muchos me odiarían por lo que le había hecho, pero, no era mi intención herirlo jamás.
El ambiente se tornaba cada vez más turbio... Hoseok, desde la punta de la mesa, intentaba de alguna manera u otra, dispersar aquel tedioso clima en la cafetería, mejor dicho en nuestra mesa.
Seokjin a mi lado, fruncía el ceño levemente mientras disfrutaba de aquel té de fresas helado. ¿Cómo podía lucir tan tranquilo?
Oh, cierto. A él le valía una mierda lo que estaba pasando.
De la mesa, conocía a Hoseok y a Jimin, a éste último únicamente por ser amigo cercano del primero, porque, sinó, sería un completo extraño, al igual que los otros dos.
Una tonelada de pensamientos cruzaron por mi cabeza y es que, no sabía como explicarlo, no sabía que decir para no herir los sentimientos de mi Gatito.
Y si, esta vez, me había ido al carajo, literalmente.
Yoongi no levantaba la mirada, parecía totalmente ido, con las mejillas y orejas rojas podía deducir de que estaba totalmente cabreado, y más allá de provocar miedo en mi, me causó ternura y dicha. ¿Tanto había afectado mi partida en su vida?
Él había girado mi mundo patas arriba y yo sin embargo, parece que hice lo mismo con el suyo.
¡Oh, pequeño!
Se le veía distante, mucho más delgado y pálido desde la última vez que lo había visto.
-No se han presentado- dijo el chico que estaba a la derecha de Hoseok, estaba serio, bastante serio.
-Seokjin, Kim Seokjin- respondió mi acompañante.
-Kim Taehyung, es un gusto- sonrió el chico, pero su mirada no cambió.
Con que ese era Taehyung... Había oído su nombre varias veces de Hoseok, demasiadas para contarlas diría yo.
-Kim Namjoon- contesté y miré a Yoongi. El bajito dió un respingo y tembló frente a mi cuando hablé.
Me dolía en el alma verlo así, no podía ver la hora en la que nos largáramos de allí para poder hablar, para tener un mínimo de privacidad.
¿Merecía su perdón?
Llevábamos cerca de cinco minutos sentados allí, esperando que el ambiente perdiera tensión, hasta que sucedió.
Mi Gatito, si es que aún tenía derecho de llamarlo así, se levanto de su lugar e hizo una reverencia.
-Debo volver, Chae me está esperando- miró a sus amigos y se retiró, apretando el celular con fuerza entre sus manos. Me giré en mi lugar, mirándolo marchar, luchando por levantarme de mi asiento y mandar todo a la mismísima mierda, solo para poder explicar todo aquel mal entendido.
Cuando mi mirada volvió al frente, noté el olor a fresas regadas por doquier. Estaba prácticamente congelado, pegajoso y totalmente merecido, me lo merecía...
Me sequé como pude los ojos antes de recibir aquel fuerte golpe en la quijada.
-¡¿Que mierda te crees?!- preguntó el chico de cabellos castaños y piel levemente canela. Taehyung me tomó del cuello de la campera antes de alzarme como pudo y propinar otro golpe en mi ojo izquierdo.
-¡Taehyung, detente!- oí la voz de Hoseok.
Los golpes cesaron pero, el dolor comenzaba a avecinarse. El flacuchento sacaba las fuerzas de no se donde, volvió a alzarme aún en el suelo por el cuello de la chaqueta y hablar con brusquedad.
-No vuelvas en tu puta vida a acercarte a él, no vuelvas a aparecer frente a mi, hijo de puta-
Me dejó caer en el suelo antes de girarse sobre si mismo a buscar sus pertenencias.
Si, lo tenía merecido.
La otra parejita se marchó, dando una leve despedida. Seokjin reía aún en su lugar en la mesa, disfrutándo de los últimos sorbos de su té.
-Te jodes por meterte con menores, Nam- sonrió, pagando su bebida.
-Así que era de Yoongi de quien hablabas... ¿Estás mal de la cabeza?- preguntó Hoseok, buscando en su billetera el dinero para la cuenta.
-Si, es de Yoongi de quien te hable- y, en efecto, se lo había contado todo a él. Era uno de mis mejores amigos, debía desahogarme con alguien. Le había contado sobre mi problema con el menor, le había contado que un pitufo gruñon me estaba enloqueciendo...
-Definitivamente estás mal de la cabeza- negó Hoseok, antes de acercarse y extender su mano hacia mi, ayudándome a levantarme del suelo.
Era un buen chico, no había dudas de ello, aunque, ahora tenía algo más importante por lo que preocuparme. Mi Gatito probablemente estaría en algun lugar, escondido a más no poder, abrazando sus rodillas a su pecho, llorando.
Me limpié el cortado y ardiente pómulo como pude. Taehyung pegaba bastante duro a decir verdad.
Dirigí mi mirada a Seokjin, quien me sonreía con satisfacción.
-Lo lamento, pero no puedo más que sonreir de satisfacción al verte ahora- comentó Seok.
-Anda, lárgo de aquí. La gente comienza a vernos raro-dijo Hoseok y si, era cierto, los clientes nos miraban anonadados a más no poder.
Terminamos por retirarnos los tres, en silencio. Hoseok se frenó al ver a Taehyung esperándolo, bajo una pequeña alera oscura, a las afueras de la cafetería. Se cruzó de brazos y nos miró.
-Creí que demorarían más- dijo y evitó mirarme.
Mal NamJoon. Ya le caiste para la mierda.
-Bueno chicos, me temo a que esto se termina aqui, mañana cuando estén las aguas calmas, los llamo y arreglamos alguna otra salida en grupo, ¿Les parece?- preguntó Hoseok, encaminándose hacia el chico de cabellos castaños.
Seokjin asintió y saludó a ambos con un movimiento de su mano.
La pareja se fué caminando, dejándonos solos aquella noche.
-¿No dirás nada?- preguntó SeokJin, mirándome de reojo.
-¿Qué mierda quieres que diga? ¿Quieres que te de la razón? ¿Qué enamorarme de ese niño fué la peor idea de mi vida? ¡No precisa de que me lo eches en cara! Me gusta, ¿entiendes?. Me vuelve loco...-
-Ajá, me vale una mierda, Nam. Aún así, apostaría cualquier cosa a que él no te perdonará- rió Jin.
-Y si fuera así no me rendiría...- respondí y eché a caminar en silencio hacia su casa.
-----------------
Detuve mis ligeros pasos frente a la puerta de su casa, dudando entre tocar o no. ¿Merecía más daño?
No, no lo merecía. El que merecía ese daño era yo.
Merecía aquel daño por no haberle avisado de que en las siguientes dos semanas viajaría a América por cuestiones de trabajo. Merecía aquel daño por no haberle avisado de que mi jefe me enviaría con un par de compañeros de trabajo. Merecía aquel daño por no haberle enviado ni un solo mensaje.
¡¿Y yo que iba a saber que mi tarjeta de crédito no sería aceptada allá?! ¡¿Como mierda le avisaba que me había quedado sin un centavo en el celular?!
Era un completo idiota y ahora, debía remediarlo...
Toqué el botón del timbre con las manos sudorosas. El corazón me latía más de lo normal y las rodillas me temblaban.
La puerta se abrió y supe que me quedaba poco tiempo junto a ellos...
Adiós Testículos.
El golpe llegó antes de lo esperado, pronto me encontré a mi mismo hecho una bolita en el suelo, agarrandome mi zona baja.
-Te lo advertí- dijo la chica de cabellos rubios, pateandome en el suelo. -Lloró semanas enteras, dejó de comer, se sentía mal, por tu culpa Bastardo-
El repiqueteo sobre la madera llegó, Yoongi había bajado las escaleras con rapidez, corriendo hacia mi.
-¿Qué.. Qué le hiciste?- preguntó mi Gatito.
-Le pateé los huevos- sonrió antes de señalarle con el índice -Primera advertencia, a la próxima te los corto y se los doy de comer a mi gata- Y se fue, encerrándose en lo que parecía ser su habitación.
La mano de Yoongi se paseaba por mi espalda, intentando calmarme de alguna forma. Levanté la mirada para encontrarme con la suya preocupada. Nos miramos a los ojos lo que pareció una eternidad... Solo así el dolor desapareció con lentitud.
-¿Estás mejor?- preguntó el chico y yo asenti, levantándome como pude del suelo, miré la mano que me tendía y la tomé, acariciando su suave piel. Necesitaba aquel roce, necesitaba tenerlo una vez más.
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Un incómodo silencio se formó entre nosotros mientras esperábamos que el café se calentara.
-Tienes el pómulo herido- comentó, antes de bajar la mirada una vez más.
-Fue Taehyung- respondí y me levanté del sofá, justo frente a él.
El se levantó de su lugar también nervioso, arrugando su pantalón pijama con sus manos, arrugaba la tela y volvía a soltarla, notaba su pecho hincharse una y otra vez, desesperado. Me acerqué a él a paso lento. Levantó apenas la mirada antes de poner una seria distancia entre nosotros.
-No te acerques- pidió y yo dí otro paso, su delicada mano hizo presión en mi pecho intentando empujarme -No te acerques, Nam Joon-
Escuchar mi nombre en sus labios dolía más de lo que esperaba. ¿Donde estaba mi Gatito?
-Yoongi...- dije como un susurro, apartando su mano.
-Por favor, no... Ya me has hecho demasiado daño- y me miró a los ojos, los suyos irritados. Cuando bajó la mirada sonreí. Intentaba hacerse el fuerte, como de costumbre.
Los incesantes "Pi's" de la máquina de café, nos llamaron desde la cocina, el caminó hacia la máquina mientras, como un perrito, yo lo seguía.
-Puedo explicarlo- murmuré y lo ví tensarse.
-No quiero oirte- contestó, sirviendo una taza de café. Sus brazos temblaban...
-Yoongi- dije y me acerqué a él, envolviendo mi mano en su muñeca, afirmando la jarra de café caliente -Te harás daño, podrías quemarte-
Lo oí bufar.
-¿Ahora te importo? ¿Ahora que me ves en este estado te importo? Imbécil, resultaste ser un imbécil- soltó, podía jurar oir sus dientes tiritar.
-No me gusta que digas malas palabras, Yoongi- respondí con la voz baja. Él dejó la jarra caliente sobre la mesada y se giró a mirarme con el ceño fruncido y las mejillas encendidas.
-Me importa una mierda, me importa un Carajo. ¿Sabes lo mal que me sentía? ¡Ni un puto mensaje diciendo de que estabas bien!-
Preferí dejar que me gritara todo lo que quisiera, preferí dejar que se desahogara.
-¿Por qué mierda estabas con Seokjin? ¿Eh? ¡Contesta! ¿No tienes los huevos de hacerlo?- y volvió a acercarse a mi, comenzando a golpearme en el pecho. -Siempre te importó una mierda, solo me querías para follar y luego volver con ese infeliz, ¿verdad? ¡Admítelo!-
Respiré hondo soportando sus golpes, buscando de alguna forma contenerme.
-Él es mejor que yo, ¿verdad? ¿Tienes al menos la mínima idea de lo que siento por ti? ¡Me usaste!-
Fué la gota que rebasó el vaso. Tomé sus manos, apretando sus muñecas levemente.
-No vuelvas a compararte con Seokjin- advertí y sus ojos cafés soltaron las lágrimas que tanto estaba aguantando -Me voy a América a trabajar por dos semanas y mira lo que eres, mira lo descuidado que estas-
Sus labios se entre abrieron, sorprendido, dejó de tirar de mis agarres.
-¿Q-q-qué?- tartamudeó.
-Lo que escuchaste- me quejé.
-P-pero ¿y Seokjin?- 
-Trabajamos en el mismo proyecto- contesté y él palideció.
-Entonces... ustedes no...- 
No pude más que sonreir frente a su mirada.
-No tocaría a nadie más que no fueras tú, Yoongi-
El pequeño chico comenzó a temblar frente a mi, sollozando. Suspiré y lo atraje a mis brazos, abrazándolo, envolviendo aquel menudo cuerpo que tanto me había hecho falta.

Fin Cap.9

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Mila ^^~

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