Romantic Oneshot: Twoshot - "Tú, mi dulce sonrisa" (Siwon x Fan) -Pedido- 2/2
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jueves, 9 de enero de 2014

Twoshot - "Tú, mi dulce sonrisa" (Siwon x Fan) -Pedido- 2/2

Hola amores! les traigo la segunda parte del pedido :3 A decir verdad, es la primera vez que escribo de Siwon, debo decir que fué lindo >w< pero no sabía como hacerlo XDD pero aquí está Listo ♥
Pronto subo otro capo de la Ilusion de una Fan ♥
Espero que les guste ♥



Género: Hetero ♥
Capitulos: 2
 

Grupo:  Super Junior
Pareja: Siwon x Maida (Fan)
Título: "Tú, mi dulce sonrisa"


Narra Siwon:

          La joven doctora cerró la puerta dejándome solo. Cerré mis ojos tratando de descansar, pero a mi mente llegaban las imágenes de la doctora, así quedé profundamente dormido. No sé cuantas horas domrí, lo que si sabía que el sol me molestaba y ya era bastante, fuerte. Oí pasos fuera de la habitación hasta que abrieron mi puerta. Me giré en la cama esperando ver a la doctora, pero no era, en cambio me encontré con una de las enfermeras del hospital.
-Bueno, al fin despertó- dijo la mujer.
No entendía nada. Lo único que sentía era hambre.
-Ya le vamos a traer algo para desayunar señor Choi- dijo y se fué.
"Que hora es?" pensé y busqué mi celular... 11:25 am. "Al menos pude descansar". No encontraba acomodo en la cama, quería levantarme de allí, busqué la forma de bajar de la cama sin apoyar mi pierna y me acomodé en el sillón de acompañante. Por la puerta apareció otra enfermera con el desayuno y se retiró. Una taza de té con leche, una medialuna y un sobre pequeño de azúcar. Bueno... algo era algo...
Mientras desayunaba mi celular no paraba de sonar, todo el mundo quería saber de mi, no quise atender.
La impaciencia pudo más que yo así que fuí hasta la puerta de la habitación, saltando en un pie, solamente para ver que sucedía afuera. En el momento en el que fuí a asomar la cabeza, la puerta se abrió de golpe, yo aun estaba en bata, con el cabello revuelto.
Sentí un pequeño golpe en mi frente y caí al suelo.
-Dios santo! es peor que un niño- dijo la joven. Era ella, mi doctora.
-Lo siento, solo quería ver que pasaba- respondí intentando ponerme de pie. La joven se paró a mi lado nuevamente y me guió hasta la cama, su mano izquierda rodeó mi cintura mientras que su mano derecha tomaba mi mano. Sentí su perfume a mi lado, era dulce y suave, sus manos cálidas se hacían sentir en mi. La miré, su perfil era perfecto, delgada pero elegante.
Me acomodé nuevamente en la cama mirandola.
-Señor, le pido por favor... ya no se levante o me veré obligada a atarlo a la cama- rió divertida.
-Esta bien, Esta bien- reí ante sus palabras. Era la primera mujer que me hablaba firmemente, ademas de mi madre.
Parecía leer mi pensamiento, de repente me miró y su rostro era serio pero, terminó siendo agradable.
-Permitame revisarlo- sonrió una vez más. Dejé que observara mi rodilla, en cuanto empezó su mano se posó sobre ella sentí un fuerte pinchazo de dolor.
-Aish!- me quejé.
-Vio? le dije, no se mueva de la cama, ahora con la caida es peor- dijo y salió rápidamente de la habitación, regresando luego de 5 minutos con una bandeja que yo ya conocía. Me mostró la jeringa y la cargó con un líquido que estaba en un pequeño recipiente. En cuanto se acercó a mi la tomé del brazo:
-Por favor, no- le pedí con cara de bueno.
-Que? pero si es para que descanse- sonrió ella.
-Por favor, por favor, no- reí ante mi situación.
-Acaso es un niño?- me preguntó la joven tentada a reirse-Eso lo hacen los niños-
-Pero esa cosa, me hará dormir y no tengo ganas de dormir- dije casi haciendo un puchero.
-Es lo  que lo hace descansar- respondió.
La miré una vez más con cara de bueno, y luego de que soltara un suspiro dejó la jeringa en la bandeja.
-Al final me tengo que comportar como con los niños que atiendo- dijo riendo.
-Le prometo que me quedaré quietito y descansaré- sonreí acomodandome en mi cama.
-Esta bien... vamos inténtelo, cierre sus ojos y quedese quieto, descanse, me quedaré aquí con usted-
Cerré mis ojos unos momentos... la curiosidad de saber si aún estaba ahí me gano, abrí despacio uno de mis ojos buscándola con la mirada. Ella estaba sentada a mi lado observádome.
-Descanse, tomaré su mano para que vea que no me fuí- sonrió.
Cerré mis ojos, sintiendo su mano en la mía, cuando mi cuerpo se relajó, noté el dolor calmarse. También noté otro pinchazo. Abrí mis ojos de golpe.
-Me engañó- me quejé con los ojos bien abiertos.
-Es por su bien, ahora, duerma- rió y se fué con la bandeja.
 La joven antes de cerrar la puerta me dijo:
-Recuerde, soy su doctora- y sonrió.
En cuanto estuve solo me quejé entre bufidos:
-Así, mi doctora no? Aish! Si como no... me engañó y todavía se vá sonriendo-
Si, estaba molesto, tanto que quedé dormido casi al instante.
Me desperté cuando apareció ante mis ojos una bandeja.
-Señor Choi- dijo una voz.
Abrí los ojos.
-Espero que ya no esté enojado conmigo, le traje la cena para compensarlo- sonrió.
La miré, se había recogido el cabello, colocó frente a mi la bandeja y se sentó a mi lado una vez más. Un paquete blanco esta vez con una cinta azul yacía al lado de mi cena.
-Es un detalle por haberse comportado- sonrió divertida.
-Lastima que me engaño- le dije de reojo.
-Ya, no se enoje conmigo si sabe que lo hice por su bien- sonrió.
Intenté acomodarme en mi lugar, estaba realmente incomodo en aquella cama, había estado lo que parecía una eternidad, había un calambre en mi espalda realmente molesto. La joven se acerco a ayudarme a enderezar. Pude notar cada uno de sus pequeños detalles gracias a la cercanía, un mechón de su cabello se soltó de su amarre, me encargué de acomodarlo detras de su oreja provocando su mirada en la mia.
-Y eso que fue?- preguntó sonriendo separándose un poco con las mejillas sonrosadas.
-Nada, solo tenía ganas de hacerlo, gracias por sus cuidados- aclaré.
-Es parte de mi labor- sonrió y se volvió a sentar a mi lado.
La miré nuevamente, no traía su cena.
-Usted no cenará?- pregunté.
-No, yo ya cené mientras usted dormía- respondió colocandose un par de gafas y tomando un libro.
-Entonces compartamos el postre- sonreí.
La joven miró mis ojos y me regaló otra sonrisa.
-Primero coma y luego hablamos del postre- respondió.
-Pero... no tiene sal...- me quejé.
-No se sí tiene 27 años o 5, espereme un momento- dijo y se marchó.
Al regresar trajo aderezos y un par de refrescos en sus manos.
Acabé mi cena rápidamente, ella aún seguía leyendo, partí el pequeño postre, se trataba de un cupcake de vainilla, la llamé:
-Doctora, acérquese un momento-
La chica dejó su libro y se acercó a mi. Tomé su mano derecha y le di una de las porciones del cupcake.
-Gracias- dijo ella.
La puerta se abrió de repente, un niño entró corriendo.
-Doctora! por fin la encontré!- dijo el pequeño cinchando la tunica la joven.
-Que paso mi amor?- preguntó agachándose a la altura del niño.
-Necesito su ayuda- sonrió mostrando sus dientes.
La observé con aquel niño... mi corazón se llenó, sentí como mi piel se erizaba. La imagen de aquella chica charlando con el niño me lleno de ternura.
-Ya voy contigo esta bien?- le sonrió al niño tocando su nariz.
-Sip, la espero- rió una vez más.
La joven buscó mi mirada y sonriendo me dijo:
-Sr. Choi, en unos momentos regreso- y se fué con el niño en brazos.
Esa imagen me dejó estático... algo tenía que hacer... "Ella es justo lo que yo esperaba" pense...
Los minutos pasaron, me acomodé en mi cama nuevamente, miré a la ventana, el movimiento  de la noche y consigo los autos que iban y venían. Me quedé dormido allí, aquella noche no regresó.
Al día siguiente me desperté gracias al sonido de la puerta abrirse, abrí los ojos con la esperanza de verla pero no, era un doctor de bata.
-Buenos días, Señor Choi- dijo el hombre extendiendome la mano.
-Buenos días- dije confundido.
-La doctora Maida tomó unos días de licencia, me dió el certificado de alta para usted, se puede ir a su casa- sonrió el hombre y luego de que revisara mi rodilla por ultima vez se marchó.
En cuanto la puerta se cerró me quedé mirando el techo... "Pero... justo que me estaba acostumbrando a esto" pensé.
Luego de reunir todas mis cosas, con un bolso, me fuí del hospital...
Los días pasaron, no supe más de ella. Mi agenda se habia hecho muy grande de pronto, no podía ya ni respirar.
3 semanas pasaron en total, hasta que me cansé nuevamente... mientras todos dormian en el departamento,me levanté decidido, me vestí casual, me coloqué los lentes y salí rumbo a garage a buscar mi auto. En cuanto llegué arranqué y me dirigí nuevamente al hospital, estaba decidido, al menos debía conseguir su número de teléfono.
Al llegar al hospital fuí a la recepcionista y bajo sus indicaciones subí hasta el tercer piso, donde estaba el doctor de Medicina General.
-Oh! joven, de nuevo por aquí!- Dijo el mismo doctor que me había atendido en aquella consulta.
-Si, el dolor regresó nuevamente y me esta matando!- mentí, no me dolía nada, solo quería verla...
-Esta bien, le daré pase con el doctor Woon- sonrió el señor.
-No, no, quisiera que me atendiera la doctora Maida- dije.
-Pero ella ahora se encarga solamente de niños- me miró por arriba de las gafas.
-No, pero yo quiero que me atienda ella, ella conoce mi expediente- respondí.
El doctor dió un bufido y me dió el pase con la doctora Maida.
-Tendrá que apurarse porque su turno ya casi acaba- dijo el hombre.
-Muchas gracias- dije y salí de la consulta.
Caminé hasta la consulta de la doctora, actuando, con cara de sufrimiento y dolor. Por dentro estaba feliz, la volvería a ver.
Me senté entre los niños una vez más, esta vez, terminé jugando con un par de ellos y hasta les había comprado caramelos. Mi nombre fué llamado desde la puerta de la consulta. Entré cojeando, una vez más actuando. La sala volvía a ser tan oscura como la primera vez.
-Oh, disculpe!- dijo una voz conocida y se encendió la luz. -Estoy...- dijo y me miró-Sr. Choi?-
-Hola- dije y me senté frente a ella en su escritorio.
-Como ha estado?- preguntó sonriendo.
-Mejor- respondí sonriendo tambien.
-Y que hace aquí entonces?- preguntó.
Tomé aire y le respondí:
-Vine a invitarla a tomar un café, espero que no le moleste-
La joven me miró con los ojos bien abiertos pero finalmente respondió:
-Si, claro, pero espereme, mi turno ya acaba-
Como todo buen paciente salí de la consulta y me senté nuevamente con los niños.
Al cabo de un rato apareció con su cartera y sin su tunica de trabajo, con el cabello suelto y una sonrisa en sus labios.
Me acerqué a ella y extendí mi brazo para llevarla, ella acepto y caminamos lento por los pasillos del hospital hasta llegar a mi auto, la invité a subir, se la notaba tímida pero con una sonrisa en su rostro.
Comenzamos a conversar en el trayecto a alguna cafetería cercana.
-Llegamos Doctora- dije y apagué el motor frente a una pequeña cafetería alejada de el bullicio de la ciudad.
-Por favor, ahora estoy fuera de mi horario de trabajo, llameme Maida- sonrió la chica.
-Como guste, usted puede llamarme Siwon si gusta-
Bajamos del auto y nos sentamos en una de las mesas de afuera del local, un joven mesero nos vino a atender y luego de dejar nuestro pedido, en vez , platicamos sobre nosotros, nos conocimos. de un café tomamos una copa helada
Había algo en ella que me atraía más que nada, su sencillez.
El joven volvió con el pedido, estabamos enfrentados.
-Ven, acércate- dije acomodando una silla a mi lado.
La joven se sentó allí, junto a mi, comenzamos a disfrutar de aquel sabor dulce juntos. En determinado momento, ella me miró y rió:
-Que pasa?- pregunté.
-Tienes la mejilla con helado- sonrió tomando una servilleta para limpiarme.
Al girarse nuevamente, tome un poco de crema y se lo planté en la nariz.
-Ahora estamos a mano- reí tomando una servilleta para limpiarla a ella.
Comencé a limpiarla, y ella a mi, nuestras miradas se encontraron... estabamos juntos... nos fuimos acercándo más, tanto que podía sentir su respiración sobre mis labios. Levanté su mirada una ultima vez, hasta que nuestros labios se encontraron, el contacto fué tan timido como el de dos adolescentes, hasta que nos separamos, ella sonrió nerviosa mientras que yo entrelazaba nuestras manos para besarla una vez más.
De vez en cuando nos vemos, cuando no hay ni reporteros ni cámaras, cuando no hay pacientes ni jeringas ni gente por ahí. Seguimos compartiendo helados, segun ella era lo que esperaba... cada vez que me dice eso, le sonrío como siempre diciendole que es ella mi dulce sonrisa.

Fin.  Cap. 2 ♥

asdghhjasgdagsjh Espero que les haya gustado *---*
A mi me encanto ♥
Nos leemos ♥

Gif Time♥


Los amo ♥


4 comentarios:

  1. Lo amé! la verdad!

    Aca ya estaba lagrimeando
    "De vez en cuando nos vemos, cuando no hay ni reporteros ni cámaras, pacientes ni jeringas ni gente por ahí. Seguimos compartiendo helados..."
    Fue perfecto! Muchas gracias!!
    Maida

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  2. HHAGSDHGASFHG Maida! me alegro mucho que e haya gustado *-* que lindaa! no llores TTwTT XD
    Gracias a vos por pedirlo y gracias a vos por leerlo nwn ♥

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  3. Esta noche me estoy leyendo muchas de tus creaciones , me encanta esta historia!!!!

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    1. djkashdkjah OMG, has comentado mucho ♥ Gracias! >u< Y me alegra mucho que te haya gustado! :3

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