Título: "Los Lee"
Duración: 5/??
Pareja: Donghae x Eunhyuk
Apariciones: Lo verán a lo largo de la historia, aparecerán algunos nombres conocidos ^^
¡ADVERTENCIA! Se veran escenas sexuales y/o explicitas, incesto.
(No son hermanos de sangre, pero si, bajo la ley. Son"hermanastros" comúnmente llamados)
Narra Hyukjae:
Pestañé un par de veces intentando entender la visión que se presentaba frente a mi... Aquel par de labios sonrosados y delicados me sonreía con ternura, inocencia y picardía. Se mordió el labio y ví en sus ojos, el mismo brillo de siempre.
-Hyukjae- dijo en un tono cargado de deseo...
Miré su mano y me ruboricé de sobre manera al completar la visual.
Donghae seguía un contante movimiento en mi miembro, su mano subía y bajaba sin descansar ni un instante... Estaba desnudo, sentado a mi lado, con el pelo castaño sobre sus pómulos y frente.
"¿Que diablos está pasando?" me pregunté antes de tirar la cabeza hacia atras. El placer me estaba inundando. Intenté centrarme, apartarlo... pero, no, no podía, inconscientemente, mis caderas se movían contra su mano.
-Hyukkie- dijo él sobre la piel de mi cuello.
Dejé salir un gemido que intentaba trabar en el fondo de mi garganta, un gemido que nadie habia oído alguna vez.
-Hae...- dije entre susurros, controlandome de no tirarme encima de él y comerlo a besos.
Su mano apretó la base y se movío más rápido. Ví una sonrisa frente a mi antes de que me besara en los labios.
Algo en mi interior se revolucionó, temblores, sentía que un orgasmo jamas imaginado, saldría pronto. Sentí mi rostro caliente, me latía el corazón como nunca antes. Donghae tenía los labios más suaves que había soñado...
-Damelo, Hyuk- Susurró sin separarse un ápice de mi, su mano se movió aún más ligera y rapida sobre mi falo. Guié mi temblosa mano y envolví la suya, aumentando el movimiento.
Cuando quise percatarme, estaba muy, muy lejos de aquel sitio. El orgasmo más espectacular que había experimentado.
Oí su risa y fué como una llave, un pasadizo, el viaje de vuelta a la realidad.
Abrí los ojos de par en par, la oscuridad de la habitación me dejó paralizado, aunque me tranquilicé enseguida al notar que aún estaba en mi habitación...
¿Acababa de tener un sueño húmedo con...?
Dirigí mi mirada al chico de la cama de al lado, aún en las penumbras y noté un tirón en mi miembro.
Levanté las sábanas y reprimí un grito, estaba empalmado como nunca. Miré al chico durmiente una vez más... Se lo veía tan tranquilo, tan lleno de paz, como un ángel...
Me tiré de la cama y me encerré en el baño, sentandome en el helado suelo de losa.
"Bien, organicemos todo" me dije a mi mismo, y me miré al espejo, parecía un tomate de tan ruborizado.
-Acabo de tener un sueño húmedo con... Donghae...- dije en voz baja -Yo no soy gay... Para colmo lleva un mes aquí... ¡No soy gay!-
Estaba al borde de un colapso nervioso, abrí el grifo de la ducha y me metí debajo del agua tras desnudarme.
¿Que había producido aquella... alucinación?
Recorrí las imagenes del día y lo recordé bailar... ¿Como podía bailar alguien de esa forma? ¿Como podía moverse a diestro y siniestro con tal soltura?
"Debería ser ilegal mover las caderas así" me dije a mi mismo y nuevamente me golpee mentalmente "No eres gay, ¡Deja de pensar así!"
Había pasado un mes desde que se había mudado con nosotros, me había acostumbrado a verlo durante clases, en las prácticas del club de baile, a verlo inclusive cuando ibamos a buscar a Sungmin juntos.
El niño estaba maravillado con Donghae, parecía aún más alegre que de costumbre, y, hubo una ocasión que Sungmin me había besado la mejilla a Donghae con cariño.
"A que tu tambien quieres besarlo" dijo una vocecita burlona en mi cabeza y yo la descarté rápidamente.
Y una cosa llevó a la otra... ¿Porqué era tan cercano con ese idiota Emo de ultimo grado?
Me terminé de bañar y salí pronto del baño.
-¿Estas bien, Hyuk?- preguntó el chico aún adormilado.
Me paré en seco y sentí un escalofrío recorrer mi espalda, me mordí el labio y contesté:
-Si, vuelve a dormir-
-Esta bien...- respondió antes de cerrar los ojos del todo y conciliar sueño una vez más.
Lo observé unos instantes y suspiré, me acerqué a mi cama y me tapé con las frazadas. Rodé en la cama, una y otra vez hasta que por fin, caí en los brazos de Morfeo.
A la mañana siguiente me costó despertarme, mucho, más de lo normal.
-¡Hyuk, despierta ya!- oí la voz de Donghae y abrí los ojos de par en par.
Aquel par de ojos chocolate me miraban extrañados.
Me contraje lo que más pude contra el colchón, ruborizado, me mordí el labio inconscientemente, y note, escalofríos por todo el cuerpo. Me sentía agotado a pesar de que recien despertaba, me dolía la cabeza y estaba un poquito ido.
-Tu no estas bien- dijo el chico y posó su mano en mi frente -¡Vuelas en fiebre!- dijo exaltado antes de salir corriendo de la habitación.
Intenté enderezarme en la cama, pero me faltaban fuerzas... Oí sus pasos rápidos por la escalera antes de que volviese a aparecer en el umbral de la puerta. Tras el chico apareció Sungmin, y poco despues, mi madre y su padre.
Mi madre se acercó a mi cama y me tocó la frente.
-Tienes fiebre- aseguró- No podrás ir al cine hoy en esas condiciones-
-Puedo... ir...- respondí, dandome cuenta de lo rasposa que era mi voz.
-Y yo que quería ir- dijo Sungmin con un tierno mohín en su rostro.
-Quedará para otro día entonces- sonrió el hombre.
-¡No!- saltó de repente Hae. -Vayan- continuó mirando a Min -Veré la pelicula otro día, se que quieres ver Lego, Min... ve. Diviertete. Cuidaré de Hyuk hasta que regresen a casa-
Lo miré asombrado, aunque, no podía mirarlo a los ojos, si lo hacía, el bochornoso recuerdo del sueño volvía.
Sungmin abrazó a Donghae y le besó la mejilla con dulzura.
-Gracias- dijo el niño sonriendole al otro.
Donghae se sonrojó y se limitó a sonreir y asentir a las indicaciones de mi madre.
Al fin y al cabo, se marcharon, dejandonos solos en casa.
Tras cerrar la puerta de entrada, Hae volvió a la habitación. Me miró y se sonrió una vez más.
-Comenzaré a ordenar, ve pensando que quieres de almorzar, abrigate bien. Si necesitas algo, llamame- dijo el chico y comenzó a hacer su cama.
Me giré a mirarlo, cohibiendolo un poco.
-El que me cuides... Lo haz hecho por Sungmin, ¿No?- le pregunté con la garganta seca.
El chico asintió y con una sonrisa continuó con sus tareas. Se lo veía acostumbrado a ayudar en los quehaceres de la casa.
Lo miré de arriba a abajo, tragando saliva de forma cortada por la gripe... El se giró mirarme y sonrió.
Pronto bajó a la cocina y al volver, traía un recipiente con agua helada y un vaso de jugo de naranja.
Se paró a un lado de mi cama y apoyó el vaso sobre la mesa de luz. Luego, apoyó la rodilla en el borde de la cama y me miró a los ojos.
Yo me hice a un lado y él, finalmente se sentó a mi lado, apoyó el recipiente con agua en su regazo y escurrió el paño.
Mientras tanto, miraba su perfil.
Para ser un chico su piel era demasiado tersa, más tersa que la de cualquiera de las chicas de la clase. El cabello castaño le caía en la frente y le cubría las cejas. Sus apenas rasgados ojos le hacían tener una mirada infantil, dulce e inocente... bajé la mirada, aun mareado... y, al ver sus labios, el se giró a mirarme. Sus labios eran finos, entre delicados y firmes.
Levantó el cabello de mi frente con delicadeza y apoyó el paño helado.
Mi cuerpo tembló, tanto de frío, como por aquel leve contacto y nuestra cercanía.
-¿Mejor?- preguntó- ¿Te sientes mareado?-
Asentí brevemente cerrando los ojos, evitando su mirada café.
-No te esfuerces, descansa- dijo y yo lo volví a mirar a los ojos -En un rato vuelvo a cambiar el paño-
Se levantó de la cama y se dispuso a irse, y yo, aún con la voz rasposa, dije:
-Gracias, Hae-
Aquel par de orbes me miraron, asombrados y tras esto, sonrió, bajando las escaleras.
Aquel gesto de su parte hizo que algo se moviera dentro de mi... Noté mis mejillas calientes.
Al cabo de unas horas y unos cuantos cambios de paños húmedos, Hae volvió con el almuerzo, aunque... lo que me asombró más, fué aquel delantal blanco.
-¿Como una sirvienta?- pregunté y él se ruborizó.
-No había otro, mejor ya me lo quito- respondió él y yo, me guardé toda opinion: "Por mi, quitatelo todo..."
Me mordí el interior de la mejilla y me centré.
"¡Basta! No eres gay..." pensé y le miré los labios una vez más... "Dios... ¿Porque se me hacen tan apetecibles?... Es por la fiebre... si... es eso..." me dije a mi mismo intentando autoconvencerme, centrandome finalmente en el almuerzo.
Fin Cap. 5 ♥
ajsdhkjahskd Espero que os haya encantado~~~
Los amo!
asjdhkjahsd
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Mila ♥
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