Título: "Entre Luz y Sombra"
Duración: 15 / ??.
Pareja: Donghae x Fan (Tu)
Apariciones: Lo verán a lo largo de la historia, aparecerán algunos nombres conocidos ^^
¡Apta para todo Público!
Narras Tu:
(Sueño)
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Sus brazos me pegaban a él, sentía su aroma... su respiración suave en mi cabello, la armonía de aquel momento me hacía sentir en paz conmigo misma...Mi mente divagaba en cualquier lugar del universo, y por un momento sentí como si estuviera mirandonos a lo lejos, como un fantasma, como lo que él era.
¿Era lejanamente posible que me hubiera enamorado de él?
Despegué mi mejilla de su pecho y lo miré a los ojos.
-Te quiero... Mucho- susurré provocando una sonrisa dulce de su parte.
-Y yo a ti...- respondió él.
Nos acercamos a la vez, nuestros labios estaban a centímetros, sentía el rubor de mis mejillas y el calor de su mano en mi mejilla...
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Me removí entre un par de brazos fuertes, respiré hondo embriagandome con el aroma, ¿perfume?, ¿gel?... No, olía a algo totalmente natural. Abrí los ojos y me encontré a mi misma pegada a su pecho, intenté separarme pero me abrazaba cual oso de peluche.-No, no quiero despertar...- murmuraba entre sueños.
-Hae...- lo llamé.
Sus ojos cafés me miraron y tras un rubor se alejó. Me enderecé sobre la alfombra peluda, aún estaba vestida.
-¿En que momento nos dormimos?- pregunté.
-Luego de ver algo de tele te quedaste dormida y te abrigué- dijo con las mejillas color carmin aún.
Me tomé la frente mordiendome los labios por dentro. ¿De que iba ese sueño? ¿Porque soñé eso?
Lo miré a los ojos y me ruboricé ante la cercania y el aroma del sueño... ¿Estabamos a punto de besarnos?.
-Buenos Días- susurró el y se levantó de la alfombra.
-Buenos Días- dije y lo imité encaminandome al baño.
Una vez en mi habitación no pude evitar pensar, pensar en ese sueño...
"Primero la imagen de ayer en la ducha" pensé y la imagen volvió a repetirse formando el rojo tomate en mis mejillas "Y ahora ese sueño"
Rebusqué en mi cómoda algo de ropa, tomé otro de mis vestidos y un par de sandalias, entre al baño, abrí el grifo de la tina, coloqué algo de esencia de rosas y una vez que el agua estuvo templada me sumergí.
-Te quiero... Mucho- repetí en la soledad, ¿De verdad era así? En 10 días se podrian decir esas palabras a alguien... "Bueno, si Romeo y Julieta llegaron a amarse en 7 días, no veo por que no" pensé y sentí el ardor en toda mi cara.
-Dios mío...- susurré y pensé en todos los momentos en los que estuvimos juntos.
Su sonrisa, sus ojos brillosos, su cabello, su rostro, su niño interno, su dulzura, inclusive la imagen de la ducha... cada detalle de él paso por mi mente, y, sin notarlo, me percaté tambien de mi corazón latiendo a mil por hora.
-Esto no me puede estar pasando a mi- dije antes de hundirme en la tina.
Cuando mis dudas se despejaron terminé el baño y salí de la tina, me vestí, me maquillé y sequé el cabello atándolo más tarde en una coleta.
-Espera....- dije- ¿Porque me arreglo tanto?-
Noté ruborizarme mucho, mi inconsciente... mi inconsciente me traicionaba...
Al salir lo encontré sentado como un indio en mi cama, ladeó su cabeza y me sonrió. Me sonrojé al instante, "¿Como debo actuar ahora? Luego de darme cuenta de que... me gusta un poco" pensé.
-Creí que te habías perdido en el baño- dijo ahora a mi lado sacándome de mi trance -¿Te maquillaste?-
Asentí embobada por su brillosa mirada.
-Quitatelo- dijo dejandome desconcertada.
-¿Por que?- pregunté.
-Te ves demasiado bonita asi- soltó con un notorio mohín, luego agrandó sus ojos dandose cuenta de lo que había dicho -Yo...-
Un silencio incómodo se formó entre nosotros...
-Iré a bañarme, esperame para preparar el desayuno- dijo y corrió al baño.
"Esta bien... lo acepto... me gusta bastante" pensé regañandome, tanteé mis mejillas y ardían.
Bajé las escaleras a la cocina, preparé el dasayuno buscando despejar todos mis pensamientos.
Al cabo de un rato cuando ya estaba sirviendo la tarta de manzanas que había preparado con té oí su reproche:
-¿No te dije que me esperaras?-
Me giré y estaba secándose el cabello con una toalla.
-Lo siento, me concentré y lo olvidé- contesté.
-Mañana te prepararé el desayuno, entonces- hizo un mohín y luego sonrió.
Aquella mañana se lo notaba de buen humor, llevaba una remera blanca y unos pantalones grises.
Desayunamos en el jardín, Jin Shim corría por el patio, el sol apenas pasaba por entre las hojas de los altos arboles del jardín.
Lo miraba por momentos, notaba mis rodillas temblar. ¿Desde cuando era tan tímida junto a él? Oh, cierto... desde esta mañana luego de que mi cabeza diera muchas, muchas vueltas en torno a él.
-Está delicioso- me sonrió.
-Gracias- le contesté de igual forma.
-¿Que quieres hacer hoy?- preguntó.
Me encogí de hombros y el sonrió, se apuró en dejar todo lo sucio en el lavadero y volvió para tomar mi mano.
-Vayamos a la ciudad- sonrio invitándome, parecía un niño.
-Bueno, no es mala idea, debemos ir a hacer las compras- respondí aceptando su invitación -¿Vamos en mi auto?-
Negó con la cabeza.
-No pienso dejar a Jin Shim sola, podría destruir mi jardín, no no- dije y busqué las llaves de mi auto.
-Pero...- dijo y yo entré al auto encendiéndolo.
-Donghae, ayer anduviste en el auto de Heechul- dije arqueando una ceja.
-Pero... El manejaba bien- susurró abriendo la puerta trasera para que la perra subiese.
Me paré en seco, todo aquel remolino de "Me gusta" se paró.
-¿Insinúas que no se manejar?- pregunté a regañadientes.
-No no, es que... siento que este auto irá muy rápido- hizo un mohín al sentarse a mi lado.
-Dios mio...- dije- No conoces el auto de Heenime, el si da miedo manejando Donghae-
El suave ronroneo del auto se hizo presente, dí reversa y luego me encaminé hacia la ciudad.
Donghae se removía nervioso en su asiento.
-Este auto me da miedo, no eres tu- comentó y encendió la radio. Jin Shim se había echado en el asiento trasero.
-Jin Shim está más tranquila que tu Hae- reí y el rió conmigo.
Cuando llegamos a la ciudad paramos frente al mercado.
-¿Te pueden ver?- pregunté.
-¿Quieres que me vean?- respondió con otra pregunta. Me encogí de hombros y el sonrió -Está bien, me podrán ver-
Bajamos del auto y nos adentramos al mercado, fué apenas pasar la puerta y atraer las miradas de las personas. Me miré disimuladamente mientras caminaba por los pasillos. No, no me estaban mirando a mi... Miré a mi acompañante, las jovenes chicas lo miraban...
"Oh, ahora lo entiendo" pensé y me carcomía las entrañas, los exquisitos celos comenzaban a hacer de las suyas, me asombré de mi misma, jamás me había sentido asi.
-Señor Lee, llama usted mucho la atención- le susurré por lo bajo y el sonrió.
Oh, sonrisa matadora en 3... 2... 1. Un grupo de chicas que pasaron a nuestro lado quedando boquiabiertas.
-No tanto como tú, _______________- sonrió.
Comencé a poner todo lo necesario en el carrito de compras.
-Déjate de bromas, ¿desde cuando yo llamo la atención?- pregunté.
-"Linda" no te engañes- sonrió y tomó mi mano.
Recorrimos el mercado tomados de la mano, Hae por momentos se comportaba como un niño.
-Donghae, ¡En casa no comemos solo cereales!- me quejé.
-Pero-Pero, me gustan- hizo un mohín, comenzó a acomodar los cereales en la góndola de nuevo.
Suspiré pesada y entrelazando nuestros dedos, detuve su mano.
-Llevalos- dije y nuestras miradas se cruzaron, estabamos más cerca que de costumbre, tanto sus mejillas como las mías se tornaron carmín.
Cuando todo estuvo en el carro, el me detuvo.
-Espera, cierra los ojos- me sonrió.
Me iba a negar pero al final accedí. Sentí el vacío de su mano, abrí un ojo disimuladamente y observé a las chicas que se ocultaban tras las góndolas para verlo, cerré mis ojos de nuevo y noté sobre mis labios algo peludo, abrí mis ojos un tanto perpleja. Era un oso de peluche color marrón.
-Para ti- me sonrió con los ojos brillosos.
"Oh Mi Dios..." pensé ruborizándome. La jóvenes que nos espiaban suspiraron tan embobadas como yo.
-Gracias, Donghae- sonreí y nuevamente tomó mi mano.
Cuando tuvimos todo en el auto, él me señaló un lugar a donde ir. Al llegar, solo me maravillé.
Bajé del auto y Jin Shim bajo tambien para investigar los alrededores. Me acerqué a las barras de madera y me tiré hacia adelante.
-Es-Es precioso- dije embelesada por el paisaje.
Verde... Un gran valle era tan solo el inicio de aquella maravillosa imagen, el agua lucía radiante mientras reflejaba el sol, el cielo contaba con unas pocas y blancas nubes, parecía un cuadro.
-¿Te gusta?- me preguntó parandose a mi lado.
-Si, me encanta- conteste.
Me miró a los ojos con la cabeza ladeada. Un mechón de mi cabello se escapo de mi coleta, cuando quise acomodarlo él fué mas rápido y con una sonrisa lo acomodó detrás de mi oreja, sus nudillos pasaron por mis mejillas...
"Oh no, no hagas eso Donghae" pensé.
-Vayamos a almorzar- dijo sonriendome. Yo asentí y con los dedos entrelazados caminamos a el restaurante de aquel maravilloso mirador.
Encargamos algo y en la espera tomamos algo de vino. Nuevamente en el local todas las miradas femeninas se dirigieron a Donghae, mi fantasmal amigo.
En ese mismo instante comencé a odiar mis propios celos y a preguntarme algo...
-¿Puedo preguntarte algo?- dije dejando la copa de vino sobre la mesa.
-Dime- sonrió.
-¿Que pasará cuando descubras cual es tu cuenta pendiente, Hae?- pregunté nerviosa.
Su mirada perdió ese brillo y la apartó de mi...
-No lo sé, lo unico que se es que...- volvió a mirarme a los ojos -Lo unico que sé, es que en estos últimos días, jamas me he sentido tan vivo a pesar de estar del otro lado de la luz, en las mismas sombras-
-Tal vez es porque no estas tan solo, Hae- comenté.
-No, eres tú la que lo haz conseguido- respondió con una sonrisa triste -Hay algo que aún no te he dicho...-
Me removí ansiosa e incómoda
-Cu entame- dije.
-¿Segura que quieres saberlo?- preguntó mirandome de nuevo a los ojos.
Asentí y el inhaló hondo, muy hondo.
-Cuando... las 100 páginas sean escritas, me tendré que marchar, ________________- soltó.
-¿Que?- musité anonadada, mis labios temblaron, mi cuerpo entero tembló y un nudo se formó en mi garganta -¿Porque?-
-Es el pacto que hice cuando... ocurrió- respondió.
"Oh... entiendo... cuando eso paso...." pensé.
-Pero... ¿Te irás así, sin más?- pregunté.
El asintió y sonrió una vez más de forma triste.
-Tengo 100 días para descubrir que es lo que debo hacer, te necesito, no puedo hacerlo solo- me pidió tomando mi mano.
Lo miré con los ojos llorosos.
-No, no llores, no quiero que llores- dijo antes de secarme las lágrimas con su pulgar.
-Me sentiré sola cuando te tengas que ir- un puchero apareció y no lo pude reprimir -¿Que pasará si consigues descubrir lo que debes hacer antes de los 100 días?-
Se encogió de hombros y negó con la cabeza.
-________________- me llamó y yo levanté mi mirada -Solo nos queda esperar-
Lo miré a los ojos y mordiéndome el labio sin decir una palabra más, me quedé con el sabor amargo de una próxima despedida y... de un muy mal presentimiento...
Fin. Cap. 15 ♥
Espero que les haya gustado el capo! ♥
Los amo!
Gif Time! ♥
Mila ~~
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