Romantic Oneshot: Fanfic - "Entre Luz y Sombra" (Donghae x Fan) Cap. 44~
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miércoles, 18 de febrero de 2015

Fanfic - "Entre Luz y Sombra" (Donghae x Fan) Cap. 44~

kjahskjdh Hola!



Título: "Entre Luz y Sombra"
Duración: 44 / ??.
Pareja: Donghae x Fan (Tu)
Apariciones: Lo verán a lo largo de la historia, aparecerán algunos nombres conocidos ^^
¡Apta para todo Público!

Narra Donghae:

         Aquella mañana abrí los ojos, un tanto mareado, parpadeé un par de veces y lo ví parado en la puerta, hizo un gesto con la cabeza y sin hacer mucho ruido me acerqué a él. Bajamos juntos las escaleras hasta finalizar nuestro recorrido en la Sala.
-Tanto tiempo sin vernos, Hae- sonrió él y pronto mi amigo apareció.
-Lo mismo digo, Gabriel- hice una reverencia, mi ángel de la guarda me imitó.
Hyun Joong se removió nervioso en su sitio y Gabriel rió:
-Aún no es hora, Hyun Joong-
El chico a mi lado suspiró tranquilo y por fin se quedó quieto.
-Solo quería recordarles que... desgraciadamente, tienen poco tiempo- dijo el arcángel frente a nosotros, esta vez su mirada era un tanto fría -Me encantaría que vivieras Hae, pero no esta en mis manos-
Asentí con una triste sonrisa y Hyun Joong abrió sus alas blancas.
-Solo 15 días, ¿eh?- preguntó mi amigo.
Gabriel asintió y me miró a los ojos, pronto miró por encima de mi hombro y se quedó petrificado, mi ángel de la guarda hizo los mismo, por fin, me giré y me quedé helado.
La mujer mayor tenía los ojos bien abiertos, sus manos tapaban su boca y estaba estática a los pies de la escalera.
Gabriel y Hyun Joong desaparecieron, pasé de largo al lado de la mujer, con la cabeza gacha y el rostro apagado... ¿Como se supone que debería mirarla a la cara? Le había mentido, y estaba cien por ciento seguro que me odiaría, me tendría miedo.
Mis pensamientos se vieron interrumpidos al notar su mano cálida tomar mi brazo.
-Solo, sé sincero conmigo, hijo. ¿Que eres? ¿Ese era un ángel?- preguntó la señora y yo me giré anonadado a verla.
Me quedé atónito, no pude más que balbucear casi inaudiblemente:
-¿No saldrá corriendo si se lo digo con claridad?-
La mujer rió bajito, un tanto nerviosa.
-Hijo, he visto de todo en mi vida, solo, sincérate. Sino, no sabré que creer- respondió y oímos la puerta de la recámara de ______________ abrirse, hizo una reverencia y tomando mi mano, nos invitó a ambos a pasar a la sala, a tomar un poco de té.
Nadie hablaba, tanto mi chica como yo irradiábamos tensión por nuestros poros, la señora, mientras tanto me miraba expectante. Cuando la bebida estuvo lista, la joven se sentó a mi lado y me miró a los ojos. Su mano y la mía se entrelazaron, y ella, mordiendo sus labios se dirigió a su madre.
-Mamá...- dijo y decidí interrumpirla.
-Señora, siento mucho haberle ocultado la verdad- dije y me detuve para mirarla, la mujer me miraba con la cabeza ladeada  y escuchaba con atención -Pero, sin importar como usted se lo tome, yo no podré dejar de querer a su hija como la quiero- esta vez miré a mi lado, a la chica que tanto quería en silencio, antes de volver mi vista a la mujer frente a nosotros -No sé, sinceramente, como decírselo con palabras, solo quisiera mostrarle algo-
La mujer dibujó una pequeña sonrisa antes de tenderme su mano, me mordí el labio casi imperceptiblemente y tomando su mano le mostré mi vida, mis recuerdos y mis años de soledad. ______________ apretó mi mano y continué mostrandole a mi ahora suegra los momentos que había pasado junto a su hija. Cuando toda memoria y recuerdos cesaron, la conexion entre aquella señora y yo se cortó al separar nuestras manos.
Al pestañar un par de veces, las lágrimas se derramaron por sus ojos. Me miró y se limpió las lágrimas.
-¿Que edad tienes en realidad?- me preguntó con una chispa de curiosidad en su mirada.
-Más de 200 años- respondí cauto, sin saber aún del todo su reacción.
-José no sabe nada de esto, ¿O si? ¿Alguien más lo sabe?- preguntó de nuevo y la chica a mi lado con la voz ahogada respondió:
-No, ahora solo tu lo sabes. José no sabe nada, sino nos hubiera alejado el uno del otro-
La mujer asintió y su mirada volvió a mi, sonrió y preguntó:
-¿Y esos ángeles?-
Una vez más me sorprendió esa reacción; "¿No va a salir corriendo?" me repetía una y otra vez.
-El más alto de los dos, era Gabriel, el otro era mi ángel de la guarda- contesté al fin.
-¿Gabriel? ¿El Arcángel Gabriel?- preguntó ella asombrada esta vez, la chica a mi lado tambien me miró sorprendida- ¿Que te dijo?-
Me mordí el labio inferior ansioso y luego de una rápida mirada a mi lado respondí:
-Me vino a recordar que tengo poco tiempo aquí-
Un silencio nos inundó a todos en la sala, miré a la joven a mi lado y soltando mi mano se levantó del sillón y subió las escaleras, silenciosa.
Miré las tazas de té frente a mi, la bebida se había enfriado, coloqué mi frente entre mis manos y me incliné hacia delante, despeinándome. Me dolía la cabeza y el pecho, me sentía tan impotente.
Noté un peso extra en el sofá y miré a su madre, la mujer me sonreía con cariño. Me abrazó con ternura y no pude sentirme peor. Algo se removió en mi interior, un recuerdo, el recuerdo de mi madre abrazandome de la misma forma.
Me aferré a ella y noté pequeñas palmadas en mi espalda.
-Hijo, ¿cuanto tiempo les resta?- preguntó al separarnos.
-Solo 15 días- respondí.
Ambos suspiramos y la señora apoyó su mano en mi hombro.
-Cuídala bien, intenta olvidar el tiempo, y sostén su mano hasta el último instante- dijo tomando su taza de té y bebiendo de él -¡Uy, está asqueroso!-
No pude evitar reír un instante, me levanté de mi lugar y con una reverencia salí en busca de ________________.
Mis pasos sonaron ligeros en las escaleras, miré el picaporte y lo giré lento, para mi sorpresa la puerta estaba abierta. A pasar por el umbral, la ví sentada en el suelo, bajo el ventanal del dormitorio, ocultaba su rostro bajo sus brazos, oí un llanto bajito. Suspiré y cerré la puerta detrás de mi, caminando lento hacia ella.
Me puse en cuclillas frente a ella aferrándome primero a su cintura y luego envolviéndola en mis brazos.
Sus manos tomaron mi pijama, y, con amargura, pude sentir como la tela se mojaba poco a poco por sus lágrimas.
-No quiero... no quiero...- repetía con la voz ahogada, se separó un instante de mi para mirarme a los ojos -No quiero perderte-
La miré de la misma forma, una mezcla de tristeza, impotencia e incluso ira pasaba por su mirada.
-No me perderás, estaré contigo, a tu lado, siempre- respondí enjugando sus lágrimas con mis dedos.
Sus manos pasaron por mis mejillas y mordiéndose los labios besó los míos. Una vez más un beso con gusto amargo.
-Ahora, prométeme que no volverás a llorar, prométeme que no llorarás. Odio verte así- pedí al levantarnos de aquel sitio.
Ella asintió cual niña, la abracé una vez más hasta notar que se relajaba entre mis agarres.
Una vez más tranquila, se dirigió al bajo para cambiarse, yo la imité; bajamos las escaleras para comenzar a hacer el desayuno, la señora apareció minutos después.
Mientras picaba las verduras me sentí un poco incómodo, observado, me giré un instante para mirar detrás de mi y la señora apartó la mirada sonrojada.
-¿Quiere preguntarme algo?- dije cambiando la tabla de picar a la mesa a donde estaba la señora.
La mujer me miró y con una sonrisa dejó correr un rio de preguntas curiosas acerca de lo que yo era.
La chica a mis espaldas no paraba de reir.
-Si, puedo volar. Si, tambien puedo desaparecer. No, no puedo leer la mente- respondí a unas pocas.
Hablaba mitad coreano, mitad español, no entendía.
-¡Mamá!- dijo la chica y la mujer se detuvo al darse cuenta de su cambio de idiomas.
No pudimos evitar largar las carcajadas.
Aquel día, al igual que los siguientes lo pasamos en paz, reíamos, conversábamos. Incluso aprendí mucho del país natal de mi chica; por momentos hablaban en español y casi enseguida me pedían disculpas.
Al quinto día, la señora volvió a Seúl, José la pasó a buscar, cuando se fué, me despedí con pena, sabía que no la volvería a ver...
Miré desde la entrada la casa en su totalidad y suspiré al mirarla a ella... Poco más de una semana es lo que me restaba.
Mis pensamientos se interrumpieron con el sonido de su celular.
-Diga- contestó la chica secando la vajilla.
Caminé tranquilo hacia ella y pronto salté del susto:
-¡¿QUE?!- preguntó con los ojos como platos llevandose la mano al pecho, justo al corazon.
Me acerqué con paso ligero a su lado y oí su nueva respuesta.
-¿Mañana?-
Se giró para mirarme y sonrió, sus ojos brillaban de felicidad.
-Esta bien. Siwon, hazme un favor, en la mesa haz que pongan una silla más, a mi lado. Donghae tambien irá- hizo una pausa y continuó- ¿Fiesta formal?- suspiró agobiada esta vez -Está bien, iremos. Nos vemos Siwon- dijo y cortó finalmente.
-¿Ocurrió algo?- pregunté curioso.
-Si, algo hermoso... ¡DIOS, creo que moriré de felicidad!- dijo y envolvió sus brazos en mi cuello levantando sus pies. Al separarnos comenzó a dar saltitos nerviosos -Espero que estés de ánimo para fiesta porque, la verdad, mañana será un día largo-
La miré extrañado y feliz por ella.
-¿Me vas a decir que sucede?- pregunté y ella me sonrió.
-Mañana presentarán al fin mi libro- dió saltitos una vez más y yo reí. La tomé de la cintura y le di un beso casto en los labios.
-Felicitaciones- susurré un tanto empalagoso.
-Gracias, aún debo llamar a Wook. Ellos deben ir- comunicó ella y secó rápido la vajilla. Luego tomó su celular y llamó al chico.
Tras una larga charla, tanto Jong Woon como Wook accedieron a ir, ______________________ texteó a su editor, pidiendo dos pases VIP a la fiesta.
Por la noche, tras un duradero baño apareció en la habitación, llevaba el pelo húmedo, una de mis camisas y un short. La miré de arriba abajo y sonreí.
-¿Te he dicho que soy un tipo con suerte?- bromeé y ella rió.
-No, pero ya que lo dices, yo tengo suerte de tenerte a ti- me susurró contra mis labios antes de acostarse a mi lado, besarme un instante y acurrucarse contra mi.
La miré dormir, acaricié su rostro y al fin, me rendí ante el sueño entrelazando mis dedos con los suyos.

Fin. Cap 44 ^^~

aokhdkjhaskd Espero que les haya gustado!
asjkdhakjshd <3

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Mila ^^~

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