Romantic Oneshot: Fanfic!~ "En mi Eternidad" (Donghae x Fan)~ Cap. 48
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miércoles, 25 de noviembre de 2015

Fanfic!~ "En mi Eternidad" (Donghae x Fan)~ Cap. 48

Holaaaaaaaaaaaaaaa!!!



Título: "En mi Eternidad"
Duración: ?
Episodio: 48
Pareja: Donghae x Fan
Apariciones: Lo verán a lo largo de la historia, aparecerán algunos nombres conocidos ^^
¡ADVERTENCIA! Se verán escenas violentas y lenguaje explicito.

Narras Tu:

            Tras dejar la escena del crimen, nos dirigimos a nuestros  respectivos departamentos.
-¿Quien se hará cargo de ella?- preguntó Jung Kook, alzando a la gata en brazos.
-Nos la turnaremos- dió como posible solucion Jung Soo.
-Esta bien- sonrió Kook, acariciando las orejas de la pequeña gata.
Era totalmente adorable, no cabía duda alguna de ello. Tenía algunas manchas negras mientras que el resto de su cuerpo era blanco, sus ojos eran color ambar, muy parecidos a los de Vee pero mas claros.
-¿Porqué no la cuidan esta noche ustedes ___________________?- preguntó Zhoumi, tomando la gata y tendiendomela.
-Nunca tuve mascotas...- dije y Donghae la tomó por mi.
-Pero yo si, la cuidaremos- comentó el chico, antes de tomar mi mano.
-Entonces, se la dejamos. Hasta mañana- dijo Jung Soo, saludando con la mano junto a los otros tres.
-Hasta mañana- saludé, abriendo la puerta de nuestra habitación.
Al quedar nuestra cómoda soledad, noté todo el peso que hacía minutos estaba sobre mis hombros, liberarse, desaparecer. Suspiré y noté a Donghae pasar a mi lado, cerrando las cortinas de nuestra habitación, menos, la del ventanal. Apagó la luz y notamos otra de las bellezas naturales del lugar. La luz de luna bañaba la habitación, sobre todo, la cama. La visual era totalmente encantadora y romantica.
-Nanna, ¿Donde dormirás hoy?- le preguntó Hae a la pequeña gata, quien solo respondió con un ronroneo y se acomodó en sus brazos.
-Oh no cariño, dormirás en el suelo. Ese chico es mio, ¿Entendido?- ordené, tomando a la gata entre manos y dejandola en el suelo.
-¿Y me dices celoso a mi?- preguntó Hae, cruzándose de brazos.
-Si- contesté, arqueando una ceja, cruzandome de brazos de igual forma, lo miré a los ojos y miré sus labios, recordando lo que había hecho en el baño-De todas formas no te hagas el inocente, que aún debemos hablar, no me ha gustado nada lo que has hecho hoy en los baños-
El se sonrió con indulgencia y me encaró.
-¿Crees que estoy fascinado por lo que haz hecho con Changmin?- preguntó, olfateandome como un perro.
-Sal, chucho- me quejé empujandolo un poco.
-¿Chucho? ¿Algo más que me quieras decir?- rió Hae, tomando mi mano que se posaba en su pecho, tirando de ella, acercandome mucho más a él, tomandome por la cintura.
-No que recuerde- sonreí, notando sus brazos tensarse suavemente bajo mis manos, se mordió el labio inferior y luego me besó en los labios con ternura.
-Me encantas- susurró, besandome los labios con delicadeza, antes de tomarme el rostro entre sus manos y besarme el rostro.
-Y tu a mi, celoso- respondí, dejandome hacer entre sus manos.

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-Amor...- oí una voz lejana.
Los abismos del sueño me arrastraban cada vez más hacia el fondo, me notaba arrastrada por el cansancio.
-Amor...- oí nuevamente esa voz, una voz ronca, seductora y malditamente dulce -_______________-
Abrí apenas los ojos, notando la luz cegarme enseguida. Las sábanas de la cama parecían brillar con ímpetu, cerré los ojos fuertemente y volví a abrirlos. Pronto, frente a mi, la mirada café de mis mil sueños y recuerdos, se sonrió y me tomó la mano.
-Buenos días, lamento molestarte pero, es que no me puedo mover- pidió, con la mirada suplicante.
Miré más allá de su rostro y noté un ponpón blanco y negro en el medio de su espalda.
Reí sin poder evitarlo y tomé a la pequeña gatita en brazos, acostandola entre ambos.
-No ha logrado resistirse el subir a la cama- murmuró, girandose por fin -Lamento haber tenido que despertarte-
-No hay problema, de todas formas, aún podemos dormir otro rato- respondí, acercándome a él para abrazarlo, apoyando mi frente en su hombro.
Cuando por fin estuvimos cómodos, el sonido de la alarma nos dejó en claro de que era más tarde de lo que parecía.
-Maldicion...- dije bajito.
-Shhh- se sonrió, censurándome -Si hacemos todo temprano por la mañana, terminaremos pronto y tendremos el resto del día libre para hacer y deshacer a nuestro antojo-
-¿Desde cuando eres tan aplicado?- pregunté con una boba sonrisa en el rostro.
-Siempre he sido así- contesto.
-No te creo en lo más mínimo- comenté, besando su hombro.
-No me creas, pero aún así, trata de hacer todo temprano, asi, tendremos más tiempo juntos-
-Esta bien, esta bien- sonreí, acercándome a él y besando su hombro.
Tras pedir servicio a la habitación, nos levantamos como de costumbre y nos aseamos antes del desayuno.
Hicimos juntos las maletas y, pronto salimos de nuestra habitación con nuestros equipajes a mano. Nos reunimos con el resto del equipo a las afueras del hotel, todos tenían sus valijas en mano, de buen humor. Sin embargo, nada parecía ir bien al fondo de la camioneta, d donde, tres de nuestro grupo, no se dirigían la palabra.
Siwon aún estaba bastante distante con Heechul, mientras que Hangeng, intentaba por todos los medios parecer tranquilo. Heechul, quien iba sentado en el medio de aquellos dos, se encargaba de bromear con IU y Hyukjae.
En cuanto llegamos al aereopuerto con todos nuestros documentos en mano, dejamos las valijas y cuando tuvimos los boletos, nos dirigimos a las puertas correspondientes. Nuestro destino... Nueva York.
Cuando estuve a pocos pasos de la encargada de revisar los boletos, noté mis piernas temblar.
Donghae, quien estaba a mi lado me miró un instante y su expresión cambio de una sonrisa a la preocupación.
-¿Estas bien?- preguntó y me tuve que aferrar a sus brazos para no caerme.
Me llevé la mano a la frente y respiré de forma agitada.
-Necesito ir al baño, estoy un poco mareada- pedí y, caminé como pude hacia los baños.
Notaba mi garganta seca y el mundo girar a mi alrededor, todos se movía rápido y a la vez lento.
El desayuno de aquella mañana, bailoteaba sin cansancio en mi garganta, las ganas de vomitar se hacían cada vez más grandes.
En cuanto entré al baño, me encontré sola. Las luces parpadearon y pronto, me sentí mejor de repente.
"¿Pero que Diablos?" me pregunté y me dirigí a los lavabos. Abrí el grifo y noté el agua caer sobre mis manos, tomé un poco y me lavé la cara.
-¿Que me está pasando?- pregunté y me enderecé una vez más para mirarme en los amplios espejos.
Me ví a mi misma en el reflejo y ví una silueta a mis espaldas. Me giré enseguida y frente a mi, vi la sonrisa de una joven.
Su piel blanca; ojos azules, claros y relampagueantes; el cabello rubio y largo, un poco alborotado y con dos trenzas hacia delante, me dejaron en claro que quería algo más que el hecho de dejarle el lugar frente al espejo.
Hice de mis manos un par de puños a los lados de mi cuerpo, levantando la barbilla, encarandola.
Así como me miraron sus ojos, dos chicas más aparecieron.
Una de ojos ambar, de piel igualmente clara y cabello negro, y la otra, de ojos verdes y pelirroja, las pecas se extendían por sus mejillas.
Las miré a las tres e intenté moverme, algo que fué en vano. Las tres sonrieron a la vez y me miraron con suspicacia.
-¿Quienes son ustedes?- pregunté, sin dejar de mirarlas a las los ojos.
La rubia, quien estaba entre las otras dos, se llevó primero la mano al pecho y se sonrió.
-Soy Skuld, el futuro- me miró a los ojos una vez más y se giró hacia la pelirroja.
-Soy Veroandi, el presente- se sonrió más abiertamente que la rubia y ambas miraron a la restante, que, poniendo los ojos en blanco, se presento:
-Soy Uror, el pasado-
Las miré a las tres y contuve las respiración.
-Las Nornas...- comenté, sin creermelo todavía. Las tres asintieron a la vez. -¿Porque están aqui?-
La pelirroja dió un paso al frente y levantando la mano, pude ver entre sus dedos un fino y delicado hilo, un hilo de oro.
Las Nornas eran aquellas deidades encargadas de tejer y deshacer los hilos del destino. Vivían bajo la sobra del Árbol de la Vida, el eje del mundo... Cada acción que ocurría era por la gracia de una de ellas.
-Nosotras jamás intervenimos, jamas nos movemos de la sombra del Árbol de la Vida, pero, esta vez, como hace siglos, un Dios superior a solicitado nuestra aparición- dijo la pelirroja, paseando por sus dedos el Hilo de oro.
Los Hilos eran las almas de cada ser en la tierra, los negros eras las almas de los difuntos, los blancos de los bebés, los grises de los humanos, los rojos de los vampiros, los marrones de los lobeznos. Sin embargo, habían otros hilos, unos hilos que si bien eran longevos y divinos, podían morir, los plateados; y, otros hilos que brillaban tanto como el oro, los de los Dioses.
-¿Quien?- pregunté y Veroandi, con una dulce sonrisa me censuró.
-Fué Odín- contestó Uror, recibiendo las furiosas miradas de sus hermanas.
"¿Odin? ¿Que?" me pregunté.
-Toma nuestras palabras como las únicas pistas de tu destino- dijo Skuld, levantando la barbilla, con elegancia.
De las tres, ella era la que más relucía, mientras que Uror, era su contraparte.
-Debes marchar a Brasil, al mismísimo Rio Amazonas- dijo la pelirroja, dando un paso hacia atrás.
-Allí encontrarás que nunca te fué revelado, nos volveremos a encontrar allí- continuó Uror.
-Pero por nada del mundo, dejes ir a Donghae contigo. Ese chico, no puede pisar esas tierras, o su cabeza rodará por los suelos. Vé sola, es tu destino... Es hora de que la verdad sea revelada- me palmeó el hombro y dió un paso atrás, uniendose a las otras dos jóvenes.
Las miré un instante y antes de que desaparecieran, pregunté:
-¿Porqué lucen tan jóvenes?-
Ellas rieron y la rubia contestó:
-¿Creías que seríamos viejas y arrugadas? No por ser las voces de la experiencia, debemos ser viejas, arrugadas y mandonas. Recuerda nuestras palabras, Los Dioses estarán siempre de tu lado, incluyendo a nuestras hermanas Valkyrias- y desaparecieron.

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-Creí que te habías ido sin mi- me dijo Hae cuando volví a la cola, solo estaba él, Siwon, Vee, IU, Young Woon y Jung Soo, los ultimos en subir al avión.
Lo miré a los ojos y las palabras de Skuld llegaron a mis oídos una vez más.
-Necesito de que vayan y desactiven esa bomba- pedí, esta vez mirándolos a todos.
-¿Que? ¿No vendras con nosotros?- preguntó Siwon, arqueando abas cejas.
-No puedo, tengo otros asuntos que atender- respondí y tomé mi maleta, quitandosela a Hae de sus manos.
-Iré contigo entonces- dijo el chico, sin dejar de mirarme a los ojos.
-No, tu iras a Nueva York- respondí tragando saliva.
-No, quiero ir contigo- insistió y yo posé mi mano en su rostro.
-Iré sola, necesito ir sola. No me llamen, a donde iré no hay señal, haganlo bien. Suerte- contesté, sosteniendo la confundida mirada a Hae.- Jung Soo, estas a cargo... Nos vemos pronto...- continué y me alejé una vez más, aún oyendo a la distancias las palabras de furia de Donghae.
Me dirigí rápidamente a la boleteria y compré otros con destino a Brasil.
Espere al rededor de media hora en el aereopuerto... Mientras que, detrás de un vidrio, veía el avión despegar con destino a E.E.U.U. Apoyé mi mano en el cristal y aún a la distancia, le susurré...
-Te amo, Hae-

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-Buenas tardes, ¿habla portugués?- preguntó en ingles, el chofer del taxi cuando lo detuve.
-Claro, lleveme a la siguiente dirección- Le tendí un papel con la dirección anotada, en portugués.
-¿Hasta allá? Le aviso que saldra mucho- comentó, frotando su pulgar a su índice.
-El dinero es lo de menos, en cuanto antes lleguemos será mejor-  sonreí, censurándolo, de mal humor.
El viaje había sido un caos, el avión estaba lleno de gente, me fué dificil aprender el idioma puesto a que los dialectos de todos eran distintos, el vuelo presentó algunas turbulencias, por lo que no pude dormir.
La distancia se hacía notar cada vez más a cada minuto que pasaba, hasta su aroma se me estaba haciendo necesaria.
"Te mal acostumbraste" me regañé a mi misma.
-¿A que viene al país?- preguntó el hombre, curioso.
Arquee una ceja y me acomodé las gafas oscuras.
-¿Porqué lo pregunta?- contesté.
-No es muy común ver a gente... extranjera ir al mismísimo Río Amazonas, a menos que sea a talar arboles- se quejó indirectamente.
-Pues no, no estoy para talar nada aqui. Vengo en busca de algo...- respondí, mirando por la ventanilla.
El hombre se quedó en silencio a partir de eso, hasta llegar a destino...

Fin Cap. 48 <3

lahslkdhalshdkh Espero que les haya gustado!

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Mila ^^~

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