Romantic Oneshot: Fanfic!~ "En mi Eternidad" (Donghae x Fan)~ Cap. 41
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miércoles, 14 de octubre de 2015

Fanfic!~ "En mi Eternidad" (Donghae x Fan)~ Cap. 41

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Título: "En mi Eternidad"
Duración: ?
Episodio: 41
Pareja: Donghae x Fan
Apariciones: Lo verán a lo largo de la historia, aparecerán algunos nombres conocidos ^^
¡ADVERTENCIA! Se verán escenas violentas y lenguaje explicito.

Narras Tu:

           Junto a Donghae, terminamos de ordenar todo el desastre de casa, pero, aún, un abismo gigantesco nos separaba.
No me dirigía la palabra, todo se sumía en un profundo silencio que nos consumía a ambos. Algunas veces cruzábamos miradas, pero nada más. Sus pensamientos no llegaban a mi, ni podía entrar en su cabeza.
Finalmente, me rendí, y, tomando mi celular, comencé a llamar a IU, con la esperanza de que donde estuviese, lo llevara consigo.
Pronto, el aleatorio tono de llamada comenzó a resonar en la sala. Hae y yo nos miramos y juntos, levantamos el sillón.
-Joder...- me quejé sosteniéndome la frente.
-Esto no tiene buena pinta- comentó Hae, tomando el celular de Hyuk.
Definitivamente, era un secuestro y también, una trampa, una trampa muy obvia para capturar a Donghae, pero, ¿Quien ademas del grupo sabía de nuestra ubicación?
Pronto, noté un creciente olor a vainilla inundarme. La clásica, dulce, serena y sensual vainilla. No pude evitar sonreir al ver a Heechul salir del dormitorio hecho un manojo de nervios.
-¿Estas bien?- pregunté acercándome al chico, quien, intentó vanamente, ocultar el profundo corte que se había hecho en el brazo -Ven, te curaré-
El chico me miró confundido y asustado.
-¿Me morderás? ¿Te puedo matar con ajo acaso?- preguntó, demasiado tembloroso.
Dejé una carcajada en el aire y, tendiéndole la mano, lo guié al comedor, comenzandolo a curar.
-¿Siwon no te lo ha explicado todo?- pregunté y el chico negó -Verás, algunas leyendas e historias urbanas, son ciertas. Existió Dracula y existe, no somos intolerantes al ajo, pero si al sol, aunque, sabemos sobrellevarlo con pastillas. En nuestro "clan", únicamente, vivimos a pastillas, la perfecta alternativa antes de que la sed de sangre aparezca. Cuando hay sed de sangre...- comencé a explicar antes de que Hae me interrumpiera.
-Cuando hay Sed, estamos jodidos ya que significa que hemos encontrado a nuestra pareja de vida- dijo él, señalándome.
Lo miré un instante antes de centrarme en la herida del chico frente a mi. Tenía la piel blanquecina y suave, como la de un bebe.
-¿Ustedes son pareja?- preguntó Heechul.
Donghae y yo nos miramos un instante, y por más de que le sonriera, su respuesta me dolió...
-Algo así- dijo y se retiró hacia la recámara de Hyukjae.
Lo observé desaparecer detrás de la puerta, cerrándola.
¿Que diablos le pasaba?
Suspiré y recordé como se había comportado y el enojo con el que cargaba. Suspiré y le vendé el brazo a Heechul.
-Gracias por arriesgarte- dije, sin dejar de mirar los ojos cafés del chico frente a mi -Gracias, de verdad-
-No tienes porque agradecer... Siwon... Ese chico me ha demostrado más amor que cualquier persona en el planeta- se sonrió y ví su mirada aguarse.
Le sonreí de igual manera y el me devolvió el gesto limpiándose las escurridizas lagrimas.
Pronto, nuestra conversación se vió interrumpida, la puerta de mi habitación se entreabrió, y, por ella, Vee, quien me miró y se llevó la mano a la boca.
Pedí permiso a Hee y me acerqué a la joven, abrazándola con cariño.
-Creí que no te volvería a ver- dije al separarnos.
La chica apenas tenía fuerzas para mantenerse en pie, aferrándose a mi, camino lentamente hacia el comedor, sentándose a un lado de Heechul.
-Se que no estas con las energías a tope cariño, pero necesito que me digas todo lo que has visto. ¿Como llegaron?- pregunté sentándome frente a ella.
La chica tragó saliva y finalmente dijo:
-Fueron varios, vestidos de negro, uno de ellos... tenía los ojos delineados y negros. Dominaba... el hielo- hizo una pausa y se tocó uno de los profundos cortes que tenía en el abdomen, tratando de curarse con la poca energía que tenía- No se donde se han ido pero... puedo averiguar a donde los tienen a todos-
-¿Como?- preguntó Heechul interesado en el tema.
Asentí y me encaminé al cuarto de Hyukjae, golpee la puerta cerrada frente a mi y ésta se abrió.
-¿Necesitas algo?- preguntó Hae, serio, sin siquiera mirarme a los ojos.
Mi pecho escoció una vez más y con la punta de mis dedos, rocé el tatuaje. Estaba hirviendo, caliente, era como la mismísima lava.
-Necesito cualquier pertenencia de Hyuk- respondí y sus orbes marrones me miraron un instante antes de sacar de uno de sus bolsillos traseros, el celular de uno de los desaparecidos -Gracias- concluí y me retiré sin mirarlo de igual forma.
"Si quiere jugar, perfecto, también me gustan los juegos" pensé y le tendí el celular a Vee.
Tras unos minutos de concentrarse, haces de luces amarillos, rojos, naranjas, celestes y verdes, comenzaron a salir de las manos de la chica. Abrió sus ojos, antes chocolates y ahora rojos.
-Veo... paredes grises, paredes mohosas, es un lugar gigantesco, se oyen pájaros, chicharras y pocos autos- dijo la chica, en tono totalmente fuera de si misma. Su voz no era la de siempre -Veo, cadenas, máquinas, y...-
Me llevé la mano al puente de la nariz, apretándolo levemente.
-Hay sangre por todos lados... y, ¡Dios! Están sentados, encadenados y con los ojos vendados- dijo antes de soltar el celular y notar sus ojos cambiar de color.
-¿Como una fábrica abandonada?- pregunté, levantándome de mi lugar.
-Si, algo así- respondió.
Miré a Heechul y suspiré.
-Quédense aquí y descansen. Heechul, llámame en caso de que algo ocurra, intentaré terminar con esto enseguida- informé, en tono de orden, dirigiéndome una vez más hacia  donde estaba Donghae.
Golpee apenas la puerta y ordené:
-Están en una fábrica, a las afueras de la ciudad. ¿Vienes?-
La puerta se abrió y la sombría mirada del chico no me hizo tranquilizar precisamente...
-Debo ir porque, por desgracia, eres mi reserva de sangre de por vida. Lástima que resultaste ser tan suelta... por no decir otro término- se sonrió y me dio la espalda para tomar su chaqueta.
Fruncí el ceño y dí un paso adelante, cerrando la puerta detrás de mi.
El se volvió, encarándome, fueron sus palabras la razón de mi explosión.
-Mira, amor mio, te aseguro con todo el derecho que soy tu "reserva de sangre" pero soy la única que te puede hacer vivir eternamente, no vuelvas a hablarme en ese tono por tus estúpidos celos- dije, recalcando cada palabra, acercándome a él. Levante la mano y cuando estuve a punto de golpearlo con el puño cerrado, decidí mantener la poca compostura que me quedaba, y, picándole con el dedo el pecho -Y puedo asegurar otra cosa también... Ese bonito tatuaje dá la casualidad de que, va muy bien junto a éste- sonreí, mostrando mi candado-Lo que significa que desgraciadamente, me tendrás que soportar de esta forma el resto de la eternidad. ¿Te quedó claro?-
El sonrió y tomándome por la cintura, me besó en los labios de la manera más pasional posible, aferrándose cada vez más a mi.

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La noche se tornaba cada vez más fría, nosotros, sin embargo, notábamos un fuego interno muchas veces más grande de lo que estábamos acostumbrados. Moría de ganas de estar con él, tal como la noche anterior, pero, teníamos trabajo.
¿Quien podía manejar el hielo? Recordé la descripción que me había dado Vee y en mis mapas mentales, nadie que ya hubiese conocido se asemejaba a su descripción.
Frené a un largo trecho de la fabrica. Había una  sola estructura gigante, de paredes grises y mohosas que estaba completamente alejada de la ciudad. La fábrica de textiles olía a azufre y sándalo.
-No tengo idea de como lo haremos- le informé a Hae sin ver movimiento a las afueras del lugar.
-Tengo una idea pero, necesito que me dejes usar mi máximo de fuerza- pidió sin dejar de mirarme a los ojos.
Lo miré sin dar crédito. Donghae no era consciente del poder que podía llegar a tener, no tenía idea. El que en sus visiones se encontrara en un maldito océano, daba a pensar varias cosas, sobre todo, de que su poder era increíble.
-No- contesté secamente buscando otras alternativas.
-¿Por qué no?- preguntó con el ceño fruncido.
-Porque podrías matarlos a todos ahí dentro- contesté sin dejar de mirarlo.
Se quedó unos instantes en silencio antes de volver a preguntar:
-Y... ¿3/4 de fuerza?-
Suspiré.
-La mitad, recuerda que IU, por ejemplo, no puede estar en contacto con el agua, la electricidad se propagaría y terminaría electrocutando a todos- explique.
Él me sonrió y me abrazó con ternura.
-Eres la mejor, piensas siempre en todo- dijo antes de dejar un beso en mi mejilla.
Arquee ambas cejas y lo volví a mirar, extrañada.
"Diferencia número uno: Comparado con el anterior, el humor de este Donghae, era mucho más cambiante" pensé y juntos, nos acercamos volando a la enorme fábrica, al llegar al techo, comenzó la acción.
Las pequeñas ventanas en lo más alto de las paredes, parecían ser nuestra única forma de acceso. Una vez dentro, un bonito show comenzó, apenas tocamos el suelo, los guardias levantaron sus armas.
Ambos levantamos las manos lentamente y dejé caer lo que traía en la mano.
La bomba de humo cayó al suelo y repiqueteó en el hormigón, y tan pronto como cayó, se activó.
-Ahora- dí la orden y mientras tomaba mis pistolas, Donghae se abría paso entre la gente.
Perdimos la cuenta de la cantidad de vampiros que logramos exterminar, pero, de la misma manera, perdimos la cuenta de los que estaban por llegar.
-¡Vuela!- dijo Hae y por primera vez, le hice caso. Formó grandes torbellinos de agua que, pronto se convirtieron en olas gigantes, arrasando con todo a su paso.
Los enemigos se barrían por el agua una y otra vez, en su mayoría, muertos o inconscientes.
En el fondo del local, estaban los chicos secuestrados, tal y como lo había descrito Vee. Se encontraban uno al lado del otro, sentados y con los rostros magullados.
A su lado, mientras que las olas amenazaban con barrerlo tambien, una sombra oscura.
El agua llegó a él en forma de ola gigantesca que, con un vaivén de su mano, convirtió todo en escarcha, hielo macizo y nieve.
Recargué las pistolas rápidamente y con toda la puntería que fuí capaz de mantener, agujeree la capucha negra, la risa del sujeto resonó en la fábrica.
-No has cambiado en nada, y, al parecer haz encontrado reemplazo de mi lugar fácilmente- dijo y se quitó la capucha mostrando su rostro.
Contuve la respiración al ver esos ojos rasgados y marrones, delineados y fríos, al ver el cabello negro y un poco más largo de lo que lo había visto la última vez, la lobuna sonrisa, tan sarcástica como siempre.
-L..- dije, con el alma a los pies.
El volvió a sonreír y con un movimiento de su mano, dirigió una escarcha de hielo a mis pies.
-MyungSoo, ese es mi nombre- respondió, encaminándose hacia mi, logrando que retrocediera unos cuantos muchos pasos.

Fin Cap. 41 ~~

kasdklajsldklaksdjlk Los amo!

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Mila ^^~

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