Título: "En mi Eternidad"
Duración: ?
Episodio: 27
Pareja: Donghae x Fan
Apariciones: Lo verán a lo largo de la historia, aparecerán algunos nombres conocidos ^^
¡ADVERTENCIA! Se verán escenas violentas y lenguaje explicito.
Narra Donghae:
Abrí los ojos lentamente, el sol brillaba en lo alto y su luz me hacía daño a los ojos. Bostecé y me estiré, sentado aún en el suelo de la sala de estar. Tenía las piernas entumecidas, el olor a chocolates y dulces afloraba aún en el ambiente. Apagué la tele y me ví a mi mismo.
Sobre me regazo, ella...
Dormía plácidamente sobre mis piernas, como una niña pequeña... Estiré la mano y enredé suavemente mis dedos en su cabello suelto... El pelo le caía con gracia sobre el rostro, lo aparté y ví su rostro dormido con claridad.
¿Quien diría que ese rostro, por las noches, era el pecado?
¿Quien diría que era irónica, sarcástica?
¿Quien diría que podría matar a alguien?
Acaricié su cabeza como si fuera irreal, se acurrucaba cada vez más contra mi, aunque, pronto, sus ojos, marrones, vieron los míos.
-Buenos días- musitó antes de percatarse del lugar en el que estaba -Lo siento, no quería incomodarte-
-No me molesta- dije, como un susurro -Buenos días-
Mis dedos se seguían moviendo allí, sobre el cuero cabelludo, aparté la mano rápidamente y ella se irguió.
-¿Ya han llegado los demas?- preguntó estirandose.
-Creo que aún no- contesté mirando el resto de la casa, el silencio reinaba en el lugar.
Miré la hora en el reloj, eran pasadas las diez.
-Hoy debo llamar a mi familia para decirles que viviré aqui...- dije.
-¿Vivirás aqui?- preguntó ella, arqueando ambas cejas.
Asentí y ella sonrió:
-En este departamento, ya no hay habitaciones libres. Pero... hay muchos más departamentos en el piso-
-Si, ya me dijeron que eres endiabladamente rica- le sonreí de igual forma
Sus cejas se arquearon y rió.
-Teniendo días enteros de matanzas, si, pero, pronto sabras que, en la eternidad... de nada te sirve tener dinero-comentó, levantandose del piso- Cada bien material que poseas, en algun momento de tu vida, se irá...-
-Y, Las personas que conocí, tambien se iran- pregunté más como afirmación que pregunta.
La chica asintió y suspiré, levantandome del suelo.
-Iré a preparar el desayuno, si no te molesta. Ve a entrenar si quieres, tomate tus pastillas- comentó, antes de retirarse a su habitación.
No pude despegar mi mirada a ella hasta que la puerta se cerró.
A la más mínima sonrisa, el corazón se me agitaba, brincaba de emoción. A la más mínima mirada, me temblaban las piernas. Al más mínimo contorneo de caderas, mi pulso incrementaba.
Esa chica, me había transformado en todos los sentidos.
-Es bonita, ¿a que si?- preguntó alguien a mi lado.
Brinqué, del susto esta vez. La sonrisa de la otra extranjera parecía ocular miles de secretos.
-Ve a cambiarte, hoy empezamos a entrenar- comentó antes de internarse en su habitación.
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Puertas cerrarse, grandes murallas, destruccion y construcción.
-Esfuerzate más, Donghae porque te estoy alcanzando- dijo la chica, poniendome el doble de nervioso.
-Espera, no...- pedí antes de ver esos ojos en mi cabeza.
-Game Over- dijo y abrí los ojos nuevamente- Mejoras, pero, vas lento. Necesito que seas fuerte, muy fuerte, habil- aclaró Vee.
Asentí lentamente, sentía mi cabeza explotar.
-Ni siquiera hemos empezado con los ataques, no tienes la fuerza de defenderte mentalmente- se acomodó una vez más. -Piensa de que... solo tu sabes donde se encuentra la chica que te gusta, y unos vampiros, la buscan para matarla, ¿que harás? Vamos de nuevo-
Cerré los ojos una vez más, cansado de tanto jugueteo ajetreado.
Esta vez, me imaginé en un gigantezco laberinto, cada pared de rocas gruesas y metal. Un lugar extraño y completamente, oscuro,
Corría por los pasillos y, en todos, estaba Vee sonriendome.
-¿Que harás? No puedes escapar- se acercaba, acechandome.
Respiré hondo y canalicé mi energía.
-No eres Real- dije, determinado, logrando que su expresión cambiara y se desvaneciera.
Al abrir los ojos una vez más, Vee sudaba.
-No vuelvas a hacerme eso, maldita sea- se quejó de dolor, tomandose las cienes.
-¿Estas bien?- pregunté y la chica me obligó a sentarme.
-Bien, pasemos al ataque- dijo, con alguna mueca de dolor -Imagina algo que te cause mucho dolor y canaliza esa energía en mi-
Cerré los ojos una vez más y, busqué en mis recuerdos y no encontré nada que me causara el suficiente dolor físico. Aunque, un incentivo de mi instructora llegó.
-Si no te apuras, la trataré como una perra en celo, niño-
Junto aquellas palabras, un hombre, moribundo y desalineado tomaba del pecho y cuello a _______________. La chica sollozaba y forcejeaba.
No se trataba de un simple ataque, la atacaban a ella.
Imagine el mundo partirse en dos, un alma partirse en dos, un gigantezco trueno azotando al hombre y como si fuera poco, el tronar de disparos, todo en un mismo instante.
-Aghh- se quejó Vee y cayó al suelo.
Me serené de golpe y me arrodille junto a la chica.
-Oh Dios, ¿que hice?- pregunté.
-Trae agua- balbuceó, haciendose bolita en el suelo.
Corrí hasta la otra punta del recinto, hacia las duchas. Tome un balde con agua y lo llevé a su lado.
La chica, al apenas tomarlo, se lo echó encima.
Puso las piernas contra el pecho y las abrazó con fuerza.
-En años... no había sentído algo tan... fuerte...- Comentó, mirandome a apenas -¿Como rayos se te ocurrió lo de los truenos?- preguntó.
-No lo sé, solamente, apareció allí- contesté y la chica se señalo la nariz.
-Estas sangrando...- dijo y yo me pasé la palma de la mano. Al mirarla, un chorrete de sangre sobre la piel. -Ve a casa, terminamos por hoy. Pídele ayuda a ______________ para que te ayude con tu don-
Asentí y antes de retirarme pregunte:
-¿Segura que estás bien?-
-Por supuesto, queda entre tu y yo de que la chica era _________________- se sonrió con alguna que otra mueca de dolor.
Asentí una vez más y con las mejillas sonrosadas aún, salí del gimnasio.
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-¿Estas bien?- preguntó la chica de ojos café al entrar al baño. Había dejado la puerta entreabierta sin querer.
Asentí y noté más sangre derramar sobre la pileta del baño, volví a limpiarme y cuando paró de sangrar, me erguí Y la ví por el reflejo del espejo. La camiseta de tirantes de quedaba de maravilla pero, los ojos negros y los colmillos desarrollados eran lo que mejor le quedaban.
-Bien... iré a terminar co-con lo que hac-hacia- dijo y salió apurada del lugar.
Tras salir por la puerta, una estela de aroma a chocolate dulce me embriagó. Tuve que morderme el labio inferior tan fuerte que sangró. Tome otra pastilla, tragandola en seco y me encaminé nuevamente a la cocina, esperando encontrarla.
El pelo le caía como una cascada por los hombros, bebía una taza de té, un olor a frutillas emanaba en el ambiente, y, junto a él, el dulzón aroma a chocolate.
Me lamí el labio herido y noté como cicatrizaba la piel.
Tomé la silla que estaba frente a ella, sentándome.
-Hola- se sonrió, tomando la taza beige entre manos.
-Hola- contesté.
-¿Té?- ofreció y yo negué -¿Como te ha ido en el entrenamiento?-
-Vee me ha dicho que te pidiera ayuda- respondí y ví su ceja arquearse.
-Bien, hazme caso, toma al menos un sorbo de té, mi etapa es la más complicada de las 4- se sonrió y tomando la tetera, me sirvió el té -¿Azúcar?-
-Solo dos, por favor- sonreí y ella se llevó la taza consigo, vertiendo dos terrones de azúcar.
Me tendió la taza y yo bebí, el sabor era suave y un poco fuerte al final.
-Ten cuidado, al final es bastante fuerte- comentó, sonriendo.
-No hay problema- respondí, bebiendolo todo.
La chica dejó las tazas en el lavabo y se dirigió a la Sala de Estar, corriendo los sofas y cerrando las cortinas.
-Por favor, sientate sobre la alfombra- dijo, encaminandose hacia mi.
Me senté cual indio sobre la peluda alfombra.
La chica se sentó frente a mi, tirando su cabello hacia un lado, dejando parte de su cuello a la vista.
-Piensa que esto será como una sesión de Yoga- comentó antes de colocar sus manos sobre sus rodillas.
Asentí y de la nada, un creciente calor empezaba a consumirme.
Inhalé y exhalé varias veces, cada vez más profundo.
-Cierra los ojos- pidió, sin dejar de mirarme.
Sin notarlo, mi cuerpo ardía.
Miré hacia la cocina y se me nubló la vista.
-No me siento muy bien...- dije, tomandome la frente. Estaba sudoroso, demasiado sudoroso.
-Tranquilizate- pidió, sonriendo.
Al ver sus ojos, me dí cuenta de ello...
-¿Que me has dado?- pregunté, tosiendo por la calor.
-Es un afrodisíaco, realzará el triple tus capacidades físicas y mentales por el momento. El calor es un efecto secundario-
-¿Que?- pregunté sin entender del todo aún- ¿Que quieres? ¿Violarme a acaso?- pregunté, intentando separar el cuello de mi camiseta de mi propio cuello.
-Si quisiera hacerlo, lo habría hecho sin drogas, ¿No te parece?- se sonrió -Cierra los ojos, Hae- añadió, como un susurro.
Fin Cap. 27 ^^
asjhdkjasdhajhsdajshdjhasdjhkajshdkjahsdkj LOS AMO!
GIF TIME!:
Mila ^^
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