Romantic Oneshot: Fanfic!~ "En mi Eternidad" (Donghae x Fan)~ Cap. 31
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martes, 8 de septiembre de 2015

Fanfic!~ "En mi Eternidad" (Donghae x Fan)~ Cap. 31

Holaaaaaaaaaaa!


Título: "En mi Eternidad"
Duración: ?
Episodio: 31
Pareja: Donghae x Fan
Apariciones: Lo verán a lo largo de la historia, aparecerán algunos nombres conocidos ^^
¡ADVERTENCIA! Se verán escenas violentas y lenguaje explicito.

Narras Tu:

           -¡Por ahi!- señaló Vee, en vuelo.
Dejé de volar, caída libre, pronto, frente a mi, dos hombre, gigantescos.
Tomé las dagas y les corté las cabezas.
-Encarguense de los de aquí, iré por Donghae- indiqué, cabizbaja, tensa.
Entré a la fábrica abandonada, abriendome paso entre los vampiros y humanos armados.
Donghae estaba allí, eso era seguro, pero... no se encontraba bien, le estaban haciendo daño.
Una corriente de imagenes pasaron frente a mi, en cada una de ellas, estabamos juntos.
El olor a fresas en el recinto se intensificó, y yó apuré el paso.
"Lo siento tanto"
Ese pensamiento suyo fué lo que me dió voz de alerta. Corrí entre las personas y vampiros del local y ví una luz, al fondo.
Dos hombres gigantescos se cruzaron en mi camino, yo me barrí por sus pies, evitando que me tocaran y lancé una de mis dagas.
Un chico, con máscara de payaso fue la victima, hechó el hombro hacia atrás tras el impacto, la sangre bañó su traje blanco. Salté por los aires, cayendo en la zona iluminada. Miré a mi lado y me volvió el alma al cuerpo.
Donghae me miraba con los ojos llorosos, el rostro magullado y las ropas ensangrentadas.
Me viré hacia al hombre de la máscara y noté un creciente dolor en mi estómago, como cuchillos invicibles clavandose en mi cuerpo.
-¡Cuidado!- dijo Ryeowook, apareciendo dentro del circulo.
Como si fuera magia, una burbuja dorada nos encerró.
-Puede hacerte daño a la distancia- se quejó el recien llegado -Quédate dentro de mis escudos-
Asentí y tambien, como un acto de magia, el hombre de la máscara desapareció.
-Debemos irnos, irieron a unos cuantos- se quejó Wook, deshaciendo los escudos.
-Gracias, dicta voz de retirada- informé, adolorida aún.
El chico caminó hacia el restro evitando los cuerpos de lo caídos.
-Nos largamos de aqui...- dije a Donghae, quien me miraba con los ojos llorosos.

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Cuando el chico se sentó en una de las sillas del comedor, no apartaba la mirada de sus manos, aún mantenia los ojos llorosos.
Quienes estaban heridos, se retiraron primero del departamento de Donghae, quienes se quedaron por último, dieron toda la información que encontraron en la Cámara política. Finalmente, cansados, se retiraron en silencio.
-Muchas Gracias por todo, Kyu- dije al chico de ojos castaños.
-No hay porqué darlas, bonita. Para la próxima mision, avisame, con gusto te ayudaré- sonrió el chico, acariciando mi mentón con el indice y el pulgar.
Me giré un instante hacia Donghae y lo unico que pude ver fueron los tensos brazos de Donghae y su mirada seria.
Aparté el mentón y le sonreí tranquilizadoramente a Kyuhyun.
-Esta bien, lo haré- contesté y ví el casi imperceptible movimiento en las cejas del chico, estaba asombrado por mi reacción. -Adios, Guī Xián-
Cerré la puerta y me encaminé hacia el chico de la sala.
Me paré frente al chico, tragué saliva y dije:
-Donghae, mírame-
El chico se levantó de la silla, aún con los brazos y espalda tensos, tenía los ojos llorosos y los labios apretados.
Apreté los puños y sin poder evitarlo, lo abofeteé.
-¿Por qué lo has hecho?- pregunté sin poder evitarlo, con la voz quebrada.
El chico me miró a los ojos, sin apartarse ni un ápice.
-¿Por qué me has desobedecido?- pregunté y noté la tensión de su cuerpo desaparecer.
-¿Para ti es todo ordenes? ¿Es todo mandamientos? ¿Acaso no tienes sentimientos?- preguntó él, a su vez.
-¡No me queda de otra, Donghae! ¡Es la unica forma de protegerlos a todos!- aclaré, al borde del llanto.
-¡No es la unica forma de protegerlos!- se quejó él, levantando la voz.
Me mordí el labio inferior y ví su rostro magullado.
-Si me hubieras hecho caso, no estarías así ahora...- contesté.
-Tuve mis razones- respondió Donghae mirando el suelo.
-¿Hablas de unos estúpidos celos?- pregunté, dando en la diana.
Él no contestó y noté la sangre comenzar a brotar de nuestos cuerpos.
Donghae poco a poco, comenzó a quedar más pálido de lo común.
-Hae...- musité y esos ojos chocolate miraron los míos.
-Estoy comenzando a sentirme debil...- constestó él.
Respiré hondo y miré su casa en su totalidad.
-Necesito que me digas donde está tu habitación Donghae- pedí, sosteniendolo por los brazos.
-Es la de la puerta... blanca- respondió bajito.
-Camina, lento- dije antes de  pasar uno de sus brazos por encima de mis hombros y caminar junto a él.
La casa del chico era ordenada y espaciosa, pero de pocos muebles. Era hogareña y delicada.
Abrí la puerta de la habitación como pude, tan pronto como pude, lo dejé sentarse en la cama.
-Donghae, mantente conmigo, por favor- pedí, y miré su cuerpo entero.
Le sangraban las piernas, el abdomen y la parte izquierda del pecho.
El punzante dolor me escocía el estómago, justo donde el hombre de la máscara de payaso, me había herido.
-Sangre, necesitas sangre... se te cerrarán las heridas...- pensé, enseguida.
Me senté a su lado, en la cama y me desabroché la camisa, solo los primeros botones. Lo tomé de los brazos y lo obligué a sentarse, acercandolo a mi cuello.
-Bebe Donghae, tienes que beber- pedí como un susurro.
-¿Estas segura de que quieres hacer esto?- preguntó el, en el mismo tono.
-Si, solo, hazlo- contesté y sus manos apenas se aferraron a mi.
Quitó el cabello de la zona y, abriendo la boca, clavó los colmillos.
-Ahh...- dejé un suspiro en el aire.
El intercambio de sangre entre vampiro era algo totalmente íntimo. Cuando una pareja necesitaba sanarse, bebía del otro para lograrlo. Al segundo intercambio de sangre, una marca, como un tatuaje, se marcaba sobre la piel de cada uno, en un sitio significativo. Y, el beber del cuello del segundo no solo era un acto íntimo sinó que insitaba todos los sentidos.
Su lengua se movió nerviosa en un principio antes de que por instinto, comenzara a beber. Al primer sorbo de sangre, un lado instintivo de él despertó.
Sus manos se aferraron a mi cintura, había recobrado la fuerza, profundizando así, las insiciones.
-Ahh Donghae- dije, como pude.
Lo sentí, lo ví, lo escuché caminar por cada recobeco de mi mente, mi pasado, mis pensamientos. En cada recuerdo, él apareció. Lo veía dentro de mi cabeza.
Mis manos se aferraron a su ropa, rasguñandola.
-Mngh...- jadee al notar su lengua recorrer mi piel una vez más.
Me sentía en paz, exitada a más no poder.
Al terminar de beber, desenterró los colmillos de mi piel, su lengua se paseó por los lugares que había mordido, cerrando las heridas y se irgió.
Por las comisuras de sus labios, sangre, la sangre bajaba por su barbilla, goteando un poco. Los ojos estaban completamente rojos, y sus colmillos sobresalian bajo sus labios superiores.
Tras relamerse los labios, pregunté:
-¿Estas mejor?-
-He visto todos tus recuerdos- musitó, mordiendose el labio inferior.
-Al beber de mi, puedes verlo todo, rondar en mi cabeza sin problemas...- contesté y él se miró a si mismo.
-Me siento de maravilla, podría escalar tres montañas yo solo- se sonrió.
-Me alegra saberlo, lástima de que sigo desangrandome- me quejé de dolor.
Sus ojos rojos, miraron los míos y tomandome por la cintura aún, me obligó a sentarme sobre si mismo.
-Hazlo, te toca- dijo y ladeó un poco la cabeza para dejarme su cuello a la vista.
-Donghae... no puedo hacerlo... te estaría anudando a mi- dije, separandonos, poniendo mis manos sobre su pecho.
-Ya me lo ha explicado todo Jung Soo, mira... Me gustas, eres condenadamente un pecado para mi y logras ponerme a tus pies. No me molesta anudarme contigo- explicó.
-Ni siquiera sabes lo que dices Hae, hablamos de pasar la eternidad juntos, no creo que estes preparado para eso-
-¿Acaso tu lo estas? ¿Tu tambien tienes miedo?- preguntó, acariciandome la cintura por sobre la ropa.
-Por supuesto que lo tengo... pero...- me quejé.
-No quiero verte sufrir, ya te he visto de esta forma, cuando te clavaron aquel puñal. No quiero que la pases mal- aclaró él sin moverse un ápice.
-¿Estas dispuesto a anudarte a mi?- pregunté, indecisa aún.
El chico asintió, con una sonrisa, relamiendose los labios.
-¿De verdad estas seguro? Podrías encontrar a alguien mejor ahí fuera...-
-Que si, que estoy seguro- rió, nervioso, abrazandose a mi.
Apoyé mi barbilla en su hombro derecho y inhalé hondo.
-Hueles a chocolate- murmuró, acunando su rostro en mi cuello.
-Me alagas- sonreí, acariciando su cuello -Debo hacerlo, Hae-
-¿Soy el primero del que bebes?- preguntó, curioso.
-Si sabes la respuesta, ¿para que preguntas?- sonreí, sobre su piel.
-Solo quería escucharlo de tu boca- respondió -Hazlo...-
Respiré una vez más y besé su cuello, tan solo un roce de labios sobre la piel, antes de pasar la lengua sobre los ya afilados colmillos. Me mordí el labio inferior y clavé los dientes.
-Ahh...- se quejó él, aferrandose a mi.
Bebí, lo probé y me sané. Notaba mis heridas cicatrizarse.
Su sangre era el más delicioso de los manjares, era fresas, dulces, puras, fuertes.
Sus manos subieron por mi espalda, enredandose en mi cabello.
-___________________- jadeó él.
Notaba su pulso incrementar y millones de imagenes pasar frente a mis ojos, sus recuerdos se abrían como un gran inventario frente a mi.

Fin. Cap 31!

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Gif Time:


Mila ^^~

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