Romantic Oneshot: Fanfic!~ "En mi Eternidad" (Donghae x Fan)~ Cap. 28
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viernes, 4 de septiembre de 2015

Fanfic!~ "En mi Eternidad" (Donghae x Fan)~ Cap. 28

Holaaa!



Título: "En mi Eternidad"
Duración: ?
Episodio: 28
Pareja: Donghae x Fan
Apariciones: Lo verán a lo largo de la historia, aparecerán algunos nombres conocidos ^^
¡ADVERTENCIA! Se verán escenas violentas y lenguaje explicito.

Narra Donghae:

         Ojos negros... De pestañas largas... Miradas dulces y profundas, de esas miradas que parecían saberlo todo.
Pronto, entre tanta oscuridad, una luz, una pequeña e insignificante bolita de luz.
-¿Que es esto?- pregunté sin dejar de observarla.
-Es tu energía, un punto de energía...- susurró ella, apareciendo a mi lado. Entre tanta oscuridad, ella parecía brillar. -Tócala-
Fijé mi mirada una vez más en aquella bolita de luz y la toqué con el indice.
La oscuridad del lugar se vió seguida por nubes, nubes grises de tormenta.
-¿Electricidad?- pregunté temiendo a que un rayo nos calcinara a ambos.
-Lo dudo- contestó ella y extendió su mano.
Gotitas comenzaron a caer, ella se sonrió y cerró los ojos, extendiendo los brazos.
-Es lluvia- comentó y como si se tratara de un hechizo, la lluvia caía sobre nosotros. Se sentía fría, contrastaba muy bien con el calor que sentía en ese momento. El solo hecho de mirarla, despertaba, una vez más en mi, sensaciones conocidas y desconocidas.
Disfruté de la lluvia, atreviendome a tomar su mano.
Cuando nuestras pieles entraron en contacto, un fantástico aroma a tierra mojada, inundó mis pulmones.
Ambos nos giramos, viendo, olas gigantezcas arrimarse.
-Demasiado cerca- murmuré antes de que las olas arrasaran con nosotros.
Me sentí llevar, me sentí arrastrado por el agua, y mi unica protección y dicha, era estar tomando su mano.
Cuando el agua se calmó, me sentí explotar. Mis pulmones clamaban a gritos, una pequeña bocanada de aire. Pataleaba y sin mas, tuve que abrir la boca, ahogandome.
-Tranquilo- dijo ella, su voz resonó en mi cabeza, conciliadora.
Jaló de mi mano y tomando mi rostro, me acercó a ella, besandome en los labios. Mis pulmones se tranquilizaron al notar que llegaba al menos un poco de aire. Mi cuerpo se serenó de golpe, y mis labios, entreabiertos, atraparon los suyos. Dios, besar a esa chica era la Octava maravilla del mundo.
El agua a nuestro alrededor, se tornó tan pacífica como nosotros.
Nuestros labios se separaron, aunque, nuestros cuerpos no.
-Intenta respirar- dijo, sonriendome.
-¿Quieres que me ahogue acaso?- pregunté frunciendo un poco el ceño, con una sonrisa.
-Puedes respirar bajo el agua- murmuró arqueando una ceja.
Con temor, respiré un poco, solo un poco.
Aire, aire puro, oxigeno puro. La miré y no pude evitar sonreir.
Se separó un poco de mi y se quitó el pantalón de jean.
-Se torna pesado aqui abajo- comentó, ruborizandose un poco.
Asentí, sin dejar de mirarla.
Tenía las piernas al descubierto, un traje de baño oscuro, tapado por una camisa blanca.
Tiró de mi mano una vez más y comenzamos a nadar, sin apuros, sin dificultades.
Arrecifes de coral se formaban en millones de colores bajo nosotros, y, junto a estos, la vida. Millones de animales acuáticos nos miraban y continuaban sus vidas.
_________________ estaba maravillada con cada pequeño detalle.
-Me siento en Buscando a Nemo- le dije y ella rió, asintiendo.
-Vamos a la siguiente página- dijo y pronto, los arrecifes, los animales y el agua templada, desaparecieron.
Aún bajo el agua, esperamos, y continuamos esperando...
Un congelante frío nos abrazó a ambos, sentía mi vello erizarse.
La chica señaló la superficie, hielo.
-Estamos en un maldito lugar congelado- comenté y ella volvió a reir.
A nuestros lados, la vida acuática se hizo presente, en un bioma diferente. Los osos polares andaban de aquí para allá, lobos marinos y pinguinos por doquier.
-Esto es genial- murmuró ella, con una sonrisa en el rostro -Pero es hora de volver- Su mano soltó la mía y se desvaneció.
-¿Como salgo de aquí?- pregunté mirando a mi alrededor.-
-Sigue mi voz, Hae- susurró.
Seguí su voz por la oscuridad creciente y poco a poco, volví a la realidad.
-Puedes abrir los ojos- susurró, con la voz demasiado conciliadora aún.
Al abrir los ojos, la ví frente a mi. Llevaba la camisa, los pantalones de jean e iba descalza.
-¿Como lo has hecho?- pregunté, anonadado.
-Todo está aqui- comentó, tocandose la cabeza.
-¿Fue todo una ilusión?- dije, sin dejar de mirar aquellas perlas negras.
-Si y no, todo lo que has visto es real, existe, pero, no lo has vivido en carne propia. Es como, una bilocación. Nuestros cuerpos estaban aquí en la sala, mientras que tu mente estaba en otro lugar, ¿Entiendes?- explicó.
-¿Y todo lo que sentí, lo has sentido tambien?- pregunte, refiriendome más al beso que otra cosa.
Ella asintió, logrando más rubor en mi cara y en la suya.
Nos quedamos en silencio, mirando hacia algun punto, tragué saliva, e intenté retomar la conversación.
-Entonces...- musité y ella me miró, un poco roja aún.
-Tu don es el Agua...- respondió ella, corriendo las cortinas mentalmente.
Asentí y, en silencio, ordenamos los sofás.
-¿Como me entrenarás?- pregunté y ella sonrió por fin.
-Ya lo verás...

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Narras Tu:

           El entrenamiento se había tornado estricto, muy estricto.
Donghae llevaba en la casa cerca de una semana desde que se había convertido, vivía en el departamento de al lado.
Su familia había quedado totalmente impactada ante la "Supuesta" noticia de que su hijo había ganado una beca de estudio que incluía lugar de hospedaje y todo pago. Aquella tarde había ido con él. Su madre lo regañó de pies a cabeza.
-¡De seguro te fuiste con alguna chica todos estos días!- dijo la mujer al apenas pasar la puerta.
-Mamá...- murmuró Hae, antes de recibir un abrazo de su hermano mayor.
-Y dime, ¿cuando nos la presentarás? ¿Cuando se casan?- preguntó y yo me tuve que tapar la boca para no reir. Desde mi posición no podían verme, estaba a las afueras del departamento.
-Oigan, en serio, basta. Vengo a recoger mis cosas, ya acepté la beca, vendré a visitarlos cada fin de semana- Sonrió Hae.
-No recogerás nada hasta que venga esa chica aquí- exigió su madre.
-Ayudame, ven, por favor- me pidió mentalmente.
Suspiré y toqué timbre.
La puerta se abrió de par en par.
-Buenas Tardes, he venido a traerle, esto, a Donghae, se le cayó al entrar- dije, con la voz más dulce jamas oída, enseñando un bolso vacío.
-Claro, adelante, pasa- dijo la señora con una sonrisa.
Asentí y pasé a un lado de la mujer.
-Oppa~ Dejaste esto- dije sin dejar de mirarlo a los ojos -Acepta, acepta, antes de que te mate por obligarme a hacer esto- protesté mentalmente de igual manera.
-Di Oppa una vez más, por favor, Donghwa se lo creerá, te lo aseguro- dijo, sonriendo, tomando el bolso.
-Estoy empezando a odiarte- Sonreí, intentando de que todo pareciera natural.
-¿Es tu novia?- preguntó su hermano mayor, sin dejar de mirarme.
-Si, salimos desde hace un mes- respondió Donghae.
Donghwa palmeó su hombro y se presentó formalmente ante mi:
-Omo, si, eres la chica que lo cuido, te recuerdo. Siento no haber estado antes-
-No hay problema, Oppa ha dicho que trabajas la mayoría del tiempo, es admirable- sonreí, aleteando un poco las pestañas.
El hombre arqueó las cejas.
-¿De verdad?- preguntó, sin dejar de mirar a su hermano menor.
Asentí y me giré hacia la señora.
-¿Vives en el mismo lugar en el que él se hospedará?- preguntó la señora.
-No, vivo en un pequeño departamento con una amiga, veo poco a Hae, ademas del colegio...- puse cara de borrego y la señora sonrió naturalmente -Donghae vivirá en el mismo edificio de Hyukjae y Ryeowook- aclaré finalmente.
-Ohh, ya veo- se sonrió la señora. -¿Porqué no se quedan a cenar?-
Donghae y yo nos miramos, y mirando la hora, asentimos finalmente.
-¿Tienen algun otro compromiso?- preguntó la señora, frunciendo un poco el ceño.
-No, es decir, entro al trabajo en un par de horas- sonreí.
-¿Donde trabajas?-preguntó la mujer, antes comenzar a llevar bandejas a la mesa.
-En 'Muffins', no se si conoce la cafetería...- contesté, tomando las bandejas que la señora tomaba -Parecen pesadas, deje que yo las llevo-
-Oh Gracias...- dijo la señora, sorprendida -¿Es tu trabajo de medio tiempo?-
-Si, pago a medias el departamento con mi amiga, el resto lo divido entre las gasolina para mi motocicleta y el colegio- aclaré.
-¿Motocicleta?- Preguntó la señora, cada vez más sorprendida.
-Si, una vieja Harley, mi unico objeto de valor y lo unico que tengo de mi familia...- hice una pausa para sonar más conmovedora aún.
-Oh, ya veo- se lamentó la señora.
-No se preocupe, de todas formas... ahora no me siento tan sola- sonreí tímidamente.
La mujer asintió y miró a su hijo con adoración.
-¿De casualidad viniste alguna vez a buscarlo por la mañana para ir al colegio?- preguntó, curiosa.
-Si, vine solo una vez, siento haber irrumpido en su departamento señora...- hice una pequeña reverencia.
-No no, no es problema- se sonrió -Tienes la edad de mi hijo, tutéame-
Asentí, y ruborizada.
-Eres una genia- murmuró Hae, en mi cabeza.
-Muchas gracias- susurré mirandolo un instante y sonriendo.
-Los tienes comiendo de tu mano- comentó, probando la primera bocanada de la cena.
-Tu hermano cayo facil, tu madre es un poco resistente, pero con un par de palabritas, C'est Fini- contesté antes de probar la cena.

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-Ha sido una hermosa velada, pero me temo que me debo retirar- dije, al final de aquella noche.
-Vengan juntos la proxima vez, prepararé algo delicioso- se sonrió la mujer, acompañandonos a la puerta del edificio.
-Claro, cuidate mamá- dijo Hae abrazando a su madre y a su hermano -Los extrañaré-
-Y nosotros a ti hijo- murmuró su madre, antes de derramar alguna que otra lágrima.
Los abrazos que se dió esa familia, me remontó a mi niñes... la madre del antiguo Donghae era totalmente encantadora y dulce conmigo, y, los siglos no la habían cambiado en nada.
Me sequé las lágrimas y desanudé el casco de la motocicleta.
-Vuelvan pronto- saludó la señora con dulzura.
Asentí y me subí en la moto.
Donghae se subió detrás de mi, poniendose el casco.
-Los llamaré-saludó Hae, por encima del motor.
Su familia saludó con la mano y arrancamos a velocidad media hasta perderlos de vista.
-Al parecer te debo una- dijo él, enrollando sus manos en mi cintura -Gracias,_________________-
-No agradezcas, te la debía- contesté, doblando hacia la derecha.
El chico me abrazó como a un peluche y en cuanto llegamos, bajó de la moto, con bolsos en sus manos.
Aparqué el vehículo en el garaje y tomé otro de sus bolsos.
-Vamos, todavía no sabemos si tenemos trabajo esta noche- dije y el sonrió, asintiendo.
-¿Somos vecinos ahora?- preguntó, entrando al ascensor.
-Somos vecinos ahora- contesté, sonriendo.

Fin Cap. 28 <3

kasjdkljasdkljla <3


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Mila ^^~

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