Romantic Oneshot: Fanfic!~ "En mi Eternidad" (Donghae x Fan)~ Cap. 39
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sábado, 26 de septiembre de 2015

Fanfic!~ "En mi Eternidad" (Donghae x Fan)~ Cap. 39

Holiii!!



Título: "En mi Eternidad"
Duración: ?
Episodio: 39
Pareja: Donghae x Fan
Apariciones: Lo verán a lo largo de la historia, aparecerán algunos nombres conocidos ^^
¡ADVERTENCIA! Se verán escenas violentas y lenguaje explicito.

Narras Tu:

           -Es imposible- dí un paso atrás,  notando el dolor aún en mis manos. Era como si hubiera puesto mis manos sobre las brazas calientes, como si las hubiera puesto sobre el mismísimo fuego. Mi cuerpo ardía en su totalidad.
-¿Estas bien?- me preguntó Siwon, apareciendo a mi lado, un poco sudoroso y rojo.
Miré a Donghae y intentando calmar mi respiración, asentí lentamente.
-Vee... ¿Puedes ayudarla con sus dones?- preguntó Hae a la chica.
-No tiene dones... es decir... si los tiene nunca dijo nada- contestó ella antes de mirarme con el ceño fruncido -¿Los tienes?-
Miré a Donghae una vez más, y una mirada suplicante suya me dejó claro de que quería que hablara.
-Prometiste que no lo dirías- le dije, y el chico dió unos cuantos pasos, encarándome, tomando mi mano.
-Sé lo que dije, y lo siento, pero debes decirlo- respondió él.
Miré a todos en la sala y soltando la mano de Donghae, traté de relajar mi respiración, y, tras canalizar mis energías, me convertí en una mariposa de alas azules.
Aún de aquella pequeña forma, podía ver las expresiones de asombro de todos los presentes.
-¿Que diablos...?- musitó Jung Kook, anonadado.
Volví a cambiar de forma, convirtiendome una serpiente color negro y rojo. Me arrastré a los pies de IU, quien, aterrada dió un paso atras y se escondió detras de Kook.
Sisee y por último, me convertí en Pantera, una pantera de ojos dorados.
Me acerqué a Siwon quien me acarició la cabeza, con gran ternura.
Volví a mi forma humana, notando la mano de Siwon sobre mis cabellos, moviendo sus manos con la misma ternura de antes.
-¿Porqué nunca lo dijiste antes?- me preguntó Jung Soo.
-No es una... gran habilidad, la veo bastante inútil- contesté, sincera.
-Yo lo veo como un don diferente, me gusta- afirmó Vee con una sonrisa -Pero... ¿Porqué debería ayudarla con su don si ya tiene uno?-
Donghae mostró el arma y yo me quedé anonadada, ¿De verdad había hecho eso yo misma?
Vee asintió y tomandome la mano, me llevó con ella.
-Vee, espera- dije en vano puesto a que la chica me arrastraba.
Al llegar a mi departamento, cerró las cortinas mentalmente y corrió los sillones, dejando solo la alfombra peluda en el centro de la habitación.
-Es imposible, no hay un vampiro que tenga dos dones distintos-  reclamé y la chica me obligó a sentarme sobre la alfombra.
-No creo que necesites el afrodisíaco, con tener la sangre de Donghae en tu cuerpo, me basta- se sonrió, cruzándose se piernas frente a mi- Relájate, necesitamos averiguar que está sucediendo, no te pongas tan a la defensiva. Cierra los ojos, respira hondo-
-Aish...- me quejé y de mala gana, terminé haciéndole caso.
Me dejé guiar por el silencio, la tranquilidad, la voz de la chica frente a mi y mi propia respiración.
Pronto, me sentí flotar. Mi cuerpo se mantenía en el aire, la chica apareció a mi lado. No había cielo, ni luz. Estabamos en algún lugar completamente oscuro, la chica a mi lado se sonrió.
-Wow, esta todo en penumbras- se maravilló ella, apoyando sus pies en el el suelo negro y lustrado. La imité, parándome a su lado.
Pronto de la nada, el crujido de la madera. Me giré instintivamente y ví frente a mi, cabañas... Las cabañas se calcinaban, se destruían.
Me tapé los oídos al recordar lo sucedido y al oir un desgarrador llanto, me giré nuevamente.
-Oh Dios...- musitó Vee al verme a mi misma en el pasado, con Donghae en brazos, inmovil.
Me acerqué a la niña y me incliné a mirar a Donghe.
Eramos solo un par de niños...
Frente a la niña, emergió el reflejo de Loki.
-Hijo de Puta- murmuré haciendo mis manos un par de puños.
Cuando la chica decidió, aceptar el trato, la mas maquiavélica de las sonrisas emergió en el rostro del Dios.
-________________- me llamó nerviosa a más no poder.
Me sequé las lágrimas y me encaré hacia la chica.
Al lado de la joven, Fenrir.
-Chucho...- lo llamé y el lobo gigante caminó con elegancia hacia mi.
Cuando estuvo a tan solo unos centímetros de mi, comenzó a caminar a mi al rededor. Notaba sus pisadas, fuertes y pesadas.
El animal gruñó y cuando creí que estaba a punto de atacarme, se restregó contra mi. No pude evitar tambalear sorprendida y caer al suelo.
-Pero...- musité y lo ví sentarse frente a mi. Se echó cruzando las patas, sin dejar de mirarme.
A pesar de dar bastante miedo, la elegancia del animal era increíble. Estaba a tan solo centímetros de mi, se estiró un poco y me lamió la mejilla.
Arqueé ambas cejas, sorprendida, viendo como cambiaba de color negro a blanco. Tenía la mirada más dorada que había visto alguna vez. Me aventuré a acariciarlo, el animal se dejó, manso.
-Esto es increíble, es como si lo domaras- musitó Vee.
-Estoy tan sorprendida como tu- contesté y algo nos quitó la ensoñación.
A mi al rededor un halo de fuego proveniente de las cabañas. La chica y yo nos giramos a ver la procedencia, y una vez más, Loki, nos miraba a ambas, con una sonrisa. A su lado, otra sombra...
Una mujer, de ojos cafés y cabello largo y oscuro, ondulado y de facciones bellísimas. Me sonrió, tenía la sonrisa más blanquecina que había visto alguna vez.
Ambos levantaron sus manos y de una, la del dios, salía fuego y la de la mujer salía una esencia blanca, demasiado pura para estar en un lugar tan oscuro.
-¿Estas viendo lo mismo que yo?- le pregunté a Vee.
-¿De que hablas? Si no hay nada aquí más que Fenrir- contestó ella.
Los ojos de Loki se tornaron oscuros mientras que los ojos de la mujer poseían un brillo especial.
-¿No los ves?- pregunté, sorprendida antes de ver como desaparecían.
A mi alrededor, el fuego comenzó a envolverme.
-No, no, ¡No!- grité, adolorida a más no poder.
-¡Oye, ______________! ¡Tranquilízate!- me pidió la chica acercándose.
Me quemaba, me hacía daño, nunca había sentido algo así, nunca había sufrido tanto físicamente en mi larga vida, me sentía en el mismísimo infierno.
-Despierta, despierta...- oí su voz a lo lejos mientras que yo me retorcía en el suelo -Sigue mi voz-
Traté de tranquilizarme, aunque, se me hacía cada vez más dificil. Sentía que iba a morir en algun lugar en mi mente, tranquilicé mi respiración, y con ello, volví a notar los largos pelos de la alfombra.
Abrí los ojos lentamente, notando las luces del techo cegarme.
-Ya... estas aquí- dijo la chica a mi lado, con los ojos completamente rojos.
Me enderecé lentamente, calmándome, pero, aún notando los lenguetazos de fuego sobre mi piel.
-¿Que te ha ocurrido?- preguntó la chica, buscando mi mirada.
-Sentí... sentí que me estaba quemando viva...- respondí, inundada de pánico y asombro.
Vee arqueó ambas cejas.
-¿Quieres que llame a Hae?- preguntó una vez más.
-No, estoy bien- contesté y tambaleándome, me levante del suelo.
¿Que eran todas esas visiones? ¿Por qué solamente yo podía verlas? ¿Por qué me ardía el cuerpo entero? Loki... ¿Por qué estaba con esa mujer? ¿Quien era ella?
Caminé por la casa, dirigiendome a mi recámara, o a lo que era mi recámara. Habían pasado días desde la última vez que había pisado mi departamento. En ese instante me dí cuenta de que, Donghae me consumía peor de lo que pensaba. Suspiré y busqué ropa para salir.

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Narra Donghae:

          Las lagartijas, las pesas, los abdominales y las peleas no fueron suficiente para mi. No podía dejar de pensar en mi chica, ¿Por qué? ¿Por qué ahora despertaban sus poderes? No podía dejar de preguntarme cosas mientras estaba bajo la ducha.
Me miré a mi mismo en el espejo y ví el tatuaje en el centro del pecho.
Suspiré y me terminé de arreglar, cuando estuve a punto de terminar de secarme el cabello con una toalla, el timbre del departamento sonó.
Me encamine hacia la puerta, con la esperanza de encontrar la mirada chocolate y el pelo ondulado, pero, al sentir el común olor a sándalo detrás de la puerta, mis ánimos se bajaron de golpe.
Tras de la puerta estaba Vee, la chica me miró y se suspiró.
-¿Que ocurre?- pregunté, la expresión en su rostro no auguraba nada bueno.
-______________... se ha ido sin mas- respondió.
Arquee ambas cejas y negué.
-¿Que?- pregunté y terminé de salir del departamento.
-Ha... ha visto cosas en sus visiones... yo, yo solo intenté ayudarla. Se ha cambiado de ropa y se ido sin decir nada- contestó la joven frente a mi.
Fruncí el ceño y abriendo tan solo unos segundos la puerta de mi departamento, tomé una campera deportiva y poniéndome una gorra, dejé la toalla en la entrada antes de salir.
-¿Se ha ido caminando, o volando?- pregunté.
-Se ha ido volando- contestó Vee.
-Esta bien, iré a buscarla, gracias por avisar- respondí a la chica antes de apurar el paso por el pasillo.
Al llegar al ascensor, marqué planta baja y miré mi reloj. Las agujas acariciaban las siete de la tarde, el sol comenzaba a ocultarse y las primeras estrellas brillaban en el cielo.
Cuando salí del edificio, busqué su aroma entre la gente.
No importaba donde se escondiera, ni que tan rápido andara, la encontraría, la encontraría a donde quiera que estuviera.
Traté de comunicarme con ella telepáticamente, pero, no lograba establecer contacto. Caminé entre la gente, caminé sin detenerme, dejándome guiar por la estela de aroma a chocolate, pero, poco a poco, ese aroma desapareció.
Pronto me detuve, en el medio de las calles, mirando a mi alrededor, sin saber a donde ir.
Por momentos pensé lo peor, ¿Y si se había ido para siempre?
Mi cuerpo tembló de solo pensarlo. No me detuve ni una vez más, recorrí la ciudad, recorrí cada lugar, cuando pude hacerlo, volé.
¿Donde estaba?
Fué en ese instante en el que, un pensamiento ligero llegó a mi mente, un pensamiento suyo, seguido por el tarareo de una canción.
-Sugar, Yes please, Won't you come and put it down on me, I'm right here, cause I need, A little love, a little sympathy, Yeah you show me good loving, Make it alright, Need a little sweetness in my life-
Seguí su voz y terminé encontrándola, bastante lejos de casa.
Bajé lentamente encontrándola sentada en la arena, descalza, y con el rostro oculto en sus manos.
Escuchaba música bajito, y de igual forma, hipaba.
Me acerqué a ella y la abracé por la espalda, asustandola.
La brisa de la playa nos calmaba a ambos, Eurwangni era un lugar perfecto para ver el atardecer.
En silencio presenciamos el cielo cambiar de colores celestes a rosas y naranjas, tornandose todo oscuro pronto y dejando a la luna iluminar la arena.
Al estar entre mis brazos, se relajó poco a poco. apoyando su espalda en mi pecho y estirando las piernas, se sentó entre las mías. Tomé uno de sus auriculares y me lo coloqué.
-Lo siento- murmuró ella, suspirando y limpiándose los ojos como una niña pequeña.
-No te disculpes, pero, la próxima vez avísame y nos escapamos juntos- respondí, besando su hombro y cuello.
Ella dejó una risita en el aire antes de mirarme y sonreir.
-Tonto...- dijo sin dejar de mírame a los ojos.
-No se si ofenderme o tomarlo como un cumplido- contesté y ella volvió a reir -¿Que ha pasado?-
Se estremeció entre mis brazos y suspiró, comenzando a relatarme todo acerca de lo que había visto. Se desahogó entre mis brazos con la más sencilla de las ternuras, sin embargo, se la notaba nerviosa aún.
-Buscaremos solución a lo que hayas visto, te lo prometo- aseguré, aferrándome más que nunca a su cintura.

Fin Cap. 39 ^^~

kjsdhkashkdkjajsdh Buen finde!

<3

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Mila ^^~

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