Título: "En mi Eternidad"
Duración: ?
Episodio: 19
Pareja: Donghae x Fan
Apariciones: Lo verán a lo largo de la historia, aparecerán algunos nombres conocidos ^^
¡ADVERTENCIA! Se verán escenas violentas y lenguaje explicito.
Narra Donghae:
Los ojos chocolate de la joven brillaban aquella noche... No había palabras para describir como lucía, era preciosa, sencillamente, preciosa.
Mis amigos se divertían a lo grande, Ryeowook estaba encantado con los dulces y Hyukjae quería subirse a cada juego. _____________ los miraba y se sonreía.
Miré a ambos amigos de la joven, Jung Kook y Siwon.
El más alto era elegante, un tipo sacado de revistas de moda, inclusive usaba ropa cara. Me miré a mi mismo disimuladamente, apenas podía decir que mis tenis estaban en liquidación a un cincuenta por ciento en el mercado. Suspiré y miré al otro joven, era hiperactivo pero, había un aire de intranquilidad a su alrededor. Por momentos me miraba y se sonreía. IU y Vee reían junto a mi compañera de clases...
En determinado momento, Siwon habló.
-Esperen... ¿Alguien a visto a L?- preguntó Siwon.
-¿L?- pregunté parándome en seco.
-¿No se ha puesto en contacto?- preguntó IU,
El joven negó con la cabeza y en cuanto fué a pronunciar palabra alguna, la gente del parque comenzó a correr.
-¿Que está pasando?- preguntó _____________ y pronto se quedó inmovil. Se giró y miró más allá del grupo, sus manos comenzaron a temblar...
-Corran- dijo y nos miramos entre nosotros -¡He dicho que Corran!- aclaró nerviosa antes de tomar mi mano y empezar a correr.
El ensordecedor sonido de disparos asustó a todos los presentes, yo, apenas podía seguirle el paso a la chica. Corría rápido, lo suficiente como para escapar en un santiamén.
No pude mirar atrás, no podía ni quería. El sonido de los disparos se había multiplicado, ahora, a mis espaldas, los gritos desesperados de las personas me parecían totalmente ensordecedores. Me giré un poco para mirar el desastre que ocurría detrás de mi.
Sangre...
La sangre brotaba de varios cuerpos que estaban en el suelo, y, sobre ellos, provocando las heridas, hombres y mujeres...
-¿Que... Que está pasando?- pregunté tartamudeando.
La chica volvió a tirar de mi mano y continuamos corriendo hacia la salida el Parque de diversiones.
En mi retina se quedó incrustada aquella imagen. Los hombres y mujeres que estaban sobre los cuerpos en el piso, tomaban a la víctima y se dirigían a su cuello, desgarrando la carne y saboreando la sangre...
Cuando logramos salir del parque de diversiones, la chica se detuvo un momento.
-Lárguense, dispersense, y llamen- dijo en tono de órden.
Mis amigos y los suyos asintieron.
Se acerco a un auto y con el puño rompió el vidrio.
Yo, me quedé a cuadritos.
-¿Que esperas Hae? ¡SUBE!- dijo y ví sus ojos más oscuros de lo normal.
Rodee el auto a trompicones y me subí en el asiento de acompañante.
Claramente el auto no era suyo, pero no impidió que conectara los cables bajo el volante y el auto arrancara con fuerza.
Rápidamente dio marcha atrás seguido de un volantazo y acelerar.
-¿Que diablos ha sido eso?- pregunté sintiendo por fin indicios de nervios en mi cuerpo.
Sentí mi corazón acelerarse y serenarse a su vez, las imagenes de los cuerpos en el suelo me estremecían sin cesar. Miré la carretera y me asombré al ver a las personas correr aún del Parque de Diversiones.
Miré a la chica y la ví morderse el labio.
-Abróchate el cinturón- murmuró en un voz baja, tomando el volante con fuerza. -¡Abrochate el puto cinturón!- añadió antes de acelerar a tope.
Volví a mirar al frente y ví un hombre erguirse en el medio de carretera.
-Oh Dios...- musité antes de ver el cuerpo volar tras el impacto, romper el parabrisas de la vieja Dodge 200 oxidada.
La sangre empañó el parabrisas, aunque nada me aturdió más que ver el cuerpo del hombre rebotar en el suelo. La chica frenó y esperó.
-¿Que esperas? ¡Baja y fíjate si está bien!- pedí desesperado.
_______________ sonrió antes de mirarme y extender su mano para tomar la mía.
-Mira atras, Donghae- dijo y, por primera vez en mi vida, me dió miedo. Su voz sonaba tan baja, tan... dulce.
Tragué saliva y me giré.
El hombre estaba en pie.
Mi pecho retumbó, la adrenalina incrementó.
-No es humano, te lo aseguro...- aseguró ella antes de soltar mi mano y dirigir la suya a la palanca de cambios. Dió reversa y pronto, noté la camioneta desestabilizarse.
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Narras Tu:
De camino a casa sentí mi alma a mis pies, me sentía tan mal, el chico que ocupaba el asiento a mi lado, viajaba cabizbajo, silencioso.
En determinado momento, antes de llegar a su edificio, me pidió que detuviera el auto.
Tras unos minutos de silenció, dijo:
-¿Porqué sabias que no era humano?-
Tragué saliva.
-No lucía como uno- respondí.
-¿De verdad crees que me tragaré eso?- preguntó el, serio.
-No lo se, no lo se- mentí una vez más.
El chico negó con la cabeza y se tomó la frente.
Me mordí la lengua tan fuerte que la creí sangrar, la vista se me nubló poco a poco y vino acompañada de un enorme nudo en la garganta.
-¿Que ha pasado?- susurró el chico, sin creerse nada de lo que había visto.
Cerré los ojos y me largué a llorar en silencio, detrás de las matas de pelo negro.
-Donghae...- lo llamé en un susurro.
El chico se enderezó y se viró a mirarme.
Me sequé las lágrimas y me enderecé, descubriendo mi rostro. Lo miré a los ojos y extendí la mano para tocarle el rostro.
-A partir de ahora... ya no nos veremos, no me busques, has de cuenta que jamás existí- pedí, notando mi interior partirse con fragilidad -No preguntes nada, solo, hazme caso, ¿Si?-
Me mordí el labio inferior y encendí una vez más la camioneta, acelerando por la carretera. Al llegar a destino, el chico bajó y cerró la puerta. Bajé de igual forma y lo acompañé.
-¿Donde aprendiste a robar un auto?- preguntó, buscando alguna conversación.
-En América- respondí con la verdad, por primera vez.
El asintió lento y me miró a los ojos, intentando decirme algo.
Lo miré un instante y con toda la fuerza de voluntad del mundo, miré más allá de él.
-Adios, Donghae- dije y lo dejé varado, solo, frente a la puerta de su edificio.
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Al llegar al departamento, sentí el peso de la soledad y la culpa, caer sobre mis hombros, como dos piedras enormes. Me llevé las manos al rostro y lloré, tranquilamente, lloré, sabiendo que nadie podría oirme.
Lo había dejado ir, por su bien.
“Si algo le sucediese, no me lo perdonaría” pensé y caí al suelo, echa un mar de lágrimas. Me sentía una niña pequeña que había perdido su juguete favorito.
Lo había encontrado, y ahora, ya no estaba...
Respiré hondo y dando hipidos, me dirigí a mi recámara, trancando con llave.
Ni siquiera encendí la luz, me acerqué lentamente a la cama y abracé la almohada con tantas fuerzas, que la tela cedía junto al relleno, las uñas desgarraban las plumas y el algodón. Sollocé, lloré, grité... Tanto, que me quedé afónica.
¿Porqué tenía que sucederme todo a mi?
“¿Y si mi abandono al sol?” me pregunté...
-Ni se te ocurra siquiera pensarlo- dijo Siwon.
-¿Ya llegaron?- pregunté secando rápidamente mis lágrimas.
-Abreme la puerta, por favor- pidió.
Me puse en pie nuevamente y me sequé los ojos. No quería que supieran, debía mostrarme fuerte, a prueba de balas.
Al abrir la puerta, allí estaba él, no tenia una sonrisa, ni la mirada cálida de siempre.
-¿Que sucedió?- le pregunté dejandolo pasar a mi habitación.
El cerró la puerta a sus espaldas y me miró a los ojos antes de abrazarme con calidez.
-No lo hagas...- pedí, mordiendome el labio inferior, contra su pecho.
-Llora si debes hacerlo...- pidió el guiando una mano a mi cabeza y acariciarla con sorna.
Me sentía pequeña entre sus brazos, Siwon era musculo puro y fibras, me llevaba cabeza y media de altura, tal vez dos... Estar allí era sentirse protegido, más protegido que nunca.
Sin querer, las lágrimas cayeron por mis mejillas una vez más. Mis manos se aferraron a su camisa, bajo su campera, lo abracé fuerte, por la cintura.
Me quedé allí, entre sus brazos unos eternos y conciliadores minutos. Al separarme de él, sus manos tomaron mi rostro y con sus pulgares me secó las lágrimas.
-¿Quieres contarmelo todo?- preguntó él, casi entre susurros.
Asentí y me senté en mi cama, a su lado.
Hablé tanto que se me secó la garganta, me estaba desahogando, al fin me sacaba toda carga de los hombros unos instantes. Siwon solo me escuchaba, asentía y sonreía por momentos.
Cuando terminé de hablar, una mirada compasiva pasó fugaz por sus ojos.
-¿Y si nos largamos de aquí?- me preguntó.
-¿De verdad lo quieres?- pregunté a su vez.
El me miró un instante y terminó negando con la cabeza.
-No ahora que lo encontré- respondió.
-¿De que hablas?- dije sin entender nada.
El chico inspiró una vez más y dijo:
-Esta tarde, en el parque, he encontrado a mi pareja de vida... Olía a Canela, mi sabor favorito...-
Arquee ambas cejas.
-¿Hablas en serio?- pregunté, a punto de sonreír.
-Cuando lo ví, una parte de mi quiso salir corriendo a devorarlo, pero...- hizo una pausa y se llevó ambas manos a la frente -Es un humano...-
-Oh Dios...- musité y me acerqué más a él para abrazarlo.
-No se que hacer... no se si siquiera esta bien luego del ataque de esos vampiros- se lamentó aferrandose a mi.
Siwon estaba afectado de sobre manera, nunca lo había visto tan afectado. Sus ojos estaban vidriosos, a punto de llorar. Tenía la mirada cansada, y, de seguro, tambien estaba agotado mentalmente.
-Irse no es la solución, debemos quedarnos aqui... No cometas los mismos errores que yo cometí, ve en busca de él, acercate y cuando sea el momento, dile la verdad- dije como consejo.
-Claro, por supuesto... ¿Aún si es hombre?- soltó separándose de mi.
Me quedé estática, boquiabierta, me llevé las manos a la frente y pregunté:
-¿Que?-
Siwon puso los ojos en blanco, y asintió finalmente.
-Oh my God- respondí, estupefacta -Es decir, a mi no me molesta, aunque, es la primera vez que veo un caso así. ¿Estas seguro que es hombre?-
-Que tenga el pelo un poco largo, los ojos gatunos más hermosos que alguna vez he conocido, no impiden de que sea hombre- resolvió Won.
Arquee ambas cejas, asombrada a más no poder.
-Esto es increíble- musité.
La mirada del chico a mi lado se tornaba cada vez más abatida.
-No se que hacer- susurró ocultando su rostro entre las palmas de sus manos.
Me mordí el labio inferior, yo, más que nadie sabía lo que sentía Siwon, no con alguien de mi mismo sexo, pero si sabía lo presión de saber que probablemente, esa persona jamas se fijaría en ti. Tu vida pende de un fino hilo desde que encuentras a tu pareja de sangre...
Abracé al chico y él hundió su rostro en mi cuello.
-Todo estará bien... todo estará bien- comenté, palmeandole la espalda como a un niño- Si algo sucede, siempre estaré aqui Siwon, en todo momento-
El chico asintió lento, su cabello me hacía cosquillas en el cuello y mandíbula. Se aferró mas a mi y cuando finalmente se separó de mi se acostó en mi cama.
-¿Que hubiese pasado conmigo si no te hubiera conocido?- preguntó el con una sonrisa en su rostro.
-No lo sé, tal vez serías del equipo contrario- respondí con una sonrisa.
El rió y se enderezó una vez más para tomarme de la cintura.
-¿Crees que si duermes conmigo, ese chico se enojará?- preguntó con una pícara sonrisa.
El recordar al chico agrandó una vez más el dolor que sentía.
-No lo sé, pero, poco me importa- dije levantando los hombros.
Siwon me sonrió y me obligó a acostarme en la cama junto a él. Siendo sincera... el estar en paz de esa forma, era lo que necesitaba...
Fin Cap. 19! <3
jaskldjasjdasdjha espero que les haya gustado!
Estoy muy inactiva por asuntos personales, espero que entiendan ;; ~~
Gif Time:
Mila ^^~
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