Título: "En mi Eternidad"
Duración: ?
Episodio: 3
Pareja: Donghae x Fan
Apariciones: Lo verán a lo largo de la historia, aparecerán algunos nombres conocidos ^^
¡ADVERTENCIA! Se verán escenas violentas y lenguaje explicito.
Narras Tu:
Seúl, Corea del Sur. Esa misma noche...
Sonreí al pasar a su lado, Donghae se metió de cabeza a su edificio mientras que yo, continué mi camino hacia casa.
Vivía en un lujoso edificio de la ciudad, cercano al edificio en el que vivía aquel chico de ojos marrones.
"El matar te ha llevado a la fortuna" pensé en un suspiro. Mis manos estaban manchadas de sangre, pero, tenía sus ventajas el trabajo que tenía.
Subí al ascensor y marqué el piso 8 en el tablero. En tan solo unos segundos, ya estaba en las puertas de casa. Pasé la tarjeta y abrió la puerta.
-Bienvenida a casa- dijo Siwon, esperándome con una sonrisa, mientras terminaba de vestirse para la noche.
-¿Como ha ido tu día?- le pregunté, dejando la mochila en la entrada, junto con los zapatos.
-Aburrido, aunque, hace un momento llegaron visitas- sonrió y se giró hacia la sala de estar.
Sentados mirando la televisión estaban ellos, nuestros informantes.Ambos se pararon y se acercaron a saludar.
-Hola _______________- dijo mi mejor amiga abrazandome. Ji Eun me sostuvo por los hombros y sonrió como siempre.
-Hola- saludó el chico detrás de ella. L me sonrió con tranquilidad y me tocó la frente como a una hermana menor.
-Hola, ¿Algun recado para esta bonita noche?- les pregunté a ambos.
-Si, como siempre-- sonrió aún más abiertamente la chica.
-Habla IU- dije y me acerqué al pequeño bar de la casa.
-Bien, tienes dos almas esta noche- comenzó a explicar antes de poner los folios a mi disposición, mientras que L le informaba a Siwon de sus clientes.
Ji Eun era mi informante, así como L era el de Siwon. La chica parecía tener vida en cada momento del día, sonreía con soltura y siempre hacía bromas. No tenía más misiones en la tierra ademas de traerme informacion de mis clientes. El cabello castaño la hacía parecer más blanca de lo que era, aún mantenía la apariencia de una chica común de veintidos años, aunque, ya llevaba poco más de un siglo como vampiro.
L en cambio era bastante callado en comparación de mi amiga. Los ojos ojos fríos de aquel joven parecían no tenerle miedo a nada. Hasta su apodo era un poco monótono. Lo llamabamos de esa manera ya que cuando despertó, no recordaba nada de él, salvo la forma en la que había dejado de ser humano.
Tras las indicaciones de la chica frente a mi, le pedí permiso y me encaminé a mi cuarto para cambiarme por alguno de mis corset y botas de cuero.
Aquella noche sería igual que cualquier otra, con la diferencia de que, esta vez podría divertirme como pocas veces, la noche era larga y, puedes acabar con alguien en segundos.
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Narra Donghae:
Seúl, Corea del Sur. Semanas más tarde.
Ocupé mi banca una vez más, guardando la bolsa de chips fritas en mi mochila.
Ryeowook no paraba de conversar con Hyukjae. Mientras tanto mis ojos divagaban por la clase, mientras los ultimos estudiantes ocupaban sus lugares.
La chica entró a la clase en silencio, con las manos en los bolsillos volvió a su banca y se quitó los auriculares blancos. Al sentarse en su lugar, buscó en algo en su mochila y pronto sacó un pequeño frasco de cristal, el frasco contenía pequeñas pastillas y circulares. La chica tomó una de las tantas, la llevó a su boca y la tragó en seco. Cerró los ojos unos instantes y los abrió, girándose un poco.
Me miró por debajo de aquellas espesas y negras pestañas y yo, ruborizado, aparté la mirada.
Esperé unos segundos antes de mirarla una vez más.
La nueva estudiante era todo un misterio, en mi lista mental de observaciones anote:
"Solitaria, tranquila, silenciosa, se viste siempre de negro (inclusive las veces que trae el uniforme, trae accesorios oscuros), y, sobre todo tiene buenas calificaciones (por no decir excelentes)"
La clase de filosofía fué tan rutinaria que al momento del receso, todos corrieron a la salida.
Al pasar por la puerta me encontré con la sonrisa de Dara, una de mis más cercanas conocidas.
-Hola, Hae- sonrió.
-Hola, traje lo que me prestaste- comenté. Ella me sonrió y continuamos conversando.
-Genial, tráemelo a la salida-
De pronto, noté un escalofrío correrme el cuerpo entero, noté pasos firmes a mis espaldas, noté nervios...
La nueva estudiante pasó a nuestro lado, cargandose la mochila al hombro y soltándose el cabello.
-Dara, hablamos mas tarde, tengo algo que hacer- dije y comencé a caminar tras de la chica, dejando a una confundida Dara atras.
"¿A donde va? Tenemos clases aún" pensé y continué siguiendola a una distancia prudente, caminaba silenciosa y recto, ni siquiera miraba a los lados, solo caminaba decidida al frente.
Al llegar a la salida, me escondí detras de la cartelera de anuncios.to
Se encontró con un chico, uno alto, de espalda ancha y una gran sonrisa, arqueó una ceja y la tomó de la mano.
Antes de continuar su camino, la chica se giró sobre sus talones y miró hacia atras.
Sobresaltado me escondí contra la cartelera y vi su sonrisa. Tomó la mano del joven una vez más y se marcharon.
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Tras darle los CD que me había prestado, Dara me saludó a la distancia, mientras yo seguí mi camino a casa. A mitad de camino mi celular sonó, era mi hermano mayor, mandandome la lista de recados del mercado.
-Aish...- me quejé y, desganado me metí al mercado.
-Buenas noches, Hae- dijo el ajhussi de la caja.
-Buenas noches- saludé cordial antes de tomar un canasto y llevarlo conmigo a través de las góndolas.
Tomé jabón, shampoo, salsa de soja, harina, arroz...
Continué caminando entre las góndolas y la ví, o mejor dicho, los ví. Las góndolas parecieron hacerse pequeñas, me oculté en la góndola continua y los escuché hablar.
-¿Que quieres cenar hoy?- le preguntó la chica al joven.
El parecía unos años mayor, el típico chico criado por ambos padres, de familia adinerada y educado. El tipo de chico con el que jamás podría ser comparado.
-Lo que tu gustes, por mi, todo es delicioso- sonrió y un par de hoyuelos se marcaron en sus mejillas.
-Pero decídete, no quiero cocinar en vano- comentó ella y tomó salsa de soja de una estantería.
-Por mi comería fideos instantáneos con tal de estar contigo mirando una película- sonrió el chico, abrazándola por la espalda.
"No es solamente su novio... viven juntos" pensé y la ví sonreír.
-Eres un meloso- comentó ella aceptando el abrazo.
-Lo se- respondió él antes de tomar sus compras y cargarlas agregando una botella de vino al canasto.
Se dirigieron a la caja y pagaron, yo me dirigí a la góndola en la que ellos antes estaban y luego me dirigí a la caja.
Le pagué al ajhussi y guardé todo en mi mochila.
Por la calle caminaban ellos, cada uno con una bolsa blanca en sus manos, las compras se balanceaban en el camino, se tomaban de las manos y sonreían.
Caminaban por las misma calles que yo recorría para llegar a casa, cuando llegué a la entrada del edificio, los ví marchar, ahora, medio abrazados.
"Es joven para vivir con alguien... Ademas... no es de mi incumbencia" pensé y cabizbajo crucé las puertas del edificio.
Fin Cap. 3♥
asjdhakjsdh Espero que les haya gustado, no olviden compartir!! ♥
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Mila ♥
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