Los amo! <3
Título: "En mi Eternidad"
Duración: ?
Episodio: Prólogo Part. 2
Pareja: Donghae x Fan
Apariciones: Lo verán a lo largo de la historia, aparecerán algunos nombres conocidos ^^
¡ADVERTENCIA! Se veran escenas violentas y lenguaje explicito.
Narras Tu:
Bretaña, Año 1066, Época Vikinga
Al abrir los ojos, la vista aún se me tornaba borrosa por instantes. Mis sentidos se abrieron como un gigante abanico frente a mi, pronto, me sentí mareada una vez más. Me tapé los oídos apenas y cerré fuertemente los ojos.
-¿Que diablos me está pasando?- pregunté en voz alta, con la voz visiblemente tomada.
Todo era sonido, todo era visible. Podía oí el cantar de los pájaros en la lejanía. El sonido de las brazas al entrar en contacto con el rocío matutino.
Dejé escapar todo el aire de mis pulmones e intenté erguirme una vez más. Miré mi alrededor y me llevé la mano derecha a la frente.
Las lágrimas se sentían tibias sobre la piel de mis mejillas.
Ahora, todo era cenizas.
Me miré las manos y luego el resto del cuerpo. Sentía mis músculos y huesos arder, estaba adolorida.
Mi atuendo estaba manchado por barro, sangre y carbón, pero, ninguna de aquellas manchas de sangre era tan grande o profunda como la que estaba en mi corazón. Observé a mi alrededor y me llevé la sorpresa de que su cuerpo no estaba allí.
El silencio fue cortado por la presencia de alguien a mis espaldas, me giré sobre saltada.
-Al fin recuperas conciencia- dijo el mismo hombre de la noche anterior.
Tenía una sonrisa en los labios, una sonrisa indulgente.
-¿Que me ha pasado?- pregunté abrazandome a mi misma.
El arqueó una ceja y soltó una carcajada.
-¿Debo explicártelo o prefieres experimentarlo?- preguntó y pronto su mirada se volvió oscura, negra en su totalidad.
-Ambas me vendrían de maravilla- dije sosteniendo mi sarcasmo.
El se acercó a pasos agigantados y seguros hasta mi. Me tocó la frente con el dedo medio y su rostro mostró la más aterradora sonrisa que podía haber presenciado jamás. Con el índice golpeó y lo que parecía un golpe infantil, me hizo volar por los aires.
Fué tan rápido todo que, me percaté de lo sucedido al momento de impactar contra el bifurcado y quemado arbol del pueblo.
Por mi boca salió un desgarrador grito. Me quedé suspendida allí unos instantes antes de caer al suelo de cara.
Tragué saliva y respiré hondo. Me levante y tosí con fuerzas. Me miré el cuerpo, tanteandome.
-No puede ser- dije y levanté la mirada para ver una vez más sonrisa del hombre frente a mi.
-Eres inmortal- dijo, aclarando minimamente mis dudas.
-¿Como los Dioses?- pregunté
El hombre asintió y yo me levanté del suelo.
Estaba torpe y estupidamente confunfida, ¿Yo? ¿Una inmortal?
-Estas de bromas, ¡Dime la verdad! Ni se ha presentado- me quejé, enfrentandolo.
Su sonrisa se borró y frunció el ceño.
-Niña, te recomiendo que no me hagas enfadar...- planteó y me miró a los ojos.
Sentí un fuerte ardor de estómago, como si hubiera bebido litros y litros de ácido.
-Y... tengo muchos nombres, muchos me han nombrado, aparezco en todos los sitios del universo. Y, para ti, vampiresa mía, tambien soy un Dios- continuó y el dedo indice de la mano derecha se apoyó en mi menton, como una uña de gato montés se clavó en mi piel y pronto, el dolor desapareció.
-¿Un Dios?- pregunté. El asintió y de la nada, sus ropas se cambiaron.
Una larga e interminable capa verde oscura cubrió su espalda, seguida de una reluciente armadura de piel y oro.
-Por Odín y Frigg...- dije, asustada a más no poder.
El hombre puso mala cara y puso cara de asco.
-Vuelve a nombrar al vejestorio y a esa puta y te arrancaré esa bonita lengua que tienes- aclaró y sentí algo recorrerme el cuerpo.
Un casco con un par de cuernos gigantes y un cetro en forma de tridente deforme se materializó a nuestro lado. El hombre se apartó de mi y tomando el casco se lo colocó. Me miré a mi misma, ahora, de la nada, una serpiente gigantesca me envolvía el cuerpo denudo. ¿En que momento había desaparecido mi ropa?
La serpiente me miró a los ojos y retorció frente a mi rostro.
-Con delicadeza, Jörmundgander- ordeno el hombre a la serpiente.
Al oír su nombre, el conocimiento atravesó como un relámpago mi memoria.
-Eres... Loki...- pregunté, temerosa- El Cambia Formas... Lengua de Plata-
El hombre se giró sobre sus talones y sonrió:
-Es uno de mis tantos nombres. El hecho es que, eres mia ahora, una inmortal, uno de mis Jotuns-
-Yo... yo no soy tuya- aseguré antes de sentir la insoportable presion en mis costillas, Jörmundgander, la serpiente, se enroscaba cada vez más.
-Ya es tarde, niña, ya has sellado el pacto, eres parte de mi, hija mía... Sangre de mi sangre- dijo y materializó un trono en lugar.
Ocupó su lugar y cruzó la pierna izquierda sobre la derecha, mirandome divertido.
-¿En que me has convertido?- pregunté con el poco aire que me quedaba en los pulmones.
-Eres una vampiresa, la primera en decir verdad- contestó -Ahora, tienes la fuerza de cien hombres y eres más veloz que el animal más rápido de la tierra, tambien tienes un par de bonitos colmillos. Tienes la vista de las águilas y un montón de detallitos más que te daras cuenta con el tiempo- culminó con una sonrisa de satisfacción.
Me pasé la lengua por los incipientes colmillos y me asusté.
-Los utilizarás para morder- sonrió y apoyó su mentón en su mano izquierda.
-¿Y soy inmortal?- pregunté sin creermelo aún.
-Si, pero, tu don de la inmortalidad se terminará cuando lo encuentres...- se mordió el labio y chasqueando los dedos, a su lado, se materializó un espejo. me ví reflejada en él antes de que aparecieran imagenes.
Era él, el mismo chico que me había jurado amor eterno, el mismo chico que la noche anterior había dejado el último suspiro en mi regazo.
-¿Cuando lo veré de nuevo?- pregunté, dejando de forcejear con la serpiente.
-Deberas esperar... Yo no tengo control de las almas, no tengo a las Nornas a mi alcance. Esas viejas locas hacen y deshacen el destino a su antojo- aclaró con cara de asco.
-¿Cuanto debo esperar?- pregunté una vez más, ya demasiado cansada de los juegos sucios del Dios.
-Unos cuantos siglos- respondió y volvió a chasquear los dedos.
-Dijiste que serían solo unos meses... ¡Me engañaste!- dije y me arrepentí de ello, oí el gruñido de algo cerca,
Fenrir, el lobo gigante apareció entre las sombras. Sus patas eran las más grandes que había visto alguna vez, y, su mandíbula era gigantesca, tenía los dientes amarillos y un poco amorfos. Me gruño a poco centrimetros de mi rostro y se retiró.
-Sueltala, Jörmundgander- ordenó Loki y entre fuertes siseos la serpiente me dejó caer de bruces al suelo.
Me llevó unos minutos el volver a respirar con facilidad, me dolía el pecho y las costillas.
-¿Que ganas tu de todo esto? ¿Tiene algo que ver con el Ragnarök?- pregunté en el suelo, alzando la vista.
El Dios sonrió. Si, tenía que ver con el Ragnarök, el fin de los tiempos.
-------------------------------------------------------------------------------
Estados Unidos, Año 1800
El tapado que me había dado Loki me fué realmente innecesario meses más tarde, el verano había llegado, aunque, poco se sentían los rayos abrazadores del sol en aquel lugar. gracias a los edificios.
Había viajado por el mundo, cumpliendo los recados de Loki, sesgando almas.
Su ultima encomedación me había llevado a aquel sitio, ya había terminado el trabajo sucio, el gobernador del lugar estaba muerto. Poco me importaba, era un puto pedófilo.
Bretaña había quedado atrás, así, como la mitología nórdica. La humanidad ahora se dividía en creyentes o no creyentes del Cristianismo.
Suspiré y continué caminando.
Mis habilidades eran variadas. Podía meterme en la cabeza de las personas a mi antojo, podía mover objetos con la mente, ademas de ser una valkyria en plena furia en la tierra a la hora de usar un arma, me había convertido en una guerrera.
Podía volar, podía correr a grandes velocidades y dar saltos enormes.
Aunque, poco importaba, habían pasado cerca de ochocientos años y, aún no encontraba el rostro de ojos rasgados y ojos castaños por ningun sitio.
-Ayuda...- pidió alguien en la lejanía.
Cargué mi pequeño bolso a mis espaldas y me metí en un callejón para luego saltar a los tejados. Corrí ligera por los techos hasta llegar a aquella voz.
Bajé de un salto insonoro y me posicioné a espaldas de la pareja. En el aire reinaba un exquisito olor a sangre fresca y a vainilla.
La chica me miró y extendió su mano, miró mis ojos y antes de que pudiera decir palabra alguna, su mano se aferró a las ropas de quien la aprisionaba contra la pared. Sus ojos se volvieron blancos, se volvieron un par de orbes sin vida.
-¿Terminaste? Ya está seca- alcé la voz hacia el unico que quedaba en pie frente a mi.
El hombre se irguió una vez más y se giró alzando la vista. Por la comisura de sus labios, caía sangre aún.
Tenía al menos veinticinco años humanos, aunque era claro que humano no era.
Sus ojos eran un par de perlas negras y profundas, brillantes y rasgadas. El cabello entre castaño y azabache le caía en la frente. Llevaba un saco negro, a medida y guantes blancos manchados de sangre.
Sonrió de lado y me empujó contra la pared del callejón. Sus manos enguantadas y sucias presionaban mi cuello como queriendo estrangularme. Mostro sus colmillos y rió de gusto, Arquee una ceja y rompí su agarre al pegarle en el pecho con la palma abierta. El chico trastabilló y luego fue de dio contra la pared, cayó sin entender nada.
-¿No me temes?- preguntó y me miró de pies a cabeza.
-¿Me ves salir corriendo, idiota?- pregunté en un perfecto ingles, gracias al perfecto don de la xenoglosia podía aprender idiomas en minutos nada más.
Me acomodé el corsét y la corta falda negra.
-¿Que eres?- preguntó con los ojos como platos.
Le sonreí y mostré mis blancos colmillos.
-Soy como tu- respondí.
El se levantó del suelo y arqueó una ceja, miró hacia la calle transitada antes de tomar mi mano y volar conmigo.
-No me has dicho tu nombre...- dije en el oscuro cielo nocturno.
-Choi Siwon- contestó antes de fijar un rumbo inesperado,
Fin Prologo, part. 2
akjdajhdjashdkaj espero que les haya gustado! ;3
Gif Time:
Mila ^^~
No hay comentarios:
Publicar un comentario