Título: "En mi Eternidad"
Duración: ?
Episodio: 7
Pareja: Donghae x Fan
Apariciones: Lo verán a lo largo de la historia, aparecerán algunos nombres conocidos ^^
¡ADVERTENCIA! Se verán escenas violentas y lenguaje explicito.
Narras Tu:
Cuando el timbre sonó, me despedí de Hae y de los demas y caminé al lado contrario. Tomé mi celular y miré el auto de la querida profesora Ga In. Le envié un mensaje a Siwon:
"Esta noche llegaré tarde a casa, tengo unos asuntos. ¿Recuerdas a Ga In? Ha vuelto en forma de profesora"
Me cargué la mochila al hombro y me dirigí a los vestuarios del gimnasio. Me cambié por mi ropa de caza y me escondí en algun recoveco.
Las botas de caña alta acordonadas y los pantalones de cuero negro, se combinaban de maravilla con aquella camiseta blanca de tirante y la campera de cuero a tachas.
Esperé, esperé el tiempo necesario hasta conseguir sentir aquel olor pútridamente dulce que ella despedía. Salí del gimnasio y la ví subirse a su coche, marcando rumbo hasta la interestatal.
Miré a mi alrededor y un hombre con una bonita moto hablaba con una chica. Sonreí y corriendo, le arrebaté la moto.
-¡Lo siento!- dije al aire antes de acelerar tras el BMW.
Mantuve la distancia de dos autos tras del suyo.
Se dirigió a un complejo de departamentos del otro lado de la ciudad. Detuve la moto y la oculté rapidamente antes de llamarla.
-Eh, guapa...- dije y la dulce y adorable chica se detuvo a mitad de camino hacia la entrada del edificio.
-¡Oh! No esperaba verte- aseguró y se cargó la cartera al hombro izquierdo.
-¿Si?- dije entre la hipocresía y el mal humor.
-Si- sonrió ella y abriendo su cartera buscó las llaves -¿Te apetece un trago?-
Le sonreí lo más sincera posible y ella se adentró en el edificio.
El lugar no tenía nada que envidiarle al mio, sin embargo, se notaba tensión en el aire, su olor estaba por todos lados.
Subí al ascensor con ella, sin dejar de mirarla a los ojos.
-¿Que ha sido de tu vida, reliquia?- preguntó irónica como siempre.
-Voy por aqui, voy por allá, con perfil bajo- contesté -¿Te pagan mucho?-
Ella arqueó una ceja y sacando un pequeño espejo de su cartera se miró el maquillaje.
-¿En que?- preguntó.
-En abrir las piernas- culminé con una sonrisa y ella me miró seriamente.
-No tanto como a ti, al menos me queda algo de clase y, sigo siendo femenina- respondió ella mostrando los puntiagudos dientes.
Silvé impresionada:
-Por supuesto, femenina en demasía... podría jurar verte las bragas en este momento- redoblé la apuesta sin apartar mi mirada de la suya. Dibujé una abierta sonrisa frente a ella, mientras que su expresión cambiaba a una más de, la vieja Ga In. Frunció el ceño ligeramente y al salir del ascensor, volvió a pecharme.
La seguí entre taconazos y estudios. No había nadie más que ella en el piso, aunque, como siempre, había alguna que otra mancha sospechosa en el suelo de madera.
-Al parecer estas acostumbrada... ¿Traes a muchos clientes por aqui?- pregunté parandome detrás de ella mientras giraba la llave de la habitación 415.
-Igual que tu, con la diferencia de que yo me deshago de ellos mientras tu te los tiras- dijo y abrió la puerta.
Mi mal humor incrementó y apenas se cerró la puerta detrás de mi ella se dirigió a la cocina. Sirvió vodka para ambas y me tendió mi parte.
-Brindo por el momento en que nos conocimos- dijo elevando el pequeño vaso.
La imité y tragué de golpe. Sirvió otro trago y volvió a beber.
Tragué saliva y me sequé los labios con la mano.
-¿Crees que no me he dado cuenta del ácido en el vaso?- pregunté y ella sonrió.
-¿Crees que he creido que te lo haz bebido sin dolor?- preguntó ella a su vez.
Arquee una ceja y tragué saliva una vez más, mis organos internos se retorcían de dolor, un dolor sordo para mi.
Le sonreí y en un rápido movimiento ella intentó apuñalarme con un cuchillo de cocina. Esquivé el golpe y astibé su sonrisa. Comenzó a tirar golpes al azar, con la esperanza de acertar alguno, pero los esquivé a todos, salvo el ultimo, un simple puñetazo a la quijada, volví a girar el rostro y sonreí.
-Mi turno- dije y hundí el tacon de la bota en su estómago -Esas ropas no te ayudan a pelear- dejé caer la mochila a mis espaldas y saqué los puños americanos de mi espalda.
Tras una fiesta de golpes, patadas y muebles rotos, atiné a golpearla en la cien y dejarla medio inconsciente en el suelo.
Me limpié el labio partido y la arrasté hasta una de las sillas, até sus manos a su espalda y a la silla, al igual que sus pies.
Al ver que no reaccionaba, volví por la cocina por un poco de "Vodka" y se lo eché en la cara.
-Oh, volviste a la realidad- dije con expresión inocente mientras oía sus alaridos de desesperación -Dime, ¿que quieres en el colegio?-
La mujer gimió de dolor y miró al suelo. La cara estaba desfigurada, la piel se quemaba poco a poco.
-Al dulce chico... de ojos de venado...- dijo como pudo.
-Ahh, interesante- comenté y traje otra silla para sentarme frente a ella.
-¿Lo amas?- preguntó mirandome con rencor.
Sonreí.
-Lo que él me provoca no es tan placentero como verte moribunda ahora- sonreí y ella tragó saliva -¿Porqué Donghae? ¿No te bastó con querer acercarte a Siwon la ultima vez?- pregunté y ella se bufó.
-Con tal de hacerte daño, cualquier cosa. Mi apariencia volvería a ser la de una bonita joven si bebo de sangre fresca, y, juro ponerme a mil al pensar en la sangre de ese humano- sonrió y le devolví el gesto, aunque, esta vez, clavandole mi puñar en la pierna, a la altura de la rodilla.
-¿Si?, es una lastima que no vivas... ¿Que pretendías con todo esto?-
Ga In sonrió y tratando de aguantar el dolor respondió:
-Buscaba destuirte-
Saqué el puñal de la pierna y lo clavé en el su pecho.
Me levanté de mi lugar y articulé la ultima pregunta:
-¿Quienes más buscan a Hae?-
Ella sonrió ya sin aire y contestó:
-Todos y cada uno de los que le has hecho daño, incluyendolo a él... y sabes de quien te hablo-
Mi respiración se cortó y presa de un creciente miedo, tomé mi arma favorita y de un solo movimiento, su cabeza rodó por el suelo.
Su cuerpo comenzó a volverse carbón y desapareció finalmente en el suelo de madera.
El ventanal de vidrio se partió en mil trozos y Siwon entró con desesperación. Me miró, miró mis manos manchadas de sangre y miró mi rostro.
-¿Que has hecho?- preguntó.
Tragué saliva y ví la mancha negra en el suelo.
-Cerraba cuentas pendientes- dije y guardé las armas. Siwon se acercó a las manchas en el suelo y luego se acercó a mi.
-Pero...- musité y yo solamente dije:
-Dices una sola palabra más y te arranco la lengua-
Tras una irónica sonrisa, salí por donde el pelinegro había entrado. Salté cuatro pisos, cayendo cerca del BMW de la ahora difunta profesora.
Me subí al coche, esperando al joven de hoyuelos encantadores.
Al cabo de unos minutos el joven apareció y se subió al coche.
-¿Como me has encontrado?- le pregunté arrancando. El sonrió abiertamente.
-Seguí tu aroma, te quiero recordar que el chocolate es uno de mis sabores favoritos- contestó y miró la carretera.
Sonreí sin poder evitarlo...
Ga In había sido parte de nuestras vidas, había...
>>Flashback<<
Moscú, 1859:
La nieve caía como la lluvia...
Sentía las manos entumecidas y congeladas.
-¿Cuando vendrá?- le pregunté a la chica a mi lado.
Ga In, mi informante sonrió y apuntó con su dedo enguantado una limusina.
-Ahí llegó tu encargue- respondió la joven con una sonrisa.
Dejé atras a Siwon y a la chica antes de internarme en las profundidades de aquel palacio.
Al terminar con la vida de mi cliente, volví con mi informante y con mi mejor amigo. Aunque... la visión no fué la que me esperaba.
Siwon estaba arrinconado por ella, cerraba los ojos, esperando a que los colmillos de Ga In por fin perforaran su piel y bebiera...
Los miré por unos segundos antes de actuar.
Los separé, empujé a la chica de tal manera de que cayera a la nieve.
-¿Que haces?- preguntó Siwon, un poco aturdido.
-Te salvo el culo de dejar de ser inmortal...- respondí antes de girarme a mi informante -¿Ya te cansaste de jugar con cuanto hombre y ahora vienes a por Siwon?-
Ga In se levantó del suelo y sacudiendo su ropa objetó:
-Creí que lo aceptarías-
Mostró una cara que no conocía de ella.
Contorneó las caderas acercandose. Dí un par de pasos alargados y nos plantamos frente a frente.
-Es como mi familia, y no voy a permitir que te lo lleves. Jugarás con él como con los demas- afirmé y ella bufó divertida.
-Te arrepentirás de esto- respondió ella, sonriendo.
-Digo lo mismo, Ga In- dije y ella desapareció entre la nieve y la ventisca.
Fin Cap.7
askjhdkjhasdk Espero que les haya gustado! <3
Gif Time:
Mila ^^~
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